Disclamer: Naruto y cia no me pertenece, son creación absoluta de masashi kishimoto, tan solo los tengo alquilados por unos cuantos párrafos.


El estar borracho no es tan bueno como muestran en la tv. Sí, es divertido… al principio, luego es bastante insulso; y solo he estado borracha 2 veces… bueno, 3. Mmmm, tal vez más. Y tal vez les interese saber que tengo 17 años.

Todos dicen que necesito ayuda, ya saben, con el alcohol, pero yo les digo que podría estar peor. Ahora mismo estoy escribiendo esto mientras mis amigos beben, gritan, vomitan y se divierten a mi alrededor… sin mí, quien podría estar bebiendo en vez de escribiendo esto -¿si ven?, podría estar peor.

Puedo decirles que hay un chico. Por supuesto, tonta yo, siempre lo hay. Es como mi compañero de bebidas. Tiene novia, como todo chico que valga la pena debe tener. Creo que coquetea conmigo, pero debo admitir que no estoy segura, y pienso que él tampoco lo está.

Ahora pienso que soy una pseudo escritora –el alcohol es mi musa y sus consecuencias, las palabras que ven aquí-, y también me doy cuenta de que mientras más enredada está mi lengua –muchas gracias, señor alcohol-, más rebuscadas son las palabras que uso para pensar. Ahora voy a medio camino de una botella de absolut vodka, y mi chico especial continúa diciendo que estoy perfecta para la del pisco. El contenido de la botella sigue bajando al mismo ritmo que mi dignidad; ahora que no pienso no parece tan terrible que aquél chico especial me toque los pechos por sobre la camisa, rodando conmigo por el suelo, mientras nuestros amigos observan atentamente. Pero no importa cuánto vodka queme mi garganta, parece imposible para mí dejar que alguien lea las páginas que escribo mientras aquél no-se-que que te dice que no debes hacer desaparece y enmudece tras el muro creado por las diferentes botellas que desfilan frente a mis ojos. Si estas palabras están reviviendo es porque, supongo, alguien las está leyendo. Afortunado tu, afortunado tu.