Buenas a todos, siento mucho la tardanza en poner el primer capítulo de la continuación de la historia Las aventuras del inmortal Harry Potter: rehaciendo el pasado. Este fic será llamado Las aventuras del Inmortal Harry Potter: El rey sabio de Poniente. Como en cada una de mis historias al final del capítulo pondré varías notas informativas.

CAPITULO 1

EL NACIMIENTO DE LA ESPERANZA

Para el rey Robert Baratheon aquel día se estaba haciendo eterno, a primera hora de la mañana su esposa Cersei se había puesto de parto y tras varias horas aun no había nacido su primogénito, estaba de los nervios, el nunca había querido ser rey, pero cuando Rhaegar Targaryen había secuestrado a Lyanna Stark, la mujer que amaba se decidió a derrotar y eliminar por completo a la dinastía Targaryen, le daba igual que a pesar de haber pasado ya más de un año desde el fin de la rebelión aun hubiera gente que le llamara usurpador, eso no le importaba ahora mismo, solo le importaba su futuro hijo, el futuro de la dinastía Baratheon, el futuro príncipe o princesa de los siete reinos. Era cierto que Cersei no era la mujer con la quería haberse casado, pero la casa Lannister era una de las casas que aun tenían más fuerzas y recursos dentro de los siete reinos y no quería tenerlos como enemigos. Miro a un lado y vio al hombre al que consideraba un padre, Jon Arryn, en el otro lado estaba Jaime Lannister, hermano mellizo de Cersei, más conocido como el Mata-reyes, el hombre que había roto su juramento a la guardia real al matar a Aerys Targaryen, el rey loco, padre de Rhaegar y un hombre que en los últimos años de su reinado había quemado a la gente viva, un monstruo que estaba bien muerto. En ese momento se escucho un llanto entre los gritos de dolor de Cersei por el parto, al escuchar el llanto los tres hombres se pusieron aun más nerviosos ya que deseaban saber si había sido niño o niña, en ese momento una de las mujeres que estaban atendiendo a la reina salió dando a entender que ya podían entrar, antes de eso la mujer hablo.

- Ha sido niño majestad.

Al momento de decir eso Robert seguido por Jaime entraron en la sala, donde cansada y agotada, pero con un niño en brazos estaba Cersei Lannister sonriendo mientras miraba a su hijo, un niño con unos ojos verdes esmeraldas parecidos a los ojos de los Lannister, pero claramente sus facciones eran las de un Baratheon.

- Esposo, hermano, quiero presentaros al futuro rey de los siete reinos.

- ¿Has decidido un nombre esposa mía?

- Aun no, esperaba que lo decidiéramos entre los dos.

Cersei miraba a su hermano que no dejaba de observar al niño, era normal, a pesar de todo nunca había querido tener este niño con Robert, cuando en la noche de bodas se había acostado con el rey y este le había llamado Lyanna en plena borrachera decidió que nunca de ese hombre nacería un hijo, pero ahora al tenerlo entre sus brazos tenía claro que no podía hacer nada, no le gustaba y ella hubiera querido que ese niño fuera de su hermano Jaime quien la trataba como a una reina y una dama, ellos habían estado juntos después de la noche de bodas con Robert para de esa manera hacer pensar que el hijo era de Robert, pero claramente sus planes habían fallado, ese niño era hijo de Robert, pero era su hijo y lo amaría.

- Creo que tengo un nombre perfecto si no os importa - hablo Jaime sin dejar de mirar al niño - para llegar aquí hemos sufrido mucho, han sido muchos los contratiempos y las vidas que se han perdido, deberíamos llamarlo con un nombre que sea como una esperanza para esta nueva época.

- ¿Que nombre estas pensando Lannister? - pregunto Robert.

- No me gustan la familia Stark, eso no lo puedo negar, pero fue un Stark quien hace muchísimos construyo algo que aun hoy en día se recuerda, es por eso que para esta nueva era como lo fue el inicio de aquella era, propongo como nombre Brandon Baratheon, en honor a Brandon el Constructor.

- Es una magnífica idea hermano, pues por Brandon Baratheon, el futuro rey de los siete reinos.

La noticia del nacimiento del primogénito de los reyes se extendió rápidamente por los siete reinos, el nombre de Brandon Baratheon fue nombrado en cada castillo, cada fortaleza, cada ciudad, aldea y taberna de Poniente se entero del nacimiento del niño.

Pero lo que nadie sabía, lo que ningún ser vivo sabía era que aquel niño nunca debería haber nacido, que en verdad Cersei debería haber perdido al niño en la noche de bodas, pero un poder superior había intervenido para que ese niño pudiera nacer; no habían sido los dioses antiguos de Poniente de los primeros hombres, no habían sido los siete dioses que los andalos habían impuesto cuando habían llegado al continente, quien había salvado a ese niño era un poder que en su mundo había sido llamado Harold Potter, una persona de gran poder en su mundo que había ganado el grado de Maestro de la Muerte, un rango por el que se encargaría de mantener el equilibrio en cada mundo y universo que le llamara. Ahora Harold Potter renacería como Brandon Baratheon para llevar a Poniente por buen camino para sobrevivir a la guerra que iba a tener lugar.

Ginevra Weasley se encontraba aquel día en la ciudad libre de Braavos, había aparecido hacía ya varios años cuando se había despertado estando en el cuerpo de una joven muchacha de pelo rojo de la ciudad, durante ese tiempo gracias a sus conocimientos y habilidades mágicas había conseguido una pequeña fortuna con la que podía vivir de forma bastante cómoda, una casa de un par de plantas con un jardín donde poder tener varias plantas que podía usar para pociones. Era increíble, hacía unos años había despertado en el cuerpo de una muchacha de unos doce años que iba a morir debido al hambre, una muchacha huérfana que iba a a ser usada como esclava sexual, había ocupado el cuerpo de la muchacha cuando esta había exhalado su último aliento. Cuando había ocupado el cuerpo había visto los recuerdos de la muchacha y le habían repugnado, tenía pensado castigar duramente a las personas que habían causado daño a la persona que anteriormente había ocupado el cuerpo. Durante un tiempo se dedico a estar escondida, usaba su magia para conseguir alimentos que la gente de alta alcurnia desperdiciaba, de esa manera no solo se alimentaba ella sino que ayudaba a otros pobres y vagabundos de la ciudad. Era cierto que ya antes de ocupar el cuerpo de la muchacha ella y Harold en forma de espíritu se habían enterado de la historia y costumbres del mundo donde iban a estar, pero una cosa era saber lo que les esperaba y otra era vivir la situación.

No se quedo quieta, lentamente fue consiguiendo dinero, conocidos y contactos, fue por el nombre de Ginevra Weasley, no había nadie más con ese nombre ya que lo había investigado por lo que no era problema usar el nombre que había tenido en su mundo original. Ahora tras varios años todo había cambiado, se había convertido en una hábil comerciante de la ciudad de Braavos y su fortuna cada vez iba a más, era cierto que los sectores más altos de la ciudad aun tenían sus reservas con ella, pero algunas personas del Banco de Hierro ya estaban contentas con sus actos por haber proporcionado grandes beneficios. Pero aquel día fue diferente para ella, lo había sentido en el aire, lo sabía, Harold Potter por fin había renacido en el mundo, después de tanto tiempo de espera, solo unos días después y usando sus habilidades sabía donde y quien era. Su compañero eterno había renacido como Brandon Baratheon, primer hijo de Robert Baratheon y Cersei Lannister, el heredero de Poniente, estaba claro que su amigo tenía una mejor capacidad que ella para elegir donde nacer. Tras saber del nacimiento de su amigo su pensamiento era de cruzar el mar y llegar a Desembarco del Rey, la capital de lo siete reinos, pero algo la hizo reconsiderar su acción. Se había enterado de que Willem Darry, antiguo maestro de armas del rey Aerys, estaba en la ciudad con los dos últimos miembros de la casa Targaryen, Viserys y Daenerys hijos de Aerys y Rhaella, necesitaba contactar con el hombre y conocer a los muchachos. Sabía que ahora con el nacimiento de Harold las cosas serían diferentes, no sabía que tenía planeado su amigo, pero quería estar preparada. A la casa llego ser Willem con los niños Targaryen escondidos para que nadie los reconociera.

- Ser Willem bienvenido a mi humilde morada.

- Gracias por su discreción e invitación señorita Weasley.

- Y estos dos jóvenes deben ser sus altezas Viserys y Daenerys Targaryen, una de mis sirvientas los llevara a unos cuartos que he preparado, es tarde y los niños deben descansar.

Willem vio como los niños eran conducidos por una sirvienta, noto que Viserys quería haber dicho algo grosero a la mujer que los había invitado, pero claramente algo lo había detenido, era un alivió, se decía que Ginevra Weasley se estaba convirtiendo en una mujer muy influyente dentro de Braavos y no quería tenerla como enemiga, no solo por su habilidad para el comercio, ahora que la tenía delante veía a una joven que a pesar de su edad se la notaba inteligente, fuerte y hábil.

- Ser Willem veo que estáis intentando cuidar lo mejor posible de los dos últimos hijos de la dinastía Targaryen, pero veo a la vez que Viserys esta desarrollando la locura por la que fue conocido Aerys, algo que me hace pensar que quizás necesitéis ayuda.

- No os equivocáis señorita Weasley, lamentablemente el joven Viserys veía a su padre como un ejemplo a seguir, quiero que crezca diferente, pero no me veo capaz y temo que mis días estén llegando a su fin.

- Estáis enfermo - no era una pregunta, era una afirmación - vuestra forma de moveros, vuestros andares y gestos os delatan.

- En efecto.

- Quizás os pueda ayudar, tengo un extenso jardín con diferentes plantas y hierbas que podría usar para curar vuestras dolencias, pero si os ayudo quiero una promesa y algo a cambio.

- ¿De que estaríamos hablando?

- Lo primero de todo un juramento de que no hablaríais de lo que veáis en esta casa, hay cosas de mi que no quiero que se sepan y deben permanecer en secreto.

- Os juro por mi honor y mi vida que nunca revelare vuestros secretos.

El hombre no lo noto debido a su falta de magia, pero Ginevra que había puesto varios encantamientos y hechizos sobre la casa sabía que si el hombre la traicionaba moriría, también la casa estaba preparada con una variación del encantamiento Fidelius que Harold había creado para que toda información de la casa y de Ginevra no se pudieran revelar.

- Vuestras palabras os honran, lo único que quiero a cambio es ayudar en la crianza de los jóvenes Targaryen, no solo para intentar cambiar al joven Viserys, sino también ayudar a crecer a la pequeña Daenerys.

- No tengo ningún inconveniente, por lo que veo de su casa sus sirvientas están bien enseñadas y por como se mueven fue usted quien las enseño, dudo mucho que alguien más les haya enseñado.

- Tiene usted razón, hay muchos nobles que consideran que los sirvientes solo están para trabajar y servir, pero yo considero que una persona educada y bien enseñada es de mucha ayuda, en esta casa todos y cada uno de mis sirvientes saben leer y escribir, están versados en las más básicas formas de educación y además según que sector del servició están especializados en una materia.

- ¿Podría conocer a la gente que sirve en esta casa?

- Ahora no, lo primero de todo quiero revisar su salud y ver como puedo ayudarle, tras eso le enseñare la casa y conocerá al servicio.

- Me parece correcto, ¿pero como me va ayudar?

- Tu juramente te impide hablar de lo que vas a ver, pero debe saber que la magia aun existe y yo soy una usuaria de ella, pero antes de que preguntes no es como la magia que se dice que se practica a lo largo de Essos, o la antigua magia en Poniente, mi magia viene de un lugar que nadie conoce por lo que tengo gran cantidad de habilidades, es con esa magia y aptitudes que te voy a curar.

El hombre no sabía que decir, no se hubiera esperado algo así, creía que la mujer tendría buenos contactos con los maestres del lugar, pero nunca hubiera pensado que la mujer tendría magia o que la magia siguiera viva.

- No se asuste por lo que voy a hacer - dijo Ginevra mientras alzaba una mano haciendo que una esfera de luz apareciera - este hechizo me dirá cual es su problema de salud.

Al ver la esfera de luz aparecer de la mano de la mujer el hombre no pudo evitar un pequeño susto, pero la calidez y tranquilidad que desprendían la esfera y la mujer le relajaron, al momento sintió como la esfera entraba en su cuerpo dando una gran sensación de calma y tranquilidad.

- Parece que no voy a tener que usar ninguna de mis plantas y pociones, mi magia bastara para curar su cuerpo, permanezca sentado ya que va a sentir un leve ardor en su interior y puede ser molesto, pero eso curara su cuerpo.

Tal y como había dicho Willem sintió un leve ardor dentro de él, quería beber para aliviarse pero algo le decía que debía permanecer quieto, tras unos segundos el dolor termino e increíblemente se sintió mucho mejor, sus dolencias habían desaparecido.

- Ya esta curado, ahora si quiere puedo mostrarle la casa, le puedo asegurar que se va a sorprender con lo que va a ver.

- ¿Puede darme algo de beber?

- No hay problema, vamos para las cocinas.

El hombre se maravillo con la casa, claramente el lugar tenía magia ya que por dentro era más grande de lo que debía ser, era increíble, cuando llegaron a las cocinas el servicio se alineo para presentarse, claramente Ginevra no tenía problemas con ningún tipo de gente, se podía ver que se trataban de personas de todo tipo de lugares, también era cierto lo que había dicho, los gestos y la forma de trabajar denotaban que tenían una educación mínima y que en su trabajo eran muy hábiles. Tras las cocinas le enseño una biblioteca claramente agrandada mágicamente y que tenía gran cantidad de documentos, códices y archivos, lo llevaban un par de maestres que cada uno tenía dos aprendices.

- El conocimiento no se trata de almacenar viejos pergaminos y códices, debemos saber de nuestro pasado para mejorar nuestro futuro, todos los que estudian aquí deben leer y comprender lo que hay guardado para ser mejores, es cierto que hay conocimientos que están ocultos y prohibidos, pero esos saberes cuando se llega a determinado nivel pueden ser desbloqueados para seguir aprendiendo.

- ¿Que tipo de saberes hay aquí señorita Weasley?

- De todo un poco, desde geografía e historia, pasando por cocina, herrería, mitología e incluso tácticas militares, el saber no ocupa lugar, un hombre sabio me dijo una vez que cuanto más sepas mejor sabrás anticipar y preparar lo que va a venir.

- Unas palabras muy sabias.

Tras la biblioteca llegaron a la herrería, allí Willem pudo ver algo que le maravillo, el lugar era mejor que cualquier herrería que había visto, era llevado por un hombre y seis aprendices, pero lo que más sorprendió fue una gran cabeza de dragón hecha de metal que escupía fuego en uno de los hornos.

- Como he dicho antes el conocimiento no ocupa lugar, gracias a eso descubrí como crear el legendario acero valyrio, tuve que usar mi magia para poder recrear las condiciones ya que para el proceso se necesita fuego de dragón.

- Pero los dragones están extintos ¿como ha podido saber que tipo de aliento lanza un dragón?

- Una buena pregunta, me costo bastante, fue un año de viaje cartografiando la vieja Valyria, yendo de isla en isla lentamente adentrándome en el mar Fumador, con cuidado pude llegar a los restos de Valyria, allí pude ver que a pesar del cataclismo que arraso Valyria los dragones si habían conseguido sobrevivir, hay otras criaturas increíbles, pero lo que buscaba estaba allí adelante, gracias a mi magia pude hacerme con sangre de dragón y usando mis conocimientos y artes se pudo crear la cabeza que esta usted viendo y que recrea el aliento de los dragones; también encontré varios códices que hablaban sobre la creación del acero valyrio y como forjarlo desde cero.

- Increíble.

- Como ve el maestre herrero tiene un eslabón de acero valyrio que demuestra que es capaz de trabajar a ese nivel, tras unos meses de aprendizaje fue capaz de volver a crear el acero valyrio desde cero.

Era increíble, se notaba que Ginevra Weasley no permitía que quien trabajase para ella fuera vago y gandul, era una mujer que respetaba el trabajo duro, el siguiente lugar que pudo ver fue lo que llamaba la sala de curas, allí no solo estaban equipados para tratar todo tipo de heridas, dolencias y enfermedades, sino que los tres maestres sanadores que llevaban el lugar cuando no estaban atendiendo heridos se dedicaban a enseñar a sus aprendices o a aprender y mejorar nuevas formas de curación, se sorprendió cuando vio a un maestre que el príncipe Rhaegal apreciaba por sus aptitudes y deseos de mejorar, el maestre Qyburn, un hombre que fue expulsado de la ciudadela por sus experimentos poco ortodoxos.

- Maestre Qyburn, no me esperaba verlo aquí.

- Maestre de armas Darry, es un placer volver a verlo, eso me dice que el príncipe Viserys y la princesa Daenerys están aquí.

- En efecto, la señorita Ginevra nos ha invitado a permanecer en su hogar.

- Para mi fue una sorpresa ser invitado, puedo seguir con mis experimentos con ciertas restricciones impuestas por la señorita Weasley, pero estoy en un sitio donde tengo un lugar donde dormir, donde no me falta comida, tengo siempre un dinero al mes para lo que yo deseé y donde mis investigaciones avanzan a buen nivel.

- Creo que esta conversación puede seguir más adelante - dijo Ginevra - me imagino que tienen mucho de que hablar, pero si se ponen ahora no terminaremos, además, quiero mostrar al señor Willem cual va a ser su labor.

- Por supuesto señorita Ginevra, por cierto, debe saber que los jardines han recibido las semillas que había encargado.

- Me alegra escuchar eso maestre Qyburn, los jardines serán nuestro próximo lugar de visita.

Los dos hombres se despidieron y quedaron en hablar al día siguiente, tras eso salieron al exterior a lo que debería ser un pequeño jardín, pero que agrandado por la magia tenía la extensión de un gran bosque donde había todo tipo de arboles, flores e hierbas, era increíble, incluso podía ver que había un árbol con un rostro que parecía humano, un árbol de corazón, por otro lado se veía como también había una gran extensión de tierra para cultivos, era donde más trabajadores había visto, había cerca de dos docenas de personas trabajando los campos, vio que también había varias casas donde se imaginaba que vivían esos trabajadores, los cultivos era variados y de todo tipo, había almacenes para guardar y conservar esos cultivos, también había zonas con ganado que eran usado para telas, carnes y más bienes que daban las criaturas.

- Este lugar fue el el que más me costo, soy poderosa en la magia, pero incluso a pesar de mi poder me vi cansada cuando agrande los jardines para convertirlos en lo que estamos viendo, hay más que no ves, más allá hay varios lagos del que se pueden sacar peces de todo tipo, otros lagos nos suministran agua para beber.

- ¿Y como llega el agua a los cultivos?

- Gracias a mi magia puedo hacer que llueva, puedo elegir el clima que hace en el jardín para que de esa manera a los cultivos y al bosque no les falte agua, es uno de los preparativos que use con mi magia y por eso me costo tanto, puedo hacer que llueva cuando yo quiera ciertamente, pero quería que el jardín no dependiera de mi por lo que tuve que prepararlo para que tuviera un tiempo parecido al del exterior, estuve un par de días en cama después de eso.

- Sorprendente, pero me impresiona el árbol del corazón, nunca había visto uno tan magnífico.

- Cuando encontré una semilla me decidí a que fuera plantado, algo dentro de mi me decía que debía hacerlo, deje que creciera y vi algo que me maravillo.

- ¿El que vio?

- Los cultivos, plantas y vegetación alrededor del árbol crecían más sanos y fuertes, cuando alcanzo la madurez, eso me dio la certeza que debía cuidar del árbol lo mejor que pudiera.

- Ahora entiendo, es increíble lo que la magia bien usada puede hacer, he escuchado historias terribles de la gente, pero nunca había visto ser usada la magia para algo tan bueno.

- Ahora solo queda ver un lugar, los cuarteles, quiero que veas la que quiero que sea tu labor.

- ¿También hay cuarteles?

- Pues claro, tengo buenos soldados a mi cargo, son gente hábil y leal, lo único que les faltaba era alguien de experiencia y sois la persona adecuada.

Fueron a otra zona de la casa, en otro patio exterior también agrandado por magia vio un cuartel, allí en el patio medio centenar de personas entrenaban, no solo había hombres, había alrededor de un par de docenas de mujeres también entrenando, desde tiro con arco, lucha cuerpo a cuerpo e incluso lucha a caballo, era impresionante, se notaba que eran guerreros bien entrenados algunos y los novatos aprendían de los expertos, pero por lo que veía no solo se enseñaba a luchar, también se les educaba en tácticas y estrategias de guerra, en una zona del patio había una gran mesa con la que simulaban diferentes situaciones de batalla.

- Soldados - hablo Ginevra haciendo que se fijasen en ella - quiero que conozcan a Ser Willem Darry, antiguo maestre de armas de Aerys II, este hombre será el maestre de armas que tanto necesitamos para nuestras fuerzas.

Tanto los hombres como las mujeres saludaron de forma educada y militar al hombre, se notaba su disciplina.

- En total cuento con ciento cincuenta soldados, ahora mismo veinte de ellos están en los muelles ya que siempre va un grupo con los envíos de mi barco.

- ¿Viven todos aquí?

- Una parte de ellos, los soldados tienen varias casas repartidas por la ciudad para así moverse mejor por si hubiera problemas, los soldados que suelen estar en los barcos tienen una casa al lado del puerto para de esa manera estar cerca cuando tienen que salir.

- Señorita Weasley, estoy sorprendido de todo lo que me ha mostrado, pero le puedo asegurar que va contar con toda mi colaboración.

- Me alegra escuchar eso, le mostrare sus aposentos, estarán cerca de los cuartos de los jóvenes príncipes.

Fueron a la segunda planta de la casa donde se encontraban las habitaciones principales, vio que tanto Viserys como Daenerys ya estaban dormidos, el hombre entonces fue a sus aposentos a descansar para estar preparado para el día siguiente, una sirvienta le llevo la cena para que comiera algo, el hombre se desvistió y la mujer se llevo la ropa dejando encima de la cama ropa de dormir bastante cómoda. Willem estaba seguro que de su vida iba a ser muy diferente a partir de ahora, pero no le importaba, los príncipes estarían seguros a partir de ahora, sabía que Ginevra Weasley tendría sus propios motivos para ofrecer su ayuda, pero no veía que fueran motivos crueles o que se fuera a aprovechar en un futuro de los muchachos.

Ginevra entro en sus aposentos y dio un suspiro, miro su despacho donde tenía varios documentos que debía revisar.

- No se que tienes planeado viejo amigo, pero intentare extender mi poder para poder ayudarte.

Tras una breve cena donde se dedico a revisar algunos documentos se fue a su cama a dormir, no se hubiera esperado acoger a los últimos descendientes de la casa Targaryen, pero estaba segura de que no iba a dejar que desaparecieran por el rencor y el odio que su padre y su hermano habían generado. Sabía que tenía mucho trabajo por hacer ya que claramente educar a Viserys iba a ser difícil, el leve acceso que había tenido a la mente del muchacho le recordaban a su hermano Ron o a Draco Malfoy por su forma de ser. No le importaba trabajar duro, algo le decía que los dos muchachos serían clave en el futuro para el cataclismo que estaba por venir en aquel mundo.

En la capital de los siete reinos las cosas pasaban tranquilas sin saber el destino de los dos Targaryen, era cierto que el rey Robert no dejaban de pensar en los dragones que se le habían escapado, pero ahora sobre todo se dedicaba a su hijo y a los asuntos del reino, era aburrido, aquel lugar era un pozo de mentiras y embaucadores, lo único que lo animaba era ver crecer a su hijo y tener como mano del rey a Jon Arryn, el hombre que consideraba como a un padre y que les había educado a él y a su buen amigo Ned. Tras ver a su hijo durante unos segundos bajo al patio de armas donde Ser Barristan Selmy estaba entrenando junto a Ser Jaime Lannister a algunos soldados nuevos. Miro al hermano de su esposa, no sabía que pensar, el hombre había sido quien rompiendo su juramento había matado al rey loco, debido a eso el hombre se había llevado el nombre de Mata-reyes y había sido su buen amigo Ned quien lo había nombrado en primer lugar, pero también ese hombre había sido quien había sugerido el nombre de su primer hijo, proponiendo un nombre Stark a pesar de no gustarle esa familia.

- Majestad ¿necesitáis algo?

- No Ser Jaime, vengo de ver a mi hijo y siento que con una reunión del consejo real dentro de unas horas necesitaba relajarme y ver a los soldados futuros siempre me apasiona.

- Quizás alguno de esos soldados se sientan más animados si pudieran tener un combate de entrenamiento contra su majestad.

- Buena idea Lannister, buena idea.

Los soldados que habían escuchado la conversación estaban entre emocionados y aterrados, tener la oportunidad de luchar contra Robert Baratheon, el Demonio del Tridente como era llamado tras la batalla del Tridente donde Robert había matado a Rhaegar Targaryen en combate. Un soldado de las Tierras de la Tormenta se ofreció, un joven que se había alistado para emular al hombre que de su mismo lugar de origen.

- ¿Como te llamas soldado?

- Eric majestad, Eric Estermont su gracia.

- Buena casa joven, mi madre era una Estermont por si no lo sabías, vamos muchacho demuestra lo que vales.

Fue un combate de entrenamiento simple, donde su majestad Robert dejaba que el joven llevara la iniciativa para ver de lo que era capaz, tras varios movimientos Robert decidió atacar y en pocos segundos el joven estaba en el suelo.

- Bien joven, eres aun previsible en algunos movimientos, pero vas por buen camino, sigue así y llegaras lejos.

- Gracias majestad.

Robert estuvo un rato más ayudando a practicar a los soldados antes de irse a la reunión del consejo, no le gustaba, de siempre había detestado ese tipo de trabajo, hubiera preferido irse de caza, ir a los burdeles o estar luchando.

Brandon Baratheon creció bien, era un niño sano y fuerte que no le faltaba de nada, tenía el amor de sus padres, se decía que era muy inteligente y que muy observador a pesar de la corta edad que tenía; pero claro, nadie sabía que Brandon Baratheon ya había tenido varias vidas anteriores, que había vivido en un mundo de magia, Harold Potter como era conocido en su anterior vida crecía feliz y contento, pero siempre atento al mundo que le rodeaba. Eso hizo que Tywin Lannister, padre de Cersei se fijara en él, no solo por ser su primer nieto, sino por tener una mente tan curiosa y demostrar a tan corta edad ser tan inteligente, el señor de Roca Casterly, gobernante y guardián de las Tierras del Oeste y Escudo de Lannisport vio en su nieto un gran potencial, era fuerte como un Baratheon pero su mente era como la suya, una mente inteligente, deseosa de saber, que vigilaba todo lo que le rodeaba y a todos los que le rodeaban, es por eso que hizo que tuviera la mejor educación posible, pero no solo su abuelo se fijo en su educación, Jon Arryn, la mano del rey vio en el futuro rey la posibilidad de un reino mejor, Brandon Baratheon se interesaba por la gente, por el manejo del reino, se notaba que a pesar de su corta edad sabía de las responsabilidades que tendría en el futuro; Jon veía como Robert lentamente se estaba consumiendo, como se estaba convirtiendo en una sombra del hombre que fue y por mucho que lo intentara no podía evitar el declive de Robert, es por eso que concentraría sus fuerzas en el futuro rey.

A los diez años Brandon era un joven fuerte, inteligente y bastante querido por la gente, usaba su tiempo libre para ayudar a los necesitados ya fuera en persona con dinero y comida o en secreto usando su magia. Aquella mañana Brandon se levanto temprano ya que tenía pensado un largo viaje a lo largo y ancho de los siete reinos.

- Alteza, el consejo real esta reunido.

- Por favor tío Jaime, te he pedido muchas veces que me llames Brandon, puede que sea el futuro rey, pero somos familia.

- Lo se sobrino, pero como se lo que te irrita te seguiré llamando alteza.

Brandon no pudo evitar reír, era cierto, puede que al principio no tuviera buen trato con el hermano de su madre, pero no le importaba, poco a poco se fue ganando su afecto y cuando pidió a este aprender a pelear su unión como familia se hizo más fuerte, cabe decir que su madre estaba en contra de que Brandon empuñara cualquier tipo de arma, pero gracias al consentimiento de su padre se le permitió, era hábil, mucho más hábil que algunos soldados jóvenes recién enrolados, claro estaba que esos soldados no tenían la experiencia de varias vidas pasadas como Harold Potter o Adriano Peverell. La reunión del consejo iba a ser breve, solo estarían su tío Stannis, uno de los hermanos por parte de su padre y Jon Arryn; su plan era explicar por donde tenía pensado viajar y los recursos que necesitaría durante su viaje.

- Alteza, veo que tan puntual como siempre.

- El tiempo es valioso Lord Stannis, gracias por atender esta petición.

- ¿Ya has planeado donde tienes pensado ir? ¿cual va a ser el destino de este viaje?

- Quiero visitar el norte, es uno de los pocos reinos a los que no he ido y es hora de conocer al buen amigo de mi padre.

- ¿Como tienes pensado ir?

- Quiero ir en barco, si voy a caballo aunque sea rápido puede ser un viaje muy largo, además, de esa manera quiero ver como están los mares tras el intento de la rebelión Greyjoy.

- Entonces haré que Ser Davos prepare el barco real y que este listo para partir en dos días.

- Gracias tío Stannis ¿hay algo que pueda hacer durante mi viaje?

- En realidad si - fue Jon Arryn quien hablo - me gustaría que os llevaseis a Robert al norte, mi hijo necesita estar lejos de su madre para poder crecer.

- Lord Arryn, me habéis educado y tratado como a un hijo, hicisteis lo mismo con mi padre, os puedo asegurar que llevare a vuestro hijo al norte sano y salvo.

- Gracias por vuestras palabras, quiero que todo se haga con la mayor discreción, me temo que mi esposa Lysa Arryn no lo permitiría, también enviare un mensaje a Ned para que sepa de vuestra visita.

- Entonces lo único que falta por hacer es preparar a los hombres que me van a acompañar, espero tío Jaime que vengáis conmigo en este viaje.

- Pues claro sobrino, estaré listo para el viaje.

Brandon entonces salió del despacho del consejo y se fue a preparar sus cosas, pero se detuvo en la sala del rey cuando vio a su hermano menor Joffrey Baratheon molestando a una sirvienta.

- Veo que tus modales no cambian hermano.

- Soy el príncipe, esta estúpida se ha puesto en medio de mi camino.

- Lo único que veo es a una sirvienta que esta haciendo su trabajo mientras el idiota de mi hermano piensa que se debería pisar el suelo donde pisa.

- Todos deberían arrodillarse ante mi, soy Joffrey Baratheon, príncipe de los siete reinos.

- ¿Eso piensas hermano? ¿crees que por nacer príncipe tienes derecho a todo? esta claro que no aprendes, yo lo único que veo es un mocoso arrogante que no es capaz de hacer nada por si mismo, eres la vergüenza de las casas Baratheon y Lannister.

Joffrey furioso intento atacar a su hermano mayor, fue una escena patética, como siempre Brandon dejo a su hermano en el suelo en un movimiento, Brandon que entrenaba y aprendía cada acción y movimiento estaba preparado, pero su hermano no lo estaba, Joffrey era torpe e inútil, era un vago que por ser hijo del rey se creía el mejor.

- Otra vez igual, no te das cuenta de que es inútil, eres débil, no tienes entrenamiento, pero te puedo asegurar que puedes estar contento, voy a estar fuera durante un tiempo.

- ¡Vete de la ciudad! - grito Joffrey desde el suelo fuera de si - ¡Aléjate de mi!

Brandon no hizo caso a los lamentos y lloros de su hermano y miro a Sandor Clegane, más conocido como El Perro y protector personal de Joffrey.

- Clegane, quiero que durante el tiempo que este fuera vigiles a mi hermano, quiero que cuando regrese me reportes de cada acto contra la gente de la ciudad, de cada comportamiento inapropiado que tenga - dijo Brandon con voz muy seria al protector de su hermano y luego miro a Joffrey - y esto te lo digo a ti hermano para que sepas lo que te espera a mi regreso, por cada informe que me disguste de tu comportamiento sobre ti, por cada acción que cause daño a la gente, será un mes que te quitare todos y cada uno de tus privilegios, si es necesario incluso te golpeare yo mismo hasta que abandones la ciudad y no puedas volver, perderás durante esos meses todos tus privilegios como príncipe por lo que tendrás que trabajar para vivir y tener un techo donde dormir.

Joffrey estaba aterrado, su hermano otras veces le había castigado, pero ese castigo era algo que nunca se hubiera esperado, lo peor era que sabía que Clegane lo tendría vigilado ya que al contrario que a él si lo respetaba. Esta vez ni la intervención de su madre, la reina, le salvaría del castigo de su hermano, la mirada seria que tenía Brandon le daba miedo y sabía que estaba hablando muy en serio.

Brandon no odiaba a su hermano, en realidad lo único que quería era que viera que su camino no era el correcto, pero nada servía, su madre lo único que hacia era mimarlo y permitir que hiciera lo que quisiera, además, como su padre no hacia nada para educarlo y lo ignoraba bastante a menudo no tenía ninguna disciplina. En ese momento su madre apareció por un pasillo como siempre a proteger a como ella lo llamaba su león dorado.

- Joffrey vete a tus aposentos - dijo Cersei con su mejor tono de voz - yo hablare con tu hermano.

Brandon miro a su madre, sabía lo que le iba a pedir, no necesitaba usar legeremancia en ella para saber, pero no iba a ceder, es más parece que iba a tener unas palabras muy duras con su madre.

- Mejo hablemos en privado madre, te puedo asegurar que no quiero que nadie escuche lo que tengo que decir.

Fueron a una sala cercana donde nadie les oiría ya que era una de las salas que Brandon había preparado con magia para no ser espiado, sabía perfectamente que tanto Varys, más conocido como la Araña, como Baelish, el maestro de la moneda, desearían saber sobre la conversación que iba a tener lugar; Baelish sobre todo lo despreciaba ya que gracias a su intervención había perdido algunos negocios que habían pasado a su tío Tyrion para reformarlos y mejorarlos, lo que antes eran burdeles ahora eran escuelas y hospitales para que la gente estuviera bien atendida y aprendiera correctamente un oficio. Lamentablemente no tenía pruebas físicas para derribar completamente a Baelish, era cierto que gracias a su legeremancia sabía todos los crímenes del hombre, pero sin que este diera un paso en falso no podía hacer nada. No importaba, tarde o temprano se encargaría de ese hombre, se volvió a centrar en su madre cuando entraron a la sala.

- No madre, se lo que me vas a pedir y no voy a perdonar ni retirar la amenaza a Joffrey.

- Pero es solo un niño, no sabe lo que hace.

- Que yo sepa soy un año mayor que él y cuando tenía su edad me comportaba mil veces mejor.

Cersei odiaba aquello, odiaba a su hijo mayor, se notaba que Joffrey era en verdad hijo de Jaime y suyo, Joffrey debería haber sido el heredero de los siete reinos y no Brandon, cada día el rostro de su hijo mayor le recordaba el asco que le tenía a Robert, era por eso que cada vez que había estado con Robert no solo había tomado el brebaje que le impediría estar embarazada una vez, sino que o había tomado dos veces para evitar otro caso como Brandon, ahora tenía otros tres hijos de su hermano Jaime, pero solo Joffrey era como tenía que ser, su hija era como ella físicamente cuando era niña, pero mentalmente era muy diferente, su hija se dedicaba a ayudar a la gente y a ser mejor persona, era indigno, era una Lannister pura, debería seguir el ejemplo de su madre y hacer todo lo que ella dijera, debía seguir el ejemplo de su hermano Joffrey y no el de Brandon, la mujer odiaba la influencia que su primogénito tenía sobre la muchacha; pero no solo era sobre su hija, también sobre su hijo menor Tommen al que llevaba sin ver un par de años desde que para proteger al muchacho del maltrato de Joffrey había hecho que se fuera a Roca Casterly con su padre Tywin.

- Si quieres seguir con tus pensamientos madre tu mismo, pero por mucho que me digas no va a cambiar nada, es más esta vez voy a ser muy claro, si intentas sabotear todo lo que he hecho te puedo asegurar que se sabrá la verdad sobre ti y el tío Jaime.

Cersei nunca se hubiera esperado algo así, esperaba cualquier otro tipo de amenaza proviniendo de su hijo mayor, pero nunca hubiera supuesto que Brandon sabía la verdad sobre su relación con Jaime y la verdad sobre el padre de sus hermanos.

- Esta bien Brandon tu ganas, dejare que castigues a Joffrey si es necesario.

- Me alegra escuchar esas palabras de ti madre - Brandon fue hasta la puerta con intención de abrirla pero antes miro a la mujer - eres mi madre y te amo, me diste la vida, pero también tengo una responsabilidad con la gente de los siete reinos sean nobles o plebeyos, no me gusta tener que elegir a una persona de otra y si lo tengo que hacer me guiare por el tipo de persona que es.

Para Cersei las palabras de su hijo le llegaban al fondo del corazón, sabía que a pesar de sus sentimientos por Robert amaba a su hijo mayor, pero a pesar de todo le disgustaba la forma en la que se comportaba.

Brandon tenía los preparativos del viaje se realizaron rápidamente, todo el mundo ya sabía que el príncipe heredero partiría al norte, pero nadie sabía de sus motivos, todo se había preparado en secreto para que no se supiera que el joven Robert Arryn iba a ser trasladado a Invernalia. Un mensaje había sido enviado al norte para que se supiera de la marcha del príncipe al norte, para que Invernalia estuviera preparada para él y su séquito. Estaba deseando ir al lugar del que tanto hablaba su padre, el norte, la tierra de donde provenía Lyanna Stark, la tierra de donde provenía la mujer que había provocado la rebelión del rey Robert, el reino más grande de los siete reinos. En el puerto ya estaban casi todas personas embarcadas preparadas para el viaje, solo quedaban por subir su tío Jaime y él, se despidió de su hermana Myrcella en primer lugar.

- Estoy seguro de que cuando regrese te habrás convertido en una joven preciosa, cuídate hermanita.

- Lo mismo te digo hermano, ten cuidado en tu viaje.

Brandon entonces se dirigió a su padre que lo miraba orgulloso.

- Espero que sepas apreciar el norte hijo, tiene buena gente, es dura debido a su clima, pero de grandes corazones.

- Lo haré padre ¿queréis que le de algún mensaje a Lord Stark?

- Dile a mi buen amigo Ned que espero una alianza matrimonial entre nuestras dos familias, que deseo que alguno de sus hijos o hijas se pueda comprometer con mis hijos.

- Se lo diré, pero eso es algo que deberías hacer en persona padre, quizás llegado el momento deberías visitar Invernalia.

- Me gustaría en un futuro.

- Eso si padre, quizás a tu amigo no le guste ver como te has perdido, has engordado mucho con los años.

Robert ante las palabras de su hijo no pudo evitar soltar una sonora carcajada, era cierto, desde hacía tiempo lo único que hacía era beber, fornicar y cazar, había perdido mucho, puede que fuera hora de volver a ponerse en forma.

- Te puedo asegurar hijo que cuando regreses habré cambiado.

- Eso espero padre, me encantaría tener una sesión de entrenamiento contigo.

Tras esas palabras Brandon subió al barco, era la última persona en hacerlo y todo estaba listo, Ser Davos dio las ordenes a los marineros para que se pusieran en marcha. El joven se despidió de la capital aliviado, a pesar de sus actuaciones aun quedaba mucho que hacer en la ciudad para que se fuera el repugnante olor que provenía del alcantarillado de Desembarco del Rey, pero poco a poco y llegado el momento haría que la ciudad fuera digna.

El norte, el más grande de los siete reinos, en su capital Invernalia, donde la familia Stark ha gobernado durante milenios, las cosas eran tranquilas; en su estudio Ned Stark se encontraba firmando y revisando varios documentos, los nervios eran claros, hacía unos días había llegado un mensaje informando de la próxima venida del príncipe Brandon y la gente de Invernalia estaba enterada, desde ese momento todo el mundo estaba preparando todo para que fuera perfecto. En ese momento por la puerta de su despacho entro el maestre Luwin.

- Lord Stark ¿puedo pasar?

- Adelante maestre, adelante ¿pasa algo?

- Vengo a informar de que se ha terminado el tercer jardín de cristal Lord Stark.

- Eso es una grandiosa noticia Luwin, nunca hubiera pensado hace años que Invernalia tendría acceso a tres jardines de cristal ¿que se sabe de las otras casas del norte?

- Los Bolton han terminado su primer jardín de cristal hace una semana, los Mormont, los Karstark y los Manderly están a punto de terminar las suyas en cuanto al resto de casas que han comenzado a construir un jardín de cristal llevan un buen progreso, pero aun tardaran un tiempo.

- ¿El muro ha terminado el suyo?

- El último mensaje que envió el Lord comandante de la guardia de la noche informaba de que la construcción iba a buen ritmo y que esperaba terminar en poco tiempo, por lo visto ante la perspectiva de que el muro tuviera más alimentos más gente se ha alistado a la guardia de la noche en los últimos tiempos.

- Es bueno saberlo, muchas veces nos olvidamos de la guardia de la noche y del estado del muro, se que hace un tiempo la situación era bastante mala según me contaba mi hermano Benjen, pero en los últimos tiempos todo ha mejorado.

- Y debemos dar las gracias a la joven Ginevra Weasley por el comercio que ha tenido con el norte, aun me pregunto de donde proviene su nombre y nunca he escuchado de una familia Weasley, pero el mundo es muy grande.

- Es cierto, aun recuerdo la primera vez que esa mujer llego a Invernalia, se sabía que era una mujer de gran fortuna de Braavos aunque no sabíamos mucho más de ella.

Era cierto recordó Ned, cuando la mujer había llegado por primera vez a Invernalia tenía sus dudas, pero viendo los beneficios que podría obtener el norte decidió dar una oportunidad a los negocios con Ginevra Weasley; al principio solo fue intercambio de minerales del norte por oro, después poco a poco y con el paso de los años esos negocios habían incluido el conocimiento perdido para la creación de los jardines de cristal y el necesario material para su construcción, también habían habían sido incluidos en los negocios semillas que no se encontraban en los siete reinos y diversas invenciones que aquellos que trabajaban para la mujer habían creado, a cambio el comercio con la mujer se había extendido en gran medida, minerales y piedras del norte, pieles robustas de los animales de la zona, fue una gran comercio que convirtió al norte en pocos años en un lugar donde a pesar del frio la gente quería vivir, un lugar donde la gente tenía un trabajo, un techo donde dormir y un plato de comida caliente en la mesa. Ned Stark siguió mirando y revisando informes con la ayuda de Luwin cuando un guardia entro en la puerta del despacho.

- Lord Stark, un mensaje de Braavos.

- Gracias muchacho, vuelve a tus labores.

Ned entonces cogió la misiva y la comenzó a leer, era un mensaje de Ginevra Weasley, un mensaje informando de la llegada de la mujer al norte, tendría que hacer que aumentaran los preparativos para los invitados, ya la presencia de Brandon Baratheon traería mucha gente, si a eso se le añadía la llegada de la comerciante de Braavos la cantidad de gente en Invernalia iba a ser bastante grande, pero por suerte gracias a las ganancias obtenidas se habían reparado zonas de Invernalia que por el tiempo se habían dañado e incluso se había ampliado algunas zonas, ahora Invernalia era capaz de agregar a casi el doble de personas que hace años y todo gracias a los negocios que habían tenido con Ginevra Weasley.

Cornamenta, el barco real en el que iba Brandon Baratheon surcaba el mar con tranquilidad, había buen viento y el tiempo era excelente por lo que su llegada al norte no tardaría mucho si el clima acompañaba, lo había llamado así no solo por el emblema de la casa Baratheon, sino por su padre en otra vida James Potter, en ese momento Ser Davos lo saco de sus pensamientos de su vida anterior mientras disfrutaba de la brisa marina.

- Alteza tenemos un barco a la vista.

- ¿Piratas Ser Davos?

- No alteza, pero reconozco el barco, se llama Excálibur, un nombre extraño sin duda, es el barco personal de Ginevra Weasley, una comerciante muy importante de Braavos y Essos.

- He odio hablar de ella, ha realizado grandes negocios con Invernalia y con Dorne, me encantaría conocer a la mujer, quizás podamos hacer que los negocios se extiendan por los siete reinos.

En verdad su deseo era volver a ver a Ginevra, la mujer que había arriesgado su misma existencia por él, la mujer a la que tanto había apreciado en su anterior vida. Miro al barco de la mujer, aun estaba lejos, pero a pesar de todo se notaba que era un gran barco, podía notar la magia proviniendo de él, no solo de Ginevra, sino que el mismo barco estaba protegido mágicamente, el había hecho lo mismo con Cornamenta por lo que no le extraño que Ginevra hiciera lo mismo con Excálibur, cuando los barcos estuvieron alineados Brandon pudo ver en cubierta a la mujer, no la reconoció por su rostro, sino por el aura que desprendía, vio como los dos capitanes intercambiaban palabras y tras eso Ser Davos se acerco a él.

- Se dirigen al norte alteza, dicen que van a Invernalia a una reunión con Lord Ned Stark, por lo visto se reúnen cada cierto tiempo para tratar en persona los negocios que tienen entre el norte y la comerciante Weasley.

- Bien, de esa manera podre por fin conocer a esa mujer, he pedido varias veces a Baelish que se comunicara con ella para ver si sus negocios se podrían extender a los siete reinos, pero no he tenido respuesta, ahora por fin podré saber que motivos da la mujer para su silencio.

Sabía perfectamente que Baelish no había obedecido sur ordenes, lo había visto en su mente, pero aun necesitaba pruebas de sus actos y poder hablar con Ginevra le ayudaría a desenmascarar al hombre. Fueron varios días de viaje lo que tardaron en llegar a Puerto Blanco, el puerto principal del norte y cuyos encargados eran la familia Manderly.

- El que nos esta esperando es Lord Wyman Manderly y el que esta a su lado es su heredero Wylis Manderly.

- Gracias por la información Ser Davos.

El barco del príncipe fue el primero en atracar en el puerto, tras eso bajaron del navío y Lord Manderly, junto con su hijo y los nobles de lugar se inclinaron para saludar.

- Bienvenido a Puerto Blanco alteza.

- Gracias por su bienvenida Lord Manderly, veo que es cierto que eso que se dice, el norte puede ser frio, pero los corazones de su gente son calientes y apasionados, no me esperaba semejante recibimiento.

- Gracias por sus palabras alteza.

- Ha llegado algún mensaje para mi Lord Manderly.

- No alteza, los cuervos ya han informado de su llegada al norte y Lord Stark ha enviado a un emisario de confianza junto con varios hombres para ser su escolta.

- ¿Quien es el emisario?

- Ser Jory Cassel.

- He escuchado hablar de él - Brandon miro a su tío Jaime - ¿no es uno de los que estuvo contigo cuando se ataco Pyke?

- En efecto, estaba a mi lado cuando atacamos a esos estúpidos calamares.

- Fue una gran pelea - Jory se acerco al grupo - aun me asusto cuando pienso en Thoros de Myr empuñando su espada llameante.

- Cierto Ser Jory - hablo Jaime - pero más miedo pasaron los hijos del hierro ante esa visión, me alegra volver a veros, os veo bastante bien.

- Gracias Ser Jaime - el hombre entonces se dirigió a Brandon - alteza es un honor para mi ser su escolta, pero debemos esperar a que la comerciante Weasley desembarque antes de partir a Invernalia.

- No hay problema Ser Jory, además, tengo ganas de hablar con la mujer, en cuanto desembarque que se le notifique mi deseo de hablar con ella.

- Así se hará alteza.

Brandon junto a Jaime se dedico a ver los distintos lugares de Puerto Blanco siempre acompañados de Wyman Manderly que les guiaba y de varios guardias como seguridad y protección.

- ¿La rebelión Greyjoy causó muchos perjuicios al norte Lord Manderly?

- No muchos alteza, hubo incursiones ciertamente, pero estábamos preparados para lo que venían.

- He escuchado por parte de mi padre - hablo Ser Jaime - que algunos de los barcos que conseguisteis incautar intactos pasaron a la flota del norte.

- En efecto Ser Jaime, debo decir que gracias a eso la flota del norte se ha fortalecido y los negocios han prosperado, también hace poco la casa Manderly terminó un jardín de cristal con el que poder cultivar incluso en invierno.

Siguieron hablando durante un tiempo, cuando Ginevra Weasley estaba lista para conocer a Brandon les dieron el aviso; en el puerto ya con todos sus hombres desembarcados y con todos los preparativos listos se encontraba Ginevra, junto a Lord Manderly se acercaba Brandon Baratheon y Jaime Lannister, la mujer se inclino haciendo una reverencia al igual que todo su séquito ante la presencia del heredero de los siete reinos. Fue Lord Manderly quien hablo.

- Lady Ginevra, quiero presentaron a su alteza real Brandon Baratheon, heredero de los siete reinos.

- Es un honor estar ante su presencia alteza.

- Levantaos Lady Ginevra, es un placer conoceros, he escuchado muchas historias de vuestros logros y me encantaría poder hablar con usted de varios negocios.

- Será un honor poder negociar con su alteza.

- Pues entonces será un honor viajar con usted a Invernalia ¿tenéis todo listo?

- Si alteza, mi carromato ya esta listo para partir.

Jaime que estaba observando el carruaje estaba sorprendido, las ruedas eran de metal y estaban cubiertas por un extraño material que las cubría, tenía pensado preguntar a la mujer pero estaba claro que esta sabía lo que iba a preguntar.

- Tanto las ruedas como los ejes de las ruedas están hechas de metal Ser Jaime, el recubrimiento es un material que llamo caucho que proviene de la resina y savia de varios arboles, las ruedas y sus complementos están hechas con minerales del norte que son los más resistentes, eso evita que las ruedas se salgan como pasaría en un carruaje normal Ser Jaime.

- ¿Sabíais lo que iba a preguntar?

- No sois el primero Ser Jaime en interesarse por el carromato, varios nobles en Essos y Braavos han pedido este tipo de carruajes, nunca me esperaba tener tanto éxito, por cierto Ser Jaime, me gustaría que me acompañarais en el carruaje junto con su alteza, hay unas personas a las que les gustaría hablar con usted.

- Será interesante saber que tal se va en un carruaje, mi hermana Cersei, la reina, tiene uno pero no tiene estas condiciones.

- Entonces creo que deberíamos partir cuanto antes, Invernalia nos espera y el camino es largo.

La primera persona en subir al carruaje fue Ginevra seguida de Brandon, tras eso Jaime subió, dentro aparte de las dos personas que ha estaban había otras tres personas, dos de ellas estaban cubiertas por capuchas y no se les veía el rostro, pero la tercera la reconoció al momento a pesar del tiempo pasado.

- Ser Willem Darry ¿que hacéis aquí?

- Ha pasado mucho tiempo Ser Jaime, me alegra veros en tan buena salud.

- Entonces este es el hombre que impidió que padre incendiara Desembarco del Rey con fuego valyrio - dijo uno de los encapuchados retirando la capucha para dejar ver sus rastros - gracias por impedir que mi padre asesinara a toda la gente de la capital.

- Viserys Targaryen, entonces la otra persona encapuchada es...

- En efecto, soy Daenerys Targaryen, Ser Jaime, alteza Brandon, es un placer conocerles en persona.

- El placer es nuestro - dijo Brandon - creo que de todas las sorpresas que me esperaba en este viaje esta era una que no me esperaba, conocer a los dos últimos miembros de la casa Targaryen es un gran honor altezas.

- En realidad no somos los dos últimos, vamos a Invernalia para luego ir al muro a ver al último miembro de nuestra familia.

- ¿El maestre Aemon sigue vivo?

- En efecto Ser Jaime, la última vez que Lady Ginevra estuvo en el norte fue a visitar el muro, allí conoció al maestre Aemon y le hablo de nosotros, antes de morir queremos conocerle en persona y que nos cuente sobre tiempos pasados de nuestra casa.

Estuvieron hablando tranquilamente, Brandon prometió a Viserys y Daenerys que llegado el momento Gregor Clegane pagaría por violar y asesinar a Elia Martell esposa de su hermano Rhaegar Targaryen y por el asesinato de Aegon Targaryen su sobrino pequeño, también Amory Lorch pagaría por el asesinato de su sobrina mayor Rhaenys Targaryen.

- Os agradezco vuestras palabras alteza, puede que nuestro padre fuera un monstruo, pero eran niños inocentes y no debían pagar por los crímenes de miembros de su familia.

- Estoy de acuerdo y aunque me cueste decirlo mi abuelo también debe pagar, estoy seguro de que fue él quien ordeno sus muertes.

- Es cierto - confirmo Jaime - hay muchos actos ordenados por mi padre de gran crueldad y debería pagar por ellos.

- Mejor hablamos de otros asuntos más alegres - dijo Ginevra - es cierto que ese hombre debe pagar, pero mejor ahora nos centramos en otros asuntos.

Nada más decir eso la mente de Ginevra y Brandon se unieron, de esa manera podrían hablar mentalmente y que nadie les pudiera escuchar.

- Ha pasado mucho tiempo Harold, espera ahora debo llamarte alteza Brandon ¿verdad?

- Muy graciosa Ginevra, muy graciosa, veo que has avanzado a un gran nivel ¿como va todo?

- Todo bien, he prosperado bastante como ya sabes y creo saber el motivo por el que este mundo nos necesita.

- Te refieres a lo que viene de más allá del muro, del regreso después de milenios de los caminantes blancos.

- En efecto, el invierno que viene va a ser muy largo, el más largo después de mucho tiempo, los expertos que tengo a mi cargo lo corroboran con sus datos.

- Entonces también regresara la llamada Larga Noche, los años de oscuridad se acercan a este mundo y debemos detener la amenaza para que la humanidad no sea derrotada y convertida en muertos.

- Yo me estoy expandiendo por Essos para de esa manera contar con más fuerzas para cuando sea necesario, pero eres tu Brandon quien tiene el mayor trabajo.

- Unificar los siete reinos, acabar con rencillas pasadas para de esa manera estar mejor preparados y hacer creer que en verdad la amenaza es verdadera, tengo entendido que incluso en el norte ya son pocos los que creen en esas historias por lo tanto en el sur será aun más difícil.

Siguieron conversando en su mente planeando el futuro, debían de ser cuidadosos ya que no sabían que estrategias y artimañas usaría el enemigo contra ellos, de vez en cuando hablaban ante las demás personas del carruaje de diversos temas sobre los siete reinos, fue un viaje tranquilo hasta Invernalia donde obtendrían más respuestas a sus planes en aquel mundo.

Al norte, más allá del muro, más allá de los Colmillos helados y del Bosque Encantado, donde ningún ser vivo ha llegado, en las Tierras del Eterno Invierno un poder maléfico se alzaba. El rey de la noche, el jefe de los caminantes blancos, se encontraba sabiendo sobre los asuntos del sur, gracias a su dios el Gran Otro, el enemigo de todo lo vivo que se encontraba encerrado en el lugar llamado Invernalia, sabía sobre los sucesos que se producían al sur, de como los humanos en gran parte habían olvidado su historia, de como ya eran escasas personas las que sabían que regresaban, pero el Gran Otro le había avisado de dos personas, de un hombre llamado Brandon Baratheon, de un hombre que no debería haber nacido en este mundo y de una mujer llamada Ginevra Weasley que tampoco debería estar en este mundo, debía acabar con esas amenazas para que sus enemigos se pelearan entre ellos y no supieran de su llegada. El rey de la noche sabía que entre la gente al norte del muro sabían de su regreso, por eso cada vez enviaba más de sus emisarios para acabar con los salvajes o como ellos mismos se llamaban el pueblo libre, de esa manera el sur no sería alertado y añadiría más fuerzas a sus ejercito, triunfaría en nombre del Gran Otro y exterminaría a todo lo vivo.

Y con todos ustedes el primer capítulo ha sido terminado. Espero que les haya gustado y hayan disfrutado tanto como yo escribiendo. Si tienen alguna duda o pregunta pueden escribir a mi email. El siguiente capítulo quiero tenerlo en un par de semanas pero no puedo prometer nada.