ESCUADRÓN 8141

Prólogo


Querido diario:

TU sabes que siempre he querido ver el exterior.

Desde pequeña, no me gustaban las simulaciones y los invernaderos de la familia. No quería respirar todo el rato el mismo oxigeno de las placas o una bombilla enorme que actua como sol. Quiero verlo con unas gafas de sol o con la mano haciendo sombra y que me dañe solo un poco los ojos. Dejar de ser "Lady Lucinda Heartfilia" y ser simplemente Lucy, para todo el mundo. Una vez más, mis sueños, esperanzas y todo lo que mueven, se vuelven polvo, y al polvo, las máquinas de limpieza de aire se llevaran ese rastro.

Mi padre ya ha puesto fecha a mi boda con un chico que ni siquiera conozco, pero al ser de buena cuna, tengo garantizado estar así para siempre, y todas mis funciones se reducirán a tener hijos.

Es la primera vez que tengo miedo de verdad.

¿Qué puedo hacer?

Si intento escaparme, el escuadrón 8141 vendrá a por mi y... no quiero saber que será todo a partir de ese momento.

Cerré el diario con sumo cuidado, dejando como marca páginas una fina cinta de color rosa. Lo escondí entre mis otros libros, donde las sirvientas cotillas no pudieran alcanzarlo. Se de sobra que alguna de ellas esta siendo pagada por la otra familia para buscar algo por lo que no sea la indicada para su hombre y así obligar a mi padre pagar más por ese enlace que tan poco deseo. Como a la pobre Juvia Lockser. No supe nada de ella después de su extraño enlace con aquel capitán.

Dirigí mi vista a la ventana para ver la simulación de una noche pacífica, con una luna y un cielo lleno de brillantes estrellas. Solo significaba que todo había salido bien. Si por mi fuera, pondría una noche triste de tormenta. Dada mi condición social, estoy pálida y la única naturaleza que piso es la piel con la que se fabrican mis caros zapatos. Desde aquella maldita guerra, la sociedad ha conseguido restaurarse de una forma un tanto caótica e injusta, indicando que los sentimientos y la libertad alteran el orden con el que nos deberían manejar. Mi antepasado accedió a dar su libertad a cambio de seguridad, y solo los valientes decidieron ser libres fuera de los muros y pantallas que tapan cualquier vista real. Mi profesora, la señorita McGarden, asegura que las fuerzas del orden los capturan y pasan a manos del escuadrón 8141 y a servirnos, por lo que esos libres están bajando.

¿Saber eso me tiene que hacer feliz?

La fortuna estuvo de su lado y soy parte de una de las familias más influyentes. Y es algo que realmente no necesito.

-Mi señorita, el señor la requiere en el salón grande

Antes de salir, revise mi apariencia, por si era una visita no arreglada de mi posible futuro marido. Que grande fue mi sorpresa al ver que solo estaba mi padre hablando con un oficial y un hombre con una armadura morada. Cualquiera en el Neo y Suburbia reconocería la armadura morada. Un peón del Escuadrón 8141. El factor sorpresa lo rompió la sirvienta al anunciarme.

-Señor, la señorita...

-Retírate de inmediato- cortó a la sirvienta y esta se marcho muy rápido. Los dos soldados me saludaron con su característico alzamiento de brazos.- Hija, este será el nuevo muchacho de seguridad... Ni le hables

Todos trataban a los "peones" del 8141 con asco, como si fueran desechables y realmente no se sabe porque. La señorita McGarden aseguró solo una vez que los trataban bien y todo un extenso cuento que finalmente no me trague. No puedo verle el rostro, pero por la sumisión ante los pequeños toques de oficial de al lado.

¿Si le diera mi ayuda para librarse de ellos, accedería a sacarme del Neo?


¡Cuanto tiempo!

Esta idea post-apocaliptica la tuve hace tiempo y aquí esta

sera una serie corta, la verdad

chao~