Disclaimer: Los personajes y el universo de KHR le pertenecen a la grandiosa Akira Amano. Go worship! :D.
Advertencias: Spoilers de todo el Arco del Futuro. No es TYL, pero sí ocurre en un futuro relativamente cercano (o sea que los personajes siguen siendo adolescentes dorks :D).
Notas: Idea que surgió de frikear a altas horas de la noche con Lexy D. Miyu. La verdad que me gustaba, hasta que la escribí *gota*. Tengo esta especie de talento para arruinar ideas cuando las escribo. En fin :DU. Espero que el claim (no es pairing porque el fic es muy gen para eso u_uU) no parezca demasiado bizarro. ¡Oh, sí! Quiero aclarar que me baso en el supuesto de que Chrome encontró a Fran un par de años después de lo que sería el "presente" en KHR, y los demás terminaron conociéndolo por ella. Es una teoría loca que AA va a encargarse de destrozar en algún momento con algo mil veces más genialoso, creo, pero mientras tanto... :D.
Alguien vio demasiada televisión.
Gokudera conocía a Fran antes de que éste se volviera un integrante de los Varia. En los viejos tiempos, solían verlo cuando aún era un niño, acompañando a Chrome. Incluso en aquellas épocas le caía tan mal como ahora.
Y la verdad, no era el único: sólo Tsuna (cosa que no era de extrañar porque era el Décimo, después de todo) y Yamamoto, además claro de la joven ilusionista, eran capaces de soportarlo sin querer asesinarlo. Incluso Lambo le había lanzado varias granadas (entre llantos) por culpa de sus comentarios, e I-Pin, que no había tenido que verlo tantas veces como el resto, ocasionalmente utilizaba un muñeco con su forma (en lugar de la del niño-vaca) para entrenar.
Era de esperar que Gokudera, teniendo muchísima menos paciencia que el resto del grupo, se la pasara lanzándole dinamita cada vez que tenía que verlo, deteniéndose sólo ante las súplicas de su querido Décimo de "¡Es sólo un niño, Gokudera-kun!" (U ocasionalmente, cuando Chrome se interponía en su camino para salvar al pobre chico de cabello verde).
Pero lo curioso del caso era que Fran nunca parecía salir lastimado. Siempre se quejaba del dolor (con su voz desinteresada que no reflejaba para nada su supuesta agonía), pero nunca sangraba siquiera. Al principio Gokudera estaba demasiado molesto para fijarse en aquel detalle, aunque luego de varios encuentros comenzó a despertar su curiosidad.
Hasta que un día, en el cual habían corrido tanto que habían terminado alejándose del lugar de su reunión y perdiéndose por la ciudad, lo comprendió todo. Y se detuvo en medio de su ataque con una expresión horrorizada al darse cuenta.
—¡Ahora todo tiene sentido! —exclamó el Guardián de la Tormenta.
El ilusionista arqueó levemente las cejas, con un poco de curiosidad.
—¿Al fin te diste cuenta de que no debes atacar al Héroe a menos que seas un villano? —dijo el chico, con su típico tono de aburrimiento.
—¡Eres un zombie! —Gokudera lo señaló acusadoramente, ignorando las anteriores palabras del otro— ¡Por eso nunca mueres en las explosiones!
Fran se quedó mirándolo en silencio, analizando la conclusión, a pesar de ser completamente ridícula e imposible. Desde luego, él conocía a la perfección el motivo por el cual nunca salía gravemente herido de los constantes intentos de asesinato, y poco tenía que ver con cadáveres vivientes que gritaban "cerebroooos", pero valía la pena considerar la teoría.
—Entonces… Sería un Héroe único, ¿no?
