Holaaaaaa =D aquí estoy yo molestando con una nueva historia xD

Digimon jamas me pertenecera =(


Leyenda

Summary: El reino Tachikawa fue el último, la princesa atacada, antes de su ultimo aliento, fue hechizada: "Solo sangre de tu sangre abrirá el sello, te despertará y tendrá el poder de acabar con la maldición" Cuenta la leyenda que quien logre despertar a la princesa, tendrá la misión de reunir los ocho emblemas y a los elegidos para detener el caos que se avecina.

Solo sangre de su sangre

Prologo.

El suave llanto de un pequeño bebe inundó aquel lugar frío y oscuro, la inquietud y el temor era palpable en las dos personas que iban caminando a través de los pasadizos secretos del castillo, sus acompañantes no mostraban temor si no mas bien preocupación ante el caos que se formaba en el exterior.

El bebe aumentó su llanto, la madre, una joven mujer de tez blanca y cabellos castaños le estrechó con fuerza, llevaba puesto un enorme vestido, su cabeza, hombros y brazos estaban cubiertos por una capucha blanca.

Frente a ella caminaba otra mujer, unos cuantos años mayor que la primera, de piel blanca y cabellos rojizos como el fuego, vestía una fina armadura, pues a pesar de ser una mujer era su mejor guerrera, la que le protegía con uñas y dientes, su mas fiel "caballero"

Atrás de ellas iban sus acompañantes, dos seres que no eran humanos, el más pequeño era de un color verde, de ojos grandes y con una flor en la cabeza, mejor conocida como Palmon, el Digimon compañero y protector de la princesa del reino junshin protectores del emblema de la pureza.

El otro Digimon, era más grande que Palmon, de pelaje amarillo y mirada felina su nombre era Renamon y era el compañero Digimon de su guerrera.

La princesa pudo divisar una luz casi cegadora al fondo de aquel pasadizo, abrazó con mas fuerza a su bebe pues bien sabia que la despedida estaba cerca.

—Hemos llegado.

Se detuvieron frente a un portón de hierro adornado por varias enredaderas, Renamon se acercó y abrió el portón, la princesa pudo ver que estaban a varios kilómetros lejos del castillo.

A pesar de la distancia, todos fueron conscientes de los gritos, el cielo estaba opacado debido al humo, la princesa observó su castillo el cual parecía querer derrumbarse, varios digimons malignos le atacaban sin piedad, sus ojos se aguaron estaba siendo testigo de cómo destruían el lugar que tanto amaba.

—Su alteza, debemos de irnos—musitó su mejor guerrera, su compañera, su amiga.

Ella ignoró sus palabras, destapó el rostro de su bebe el cual aun lloraba, acarició su rostro, una lagrima rodó por su mejilla y fue a dar en la frente de su hijo, ella le abrazó con mucha fuerza y le arrulló.

—Mami te ama—le susurró al oído, el pequeño pareció calmarse al escuchar la suave voz de su madre—Mami siempre estará contigo cuando lo necesites, sé fuerte, nada te faltará pues yo te dejaré a la mejor madre del mundo.

—Su alteza—le volvió a llamar la otra mujer, se estaba desesperando, tenia ordenes del Rey de desaparecer a la princesa y al heredero de las garras del mal y en vez de eso estaba escuchándola delirar.

—Ruki—la de cabellos castaños se acercó hasta donde la guerrera, esta era varios centímetros mas alta que la princesa—Dime Mimi, somos amigas—le sonrió, acto seguido colocó a su bebe entre los brazos de Ruki, la cual no tuvo de otra que agarrarlo.

—Mi…Mi—musitó anonadada— ¿Qué es lo que hace?

—Por favor, cuídale mucho—arropó a su bebe hasta cubrirle el rostro—El es mi mas preciado tesoro.

—P—pero ¡Que dice!—le gritó—Mi deber es protegerla a usted ¿Por qué me está entregando al heredero? ¿No entiende que corre peligro?

—Y mi deber es proteger a mi gente—dijo ella en un suave tono—Se que no soy igual de fuerte que tú, odio las peleas y soy muy miedosa, pero…mi esposo y mis padres están luchando para proteger esto—con su mano tocó el emblema de la pureza el cual colgaba en su cuello—Es mi deber protegerlo Ruki, debo luchar.

—Mimi—la princesa pudo notar la desesperación palpar en el rostro de su guerrera—por favor, huyamos antes de que sea demasiado tarde.

—Esto es una orden Ruki, debes de cuidar al pequeño, debes entrenarle para que sea grande y fuerte como su padre, en su sangre corre tanto el valor como la pureza, es mucho mas fuerte que tu y yo juntas el tiene el poder para acabar con todo esto.

—Es por eso que…

—Que tienes que criarlo como si fuera un guerrero pero también debes de darle mucho amor y contarle sobre sus padres.

—No sea imprudente…por favor.

—Debo hacerlo, yo soy la que porta el emblema de la pureza, es a mi a quien buscan, no permitiré que mas gente muera por eso—Apartó su mirada de su guerrera y la clavó en su compañero Digimon—Palmon—le llamó dulcemente.

—Si.

El emblema de la princesa brilló, este emitió una luz verde, el cuerpo del pequeño Digimon se cubrió con la luz, Ruki cubrió sus ojos, frente a ella apareció la figura de una mujer vestida de rojo, con un yelmo en su cabeza en forma de rosa.

La etapa Mega de Palmon, Rosemon había hecho acto de presencia.

Renamon se colocó en posición de ataque al sentir la amenaza, Ruki le detuvo con una mano, era imposible, ella nunca lucharía contra Mimi, sus ojos se nublaron, presintió el final más cerca que nunca ya que nunca más volvería a ver a su única amiga.

Mimi se acercó una vez mas a ella y la estrechó entre sus brazos.

—Sobrevive—le pidió la guerrera—yo estaré esperando.

—Debemos de irnos.

La soltó, limpio sus lagrimas y regresó al pasadizo seguida por Rosemon, Mimi le echó una ultima mirada a su amiga y a su bebe, Ruki seguía en pie atónita, la princesa pudo leer las intenciones de su amiga y decidió actuar rápido.

—Rosemon, destruye la entrada, que no haya manera de que ella pueda entrar.

La Digimon asintió y con un sutil movimiento destruyó la entrada, Ruki alzó su mano cuando miró los escombros, su garganta se secó, era ella la que debía estar luchando, varias lagrimas cayeron, ella era una chica fuerte sin embargó sentía que había perdido la batalla, observó hacia el cielo que a cada segundo se tornaba mas oscuro, los gritos y los lamentos eran mas fuerte, el reino que una vez fue solo alegría se convirtió en un pandemónium, estrechó al bebe con fuerzas, cumpliría con su misión, cuidaría al heredero, lo haría la persona mas fuerte que nadie haya visto y perpetuaría el nombre de la que fue su amiga.


—Mimi…

—te vez muy guapa así—la elogió, por cada paso que daba el suelo temblaba, estaban cerca, apretó sus puños, tenia mucho miedo, pero con Rosemon a su lado ella se sentía a salvo.

—Todo saldrá bien, yo te protegeré.

—Gracias, eres muy linda.

Llegaron, Mimi deseó tener una armadura como Ruki, la batalla se estaba formando en el salón principal, tanto humanos como digimons luchaban, el temor, el dolor, la angustia y agonía era lo único que la princesa pudo percibir.

Rosemon entró en batalla, no sin antes pedirle a Mimi que se escondiera, ella echó a correr tanto como pudo, necesitaba encontrar al que lideraba todo esto y así detenerle, ella sabía que si no destruían primero al líder los Digimons no dejarían de luchar.

Un grito desgarrador la detuvo en seco, con su corazón palpitándole fuerte ella volteó, su alma pareció morir en ese instante, a unos cuantos pasos de ella estaba el…el amor de su vida, gritó con todas sus fuerzas, un grito lleno de dolor.

Su esposo, el príncipe portador del emblema del valor, yacía de rodillas con sus pupilas dilatadas, una estaca atravesaba su pecho, Mimi corrió con todas sus fuerzas y lo tomó entre sus brazos.

—Ryo—sollozó, lo abrazó con fuerzas—Ryo no me dejes.

El joven príncipe alzó una de sus manos y la colocó en la mejilla de la castaña, ella comenzó a llorar con mas fuerza, el trató de decir algo pero el hilo de sangre que salía de su boca se lo impedía.

—Ryo por favor—ella agarró la mano que acariciaba su mejilla y la apretó con fuerza—No…no me dejes….

—Oh esto es un desperdicio de tiempo.

Una mujer apareció frente a ella, delgada y alta, de cabellos plateados, sus ojos estaban cubiertos con un material que Mimi no supo descifrar, la mujer sonrió sádicamente y con un movimiento de su mano la mandó a volar lejos de su esposo.

Comprendió que se trataba de un Digimon, no supo en que etapa estaba, en una de sus manos descansaba un báculo color azul.

—Este guapo príncipe morirá—se arrodilló frente al joven el cual seguía agonizando—Así que deja de pedir cosas imposibles—con su dedo delineó el rostro del hombre.

— ¡No lo toques!—le gritó— ¡Aléjate de él!

El Digimon no le hizo caso, pasó su mano por el cuello del príncipe y de este arrancó el colgante con el emblema del valor, sonrió victoriosa, ya tenían los siete, solo faltaba uno, y todos sus planes se cumplirían a la perfección.

— ¡No!—Mimi se arrastró hasta llegar donde Ryo y aquel Digimon.

—Van siete de ocho linda—le miró divertida—No te preocupes yo me haré personalmente cargo de ti.

Alzó aquel extraño báculo contra ella, Mimi se cubrió con sus brazos y cerró sus ojos con fuerza, el ataque nunca llegó, alzó su rostro y observó como Rosemon atacaba al Digimon, un halo de esperanza se apoderó en ella, tal vez no todo estaba perdido.

Rosemon era hábil y muy fuerte, ella sabía muy bien que ese Digimon ni siquiera entraba a la etapa ultra, seria tan fácil destruirle, sonrió con suficiencia.

—Estoque de…

Y todo sucedió en cámara lenta, Mimi profirió otro grito al ver como su querida amiga era atacada por la espalda por otro Digimon que también portaba un báculo color azul.

Todas las fibras de Rosemon se detuvieron, su cuerpo se congeló, miró con Horror como ambos digimons balanceaban esos extraños báculos, Mimi corrió a su lado, quiso gritarle que se alejara, que se escondiera pero no podía hablar, su cuerpo estaba paralizado.

—Puede que no tengamos tu mismo nivel—dijo el Digimon con forma de mujer—pero tenemos esto—le mostró el báculo—es un pequeño presente de nuestro señor, ahora te enseñaré su gran poder.

Enterró aquel objeto en el pecho de Rosemon, sus ojos se abrieron desmesuradamente, el dolor que le invadió era insoportable, lo supo, esa cosa poseía un fuerte veneno que le mataría en cuestión de segundos, cayó al suelo en un golpe seco, lloró, dejaría sola a su Mimi, ya no la podría proteger.

— ¡Rosemon! ¡No!—la princesa se abalanzó sobre su compañera— ¡Rosemon! ¡No! ¡Tu no!

Entre lágrimas Mimi pudo ver como también su Digimon lloraba, agarró una de sus manos y la estrechó contra ella.

— ¡No te mueras!—le ordenó—no te mueras, te lo prohíbo, no me dejes sola, Rosemon—el pánico le invadió cuando el cuerpo de Rosemon empezó a difuminarse— ¡No!—gritó desgarradora— ¡No! Rosemon ¡No!—abrazó su cuerpo y lloró sobre su pecho—No—sollozó—No—cayó al suelo, el cuerpo de su querida amiga desapareció por completo formando varias mariposas que ahora volaban libres.

— Arukenimon.

La mujer dejó de observar aquella escena divertida, la princesa seguía en el suelo llorando a mares, una mueca socarrona se formó en su rostro, faltaba tan poco, para que en ese mundo reinara el caos.

—No te preocupes yo me haré cargo de esto—le dijo a su compañero—tu ve con nuestro señor.


Lo había perdido todo, a sus padres, a su esposo, a su hijo, a su querida Palmon, golpeó el suelo con sus puños una y otra vez, ese era el fin, ellos habían perdido, no había nada que pudiese hacer ahora.

Sintió como acariciaban su cabello, la rabia le invadió, aquel Digimon le estaba tocando, alzó su mano y apartó bruscamente a Arukenimon.

—Princesa, no se lo tomé personal, no tenemos nada contra usted—la agarró del cabello y la jaló con fuerza obligándola a colocarse en pie—No es que nos caiga mal, en realidad usted no ha hecho nada, no es su culpa que en su sangre corra la pureza.

La estrelló contra la pared, Mimi emitió un chillido, Arukenimon la acorraló, colocó una de sus manos en el cuello de ésta y lo apretó con fuerza, comenzando a asfixiarla.

—No se preocupe, usted tendrá una muerte igual de digna como toda la realeza de los ochos reinos—apretó con mas fuerza—y al ser la ultima me encargaré que sufra los últimos segundos de su vida.

Mimi lo sintió, lento y desgarrador, algo punzante atravesando su abdomen, Arukenimon la elevó en el aire y profundizó mas aquel báculo con el cual habían matado a su Palmon, el dolor le invadió, desde los pies hasta su cabeza, la arrojaron al suelo, ella llevó sus manos hasta colocarlas sobre el báculo, quiso arrancarlo pero su cuerpo comenzaba a debilitarse.

—Solo tomaré lo que me pertenece…

Arukenimon no pudo hacer mas nada, su cuerpo desapareció en cuestión de segundos, le habían atacado por la espalda y murió instantáneamente.

—Oh no…pixie…hemos llegado tarde pixie…

El viejo hombre miró el caos, en una parte se encontraba el cuerpo del portador del emblema del valor, el lugar olía a sangre y a carne quemada, ya no se escuchaba ningún grito, se lamentó, todo el ataque fue tan repentino, los ocho reinos fueron atacados al mismo tiempo y en ninguno de ellos logró llegar a tiempo, los ocho portadores estaban muertos, los emblemas en manos del enemigo, no faltaba mucho, para que el mundo se destruyera por completo.

—Gennai…pixie…ella…pixie…aún vive.

Gennai corrió hasta donde estaba piximon, se arrodilló frente al cuerpo bañado en sangre de una joven mujer y efectivamente pudo ver como ésta respiraba con dificultad.

—Debemos…pixie…protegerla…

Gennai asintió, sabia que con ella sola y moribunda no lograría nada, lo único que quedaba era protegerla y esperar el momento indicado para que ella despertase y protegiere al mundo, el sabia que tenia un hijo sangre de su sangre eso era todo, el sabia lo que debía hacer.

Colocó sus manos a una distancia prudente al cuerpo de la princesa y recitó:

—Eres la única sobreviviente de los ocho portadores, por eso, sobre ti cae el cargo de reunir de nuevo los emblemas y protegerlos del caos y la destrucción, por ahora dormirás, un sueño tan profundo como la propia muerte, tu cuerpo no envejecerá y tu memoria seguirá intacta y cuando el tiempo llegue—posó una de sus manos sobre el báculo el cual se tornó de un resplandeciente color dorado—él llegará, solo sangre de tu sangre, abrirá el sello y despertaras, reunirás a los ocho portadores y juntos destruirán la maldición.

Los ojos de Mimi se cerraron involuntariamente cayendo en un profundo sueño.


Notas:

Si llegaste hasta aqui quiere decir que te agradó la historia o eso creo :/

Gracias por tomarse la molestria de leerla, esto sera un universo alterno, en el cual utilizaré tanto el digimundo como el mundo real, es un solo revoltijo para ya veran, ya veran xD

Parejas principales:

Mimato, Taiora, Takari, Kenyako y las demas que surjan xD

Tambien les invito a leer mis otras dos historias: Abre tus ojos y Salvame, las cuales en esta semana actualizare.

Saben veo que el fandom esta como medio muerto, creo que yo soy la unica publicando =( vamos fans del mimato, escriban sus historias =( no dejen que esta pareja caiga =( =(

Yo ya me anime con tres historia xD espero tener el apoyo de todos ustedes con un lindo review les prometo que les encantara la historia =)

Sin mas que decir me despido, disculpen de antemano los errores.