-Vamos, concéntrate.- dijo Eli para sí mismo. La maestra Invencible comenzaba a sacar lanzadores de la competencia y para el Shane no era opción ser uno de ellos.

Enfocado en el tiro de Jouls a uno de los blancos, trataba de pensar en su padre. Apuesto a que él estaría más que orgulloso de verle allí, donde estuvo él cuando tendría más o menos su edad. No podía desfraudarle.

-Sí, sí. Ese montón de huesos es lindo. ¡Ahóra concéntrate, pequeña!- oyó exclamar a la Maestra. Volteó a su lado para ver como reprochaba a Trixie.- Un buen lanzador no se distrae de su blanco aunque sus compañeros sean atractivos.

-L-lo sé.- respondió la pelirroja intimidada volviendo a levantar su lanzadora para apuntar a los objetivos frente a ella. Eli estaba confundido.

¿Por qué la chica se había ganado una reprimenda? ¿Acaso lo había estado observando en lugar de hacer lo suyo? Con una boba sonrisa, el Shane miró a Trixie mientras traba de concentrarse de nuevo en su blanco.

Su porte, su mirada, su decisión, su perfil, su concentración, su...

-¡Auch!- exclamó cuando un fuerte golpe en su cabeza lo sacó de sus pensamientos.

-¡Concéntrate tú también!- exclamó la Maestra. Al darse cuenta que era lo que lo mantenía distraído, negó con la cabeza.- No sé cual de ustedes es peor.

-Perdón...- murmuró él sobándo su posible futuro chichón en la cabeza.

-Vamos, a tí te cambiaré de lugar para ver si te concentras de una buena vez.- gruñó la vieja lanzadora antes de tirar fuertemente de su brazo para llevarle al otro lado del campo. Trixie miró lo que sucedía con Eli e intercambió una dulce sonrisa cuando sus miradas se cruzaron mientras era casi arrastrado lejos de ahí.

Que estudiosa soy... :3