Ludwig se hallaba sentado en uno de los bancos de los vestidores todavía no se había quitado el uniforme de la selección alemana.
El alemán estaba pensando en el partido que acababa de finalizar, tenían que ganar el próximo partido próximo partido para poder clasificar porque Serbia podía ganarles el puesto, tenían la misma cantidad de puntos.
Desde lejos se podía escuchar los gritos de su hermano mayor que lo estaba buscando, cuando Ludwig lo escuchó salió de sus pensamientos y lo vio allí, estaba sentado a su lado.
–Con que aquí estabas, te iban a dejar aquí– Dio con una sonrisa Gilbert – ¿Qué sucede? –
–Nada, sólo me quedé pensando– Respondió rubio
–Aha… Pensado en qué–
–En nada relevante, supongo– Ludwig miró hacía el suelo.
–Si es por el resultado del partido no te preocupes todo va a salir bien ya vas a ver– Dijo despeinando sus cabellos para luego abrazarlo –Todavía nos queda un partido y lo vamos a ganar, somos Deutschland– Dijo con una sonrisa llena de orgullo para animar al menor –A demás yo soy demasiado awesome para quedar fuera del mundial.
–Blöde– Le contestó con una sonrisa el ojiazul.
