El tren con camino al amor
25 de Diciembre de 1995
Capitulo I De Paseo en Tren a ver a papá
La ciudad de san martín se caracterizaba por sus trenes y por la amabilidad con la gente recibía a los extranjeros.
El olor al humo que desprendían las maquinas de vapor mas el potente ruido de las locomotoras asombro a una pequeña que estaba por abordar el tren, su madre la tomo de una de sus manos mientras que la chiquilla sostenía una maceta en la otra, mas bien equilibrándola pues sus brazos cortos le impedían rodear el objeto.
-Sakura- llamo la madre a la pequeña que miraba maravillada el paisaje, desde que el tren había partido su hija miraba extasiada como se alejaban mas de la ciudad y se adentraban el espeso follaje por lo que no se molesto cuando su hija no atendió el llamado.
-Sakurita, te llevo la maceta- eso si lo escucho la pequeña que al mirarla no le importo que su sombrero blanco se cayera, se sentó y con ambas manos tomo la maceta, en ella estaba una linda rosa color rojo sangre, y negó con la cabeza.
-No mami, yo la llevo es mi regalo para papi- se mostró seria al momento de decirlo pero sonrío tiempo después con la mejor de las sonrisas para la mujer que la miraba resignada.
-cariño y ¿tu sombrero?- la pequeña con sus grandes ojos verde esmeralda lo busco y lo encontró en el otro extremo del tren, le dio la maceta a su madre, ella ya era una niña grande para buscar sus cosas las niñas grandes no pierden sus cosas recordó que su madre le decía y se sonrojo cuando la vio, pues ella sabia lo que pensaba su mami.
"tonto sombrero, te tenias que caer" cuando logro llegar al sombrero sin caerse por el movimiento del tren sonrío, lo tomo pero; cuando lo hizo no cedía, intento mas fuerte y con eso solo logro caer sentada genial si mami me vio no me va a dar mas chocolate la miro despacito pero ella hablaba con una señora, suspiro profundamente, intento de nuevo hasta que vio el problema, un señor lo estaba pisando.
La pequeña levanto la vista para ver el obstáculo, él estaba leyendo un peri rico sabia que no se pronunciaba así, pero su maestra de jardín de niños lo pronunciaba algo así, era tanto su concentración que no se dio cuanta cuando el hombre aparto el periódico y la contemplo junto a sus pies inclinada viendo con disgusto su pie, el hombre sonrío pues contemplo como su bota aplastaba el pequeño sombrero de la niña.
Deslizo la bota y tomo el sombrero –¡es mío!- grito la pequeña al hombre y se arrepintió con la misma velocidad, miro donde estaba su madre pero seguía platicando, ya empezaba a sudarle las manos por los nervios, solo se la imaginaba dándole una regañada "su mami no entendía que ella no se metía en los problemas, eran ellos los que se le venían encima, ella solo intentaba salir irosa" –toma niña linda supongo que es tuyo- hablo el hombre asustando a la pequeña que se sobresalto al ver que el señor le tendía el sombrero -disculpa no me había fijado que mi bota lo estaba reteniendo- le regalo una gran sonrisa a la que ella imito, enseñando así el dientecito que le faltaba, el hombre entrego en las manos de su dueña que lo miraba con sus grandes ojos abiertos de par en par el pequeño sombrero blanco.
Le recordaba mucho a su papi, era grande, pero tenia una cara que decía mucho lo bueno que era ese gigante, algo la distrajo rápidamente, era un niño mas grande que ella que tenia la cara de enfado estaba sentado cerca del gigante, le recordó a su mami cuando su maestra le decía mas bien le iba con el chanbre que no quería hacer las tareas, por lo que arrugo mas el seño imaginando la imagen.
-gracias- dijo al hombre, se dio la vuelta y corrió donde su madre, desde ahí logro ver como el señor le hablaba al niño ha de ser su hijo y continuo mirándolos, al parecer el papi del niño intentaba hablar con él, pero el solo gruñía o solo se quedaba mudo, se aburrió pronto y se quedo dormida.
Sintió el fuerte pito del tren y el fuerte movimiento al ir parando, abrió los ojos y lo primero que vio fueron los hermosos ojos del niño que había visto antes, vio algo que había visto en su mami hacia mucho, su mama le dijo que eso era -tristeza- casi lo susurro y ella se levanto y le dio la mejor sonrisa que tenia, recordó que su mami le decía cuando mi niña sonríe olvido que estoy tristeclaro que el no era su adorada e histérica madre lo siento Diosito pero es la verdad al parecer el pensó lo mismo, pues desvío rápido la vista y se puso furioso.
-ya llegamos Sakurita, prepárate- anuncio la mujer a su bastaga
No sabia por que siempre que su madre decía eso le daba risa como si fueran a la guerra como su papi, y se río muy fuerte tanto que el señor y el niño la miraron como si estuviera loquita, su mami solo la tomo de la mamo y fueron a la salida.
Cuando iban saliendo pasaron cerca de donde estaba el pequeño que no la miraba, ella saco una de sus golosinas y cuando estuvo lo suficientemente cerca se la dio, en sus manos, vio los ojos de sorpresa de él, a ella le extraño y le dijo o mas bien se lo grito, que su papi le decía siempre –los dulces alejan al zancudo de la tristeza- eso fue todo, salieron del tren giraron quedando frente a la poderosa maquina, para ver como el mismo se alejaba y a través del vidrio el niño aun la miraba consternado y un poco asombrado, ella con su manita se despidió.
-te ha gustado el viaje corazón- pregunto la mujer a su hija expectante de lo que contestara
-¡me ha gustado un chorro mami!- la abrazo y así continuaron a visitar a su papi y su abuelita..
