No había comparación con el Allen de ahora y el que se enfrentaba a una batalla, o sonreía con amabilidad constantemente... Se veía tan sereno, con una mirada calculadora que le asustaba. Pero a Lavi lo que más le hacía pensar sobre su reciente compañero, al que rápidamente había tomado afecto, era aquel ojo... y la cruda realidad que había detrás de su efectividad.

Allen había podido sentir el miedo constante de quien sabe que cualquiera puede ser un enemigo, y Lavi había experimentado la poco agradable experiencia de ver lo que podía ver el maldito... Al igual que, seguro, Allen no quería revivir la experiencia de tener que dudar de todo y todos, el no quería revivir el horror de ver aquellas almas corrompidas que movían al Akuma.

Podía recordar aquellas... ¿cadenas? que ataban al Akuma con su alma, un alma corrupta, cuya boca parecia cosida, con vendas recubriendo el ya putrefacto cuerpo... Las pocas partes que permitían ver la espiritual carne podrida y el aire maligno que rodeaba a aquella alma eran capaces de hacer vomitar, sensación que, las vendas de aspecto sucio y harapiento que cubrían el cuerpo ya irreconocible manteniéndolo en posición fetal, no ayudaban a mejorar.

No se lo había creído cuando había visto el espíritu salir del cuerpo de aquella mujer y, por un momento, quiso huir y alejarse de aquella horrorosa escena. La sensación desapareció poco después para transformarse en repulsión, nauseas, asco y, quizá, algo de compasión. Entonces, realmente admiró, como nunca había admirado a nadie, al joven exorcista, porque probablemente él no podría aguantar pelear contra aquello que contenía aquellas almas viéndolas. Los sentimientos de rechazo eran tan fuertes que no sería capaz de hacerlo y, realmente, por primera vez fue feliz de ignorar quién es o no es el Akuma.

Por caprichoso que suene, prefería vivir en la ignorancia que soportar eso diariamente. Quizá fue desde ese momento que pasó a considerar a Allen uno de sus grandes amigos. Ciertamente, el no quería ver aquellas almas pero, no por no ello, no iba a ayudar a soportar eso al que sí las veía.

A pesar de que fuese un tramposo profesional al póquer y diese miedo, realmente le admiraba, y le daba pena. Ver aquellas cosas era demasiado para una sola persona, fuese quien fuese. Por eso mismo, quería ayudar de alguna forma, aunque dudaba que incluso entre toda la orden negra fuese fácil enfrentar aquello, nadie estaba preparado para eso.

Allen Walker es alguien temible en lo que son las cartas y en lo que no son las cartas -Pensó medio divertido, medio asustado Lavi mientras veía como los desgraciados que apostaban contra el diabólico Allen daban la siguiente prenda después de perder de forma aplastante.

FIN

Que decir... ¿Que espero que les guste? Soy nueva en esta sección -y visto lo visto, es decir mucho, apenas hay autores por aquí, realmente hay tres-, así que cualquier critica será bien aceptada, para así poder traer algún fanfic de calidad si vuelvo a pasarme por aquí.