CAP I

Mire mi reloj de muñeca con los ojos cansados. -7:00 Pm- Dije entre bostezo, había estudiado toda esta tarde del viernes para ir al corriente con los estudios, cosa que me llevo bastante sacrificio. Me puse de pie y le entregue a la anciana bibliotecaria los libros que use durante horas para estudiar Calculo II, ella simplemente los puso a un lado y me entrego la credencial sin decir nada, era una anciana muy gruñona y todos los estudiantes nos preguntábamos por que seguía trabajando, pero bueno, después de todo no imaginaba a otra mujer ocupando su puesto, pues gracias a ella la biblioteca se mantenía en orden y silencio, en verdad adoraba ese lugar, podía perderme durante horas en novelas viejas y estudiar sin distracciones, en mi casa era difícil hacerlo sobre todo cuando llegaba cansada de la jornada de trabajo.
Me ocupe de salir despacio y en cuanto sentí el aire fresco de los pasillos me eche a correr como alma en pena mientras me acomodaba la mochila, faltaba media hora para entrar a mi trabajo, así es, "Relativamente mi trabajo" si es que podía llamarse así, trabajaba cubriendo a mi amiga Sango los fines de semana en un pequeño Bar en el centro de Tokyo, no lo necesitaba en realidad pero me gustaba sentirme útil en algo y como me lo había pedido de favor, no podía negarme.

-¡Tarde como siempre Higurachi!- alzo la voz un hombre y lo identifique de inmediato, no era mas que el novio de Sango. Miroku, un tipo alto, algo fornido de cabello negro amarrado con una pequeña coleta y de atractiva sonrisa, no negaba por que mi amiga estaba tan enamorada de el, Miroku siempre se portaba caballeroso y amable.

-Sabes como soy de cabezota, ademas, sabes que los vierne...- me calle.

-Los viernes me dedico a estudiar.- Miroku termino mi frase trillada de siempre. -Lo se, anda, ve a cambiarte ese uniforme de niñata y a trabajar, ahora hay un evento importante.- dijo animado.

Yo incline la cabeza a un lado sin comprender.-¿Evento?, por que no me he enterado de ello.- replique.

-Le dije a Sango que te dijera, a ti no te veo hasta estos días, seguro se le ha olvidado, discúlpame Kag-

Role los ojos -Ni hablar Miroku, pero en fin, ¿Cual es el dichoso evento?.-

-Los estudiantes del equipo de Kendo reservaron una gran mesa, ya sabes como son de problemáticos y mano larga, si te ocurre algo no dudes en hablarme, Sango me mataría si algo te pasa- Dijo con preocupación.

Yo relaje los hombros y sonreí-¡Venga!, quien puede ser mas mano larga que tu Miroku- hable con sarcasmo y le di un pequeño golpesito en el hombro.

-¡Ya!, que pesada. ¡Venga!, hoy sera una noche muy pesada-

Los dos entramos al Bar y Miroku se dirigió a la barra mientras yo me pare directo en el sanitario femenino, ocupe uno de los vestidores de personal y saque del casillero mi uniforme, un vestido entallado color negro un poco arriba de los rodillas con el escote de pecho en V, me encantaba pues con el delantal que siempre llevaba era difícil que mis pechos se fueran al descubierto, aunque mi parte trasera no se salvaba, era tan ajustado que mis nalgas eran demás de notorias, y hasta cierto punto me gustaba, me estilizaba la delgada figura. Guarde mi uniforme escolar y me amarre una coleta alta para al final ponerme las zapatillas, hice mi un enorme suspiro antes de cerrar el casillero, aun conservaba una vieja postal de InuYasha y yo en la playa, teníamos meses de terminar debido a su engaño con una antigua colega del Bar llamada Kikyo, solía decirle a la gente que en verdad no me importaba que se fuera con ella a otra ciudad, pero lo cierto es que quizás en el fondo no era así. Fruncí el ceño y tome la postal con cierto rencor y antes de trozarla me arrepentí para volverla a colocar en su sitio.

Para cuando salí del sanitario personal ya eran las 8:10 Pm y las personas comenzaban a llegar, el Bar era estilo Americano con un toque Japones inigualable, no cualquiera podía entrar y es por eso que nos pedían exquisita presentación. Miroku me vio y sonrió levantando su dedo pulgar, siempre tenia la manía de hacer aquello, era una forma de decir "A trabajar y te vez bien", sabia que la ruptura con InuYasha fue grande así que estaba tan esperanzado como Sango que yo consiguiera una pareja, urgentemente.

El ambiente en el Bar se volvía cada vez mas intenso, y mi trabajo en las mesas no cesaba, una cerveza por aquí, un vino por allá y me preguntaba si era por aquello de ese dichosos evento, pero la gente venia en sus mejores ropas. Se contrato una banda de Pop como siempre y la música del momento inundo el lugar, me la pasaba bien hasta cierto punto, una vez cérvidas mis mesas me toco el receso de cinco minutos y me acerque a la barra colgando el delantal.

-Aquí tienes Kag, te hace falta- Dijo Miroku sirviéndome un Shot de Whisky.

No dude en echarme el shot como si nada y después hice mi cara de típico desagrado, pero lo único que me daba fuerzas para seguir con la noche. -No hay duda que eres el mejor en bebidas-

-Y que lo digas, ¿Que tal te va en mesas?- alzo una ceja mientras limpiaba el vaso de shot.

Resople -¡Bah!, pensé que fuese mas pesado, me ha tocado lo de siempre. - soné aburrida y recargue mi mentón sobre la mano.

-Ya, y que tal los del equipo de Kendo.- mi miro curioso.

-No se quienes son Miroku, no insistas, siquiera han llegado-

Miroku carcajeo -Pero que suerte la tuya, vienen entrando y van directo a tu área de trabajo, así que, ¡Adiós descanso de cinco minutos!- se burlo y giro sobre sus talones para seguir su trabajo, odiaba aquella actitud de Miroku pero con un toque de burla no le hacia daño a nadie, ¿Oh si?.

Resople el mechón de cabello rebelde de mi frente para acomodarlo y me arremangue el delantal dispuesta a soportar a los brutos del tal famoso equipo de Kendo, cuando gire y vi la gran mesa acomodaba me quede extrañada, todos venían en uniforme deportivo color negro, parecía que había tenido un torneo o algo por el estilo y que apenas había acabado.
Nunca olvidare a los seis extraños sentados en la mesa VIP, trague saliva y agradecí a Miroku por aquel Shot de Whisky, estos tipos se miraban rudos.

-Buenas noches, Bienvenidos mi nombre es Kagome, ¿Listos para ordenar?- les hable con mi tono usual de trabajo.

-Claro muñeca, me gustaría un beso tuyo- dijo un tipo de estatura corta de ojos saltones, de verdad desagradable.

-Mukotsu contrólate, o vas hacer que nos echen de otro Bar por hablarme así a una ramera- dijo con cierta impaciencia un chico sin cabello de mirada fría, ante tal comentario me indigne pero tenia que tragarme hasta cierto punto el orgullo.

-¡Callados!- grito uno que parecía algo afeminado.-Disculpaos querida, son unos brutos.- me dijo con tranquilidad. -Traemos dos botellas del mejor Whisky, Sake y agua mineral.-

-Siempre tan afeminado Jakotsu- protesto el tal Mukotsu con fastidio.

-Callado he dicho- se volvió molesto Jakotsu y cambio postura. -Por favor querida, aun falta un hermano nuestro del equipo y no quiero que venga sin que haya Whisky y Sake en la mesa.-

Asentí mas tranquila y totalmente desorientada, sin duda todos aquellos eran tipos muy extraños que implementaban miedo al verlos. Prepare el pedido y lo lleve, hice mi mejor esfuerzo por parecer normal ante las miradas de alguno de ellos con cierto morbo e incomodidad, ese tal Mukotsu me tenia al borde, sabia perfectamente que no dejaba de mirarme el trasero.

-¡Tu!, ¿Puedes encenderme el cigarrillo?.- Dijo Mukotsu poniéndose el cigarro en los labios y sonriendo con lujuria, trague saliva y rebusque el maldito encendedor entre el delantal hasta que lo obtuve y me acerque un poco para cumplir el trabajo, cosa que el odioso enano pervertido encontró el momento para tomarme por la cintura y acercarme mas, mi repulsión fue tan fuerte que lo impulse hasta dar con el suelo, se puso de pie molesto dispuesto a darme un golpe cuando de la nada se le puso enfrente un muchacho, parecía algo mas joven que ellos pero lo suficientemente imponente para causarles miedo y verles la cara de terror a todos.

-¡¿Que rayos crees que haces ?! - grito molesto -Ya hablamos sobre tu comportamiento- trato de calmarse y giro para darme la mano, no pude evitar sonrojarme, era el chico mas apuesto que había visto, piel morena de largo cabello sujetado con una trenza y de sonrisa perfecta, el toque de chico rudo y cuerpo atlético, me sentí apenada.
Estreche su mano y me reincorpore sacudiéndome el vestido, sentía su mirada pesada sobre todo mi cuerpo y eso aun me ponía mas nerviosa.

-G-gracias- le dije con voz queda, el alzo una ceja recortandome de arriba a bajo como una escoria y se dio la vuelta para sentarse junto a sus colegas. Me quede mas que sin palabras y parada como una tonta frente a todos, siquiera se giro para verme o pedir algo, pero bueno, que se esperaba de un tipo que se juntaba con esta clase de barbajanes.

MUCHAS GRACIAS POR SU PREFERENCIA EN ESTE FANFIC EN PROCESO, NO OLVIDEN DEJAR SU COMENTARIO. SALUDOS!