LA CAJA DE BOMBONES
Por Cris Snape
Disclaimer: El Potterverso es de Rowling.
Este fic ha sido creado para el "Amigo Invisible 2015" del foro "La Noble y Ancestral Casa de los Black" y corresponde a la primera de las peticiones, que reza así:
Quiero un fic en formato viñetas/drabbles de relaciones amistosas, románticos y/o enemistades entre "parejas" no masivas.
Podéis escoger los personajes que queráis y caracterizarlos como queráis; por mí como si escogéis OC son nombre canon. Quiero leer sobre una amistad entre Colin y Cormac o la secreta pasión de Susan Bones por Cedric Diggory (son sólo ejemplos, me da lo mismo lo que hagáis siempre que se salga de lo habitual en el fandom)
Pues bien, allá voy. Empezaré con una pequeña escena entre dos personajes que shippeo mucho: Argus Filch y Arabella Figg. Y es que el amor tardío siempre es adorable.
1
Celos
Argus Filch & Arabella Figg
Tiene la cabeza apoyada en un cojín blandito y rojo. Observa detenidamente a la mujer y agita la cola arriba y abajo. Le cuesta mantener la calma. Es la primera vez que alguien visita al amo en sus estancias privadas de Hogwarts y no le gusta. Ni un pelo.
¿Quién se ha creído que es? Una humana vieja y fea que ni siquiera puede hacer magia. Aunque por otro lado, el amo tampoco puede pero… ¡Qué diantres! Seguro que podría haber encontrado a alguien mejor. Una mujer que no tuviera el pelo blanco ni la cara llena de arrugas y que conservara todos sus dientes intactos.
Alguien que no acaparara toda su atención, ¡por todos los gatos! Y es que desde que ella ha llegado, el amo no ha parado de agasajarla. Le ha cedido su mejor silla, le ha preparado un té con pastas e incluso ha avivado el fuego de la chimenea. Todo ello sin dejar de sonreír.
A la señora Norris le gusta que el amo la mime. Adora sentarse en sus piernas y dejarse acariciar, pero con la humana allí no le hace ni caso. ¿Y si le arañara la cara? No cree que vaya a dejarla más fea de lo que es, pero tal vez logre espantarla para tener al amo para ella sola.
Una vocecita en su cabeza le dice que no se está portando bien. El amo no es de su propiedad. Es viejo y siempre ha estado solo y se merece encontrar a alguien que hable su mismo idioma. Eso como mínimo. Teniendo en cuenta que incluso se había recortado el pelo para esa cita, a lo mejor la mujer no es tan mala. Además, es ley de vida: humanos con humanos y gatos con gatos.
—Argus, querido. El té está delicioso.
La señora Norris alza una ceja. A lo mejor la humana está siendo sincera. A lo mejor al amo le gusta escuchar aquello porque su expresión se vuelve absolutamente bobalicona y se está retorciendo la punta de la corbata, cosa que solo hace cuando está realmente nervioso.
—Gracias, Arabella. Lo he preparado yo mismo. No me fío de los elfos.
El futuro de la relación depende de lo que la mujer diga a continuación. La señora Norris levanta la cabeza y aguarda expectante. A ella tampoco le gustan los elfos domésticos. A nadie con dos dedos de frente deberían gustarle. Son demasiado chillones y siniestros.
—Haces bien. Esas criaturas nunca han sido de mi agrado. Debe ser terrible trabajar con ellos.
El amo parece satisfecho con la respuesta. La señora Norris reconoce que también lo está.
—Por suerte nuestros caminos no se cruzan demasiado a menudo. ¿Quiere usted otra galleta?
Opta por relajarse. Sigue sin gustarle que la humana vieja se lleve una atención que le corresponde a ella, pero la señora Norris piensa que a lo mejor no es tan mala. Va a darle una oportunidad. Después de todo, tiene todo el tiempo del mundo para arañarle la cara.
He aquí la primera viñeta. Tiene exactamente 500 palabras.
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