PROLOGO
-¡Mugen Tsukuyomi: Kai! –exclamaron Naruto y Sasuke al mismo tiempo liberando al mundo entero del genjutsu infinito.
Las raíces del Shinju que invadían el mundo, gracias al Jukai Koutan de Madara Uchiha, se retiraban poco a poco liberando a sus presas, poniendo punto y final a la Cuarta Gran Guerra Ninja.
En el campo de batalla los shinobi de la Alianza se miraban unos a otros aún confundidos, pero a medida que sus mentes se liberaban de la influencia del genjutsu, sus recuerdos se fueron aclarando y preguntas sobre lo sucedido comenzaban a surgir.
Shikamaru intentaba analizar la situación con la esperanza de hallar alguna respuesta, pero lo único que conseguía era aumentar el número de preguntas sin respuesta. El chico estaba seguro de que estaba pasando algo por alto, algo importante que podría despejar todas las incógnitas, y de repente se le ocurrió: Naruto.
-¿Hinata podrías…? –no terminó la pregunta, al ver la cara de la chica supo que ella había tenido el mismo pensamiento que él.
-No lo veo… -dijo la chica con gran preocupación en la voz, tenía el Byakugan activado y las manos unidas delante del pecho como si estuviera rezando.
Shikamaru también se preocupó pero se negaba a pensar en lo peor, además aún estaba la posibilidad de que Naruto sencillamente estuviese fuera del rango de visión del Byakugan de Hinata, así que se dio la vuelta para mirar a su compañera de equipo:
-Ino… ¿Puedes percibir el chakra de Naruto?- preguntó Shikamaru, provocando que todos los que les rodeaban mirasen expectantes a la rubia.
-Sí –contestó la chica tras concentrarse un buen rato-, es muy débil pero aún está vivo. El maestro Kakashi, Sakura y Sasuke están con él y los cuatro se están acercando.
Los más próximos a Ino suspiraron con alivio y empezaron a correr la voz: Naruto había ganado y seguía con vida. En muy poco tiempo todos los shinobi del campo de batalla conocían la buena nueva y con fuerzas renovadas comenzaron a correr al encuentro del joven héroe.
El equipo siete avanzaba despacio, Naruto se apoyaba en Kakashi para seguir avanzando, mientras que Sakura ayudaba a Sasuke. Los cuatro tenían un aspecto lamentable, pero sin duda los que habían salido peor parados fueron Naruto y Sasuke, pero curiosamente los dos parecían felices y en paz con ellos mismos y con el mundo.
A medida que el equipo siete se acercaba al campo de batalla los gritos y felicitaciones de los shinobi de la Alianza se hacían cada vez más claros. No habia ni un solo ninja que no gritara el nombre del gran héroe de la Cuarta Gran Guerra Ninja. El joven se había ganado a pulso aquella ovación. A medida que la Alianza Shinobi se reunía alrededor del equipo siete, Naruto fue dejado solo. Tanto Kakashi, como Sakura y Sasuke se fueron alejando poco a poco de Naruto, dejando que el chico recibiera los aplausos y las felicitaciones. Todos habían tenido su papel en la guerra pero sin duda aquel era el momento de Naruto.
Ninjas de la Nube, de la Roca, de la Arena, Niebla y Hoja felicitaban al joven con gran entusiasmo, pero entre todas las personas que se habían congregado del héroe había una que se alegraba más que los demás. No se alegraba tanto por la victoria y la atención que recibía el muchacho, que también, la alegría de ver al muchacho con vida bastaba para que su corazón martilleara con fuerza. Antes siquiera de darse cuenta de lo que estaba haciendo había empezando a correr hacia el chico y se abrazó a él con fuerza.
-Hinata… duele- se quejó Naruto casi sin aliento, al joven le dolía cada centímetro de su cuerpo.
Ante el quejido del joven, Hinata retrocedió avergonzada y por primera vez la chica se dio realmente cuenta del lamentable estado en el que se encontraba el muchacho. No es que antes no se hubiera dado cuenta, pero el recuerdo del corazón de Naruto deteniéndose era tan reciente en la mente de Hinata que al verlo vivo y sonriendo con pesadez hizo que pasara por alto todo lo demás.
Por desgracia la alegría del momento no duro mucho. Durante los días siguientes los shinobi de la Alianza se habían dedicado a la recuperación de los cadáveres de los camaradas caídos en combate. De los ochenta mil ninjas que componían las filas de la Alianza Shinobi al inicio de la guerra solo habían sobrevivido unos veinticinco mil, era una cifra realmente abrumadora que llenó de pesar el corazón de los supervivientes hasta tal punto que en aquel momento nadie tenía la sensación que victoria que habían tenido unos pocos días atrás. Una vez recuperados los cadáveres de los caídos se hicieron los preparativos necesarios para que los cuerpos de los difuntos fueran enviados a sus respectivas villas donde los familiares y amigos podrían despedirse por última vez de sus seres queridos.
También se había celebrado una reunión de los cinco Kages. En dicha reunión los Kages formalizaron la Alianza Shinobi como una alianza permanente entre las cinco grande villas ninja y los samurái. En dicha reunión los cinco Kages también se comprometieron a no volver a intentar capturar de nuevo a los biju, poniendo fin a la creación de nuevos jinchurikis, convirtiendo de manera oficial a Naruto y Killer Bee en los dos últimos jinchurikis del mundo shinobi. Tras el anuncion del resultado de la reunión de Kages todos los ninjas fueron notificados que al dia siguiente al alba todos volverían a sus respectivas aldeas, donde disfrutarían de un muy merecido descanso.
Naruto, vestido con una blusa y un pantalón azul oscuro que le habían prestado, estaba de pie al borde del campamento observando el ajetreo. Los shinobi iban y venían ocupados con los preparativos para la partida del día siguiente. No es que Naruto no quisiese ayudar, era más bien al contrario, sin embargo todo el mundo se negaba a dejarlo ayudar.
"Ya has hecho más que suficiente, déjanos esto a nosotros" le decían siempre que comenzaba alguna tarea.
A pesar de las quejas del joven que no comprendía aquella reacción los ninjas se mantenían firmes en su decisión. La razón de su actitud era bastante simple: la gran mayoría de los ninjas se habían sentido realmente inútiles durante esta última guerra, sobre todo durante la última batalla, y de no haber sido por Naruto todos habrían muerto en múltiples ocasiones. Por eso ahora no dejaban a Naruto ayudar, aquel trabajo por modesto que fuera lo querían hacer ellos. Nadia lo había dicho en voz alta, pero todos compartían aquel pensamiento.
El joven héroe no comprendía el porqué de la actitud de los demás, suponía que le tenían lastima por haber perdido un brazo durante la pelea, así que estaba ahí de pie sin nada más que hacer que mirar mientras los demás trabajaban sin descanso. Naruto era una persona inquieta por naturaleza, no soportaba estar sin hacer nada, así que había convertido aquella situación en una especie de juego. El chico tenía los cinco sentidos en estado de alerta mientras observaba el ir y venir de los shinobi, aprovechando el más mínimo descuido para ayudar sin ser visto. No podía hacer mucho antes de que le pillasen, pero al chico le resultaba muy divertido y debido al estado de alerta en el que se encontraba había notado la presencia de Sakura incluso antes de verla.
Su compañera se acercaba a él con paso vacilante, como si estuviera indecisa sobre que hacer o que decir una vez alcanzado su destino, cosa que despertó la curiosidad de Naruto, que dejo de prestar atención a los ninjas de la Alianza para concentrarse en su compañera. Cuando Sakura llegó a su lado aún estaba indecisa sobre cómo empezar la conversación así que simplemente se quedó junto a Naruto sin decir nada durante un buen rato. Al muchacho extraño aquella actitud de Sakura, normalmente ella era muy directa y lanzada sobre todo cuando hablaba con él.
-¿Estás bien Sakura-chan? –preguntó Naruto ligeramente preocupado.
-Sí, mejor que nunca y todo gracias a ti –contestó la chica pero al ver la expresión de confusión en el rostro de su compañero intentó explicarse un poco mejor-. Todos aquí te deben sus vidas, pero yo te estoy agradecida por partida doble.
-¿A qué te refieres? –preguntó el chico aún más confundido que antes.
-A que no te has rendido y has cumplido tu promesa –ahora el muchacho comprendía, su compañera estaba hablando de Sasuke.
-Una promesa es una promesa, además yo también me alegro de que Sasuke esté de vuelta pero… -de repente Naruto se interrumpió.
-¿Pero…? –insistió Sakura
-Es que esa promesa es lo único que nos unía a ti y a mí –dijo Naruto con abatimiento.
-Seguimos siendo un equipo ¿no? No es que vaya a ninguna parte.
-No me refería a eso –claro que no era eso a lo que se refería el joven héroe y Sakura lo sabía, por eso había dudado tanto antes de acercarse a Naruto para hablar de ese tema –. Ahora que Sasuke ha vuelto todo volverá a ser como antes.
-Pero eso está bien ¿no?
-Claro que sí, pero cuando Sasuke está cerca tú dejas de ver a tu alrededor, es como si todo lo que te rodea desapareciese y solo quedase él.
Sakura sabía de los sentimientos del chico hacia ella, por eso que el chico siguiera hablando, quería que el chico se le declarase para poder rechazarle. Era cruel, pero Sakura sabía que esa clase de cosas era mejor aclararlas de forma directa y contundente. Por supuesto Naruto sufriría durante un tiempo pero con el tiempo se recuperaría y podría pasar página. Sin embargo Naruto no dijo nada más, se había quedado mirando al suelo con expresión triste. Sakura intentó cambiar de táctica:
-Cuando me entere de que Akatsuki iba detrás de ti, mi primer instinto fue protegerte –declaró la chica ganándose la mirada de Naruto -, pero nunca pude hacerlo, más bien era siempre al revés. Eras tú quien protegía a todo el mundo y yo me enfadaba conmigo misma por no poder protegerte, sino que te provocaba más dolor. Supongo que no era la persona adecuada para eso
-Yo soy fuerte, Sakura. No necesito que me protejan –declaró el chico.
-Te equivocas, todo el mundo necesita sentirse protegido en algún momento de nuestras vidas. Aunque solo sea durante un segundo, todos necesitamos sentirnos protegidos por alguien, y por mucho que me fastidie yo no soy ese alguien para ti.
-¿Y quién es ese alguien? –preguntó Naruto.
-Alguien en cuya presencia no sientas la necesidad de ser fuerte, alguien que te permita ser débil.
Naruto volvió a centrar su atención en los ninjas del campamento reflexionando sobre las palabras de Sakura. Lo entendía hasta cierto punto, conocía la sensación de sentirse protegido, era lo que había sentido cuando encontró el chakra de su madre, el poco tiempo que había pasado con ella sintió que nada en el mundo podía hacerle daño, pero dudaba que volviera a tener aquel sentimiento alguna vez. Mientras pensaba en eso Hinata entró en su campo de visión. Ella estaba bastante lejos, cargando cajas de un lado para otro y charlando animadamente con Kiba y Shino. Naruto la siguió con la mirada durante mucho tiempo. Verla de lejos con una leve sonrisa dibujada en el rostro hizo que los turbulentos pensamientos de Naruto cesasen, haciendo que el chico se sintiese tranquilo… en paz.
Naruto no entendía porque se sentía de aquel modo, pero no le importaba, la sensación era demasiado agradable como para abandonarla por algo tan tonto como la lógica. Sin querer abandonar aquel sentimiento Naruto siguió a la chica con la mirada hasta que los preparativos estuvieron listos.
Al alba volverían a la Villa Oculta de la Hoja.
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Hasta aquí el prologo, pero antes de concluir me gustaria decir un par de cosas sobre este fic y sobre mi. Obviamente soy fan de Naruto, pero nunca había sido fan del NaruHina, yo siempre he sido(y sigo siendolo) un fan del NaruSaku(no digo esto para abrir un debate, tan solo os hago saber mis preferencias personales) y este es mi primer fanfic NaruHina que he escrito en 24 primaveras. ¿Si no soy fan de esta pareja porque escribir sobre ella? Básicamente porque tengo una boca muy grande y porque he perdido una apuesta con una amiga(si perdia la apuesta(tal y como paso) tenía que escribir y publicar en internet un fanfic NaruHina). Ahora bien, a medida que pensaba y escribía resulto que me había empezado a emocionar con la idea de escribir sobre esta pareja y realmente me esta gustando como esta quedando la historia.
Ahora sobre el fic en si: tengo escrito hasta el capitulo 3(incluido) y empieza en el ultimo capitulo del manga. La película The Last: Naruto the movie la voy a ignorar por completo, por varias razones: la primera porque en la película no se explica tanto el como Naruto se enamora de Hinata, sino mas bien el "cuando". La segunda tiene varias cosas que no me han gustado(el detalle de la bufanda de Kushina o la clase extraña de Iruka, o lo peor que Hinata salga de forma extraña tejiendo a todas horas). Tambien quiero decir que llevo casi tres meses ya pensando en este fic, así que tengo una idea muy clara sobre que hacer solo me falta escribirlo todo, así que publicare los siguientes capítulos con tanta frecuencia como me sea posible(una semana sera lo máximo que esperare antes de publicar el siguiente capitulo).
Bueno ya lo dejo que me pongo muy pesado con tanta explicación XD, pero al ser la primera vez que publico algo en esta pagina sentia la necesidad de explicar al menos eso(tampoco estoy seguro de si estoy incumpliendo alguna norma o algo al publicar un fic asi por las bravas XD si estoy incumpliendo alguna norma pido perdón y que por favor alguien me lo haga saber)
En fin, espero que os haya gustado el prologo =) (se aceptan cualquier tipo de critica)
