Disclaimer: Harry Potter no me pertenece y esto no tiene ningún fin de lucro.

Summary: Han pasado dos años desde que Lord Voldemort ganó la guerra y hasta ahora ha manteniendo el mundo a sus pies. Con nuevas reformas poniéndose en marcha, Severus Snape descubre una noche en plena misión a una muy cambiada sabelotodo además de una nueva esperanza para el mundo mágico…


Spellbound

Habiendo por fin desatascado su inservible paraguas que con una fuerte ventisca termino de destartalarse, Severus Snape llegó mojado hasta los calzoncillos a su destino por supuesto ya con un humor de los mil demonios picándole el estómago. En el interior de un lujoso bar un hechizo silenciador evitaba que la ruidosa música muggle escapará a la calle haciendo que en el interior fuera muy difícil escuchar algo que no fueran los coros musicales y a los escandalosos borrachos; secándose con un simple hechizo de su varita tomó asiento en un banco de cuero pegado a la mesa de bebidas imponiéndose ante la mirada de todos los curiosos como los bartender que escaparon al ver a su peculiar y conocida persona. Prontamente molesto por el lugar y la música de mal gusto disimuladamente empezó a ver sus alrededores estaba de misión y siendo el sitio tan deplorable a su gusto no tenía mejor cosa que concretarse a lo que su amo le había ordenado desde hacía unos días. Vestido con un impecable traje negro y una camisa blanca junto a una corbata verde y plateada se preguntaba si esa noche tendría suerte acaba de salir del trabajo y no tenía humor de fracasar o incluso una estúpida y difícil persecución, mucho menos sentía ni el más remoto deseo de sentir la irá del Lord materializada en hechizos en su contra pues apenas se recuperaba de sus anteriores ataques de ira como para gemir por horas sólo porque no había cumplido sus expectativas cómo él solía susurrarle antes de atacarlo. Esta noche era especial, era sábado por la noche y aún que esa noche él no tenía ronda por los callejones de Knockturn con la patrulla de mortífagos no pudo evitar recordar que tenía un encargo especial y a su amo le encantaba que él le resolviera sus inconvenientes antes de las fechas acordadas. Su tarea era por así decirlo sencilla, tenía que encontrar a un tal Darius Filian y sacarle la sopa sobre una serie de rumores que habían llegado a los orificios auditivos de Voldemort o en dado caso de ser verdad asesinar al pobre hombre que amenazaba a su todo querido y poderoso amo de derrocarlo con una magnifica rebelión y mucho colaboradores y así mantener contento al ególatra e infantil que se había vuelto Tom Riddle desde que había ganado la Guerra.

El rumor llevaba poco de nacer, realmente nadie estaba seguro de que en esas fechas con las nuevas reformas impuestas por el Lord alguien tuviera el atrevimiento de revelarse o incluso de planear un nuevo golpe en contra de él sin embargo Riddle tan precavido como desde joven dejaría que aquel vil rumor se quedará en eso, un rumor que había encargado a su mano derecha hasta ahora. Severus aceptó casi de inmediato la propuesta, como Jefe de Inefables había insistido en que no necesitaba ninguna compañía y de ser necesario él mismo haría un llamado de ayuda en dado caso de que si hubiera un gran grupo de renegados; por supuesto aquello era una simple excusa pues Snape quería ir solo porque de verdad le interesaba saber si había tal rebelión escondiéndose en los territorios más oscuros de Knockturn además de que sabía que llevando a unos mortífagos de su propio departamento lo único que harían las bestias sería matar a todo imbécil que estuviera en su camino. Con dos años de tiranía e infinitos Crucios dirigidos asía su persona Snape de verdad maldecía lamentando a los cuatro vientos el seguir vivo después de que la lombriz del Lord le había mordido y aun así había sobrevivido y el hipócrita de su amo le volviera a tener bajo sus túnicas llamándolo la persona más capaz de sus filas así como de tenerle más confianza; además claro lamenta la muerte de Potter.

Aún soñaba aquel incidente despertando envuelto en capas y capas de sudor. Recordaba con demasiada precisión a su gusto cuando el Avada Kedavra que Voldemort sostenía con necedad en su varita había vencido y con un fuerte impacto en el pecho del muchacho esté salía disparado contra una pared, con los ojos desorbitados y la derrota en sus facciones. Había desaparecido dejando en el ambiente un pesado aroma a muerte y un gran boquete en la pared con la que había chocado sin dejar un cuerpo que velar. Él en ese momento posicionándose del lado de los mortífagos ayudado por Lucius aun desangrándose y con un miedo atroz extendiéndose por su envenenado cuerpo pudo vitorear e incluso aplaudir ante la atónita mirada de Lucius y su hijo que en ese momento en sus interiores pedían que aquello fuera una broma de mal gusto. Un par de meses fueron suficientes para incrementar el miedo en brujas y magos, para esas fechas el Lord ya tenía a sus pies Londres, Paris e incluso Rusia y con dos años adquiriendo con el tiempo más seguidores le quedaba por controlar muy poco. La gente se había resignado a vivir con el miedo y acatando todas y cada una de las reglas de aquel monstruo y sus fieles poco a poco empezaron un modo de vida poco sustentable; no había quien se levantará en su contra sin encontrarse muerto en instantes y mucho menos había quien contradijera la sed de poder junto a las ansias del Lord cuando todos sabían que había matado al poderosísimo Potter y sus amigos…

―Señor Snape, ¿Pedirá algo?― Saliendo de sus pensamientos Severus atendió el llamado del temblorín bartender, intimidado por su fama y apariencia el pobre no sabía si había sido bueno preguntarle aquello― Aun que puede permanecer aquí el tiempo que deseé…

―Whisky de Fuego, con hielo― Severus suspiró con un escalofrío lento subiendo por su espalda ante los recuerdos, su bebida había aparecido de inmediato y dándole un sorbo atendió su trabajo.

Concretamente ahora vigilaba a todos los de la mesa del fondo, el bar era nuevo en Knockturn y aun que era pequeño se decía que además de vender drogas mágicas y tener un dueño con demasiado dinero, el sitio estaba lleno de conspiradores así que empezó a buscar allí a su víctima. A sus ojos no eran más que ratas cobardes sin iniciativa como el tal Darius, pero Voldemort le había mandado a buscarlo a él y allí tenía que investigar quisiera o no. Por ahora, sus oscuros ojos estaban posados en un muchacho que usaba la capucha de una sudadera muggle además de que cubría su rostro con su cabello y el cual no dejaba de mirar su reloj y a los que pasaban cerca de su mesa estuvo a punto de retirarle la vista pensando que era un adicto a los polvos o a alguna poción inyectable cuando un hombre dejaba sobre su mesa un sobre rojo con un búho dibujado en negro en el centro con un curioso dibujo de rayo en el pecho. Encarrerado al igual que aquel castaño lanzó unas monedas al bartender y salió justo a una distancia prudente de su sospechoso. Afuera aun llovía y aquel muchacho preocupado por lo que llevaba en mano solo se guardó el sobre en el interior de sus pantalones y se apresuró a correr entre callejones teniendo como sombra a Severus Snape. Esperanzado de que de verdad hubiera una fuerte rebelión se apresuró a seguir más de cerca al joven que en ningún momento miró atrás con tal de correr con exhalaciones pesadas, salpicando sus deportivas con los charcos que pisaba y mojado de la ropa superior; dieron unas últimas vueltas parando en un viejo y apestoso callejón a pesar de la lluvia. Escondido tras una pared Snape vigiló el área midiendo peligrosidad con sus instintos de espía, pero no había más que al fondo una destartalada tienda de pociones y adivinación. Dispuesto a interceptar al sospechoso se asomó un poco más, sorprendido por lo que sus ojos veían…

El muchacho con su varita se tocaba la cien y con un fuerte brillo naranja su cuerpo iba adoptando la forma femenina, la sudadera había cambiado a una pesada capa negra con capucha que cubría por completo su cabello y empequeñecía su silueta. Sonriendo triunfante tenía todas las de ganar pues era una simple chica por su estatura, con una táctica que el enfermo de Rodolphus le había enseñado se encontró desapareciendo cuando la muchacha ya había abierto el negocio y apareciendo justo detrás de ella, apresándola por la cintura manteniendo sus brazos pegados a sus costados, le respiró donde se suponía tenía la oreja y la empujó al interior del lugar con un gruñido violento.

―¿Pero que tenemos por aquí, muñeca?― Usando un tono frívolo pero seductor cerró la puerta conteniendo a la chica que forcejeaba en silencio―Tranquilízate ahora mismo y obedéceme o me veré forzado a algo que no te gustará.

―¿Qué quiere?― La hostil voz le había sonado peculiarmente familiar y curioso de darle la vuelta para ver su rostro comenzó a aflojar su agarre sin permitirle liberarse.

―Quiero lo que traes bajo los pantalones―Refiriéndose al sobre se sorprendió de que la chica se estremeciera y en un descuido de él se liberara jalándole el brazo y con en movimientos rápidos le golpeara la entrepierna con la rodilla y al doblarse por el dolor un segundo rodillazo se presentara en su rostro tronándole el tabique de la nariz.

―¡Maldito mortífago pervertido, esto es el puto colmo!― Desde el suelo Severus reconoció la voz con sorpresa, en un movimiento rápido rodo por el piso y alzó la vista con la nariz escurriendo sangre y la confusión invadiendo sus facciones― ¡Ni quiera levantarse maldito imbécil!

―¡¿Es en verdad usted?!― Sorprendido volvió a rodar cuando una salvaje patada iba en su dirección solo que trastabillando se levantó y recargo en un viejo anaquel repleto de frascos con pociones.

Desde ese ángulo quedó petrificado en una leve capa de sudor frío, además de un terrible dolor en el rostro. Hermione Granger alzaba la varita en su contra, roja de furia u otro sentimiento le fruncía el ceño aún empapada por la lluvia. Buscó su propia varita pero un hechizo ya le había impactado primero y sucumbiendo a la magia Severus Snape cayó inconsciente ante los iracundos ojos de Hermione y una confusión que se extendía por su mente en forma de viejos y empolvados recuerdos de Guerra…


N/A: Ya vale aquí soy una completa desconocida, apenas me anime a crearme a una cuenta y por las noches leo como compulsiva y ya tengo varias historias en favoritos como autores. Pero en fin, hoy me desperté de buenas y me dije publiquemos haber que puede pasar y aquí les dejo este vil capítulo de algo de mi inventiva. Espero les guste y si les parece sean seguidores de mi historia, la iré subiendo sin una fecha concreta y los capítulos pueden ser cortos o largo dependiendo.

Muchas gracias por leer y por favor me animaría que me dejarán un comentario constructivo (: