Prólogo.
Los alumnos se amontonaban unos sobre otro para ver mejor la pelea, no era algo nuevo, en realidad, pero a los chicos siempre les interesaba ver como acabarían Stan y Craig al final de esta.
Así que las peleas entre esos dos se habían vuelto cosa casi de diario, ni siquiera sus amigos mas cercanos trataban de detenerlos ya, sabían de antemano de que esos chicos se odiaban a morir.
-Me pregunto si harán eso para siempre. –Comentó Kyle, visiblemente cansado, mientras veía junto con los demás chicos como su mejor amigo se peleaba con aquel chico.
-No te preocupes, Kyle, algún día uno terminará matando al otro y ya no podrán pelear más. –Dijo con humor, una sonrisa surcaba sus labios. El pelirrojo solo le lanzó una mirada de desaprobación.
-¡Hey! Judio, ¿Quieres apostar? Yo voy por Craig ,esta vez Stan se ve muy jodido. –Su gordo amigo, Eric Cartman, salía de entre los alumnos para situarse con el chico inmortal y el pelirrojo.
-Jodete, culón. No me hace nada de gracia, esos dos me tiene harto. –Dijo él, realmente fastidiado.
-Oh, ¿Qué ocurre, Kahl? Arena en tu va…
Antes de que su molesto amigo terminara la oración fue interrumpido por un fuerte grito de todos los espectadores, inmediatamente dirigieron su atención a la pelea.
Stan estaba tirado sobre la nieve, visiblemente lastimado y Craig, quien no estaba en mejor estado, se encontraba a su lado, con la diferencia de que él estaba de pie, proclamándose así ganador de ese encuentro.
Cuando los alumnos comenzaron a dispersarse, Craig desapareció, no sin antes levantarle el dedo Stan, que desde el suelo lo miró con odio.
-Stan, amigo, ¿Estás bien? –Preguntó sinceramente preocupado Kyle, a pesar de que esas cosas solían sucederle a Stan.
-Sí, no es nada, ese bastardo me las pagara a la próxima. –Dijo con voz lastimosa.
Kyle suspiró por tercera vez.
-Amigo, ¿Cuál es el punto de pelearse? –Su voz sonaba seria, el pelinegro evitó mirarlo.
-No lo soporto.
-¿Y qué?
-Quiero golpearlo.
-¿Por qué?
-Porque no lo soporto.
Kyle rodó los ojos ante la terquedad de su super mejor amigo.
-Deberías aprender a controlarte. –El viento arrastró estas ultimas palabras, dichas por Kenny.
Y ahí, tirado, Stan no podía pensar en otra cosa que no fuera en su siguiente encuentro con Craig ¿Por qué estaba tan obsesionado con agarrarse a golpes con su compañero?. Trató de recordar como había empezado todo, su primer desacuerdo con el chico. Su mente lo llevo unos años en el pasado.
-Hey, bebé, ¿Te sentarás conmigo hoy, verdad? –Preguntó, con un tono de voz meloso.
-Hehe, claro, Stan. Espera un momento aquí. –Dijo la pelinegra mientras señalaba a la mesa que estaba frente a ellos.- Solo iré por mi almuerzo.
Y así lo hiso, Wendy caminó hasta la barra donde normalmente se encontraba Chéf.
Stan estaba concentrado en abrir la bolsita de plástico en la que estaba atrapado su sandwish, hasta que escuchó la voz de la chica que le gustaba acompañada del sonido de una bandeja chocar contra el suelo.
Inmediatamente se giró en busca de su novia para ver que pasaba, ella estaba en el suelo, tenía restos de comida manchándole la ropa, lo demás estaba esparcido por el piso, frente a ella se encontraba Craig, de pie.
-Deberías fijarte por donde vas. –Dijo él, con su inexpresiva voz.
-Ahm, yo, lo siento, enserio. –Se apresuró a decir ella, nerviosa, se había estampado contra él- Perdóname. –Repitió, y por respuesta recibió el dedo medio del pelinegro, cosa que molesto a Stanley Marsh, quien pensó que era hora de intervenir.
-Hey, Craig, no le puedes hacer eso a Wendy. –Intervino, obviamente refiriéndose a la obscena seña.
-¿Por qué no? –Dijo con su voz profunda, alzando una ceja.
-¡Porque es mi novia! –Gritó Stan, alterado.
-Oh… -Musitó el chico del chullo azul, sin expresión alguna. Entonces dirigió su vista de nuevo hacía la chica, que estaba poniéndose de pie. Y como había hecho anteriormente, volvió a mostrarle su dedo medio, provocando, obviamente, que Stan se molestara más.
-Oye, estúpido, ¡¿Qué te dije?
En esos momentos, ya toda la cafetería estaba mirando la escena. Wendy lo notó, y algo apenada decidió hablar.
-Ahm, Stan, creo que deberías dejarlo, digo, bueno… Él hace eso todo el tiempo no creo que debas tomarlo como algo…
-No eres más que un marica. –El tono de "no me importa nada" con el que había hablado Craig, hizo que el color del rostro de Stan se elevará. En especial porque el chico se había dado la vuelta para retirarse.
-¡El único marica aquí eres tu Craig! –Respondió, con la intención de que él se detuviera y diera la vuelta para encararlo, pero no ocurrió nada de eso, al contrario, Craig siguió caminando, pero alzo el brazo y por tercera vez levantó únicamente el dedo corazón.
Había sido un encuentro de, quizás, tan poca importancia en aquel momento, pero, después de eso, las disputas entre Craig y Stan se volvieron más frecuentes, al grado de que llego un punto en el uno lanzó el primer golpe.
Todos decían que ellos se odiaban, pero el chico del pompón rojo no estaba del todo seguro de que fuera odio lo que sentía, porque, estaba seguro de que no era eso lo que experimentaba cuando peleaba con él, no sabía que era, pero odio no.
-Haha, bueno, Stan, dicen que del odio al amor solo hay un paso. –Se mofó, de forma desagradable, como era su costumbre, Eric.
-Cállate, gordo, no soy marica. –Dijo mientras se ponía de pie.
-¡No estoy gordo! ¡Puto hippie!
El pelinegro ignoró el vano intento de defenderse de su "amigo", y se puso a caminar rumbo a su casa, Kyle lo siguió instintivamente, mientras que los otros dos se quedaron parados ahí, sobre la nieve, en medio de la cancha de su escuela.
Se supone que esto fue algo así como... ¿Una introducción al fic?
Bien, esta… especie de fic se me ocurrió mientras buscaba algo que hacer para no dormir. (¿)
Originalmente iba a ser un one-shot, pero, en vista de que me están saliendo varias páginas, creo que tendrá dos, tres o cuatro capítulos cuando mucho.
Espero que hayan disfrutado (¿) leyendo esto. :3! Saludos.
