Summary:

Un ángel de la muerte tiene como única misión guiar almas y esto Hermione lo sabe a la perfección, pero desde siempre en ella hubo algo que no era normal, porque definitivamente no era normal tener aquellos sentimientos que eran puramente humanos y en teoría ella no debería sentir, entonces… ¿Cómo explicaban que ella tuviera esa bola de fuego en su interior? Todo empeora cuando conoce a Harry, ese humano que si saber porque razón encuentra fascinante, pero lo que Hermione no sabe que ella no es la única "diferente", ahí afuera hay alguien como ella buscando venganza, hay alguien que busca la guerra….

¡Hola! Bueno, primero que nada debo decir que esta historia ya es vieja... tan vieja que ya había sido publicada por estos rumbos, pero la quite porque quería editarla y aún sigo en ese proceso (?)

Solo que hoy al estar viendo el video de Give Me A Sign - Breaking Benjamin, dije ¿Por qué no? así que aquí me tienen publicando de nuevo este fic, que espero sea de su agrado.

Es un AU y aunque no tiene el tipo de magia que JK nos regaló, si tiene algo especial. Es un Harry/Hermione por supuesto.

Ya para finalizar, debo aclarar que ningún personaje me pertenece, si así lo fuera ¿Creen que hubiera dejado a Harry con Ginny .-.? xDD ya pues, mucho por hoy, ojala la historia sea de su agrado, y recuerden los reviews son gratis *-*


Los ángeles son normalmente considerados como criaturas de gran pureza destinadas en muchos casos a la protección de los seres humanos. El Ángel de la muerte tiene por misión recibir las almas de los muertos y conducirlas para ser juzgadas

Ángel of Death

Prólogo

Nunca creyó en cosas sobrenaturales, nunca creyó en el conejo de Pascua, Santa Claus o en las hadas, nunca creyó en la magia, en demonios o ángeles, él no creía en eso, ahora al estar ahí se dio cuenta que vivió engañado, con los ojos abiertos por la sorpresa y el miedo observaba como su madre lloraba y le pedía a gritos se levantara, él no acababa de entender cómo es que veía esa escena, cómo es que se veía a sí mismo desfigurado por los golpes en esa cama, simplemente no acababa de entender.

— Es hora de irnos.

La cálida voz que salió de la nada lo obligo a girar la vista y toparse con esa extraña chica que de un momento a otro había aparecido, la estudio a detalle, no podía negar que contaba con un gran atractivo, era un poco más alta que él, era blanca aunque demasiado pálida a su gusto, contaba con una hermosa cabellera ondulada color castaño que le llegaba hasta los hombros, sus ojos eran de un atrayente color miel, su nariz era pequeña y bien proporcionada, sus labios carnosos lo hicieron fantasear un poco, era delgada, pero no podía asegurar que tanto ya que esa negra y larga túnica que traía puesta la cubría por completo, trago saliva mientras negaba con la cabeza.

— No, esto no está bien, yo… ¿Ir a dónde?, yo… yo no…

El miedo le impedía pensar coherentemente, seguramente eso no era más que un absurdo sueño, si, seguramente era eso, hace unos días había visto una película de gente que volvía de la muerte, si, era eso, se había quedado con la impresión de esa absurda película y ahora se encontraba ahí soñando estupideces, porque simplemente él no podía estar muerto, sonrió de medio lado sintiendo como un gran peso bajaba de sus hombros.

— ¿Estás bien?

La joven le hablo de nuevo, noto como la preocupación se dibujaba en su rostro, lo veía con evidente pena, esto extrañamente le molesto.

— Claro que lo estoy ¿Por qué no debería de estarlo?

La chica enarco una ceja, gesto que demostraba una evidente confusión ante su actitud, segundos después relajo el rostro mientras sonreía tristemente, esto no hizo más que molestarle aún más.

— Erick, has muerto.

La sonrisa que apenas se había dibujado en su rostro se borró por completo, la alegría, molestia y todo sentimiento lo abandono, negando con la cabeza dio un rápido vistazo a su madre que seguía pidiéndole se levantara mientras unos doctores entraban a la habitación a hacer intentos por traerlo a la vida, busco la mirada de aquella extraña chica y al encontrarla supo no le mentía, aquello no tenía lógica ¿Por qué con tan solo verla le creía? No lo sabía, de lo único que era consiente es que la resignación había llegado, entrecerró los ojos tratando de recordar cómo había pasado, no obtuvo recuerdo alguno.

— ¿Cómo?

La pregunta salió de sus labios sin que él mismo lo planeara, derrotado y triste por ver a su madre en ese estado recargo su frente en aquel vidrio mientras veía como los médicos trataban de reanimarlo, su madre gritaba no la abandonara.

— Accidente de coche.

Asintió solo una vez, no sabía a qué se refería pero no quiso preguntar más, con su mano toco el vidrio como queriendo acariciar a su madre que al ver como no reaccionaba se derrumbaba.

— No la quiero dejar.

Y en verdad no quería, sabía que él era el único apoyo de su madre, con diecinueve años y sin un padre solo se tenían el uno al otro, no imaginaba cómo se las vería su mamá sin él, era algo que no concebía, siempre pensó que estarían juntos por mucho tiempo, era consciente de que algún día ella moriría, lo sabía, era un dolor que desde entonces él estaba listo para afrontar, era un dolor que sabía su madre no soportaría, era un dolor que cambiaría con gusto para él. Fue en ese instante que escucho un débil suspiro, por el rabillo del ojo vio como la chica asentía solo una vez.

— Lo sé Erick, pero es tu hora, tenemos que cruzar.

Suspiro profundamente justo en el momento que uno de los médicos dejo todo intento por revivirlo mientras declaraban la hora de su muerte, el grito de su madre lo acabó por completo.

— ¿Ella estará bien?

Su madre grito de nuevo mientras quitaba a uno de los doctores para irle a pegar en el pecho, mientras lloraba le exigía dejara de jugar y se levantara.

— Lo superara.

Asintió de nuevo solo por hacer algo, no soportando más la escena se giró por completo hacia esa chica, la cual le sonreía débilmente.

— ¿Me va a doler?

Si, tenía miedo y mucho, nunca fue de las personas que lo demostraban, sabía tenía que ser fuerte por su madre, esto lo había orillado por años a esconder sus temores, sus penas, todo por no molestarla a ella.

— No, yo estaré contigo en todo momento.

Suspiro de nuevo mientras a sus espaldas su madre seguía llorando, limpio una inexistente lagrima y dio un paso, segundos después se dio cuenta que no tenía idea donde ir, busco a la chica con la mirada y ésta ya se encontraba a su lado sonriendo para darle confianza, le ofreció su mano, él la tomo un tanto desconfiado.

— Es la hora.

No pudo decir más, lo único que sentía moverse eran sus pies, la chica lo conducía por el pasillo de ese hospital donde al parecer nadie los notaba, fue en ese momento que la duda lo asalto, indeciso abrió la boca para preguntar pero la cerro al instante, la joven se dio cuenta de esto y con un apretón de manos lo invito a hablar.

— ¿Qué eres? ¿Quién eres?

La chica sonrió con alegría, acaricio un poco su mano y en su rostro se dibujó una extraña mueca.

— Siempre lo preguntan.

No entendió del todo sus palabras pero no dijo nada por temor a molestarla con su curiosidad que por lo que veía, no era la primera vez que trataba con ésta.

— Soy un ángel, un ángel de la muerte, pero tú me puedes decir Hermione.


Por ahora les dejo el prólogo, espero que con esto la historia les llame la atención y estén interesados en leerla, Harry hace acto de presencia en el primer capítulo, conforme avance la historia se irán explicando más cosas.

Si ya habían leído el fic como bien dije es la mismo pero mejorado *0* espero sus comentarios en un review ya saben que son gratis, hasta la próxima :)