Hola a todos!
Bueno esta historia la escribí en un momento de inspiración mientras pensaba que habría pasado si bella hubiera muerto en amanecer.
Espero que les guste y me dejen un review.
Recuerden: Twilight no me pertenece ¬¬
Capitulo 1: la oferta
Solté un suspiro mientras miraba la puesta del sol en la tierra. Todo se veía tan pacifico, las tonalidades anaranjadas, ligeramente rosadas y con un pequeño toque lila para luego ser remplazado por un cielo estrellado. A pesar de toda esta belleza, a mi ya nada me importaba, todo lo que yo quería y necesitaba no estaba conmigo.
Se preguntaran quien soy y porque digo todo esto.
Bueno, me presento. Mi nombre es Isabella Marie Swan, Bella para los conocidos, y la razón por la que soy tan infeliz es que estoy muerta. No, no les miento. Yo morí el 10 de septiembre cuando di a luz a mi hija.
De eso ya ha pasado un año, por lo que hoy es el aniversario de mi muerte, el cumpleaños de mi hermosa hija y en tres días es mi cumpleaños, 20 años oficialmente. Pero ya que importaba.
Sí, estoy en el cielo, todos son amables, están felices, todo es hermoso… pero yo no tengo a todos los que amo conmigo… bueno, no exactamente.
Hace tres meses recibimos a dos personas más, se imaginaran la sorpresa me lleve al ver a mi madre y a Phil. Cuando me recupere del shock corrí a abrazarla tan fuerte como pude; ella también estaba sorprendida de verme nuevamente, y en el instante en que nos vimos a los ojos rompimos en un llanto lleno de tristeza y alegría combinadas.
Pasamos la mayor parte del tiempo en compañía. Aunque sea algo bueno salió de esto: les pude contar la verdad sobre mi vida durante estos dos años. Al principio quedaron en shock, para luego bombardearme con miles de preguntas; pero sin duda alguna, la pregunta de Reneé fue la que más me emociono: ¿soy abuela?
Lo único que pude hacer fue asentir con una gran sonrisa y la cara bañada en lágrimas.
Pasamos toda la noche abrasadas, mientras ella me daba palabras de consuelo, diciéndome que aunque sea Renesmee tenía a su padre que cuidaría de ella.
Y era verdad, pude ver que Edward estaba cuidando de nuestra hija.
Aunque al mismo tiempo veía cuanto le costaba. Verlo en ese estado me partía el alma, viendo como sus ojos no brillaban como solían hacerlo… sentía que me partían en dos; era obvio que el intentaba que no se notara, por el bien de Renesmee seguramente; pero cuando ella preguntaba sobre mí, podía ver el dolor y la tristeza que se posaba en sus orbes dorados.
Era horrible tener que ver esto cada día me "mataba", el saber que él lo está pasando tan mal me hacia querer gritar. Pero es mejor verlo, no podría seguir sin verlo aunque sea solo por un segundo.
En ese momento una respiración me aviso que había alguien conmigo. No me voltee, ya sabía quién era, era una presencia inconfundible.
-Hola Isabella- me saludo cordialmente.
-Hola Señor- le devolví el saludo, volteándome para darle la cara a Dios. Si, no me escucharon mal, Dios.
Lo conocí oficialmente unos días después de haber llegado al cielo. Me encontraba sentada en el suelo mirando las nubes, a la vez las lágrimas traicioneras se liberaban, pensando en mi familia.
Me sorprendí mucho al verlo, más que nada, porque su aspecto me recordaba a Carlisle. Era rubio, alto, de unos 40 años y vestía completamente de blanco, pero lo que más me impresiono fueron sus ojos celestes como el cielo y su sonrisa tranquilizadora. Era como mirar al sol.
Me dijo que quería hablar conmigo. Le conté todo lo que me había pasado, sin omitir ningún detalle mientras el escuchaba pacientemente cada una de mis palabras. Cuando finalice mi relato, saco algo de su bolsillo: era un espejo de mano. Me dijo que a través de él podría ver lo que mi corazón deseara ver. Al principio no lograba entender el porqué, pero el solamente sonrió, se levanto y dijo: tú eres especial.
Y sin más se dio la media vuelta y se marcho.
-¿Cómo te encuentras?- me pregunto sacándome de mis recuerdos.
-Igual que siempre- respondí en medio de un suspiro, mirando el espejo donde aparecía el rostro de Edward.
-¿Los extrañas mucho verdad?- me pregunto suavemente mientras se acercaba.
-Más que a nada- le respondí sinceramente mientras que una traicionera lagrima resbalaba lentamente por mi mejilla.
El me tendió un pañuelo, el cual acepte sin dudar mientras dejaba el espejo en la mesa.
El me miro por un minuto antes de hablar.
-Me gustaría hablar contigo sobre algo.
-¿Qué es Señor?- le pregunte con curiosidad.
-Es la razón por la que vine hoy- dijo mientras me indicaba que me sentara. Lo hice y espere a que el hiciera lo mismo.
-Isabella… muy pocas veces he visto un amor verdadero, por lo que entenderás que estuve sorprendido cuando me encontré contigo. El nivel de amor, comprensión y lealtad que emitías por tu esposo, tu hija y el resto de tu nueva familia…era algo impresionante. Algo que nunca vi, aunque sea no con tal intensidad. Estaba gratamente sorprendido- me dijo con una suave sonrisa que no pude evitar corresponderle- Esa fue la razón por la que te di el espejo, pensé que podría ayudarte a ser feliz, el saber que ellos estaban bien. Pero al parecer me equivoque ya que tú seguías deprimida. Estuve observando cómo te sentías día a día; también estuve observando a tu esposo. Se nota que a él le afecto mucho tu muerte y a pesar de que siguió adelante por su hija y su familia… se notaba que había un vacio, en el y en tu familia.
-¿Por qué me dice todo esto?- le pregunte con curiosidad cuando termino.
-Porque tengo algo que ofrecerte.- me dijo mientras me traspasaba con sus ojos, era una sensación extraña, como si me examinaran con unos rayos x- Pero antes…
En ese momento aparecieron mi madre y Phil en la habitación viéndose bastante confundidos; entonces fijaron su vista en mí, para luego enfocarla en Dios.
Nos miraron con abierta curiosidad.
-Siéntense, por favor- les indico y ellos obedecieron.
-¿Qué sucede?- pregunto mi madre con su curiosidad habitual.
-Tengo algo que ofrecerle a Isabella, pero creo que es necesario que ustedes estén al tanto- les explico rápidamente.
-¿Qué oferta?- pregunto Phil.
-Vengo a ofrecerte… volver a la tierra, con tu familia.
Creo que en ese mismo instante entre en estado de shock.
¿Volver? ¿A la tierra? ¿Con mi familia? ¿Lo decía enserio?
-¿Qué?- fue lo único que pudo salir de mi boca.
-te estoy dando la oportunidad de que puedas volver a la tierra y quedarte con tu esposo y tu hija.
-¿Por qué me está ofreciendo esto? ¿Por qué a mí?- le pregunte confundida y sorprendida, al mismo tiempo que sentía que mi cabeza comenzaba a dar vueltas.
-Por todo lo que mencione anteriormente. La mayoría de las personas de una manera u otra son felices aquí, pero tú no. Tú tienes un amor y una devoción tan poderosos por tu esposo y tu hija… que, en mi opinión, merece ser recompensado.- me explico- Es tu decisión ¿Quieres volver?
No podía creerlo, mi cerebro estaba trabajando a su mayor capacidad para asimilar toda la información recibida.
Entonces sentí los brazos de mi madre ciñéndose a mí alrededor.
-Hazlo hija, yo estaré bien. Edward y Renesmee te necesitan- me susurro en mi oído.
Lo único que pude hacer fue abrazarla lo más fuerte que podía.
Me gire hacia Dios y hable con seguridad: Quiero hacerlo.
¿Merezco un review? acepto todo: halagos, criticas, tomatazos, amenazas de muerte… solo aprieten ese lindo botoncito que dice review.
Editado: 26/11/11.
-Euge.
