Los personajes de Naruto NO me pertenecen, son propiedad de Masashi Kishimoto.

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—Anda Hina-chi~ -decía Naruto entre ronroneos en el cuello de su novia-, dejame morderlo

—Neji-nii está en la sala -decía en suspiros la muchacha-, podría entrar y vernos

—Sólo una mordidita~ -pedía entre lamidas y mordidas en el hombro expuesto-, una chiquita

—Se podría dar cuenta~ -gemía quedito abrazando a su novio puberto-, deja de morder y lamer mi lunar, cariño

—Vamos Hina, solo una probadita -expresaba tocando el trasero de su novia-, una chiquita

—Pero sólo poquito -accedía avergonzada la mujer-, solo rozale tantito

Neji pasaba por la cocina, iba de camino al baño, había comido mariscos y el anillo le andaba fallando, apenas escuchó murmullos, se detuvo en el acto, apretó las nalguitas, poniendo un alto a la diarrea y su llamado.

—Ya vas a ver mi Hina, que será una mordida chiquita -Neji había escuchado decir al inculto de Naruto-

Tomó de la mesa una banana, abrió la puerta de una patada y se adentró con violencia dónde los actos impúdicos se llevaban a cabo, mirando con recelo al pervertido rubio y a su hermana que sorprendida lo miraba

—¿Qué vas a morder? -dijo apuntando con su banana, al rubio con las manos en la masa-

Naruto se asustó por la patada, casi suelta una carcajada al ver la banana, se contuvo porque no era el momento, se paró recto y con una sonrisa ladina, miró la tabla, dónde reposaba un cuchillo y fruta picada

—Melón -respondió seguro-

—¿Melón? -secundó confundido el mayor-

—Sólo quiero una probadita de este melón

—Le dije que no -explicó Hinata-, que es de tu cosecha especial dorada

Sonrojado el mayor, rascó su nuca con nerviosismo, tragó duró y se paró recto, miró a su hermana y el precoz de su cuñadito, suspiró tranquilo y finalmente dijo:

—Dale melón -sorprendió a Hinata y al teñido-, después de todo, a la familia se le está permitido

Naruto no sabía si llorar de la felicidad, el rabioso de Neji le había dicho algo lindo, casi le salta al cuello, oara llenarlo de besos y agradecimientos, quizá una disculpa también, por el melón que a escondidas se pensaba comer.

Hinata actuó rápido, cuándo Neji les miró extrañado, le introdujo un trozo de melón y Naruto se desmayó

—¿Que pasó? -gritó exaltado el mayor-

—Está tan dulce que se desmayó -explicó sonriente Hinata con una mano en el corazón-

—Ah jaja -reía nervioso el mayor, mientras salía volando hasta el baño-

Hinata suspiró cansina, no era bueno tentar a Satanás, caminó hasta el botiquín, sacó una inyección, llevándola hasta el brazo de su hinchado novio, sonriendo satisfecha de su buena actuación, y acotando en su mente sobre alergias, su hermoso Naruto-kun era alérgico al melón.

—¡Qué se lleve otros dos! -gritó feliz Neji, entre pedos y diarrea.