Algunas personas consideran que la vida de un gato casero es sencilla, pero se equivocan. Uno debe soportar a las visitas que manosean y a las que gritan por quien-sabe-que motivo y no podría hacerles entender lo humillante de ir al veterinario y que les suban un termómetro por detrás mientras el sujeto coquetea descaradamente con su dueña. Especialmente si su dueña es una porrista rubia de ojos azules con un exceso de amor e inocencia por y para el mundo
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Si, pequeños monos lampiños, por si no se había enterado hablo de Brittany, hablo de esa niña (porque cuesta decirle mujer) que cada navidad se asegura de encontrarme para vestirme de rojo y blanco, botitas incluidas ¿quieren que les diga cuantos minutos la vecina me estuvo "apachurrando" entre sus brazos mientras su gata se reia de mi? No, no quieren.
Vivir con Brittany no es tan fácil como algunos podéis creer, conlleva mucha paciencia –y éxtasis- para poder lidiar y entenderla sin intentar ahogarla en su cereal con leche. Lo bueno es que nadie toma en serio sus palabras (quizás porque dice demasiadas cosas incoherentes en un solo dia) caso contrario yo estaría preso ¿Quién diría que vender un Iphone cargado de marihuana seria ilegal? Aunque bueno, lo de la marihuana ella nunca se enteró… como no se enteró de muchas otras cosas
Capitulo 1: duelo de miradas
Hay muchas cosas que Brittany no sabe o simplemente decide ignorar para ser feliz. Es asi, cuando algunas cosas no le parecen lo suficientemente importante o cree que le traerán problemas (a ella u otros) las ignora. En este caso que hoy les relato, ella decide fingir que es un juego el desprecio que Santanna siente hacia mi y que yo, como caballero gatuno que soy, he decidido corresponder.
Si mi memoria no me falla (y estoy seguro de que no) fue un martes 13 que la latina llego a casa y finalmente reparo en mi. Esto tendría sentido porque es una bruja, demonio…o peor una bruja demonio súcubo chupa almas que de alguna forma controla y seduce la mente de mi dueña (no que sea difícil tampoco).
Yo estaba en en la cocina a esperas de que Brittany llegara para prepararme un licuado de anchoas y banana cuando oi la puerta delantera abrirse y la mochila caer con fuerza sobre el sillón del living antes de rebotar al piso pero jamás la vi acercarse con sus pasos de bailarina a servirme mi alimento. No solo era extraño si no que me ofendia pues desde que Alexis se fue habían pasado dos horas, largas dos horas sin un bocadillo asi que decidi seguir las risas tontas que subían las escaleras (malditas escaleras) hasta la habitación donde las dos reian de alguna tontería clásica de las niñacas de 14 años.
. Me senté en la puerta observando en silencio como ambas observaban el computador y la morena decía todos los insultos, apodos y quejas habidos y por haber ¿Cómo podía Brittany idolatrarla tanto? En su diario no dejaba de hablar de lo espectacular que era -si, lo he estado leyendo desde que llegue a esta casa – Aunque bueno, Brittany puede hacerse amiga hasta de las rocas ¿Por qué no de un pitufito gruñón?. Regrese mi atención a ambas y viendo que la rubia pareció olvidarse de lo que es realmente importante (mi licuado) levante el tono para dejar salir un fino y seco- MEOW- que hiso a ambas voltear y en menos de un segundo Brittany me tenía colgando en el aire en un abrazo que parecía querer quebrarme los huesos – San, este es Lord Tubblitong – dijo extendiendo sus brazos con una sonrisa que ninguno de los dos compartió – Hmn creo que tiene hambre ¿te quedas con el unos minutos? No te dejes influenciar–Se inclino sobre Santana casi teatralmente para contarle un secreto mientras yo intentaba quedarme tieso. Fueron unos segundos difíciles, no mentiré, el más mínimo movimiento y tendría el hocico atascado en el profundo e infinito escote de la morena. Ught, después de las prácticas de las cheerios no era es mejor lugar del mundo
- creo que anda drogándose - susurro como si no estuviera justo debajo de ellas. ¿Quién diría que la niña era tan perspicaz? Tendría que dejar de esconder la marihuana en sus frasquitos de talco… pero cuando creía que iba a obtener lo que deseaba, Satanás la sujeto del brazo
– Es un gato, puede esperar- La odio.
Afortunadamente solo fueron 15 minutos de espera antes de que Brittany tuviera que ir al baño.
-Valla gato gordo eres - Levante la vista hacia el demonio que me observaba con ojos aburridos desde su lugar frente a la computadora– No veo que tanta cosa ve en ti Brittany, pudiéndose conseguir un perro alegre e hiperactivo que la hiciera feliz – CLARO, porque ella era doña sonrisas y "amo al mundo entero". Rodé los ojos y salte hacia la computadora, sentándome frente a ella y observándola con mis preciosos ojos cafés intentando observar hasta su alma, si es que tenia una claro en un absoluto silencio
- - ¿Britt?
- - Hmm?
- -…
- -…que?
- -No vuelvas a dejarme sola con tu gato
*Sucubo: Demonios femeninos sexuales, su opuesto seria el incubo.
No se si alguna vez les ha pasado que un gato los mira muy fijamente. Puede llegar a ser muy tenebroso, especialmente si luego maúllan por nada. Y parece que Santana entendio porque suelen aparecer en pelis de terror.
Bueno este es mi nuevo proyecto Gleek, en donde Lord T nos deja ver que ocurre dentro de la casa de Brittany, diferentes personajes, emociones y situaciones iran desfilando por aqui. Algunas seran irrelevantes, otras chistosas y quizas tengamos algunas oscuras o melodramaticas pero ante todo espero que sean de su agrado
Declaimer: Glee no me pertenece, ya quisiera yo un gato tan genial
