EXAMEN PARA EL DECIMO.

Examen?

Para Sawada Tsunayoshi, un chico de 14 años, de baja estatura, ojos color miel y de cabellera castaña; conocido como dame-tsuna, por no ser muy bueno para hacer… lo que sea! Pero aun así el día había pasado de lo más normal, igual ha los días de esa semana; al despertar noto que se le había hecho tarde para la escuela, ese descuido le provoco el no poder desayunar y por la prisas olvidar su tarea (una parte de él no lo importo tanto, sabía de antemano que la tarea estaba mal realizada.); para aumentar su mala suerte durante las clases, el maestro de filosofía lo había hecho pasar al pizarrón, en donde no supo contestar correctamente ninguna de las preguntas del docente, siendo la burla de la mayoría de los compañeros del salón; después de ese día de clases, cuando se disponía a volver a su hogar algo mas se perfilaba para hacerlo sufrir: esa tarde llovía a cantaros, las gotas de lluvia sobre su rostro le recordaron que en casa no solo olvido su tarea sino que también olvido su paraguas; su auto-nombrada mano derecha le alegaba que se fuera con el suyo ya vería como arreglárselas para él regresar a su casa, pero aunque a Tsunayoshi no le parecía correcto termino por aceptar; así volvió a su hogar, en donde después de una ducha caliente y ponerse unas ropas abrigadoras descansaba boca-arriba sobre su cama hasta que…

Dame-tsuna, que diablos haces ahí perdiendo el tiempo, mamá me ha dicho todo lo que pasaste por el simple hecho de no despertarte temprano, después de todo, sin mi eres un inútil.

En la habitación del castaño entro un bebe, que no pasaba de los 5 años, vestido con un traje de color negro y un chupete al cuello, con un sombrero a juego adornado con un listón de color anaranjado y sobre el mismo, un simpático camaleón de color verde, de ojos y cabello color negro, y unas risadas patillas. El tutor asesino Reborn!

Reborn!, donde has estado, no te vi en todo el día ~cosa que me alegra~, en donde has estado?

La respuesta es simple, el día de hoy fui a pedir ayuda de unas personas, mañana será un día muy importante, sabes por qué?

Tsuna no tenía idea del motivo que hiciera especial el día de mañana, pero la sonrisa del bebe le causaba un mal presentimiento. Así que para eliminar el suspenso y las nauseas que comenzaba a sentir, solo negó con la cabeza, dando a entender a su tutor que continuara con su anuncio.

Pues no es nada, solo se trata que el día de mañana tendrás un examen, algo para medir tus conocimientos adquiridos por mis tutorías, y demostrar que vas por un buen camino, dando a entender que serás un buen sucesor para la familia.

Así es, la intuición del castaño no se equivocaba, las cosas no pintaban para bien, ya podía verse frente un pupitre, con un lápiz en la mano y una examen escrito de al menos 100 reactivos, de esos en lo que solo Gokudera sale perfecto. Y como es normal en el solo sacaría algo cercano al 27%, reprobando y sintiendo sobre el toda la ira del pequeño hitman; ya hasta se encontraba sudando frio. Pero algo lo volvió a la realidad: un fuerte golpe sobre su cabeza, tan potente que lo derrumbo de su cama.

No sé lo que te estés imaginándote, pero por lo visto la noticia te ha dejado en shock, así que solo te diré una cosa: tienes que aprobar este examen, o te juro que me encargare de destruir tu patética vida. Entiendes?

Sawada solo afirmo con la cabeza, su mente se lleno de dudas y miedos, así que algo torpe pero logro articular unas palabras:

P-pero, Reborn… y-yo no sé nada, bueno si aprendí algo en el futuro, pero…- el castaño no pudo terminar, porque, para entonces le pequeño ya vestía como un general del ejército, y de fondo el escudo de la familia Vongola:

No me importan tus escusas, solo te aviso que tu prueba será el día de mañana, por la noche y de lo que consistirá se mantendrá en incógnita hasta entonces; para llevarse a cabo es necesaria la presencia de absolutamente todos los guardianes, sin excepción. La cita es para el día de mañana a las 9 de la noche, vestidos con ropas informales, pero hay que recalcar que no pierdan ni el estilo ni el porte; que recuerden que son guardianes de la gran familia Vongola.

A… a todos? Incluyendo a Hibari-san, a Chrome, Lambo… todos?

El chico de alborotada cabellera marrón seguía en el suelo, pero en su rostro se observaba un semblante de frustración, intriga y un poco de miedo.