Disclaimer: Todo es de SM blablablá, la loca idea de juntar a Bree y a Nessie es mía. Notas: No sé como tengo el valor de publicar esto, en serio, me da vergüenza, pero adoro como me quedó y no pude resistirme. Pertenece al reto "Palabras para el Recuerdo" del foro, LOL, con la palabra pecado (¿cual sino? Advertencias: Femslash, lemmon y porque no continué escribiendo… Me daba miedo seguir.

Anotación:Escuchad la canción "Cantarella" de Kaito Shion, (de Vocaloid) que le da título al fic y que me inspirado a mí. De verás, queda mejor escuchando la canción, a mi se me ha puesto la piel de gallina. Y no seáis malas conmigo, es mi primer femslash y encima lemmonero.


Cantarella

Bree se desliza silenciosamente hacia su habitación.

No hay nadie en casa, todos se han ido de caza, Rose, Emmett, Alice, Jasper… Y ellos, Edward y Bella, los que precisamente ahora no quiere que permanezcan allí.

Sus pisadas no suenan, va descalza, vestida solo con el camisón de seda que Alice le regaló cuando se incorporó a la familia, hará ya más de diez años. Solo el susurrar del viento y el frufrú de su camisón se escuchan en el silencio de la noche. Está inquieta, no puede pararse a leer con tranquilidad el libro que Bella le había prestado y necesita verla.

Está durmiendo en su cama cuando Bree hace acto de presencia en su dormitorio. Sus ojos la buscan con desesperación, con deseo, pero no la despierta. Se acerca lentamente hacia su cama, acariciando la suave y fina sábana que cubre su cuerpo. El cuerpo que ella quiere poseer. El pecho de Nessie sube y baja con delicadeza, casi inapreciable para alguien, pero Bree conoce todos sus movimientos, cuando duerme, cuando como, cuando esta respira… La conoce, demasiado. Y el movimiento está volviéndola loca.

Una sonrisa pícara se dibuja en su rostro. La quiere, la desea, la necesita.

Con suavidad recorre con sus labios y su lengua el camino que hay desde el cuello de Nessie hasta llegar a sus mejillas y se siente como una ladrona intentando usurpar el cuerpo de alguien. Nessie se despierta sobresaltada, pero no se aparta del contacto. Eran amigas, desde que ella nació, y desde mucho tiempo atrás había empezado a sentir cosas por su amiga. Cosas poco convencionales,

Ella se sienta a horcajadas sobre la joven semi-vampira, sus manos se posan en la cintura de la chica y se dirige con rapidez hacia sus labios. La besa, con furia, con pasión y a Nessie se le escapa un gemido por el rápido y feroz contacto que Bree le proporciona. Las manos de la vampira se mueven con suavidad sobre el cuerpo de Nessie, sobre todas las partes de su cuerpo, partes que ni siquiera sabía que existían y siente que en cualquier momento su cuerpo estallará en llamas.

Nessie se encarga de apartar la sabana del camino de las manos de Bree en un intento desesperado por sofocar su deseo y la vampira se acomoda sobre la cama, de lado mientras su acompañante se pega a su lado y es ella quien toma el control de la situación. Las manos de Nessie se mueven en busca de Bree, de su pasión. Ya la vampira siente como toda la tensión se dispersa y el deseo la vuelve a acorralar. Tiene ganas de poseer a Nessie, una y otra vez, y quedarse con ella siempre.

La calidez de la piel de la joven le provoca sensaciones indescriptibles y cuando la mano de Nessie roza uno de sus pechos cree que va a volverse loca y decide tomar ella, otra vez el control de la situación. Así se pasan la noche, dándose placer mutuo hasta que sus padres, hermanos y abuelos aparezcan. Pero ese momento es solo suyo, de las dos.

Y es así como la cama de dosel es testigo del deseo que ambas jóvenes sienten mutuamente. De como dos personas se hacen una. Del pecado que van acometer. Y esa no va a ser la única vez, porque ambas eran amigas...