Sábado – 8 de la tarde.

Una habitación a oscuras y con muchas velas encendidas. Una mujer nerviosa esperando a su amado entrar por la puerta …

Viernes – el día anterior a las 6 de la tarde.

La Dra Cuddy se encontraba en el despacho rodeada de una montaña de informes y papeles. A veces se decía a si misma si todo aquello merecía la pena o si hubiera sido mejor continuar como médico en lugar de luchar por el puesto de decana del Hospital. Inmersa en sus pensamientos, no se dio cuenta de que el Dr. House entraba en su despacho de la forma que solo a él le caracterizaba.

- ¿Qué sale si juntamos un enfermito muy enfermito y un tratamiento experimental a base de inyectarle malaria? –dijo House sentándose en la silla enfrente de Cuddy.

- ¿Has inyectado malaria a tu paciente?

- ¿He dicho yo eso? No! Vengo a que me firmes el impreso para tratarlo con malaria, soy jefe de departamento pero tiene que firmarlo alguien que este por encima de mi aunque … aquí hay algo que falla – dijo mirando a Cuddy – últimamente sueles estar debajo de mi.

Ambos se miraron …

-¿vas a firmar?

-vamos! Tengo un paciente enfermito.

-no veo la necesidad de tratarlo experimentando con malaria ¿no sirve otro fármaco para curarlo?

-No te quejes, quiero contribuir a reducir costes.

-He dicho que no – Cuddy se quedo pensativa –

-vale. ¿Nos vamos a casa?

-una pregunta …. ¿No habrás apostado a que puedes curar un cáncer inyectando malaria?

-¿yo? No es propio de mí …

-Largo!

-Está bien, - dijo House levantándose de la silla y dispuesto a irse de la oficina de Cuddy – mi hora de salida ha llegado. Me han dicho que hay una nueva puta Rusa que lo hace de miedo –Cuddy le lanzo una mirada a la par celosa, a la par "voy a matarte" – aunque bien … puedo ir a casa, acostar a Rachel y cenar con cierta decana del hospital que mueve las caderas en la cama como ninguna –Cuddy se levanto de su silla y sonriente se acerco a House – Que le vamos a hacer, se ve que estoy loco por esa decana.

Cuddy no pudo evitar agarrarlo por la cintura y darle un beso en los labios. Un beso que, aunque al príncipio era inocente no tardo en subir de temperatura. Mientras se besaban, House empezó a masajear el trasero de Cuddy. Le subió la falda dejando que entre sus manos y la piel de Cuddy hubiera un culotte de encaje fino. Aquella sensación empezaba a excitarla. El corazón le latía cada vez más déprisa, la respiración se hacía cada vez más agitada. Los besos, que cada vez eran más intensos, empezaban a recorrer el cuello de Cuddy.

-para House!

-¡nena! Con lo bien que íbamos.

-Estamos en el hospital – intentaba decir Cuddy mientras House seguía besándola por el cuello - ¿no puedes esperar hasta llegar a casa?

-ummm, no se si el pequeño Greg, tu trasero y las gemelas estarán de acuerdo.

- mi trasero y las gemelas pueden esperar, el pequeño Greg tendrá que acostumbrarse a que estás cosas no se hacen en el hospital o tendré que castigarlo un tiempo largo.

-el pequeño Greg ha captado la idea pero dile a tu trasero, las gemelas y la cuevas de las maravillas que se vayan preparando al llegar a casa.

-me han dicho mi trasero, las gemelas y la cuevas de las maravillas que están deseando llegar a casa.

Cuddy le dio un tierno beso en los labios, recogió su maleta, se puso el abrigo y ambos salieron del hospital con la intención de irse a casa.

Casa de House y Cuddy.

-mami … tengo sed –dijo Rachel

- cariño, vas a cenar enseguida

-zumo!

-zumo no. Vete al salón con House que vamos a cenar ya.

Rachel se fue corriendo en dirección al salón donde estaba House viendo la tele mientras ponía la mesa. Rachel se agarro fuertemente a su pierna.

-papi!

-Rachel ….

-papi … aupa!

En aquel momento Cuddy entro al salón con la cena, al ver tan tierna escena no pudo evitar sonreír.

Una hora después, Rachel estaba profundamente dormida en su cama. La mesa y la cocina recogida. House se encontraba en el salón viendo la tele cuando la intensidad de la luz bajo de repente. House se giro para ver que pasaba, iba a levantarse pero lo que vio en la puerta le hizo quedarse con la boca abierta. Allí se encontraba Cuddy, sensual únicamente lucia un conjunto sexy de color rojo pasión, el pelo suelto. Se acerco sensualmente a House, este hizo apto de levantarse pero Cuddy se lo impidió. Cuddy empezó a bailar sensualmente delante de él mientras se sentaba encima suya. Ambos se miraban a los ojos. House intento abrazarla pero ella se lo impidió, sujetando sus manos de manera que House no pudiese hacer nada. Sus labios empezaron a recorrer su cuello mientas iba desabrochando la camisa de House botón a botón. House tenía los ojos cerrados, sus manos se posaron en las Cuddy. Tenía tentaciones de abrazarla, de acariciar su espalda pero Cuddy se lo impedía.

-déjate llevar –le dijo Cuddy al oído.

Apto seguido, Cuddy se levanto agarrandolo de la mano y dispuesta a conducirlo a la habitación.

En la habitación….

House estaba tumbado en la cama, tan solo llevaba unos bóxers negros donde se notaba su miembro erecto. Intentaba abrazar a Cuddy para desabrocharle el sujetador pero ella no lo dejaba. Besos por todas las partes del cuerpo de House, la lengua de Cuddy recorría su miembro erecto. House no podía mas, con un movimiento se coloco encima de Cuddy. Con dos movimientos se libro de su ropa interior. Sus besos recorrían su cuerpo. Su lengua dibujaba círculos en los pezones y el sexo de Cuddy. El miembro erecto de House entró en ella. Ritmo descontrolado, respiración agitada, gemidos… dos cuerpos sudorosos llegando juntos al clímax del placer. Y abrazados, mirándose a los ojos, besándose, dos cuerpos entregados el uno al otro.

-te amo –le dijo House dándole dulces besos en el cuello.

-te amare eternamente –le contesto Lisa.

Y abrazados, se quedaron dormidos. Cansados pero felices de estar juntos, de ser uno solo. De que, aunque no tengan nada en común, estaban juntos y eran felices.

Espero que os guste ... pronto, la continuación que viene calentita y movidita