todo surge de una manera extraña a pesar de ser una pequeña niña mi cabello largo de un negro intenso mis ojos cafés piel blanca como la nieve , todo el mundo parecía tenerme miedo no sabía por qué no lo entendía mi propia madre por su egoísmo y miedo me dejo sola en este convento a los 3 años dejando una carta que mientras limpiaba la estadía de la madre mayor encontré entre sus cosas una carta hecha por mi madre tan solo tenía 5 años y sabía leer perfectamente gracias que las madres me enseñaban salí del cuarto sin ninguna preocupación había terminado mis labores y junto a otros niños dormía plácidamente en eso a media noche desperté recordando la carta que agarre y con la mínima luz y ruido empecé a leer

¨ siento no poder ser buena madre pero yo no decidí traer al mundo a tal aberración que sus primeras palabras fueron sobre un ser que destruirá el mundo que debemos pensar nuestros pecados que clase de bebe diría eso no soporto que por su culpa me tachen de prostituta yo no decidí embarazarme y mucho menos de la nada tal vez esta chiquilla sea producto de una violación no sé cómo lidiar esto no puedo más me voy del convento madre superiora sé que esta contra la ley de dios pero prefiero dejarle mi hija encárguese de ella si es posible ¨

no podía creer dichas palabras, que le pasaba a mi madre porque decía esto jamás tuve un padre o realmente era producto de lo que decía mi pequeña mente no podía ella también era del convento donde yo estaba y claro yo quería ser monja por eso vestía como tal no podía creer tal aberración mi corazón se rompía en mil pedazos mi mente no lo soportaba enfurecí y me salí corriendo en ese rato me desmaye al despertar la pequeña capilla fuera de la iglesia donde estábamos todos esa capilla se había quemado como si de un temblor tratase y yo en medio del lugar desmayada la madre socorro me ayudo mientras yo despertaba.

nunca tuve un nombre en específico siempre me llaman igual que mi madre o me decían niña ya que lo era no sé por qué temían darme un nombre me hacía sentir excluida de los demás siempre una niña solitaria un día me toco a mi ir a la tienda por pan mientras caminaba un tipo de unos 50 años me seguí me empezó a dar miedo y no sabía que hacer me fui corriendo tirando las cosas llegando a un callejón sin salida menudo lugar para escapar me replicaba hay estaba yo acorralada

-eres tan hermosa no me importa que me digan que eres la reencarnación del mismo demonio - decía relamiéndose los labios

yo solo lloraba pedía ayudaba pero el mundo parecía no escucharme o simplemente me ignoraban porque como el decía todos creían que era un demonio la reencarnación del mal no sabía por qué pero decían tal hostilidad las personas de mi pueblo natal el tipo llego y empezó a subir mi vestido yo gritaba pedía ayuda las personas solo me ignoraban

-no importa cuánto grites nadie te escuchara lindura- decía aquel tipo asqueroso

Que pretendía mis ojos se llenaban de lágrimas al sentir su mano en mi tobillo y otra mano en mi rostro quitándome lo que llevaba en la cabeza

-aunque te vistas de monjita seguirás siendo la misma mustia- me dijo aquel tipo

sentí odio repulsión que pretendía hacer con una niña de 6 años como yo porque tanto odio del mundo hacia mí no entendía dicha manera de pensar de repente saque toda fuerza mí y lo empuje subí mi puño y lo cerré el tipo hizo el mismo movimiento que hacia mi mano ante el con su cuerpo -por favor n me mates maldita hija de satán - decía el tipo sus palabras me dolieron apreté mi puño y su cuerpo exploto frente a i como si tuviera poder alguno no entendía que pasaba mi rostro se manchó de algunas gotas de sangre mientras tras de aquella figura aterradora aparecía una joven de unos 20 años cabello oscuro como su vestido negro piel blanca como la mía se acercó a mi maternalmente y me limpio la sangre de mi rostro me sonrió

-no te preocupes hiciste lo mejor ese tipo merecía su castigo mi señora- sonreía ante mi

No entendía sus palabras

- sabes la única manera de purificación es la muerte misma - sonrió amplio aquella mujer

Termino de limpiarme se levantó me dio la mano

- sigues siendo igual de hermosa como la primera vez esa bendición de nuestro señor hades para verte igual siempre cada vez que venga te a traído problemas mi niña anda corre yo limpiare el pecado que aquel hombre cometió, intentar atentar contra una diosa es un pecado grande - se quedó parada mientras yo me iba del lugar corriendo

pasaron poco más de un mes nadie comentaba sobre lo que había hecho parece que nadie se daba cuenta de repente la madre superior me da una gran noticia iba hacer adoptada alguien parecía no temer a las palabras del pueblo parecía que no temía al infierno que decían que yo estaba destinada los tramites parecían ser rápidos tal vez lo más posible es que quería que me fuera del convento en cuanto supe la noticia me daba igual ser una monja al ver a mi supuesta nueva madre mi sorpresa fue grata era aquella bella mujer que me había salvado aquel día no sé si ella fue quien lo mato o yo misma pero me daba la esperanza de una nueva vida donde no me juzgaran por la palabras de mi madre donde fuera querida tener el calor de hogar que tanto deseaba el momento había llegado solo m despedí de la madre superior y aquella que me había cuidado me fui del lugar partimos a otra ciudad no muy lejana en un pueblo de Italia en las afueras de la ciudad en un bosque donde estaba un hermoso castillo

-así ¿qué es ella?- decía un hombre alto de cabello rubio -

-si mi señor Hipnos- dijo mi nueva madre

-sí que sigue igual de hermosa - dijo Hipnos

- claro, nuestro señor controlo esto para que naciera siempre con su cuerpo - dijo un tipo de cabello oscuro físicamente igual que Hipnos

- tienes razón hermano mío, eso fue lo que sucedió thanatos después de aquello- dijo con mirada de indiferencia

- por lo menos cuando llegue nuestro señor no estará enojado por no encontrarla - dijo Hipnos tranquilo

- y a todo esto chiquilla que nombre te han puesto en tu ciudad natal - me dijo thanatos acercándose a mi rostro

- ninguno- voltee haya otro lugar a punto de llorar

- déjenla por favor a sufrido mucho en su ciudad natal que ni nombre querían ponerle porque si alguien llegara a ponerle el mismo nombre seria como una maldición- dijo pandora

Solté en llanto

-vez pandora tus palabras la hirieron deberías ser más consiente- dijo Hipnos ofreciéndome un pañuelo

Lo tome y cubrí mi rostro

-no te preocupes todo estará bien pequeña sí, no llores- me sonrió Hipnos

-perdóname pequeña no era mi intensión mi señora - me abraso con cariño pandora

- parece que no lo recuerdas verdad -dijo thanatos

Recordar ¿qué?-le mire incrédula

- tu nombre - me dijo normal

- ¿mi nombre?, no tengo - agache la cabeza

- te dice algo Perséfone- me dijo con una sonrisa aterradora

de repente vinieron varis imágenes a mi cabeza donde yo estaba mayor y recogía flores y un señor desconocido solo una figura extraña fue por mí y me rapto después imágenes de un lugar horrible hasta llegar a un lugar hermoso comí una fruta extraña para mí y pasaba días con una señora llamada Deméter al parecer mi madre y otros en ese lugar extraño para mi después no vi nada más .

Al despertar estaba en una cama pandora estaba sirviendo él te y el señor Hipnos velaba mis sueños

-por fin despertaste, por lo visto ya recordaste- me sonrió Hipnos

- recordar, no es eso un sueño- le dije extrañada

- pequeña eres Perséfone diosa del inframundo esposa de nuestro señor hades -dijo sin expresión