Querido Edward:

Miro la hora, 10, 11, 12, 13 minutos. Tic tac, tic tac, bum, bum, bum, bum. Mi corazón se ha acompasado al ritmo del reloj, así de lento late…

Edward, ya no estas, no te encuentro en ninguna parte, hay días en los que pareces más bien una ilusión mía, un sueño lindo, un recuerdo borroso. Y otros en los que estas tan presente en mi mente como antes, días en los que te veo en cada esquina, en cada sombra, en cada persona.

Me gustaría volver a verte alguna vez, convencerme de que en verdad exististe, pero no para que te quedaras conmigo para siempre, se que no me amas, y no soy tan egoísta como para pedirte eso, sino me gustaría verte para agradecerte por todo, porque con el paso del tiempo comprendí que el dolor nunca se irá, sino que me irá fortaleciendo día a día para aguantarlo mas y mas, poco a poco. Porque el dolor nos hace fuertes, y el tiempo ayuda a olvidar….

También me gustaría darte las gracias porque en estos dos años, pude conocer a alguien que ahora amo. Jacob, nuestro amor crece día con día, se hace más fuerte, y me ayuda a olvidarte por completo en muchas ocasiones. Soy suya como una vez fui tuya…

Gracias por el dolor, gracias por todo.

Aún te amo, pero ese amor cada día se convierte en un recuerdo opacado por el de Jacob, mi Jacob.

Bella.