Ejem. Bien, después de tanto tiempo sin publicar nada (eso realmente da igual, porque nadie me conoce aquí en fanfiction) he decidido, volver a escribir. En realidad lo hago por acontentar a mi musa, porque si mi musa está contenta, en consequencia, yo estaré contenta. De lo que hablaba, es mi primer fic de FMA, aunque sigo el manga en versión japonés, puede que salga algún spoiler, pero tranquilos chicos... porque la mitad son mentira y la otra no. en fin! Que ningún problema tendría que haber.

So os dejo que leaís y... Bon profit!

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Siguiente misión: perder la virginidad.

Capítulo uno: Introducción del tema

Necesitaba despedirse de ella. Realmente, no había razón necesaria para hacerlo, pero algún motivo le hacía pensar de esta forma. Al fin i al cabo había sido él el sin vergüenza que había dicho de la forma más ruda posible quien había sido el asesino de sus padres. También había sido por culpa suya el hecho de que ahora estaba en peligro.

Agh. El mundo no perdona.

Como tampoco perdona haber visto su propio padre implicado en la producción de la piedra filosofal, esa que tan deseaba, y que había tenido tan cerca desde buen principio. Ni tampoco los años, ahora, no dieciséis (con estatura de 14), sino con diecisiete. I oh, oh. Esta edad sí que no perdona.

Esta edad implica madurar. Las sacudidas por la noche, yendo con cuidado para no hacer demasiado ruido. Los innombrables solitarios que se hacía, los propósitos (fantasías sexuales) de año nuevo, y llevarlo o no llevarlo.

Ed miró dentro de su mochila. Sí, lo llevaba. Y no, no estaba caducado. Bueno, ya que después de haber comprado más de quince a escondidas de Al, habían caducado por culpa del paso del tiempo sin haberlos usado (maldiciéndose por este hecho) quería estar preparado para el momento. Por si llegaba el "momento".

Delante del principio del camino que llevaba a la casa de los Rockbell, con una maleta, y el brazo automail totalmente destrozado después de su última batalla. Sin Al, quien extrañamente se había quedado en central con excusas inexplicables. Y con un único propósito:

Hacerlo.

Sí, sí. Hacer eso que hacen los adultos para tener hijos. Pasar al siguiente eslabón. Es decir: perder la virginidad.

Cogió la maleta y se acercó a esa casa tan extraña. Tan normal como siempre, Den anunció su llegada y tía Pinako vino a recibirlo en la puerta. Entró y ya que había almorzado, después de presentar el (supuesta mente) motivo por el que había venido tía Pinako lo envió a dejar las cosas en su habitación.

¿y Winry? - preguntó de antes de subir las escaleras.

está en el taller. Debe estar trabajando – dijo tía Pinako acabando de recoger la mesa – ahora tengo que ir a comprar. Ve a saludarla. Volveré antes de comer. Tengo que visitar a un paciente que tiene problemas con el automail...

de acuerdo – dijo de sin mirarla a arriba del todo de las escaleras.

Dejó las cosas encima de la cama. Sopló de cansancio que llevaba del viaje e inconscientemente volvió a abrir la mochila. Lo llevaba? Sí, los llevaba. Volvió a mirar la data de caducidad por si había mirado mal pero no, no estaban caducados. Volvió a cerrar la mochila y bajó hacía abajo.

Al sótano.

La puerta hizo un suave ñec que casi no se escuchó ya que Winry parecía que estaba cortando piezas de un automail que alguien había pedido exclusivamente para él. Pensar eso le hizo arrancar unos celos hacía esa persona de la cual no sabía ni su nombre ni su cara pero que si ahora mismo le tuviese delante suyo, le hubiera dejado la cara bonita. Solo quería pensar que ella, era suya.

Visualizó el desorden que había en ese taller y se sintió cómodo. Volvió a pensar en el motivo por el cual había venido y se concentró.

Primer paso: presentación del tema.

Se miró de arriba a abajo y se "olfateó" por si hacía olor a tigre, le pareció que no. ¿que tal estaba? Llevaba una camisa blanca de manga larga y unos pantalones. Parecía que estaba bien. Las camisas formales hace a uno mucho más adulto. Y sexy. Esperó que terminara de cortar la piezas por aprovechar el silencio para pronunciarse.

- ¿Winry? - preguntó desde detrás suyo con voz débil.

Winry escuchó como ese alguien la llamaba y dejó la máquina encima de la mesa y se giró. Grata fue su sorpresa cuando equivocada estaba que se pensaba que era Tía Pinako había aparecido un Edward vestido de manera formal y con el brazo automail destrozado. Inconscientemente pasó su mirada por su pierna automail y se alegró de que no más de tres noches en vela.

Al parecer, claro. porqué en realidad serían muchas más.

Sopló aire y giró la cara. Consciente de que de la estaba mirando esperando saludo alguno le ignoró y puso muy mala cara.

¿Te divertías mucho en central, querido Ed? - preguntó con una ironía enrabiada Winry volviendo a la faena sin tan siquiera mirarlo. - ¡Sólo hace tres semanas que viniste por el último arreglo, Ed! ¡Ni un mes! ¡Por favor!

Winry se giró y lo miró de arriba abajo, con una llave en la mano y con furia en los ojos esperando una contestación.

Ed, por su parte, le parecía mejor estar callado cuando una llave estaba cerca de Winry. Ése, era el caso. Pero claro, esta vez tenía algo de que pronunciarse, una misión, y un objetivo. Y el objetivo era la persona que tenía delante de él. Y pensaba que, si para poderla tocar tuviera que comerse esa llave que estaba apunto de ser disparada a cañón a su cabeza, lo aceptaba como castigo de Dios.

Ed dio un paso adelante. Sólo uno, na más.

Winry...

Winry no pudo controlarse y con solo sentir su nombre fue inevitable no poder controlar su impulso y que la llave volara hacia la cabeza de Ed.

¡Oh! ¡Alabado sea Dios!

Ed estuvo un rato retorciéndose por el suelo, hasta que escuchó pasos y vio las zapatillas de Winry en el suelo a un palmo de su cara, y su instinto le dijo que mejor se levantara para no acabar en peor.

Se levantó aún mareado y la miró a los ojos fijamente sin dudar. No se quejó, mejor así. Winry tenía ahora los ojos llorosos de rabia, pero de una rabia más tranquila.

¡ei! ¡que eso sólo quería decir que estaba en el ojo del Huracán!

"Aprovecha el bueno tiempo y corre cuanto puedas antes que comience la tormenta de nuevo." se dijo a si mismo. Y así lo hizo.

Oye Winry... eso... ¿sabes lo que duele?- dijo señalando a la llave.

Winry volvió a girarse y a volver al trabajo.

pues te jodes.

Ed frunció el entrecejo. ¿pero porque estaba tan enfadada? Tampoco creía que había hecho algo horrible. Sólo había roto el automail por enésima vez. No era nada del otro mundo.¿no?. O quizá era porque la última vez que visitó a su mecánica se fue sin despedirse. Quien sabe... en aquel entonces él tenía que volver urgentemente al trabajo y no tenía tiempo que perder.

- De veras que lo siento Ed. - dijo Winry en un tono nada de pena sin mirarlo – pero tenemos un montón de trabajo que hacer y si quieres que te arregle tu automail te tendrás que poner en la cola.

¿cuanto tiempo tendré que esperar? - preguntó Ed ya con la respiración normal.

una semana – dijo Winry sin ninguna emoción.

¿¡una semana!? - repitió Ed . - ¿tanto?

Winry volvió a girarse y esta vez le respondió con una mirada asesina.

¡sí! - exclamó Winry harta ya de él. - ¡y si no te gusta vete a otro mecánico!¡pero ahora largo de aquí! ¡que tengo faena que hacer!

Ed se fue corriendo del taller antes de que una llave le cogiera. Cerró de golpe la puerta de madera y se quedó quieto, secándose la sudor de su frente. ¿pero que le pasaba? Se veía de dos horas lejos que estaba de mucho más mal humor que de costumbre. Y el mal "Welcome" le hacía parecer que él era el causante de ése estupendísimo humor que llevaba. Aunque también, probablemente, o por casualidad, le estuviera apunto de llegar la regla.

Eso explicaría todo ese mal humor...

Aunque... realmente... ¿en que consistía la regla?

Pero ella (suponía) que ya hacía tiempo que la tenía, no? Por la edad... aunque quizá nunca le había venido cuando él estaba de visita. Bueh... tampoco creyó que fuera algo importante.

Subió las escaleras volviéndose a secar la sudor con el único brazo que funcionaba. Llegó a la planta baja y miró hacía el infinito.

¡mierda! - gritó al darse cuenta. - ¡pues claro que es importante!

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review!