Disclamer: Los personajes de esta historia le pertenecen a Hajime Isayama, yo solo los vuelvo homosensuales.
Advertencias: ¿Aparte de que esta historia es de homosensuales…? Por el momento no.
Dedicatoria: Fredo-chan! This shit is for you! Espero que te guste porque me esforcé QwQ
No Name: Esclavo. Personas vendidas por algún familiar antes de ser inscritas en el registro civil. Los No Name carecen de derechos, no son amparados por la ley. Todo hijo de innombrado nace siendo uno e independientemente de si uno de los progenitores es un Named, pasa a ser propiedad del dueño de su progenitor. La venta e intercambio de innombrados es un acto legal. Todo individuo sin nombre porta cadenas en sus brazos como símbolo de esclavitud. Si el No Name porta un collar con cadena en el cuello, significa que no está a la venta ni es materia de intercambio. A este último se le conoce como No Name exótico. Un No Name puede obtener su libertad si su propietario le quita las cadenas y le da un nombre legal.
Named: Individuo en libertad. Personas llevadas al registro civil al nacer. Ya que están bajo el régimen legal, sus derechos son amparados por la ley. Tienen la libertad de comprar No Names si poseen dinero para ello. Todo Named porta consigo un collar en el cuello con su nombre como prueba de identidad.
Capítulo 1: Voice
Porque aquella rosa tan hermosa estaba llena de espinas.
Sin importar su veneno la corté para que me perteneciera…
No me di cuenta que solo provoqué que se marchitara….
·
Eren…
Eren…
Eren… ¿Dónde estás?
—¡Eren, despierta!
—¿Eh? ¡¿Mikasa?! —el joven moreno despertó de sobresalto al ver a su hermana al lado—. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no entres a mi habitación sin permiso?
—Pero llevo más de media hora llamándote. Papá ya se marchó.
—Um… ¿Y para eso me despiertas?
—El desayuno se enfría. Además ya son las diez y media —dijo mientras sostenía una charola con comida.
—¡¿Las diez y media?! ¡Llegaré tarde a la universidad! —Eren se levantó casi cayéndose de la cama por las sábanas. Se supone que las clases comenzaban a las nueve, pero de nueva cuenta había caído en un sueño del que le resultaba difícil despertar.
—No hay clases… otra vez. Toma, se enfriará —la pelinegra le extendió la comida.
—¿Otra protesta?
—Así es, es la tercera protesta por los No Names en el mes. Escuché que esta vez durará más tiempo… Eren, la comida —el joven solo frunció el ceño.
—Deja de traerme la comida a la cama. Sigues actuando como una No Name… —Mikasa agachó la mirada.
En efecto, Mikasa fue una innombrada hasta los nueve años. Otro No Name la tenía acorralada en un callejón e intentó violarla, pero Eren apareció y la rescató. El señor Grisha Jeager encontró a su propietario y la compró para liberarla a petición de Eren, pero además la adoptó para hacerla miembro de la familia. Aunque Mikasa ahora era una Named, decidió quedarse para servir al señor Jeager y en especial, para proteger a Eren como pago por su libertad. Aunque a fin de cuentas, Eren solo se molestaba por el trato que le tenía. Le repetía una y otra vez que era libre y que podía hacer lo que quisiera. Y a decir verdad lo hacía. Podía salir a la calle, ir de compras, pasear con amigos, pero el bienestar de Eren le parecía primordial, así que salía siempre y cuando supiera que Eren estaba a salvo.
Eren, por su parte, solía ser problemático. Desde siempre estuvo en contra de la esclavitud de los No Names y se la pasaba en revueltas reclamando su libertad, pero tanto tiempo en huelgas y protestas solo lo convencieron de que nada de eso funcionaría. Después de todo, la mayoría de propietarios de innombrados eran políticos, mafiosos y gente rica acostumbrada a ser tratada como de la nobleza. Pagaban por No Names para explotarlos trabajando, hacerlos esclavos sexuales e incluso hacer uso de sus órganos para trasplantes. Era abominable que esto fuera un acto legal. Si tu nombre no está en el registro civil, la ley no te protege y puedes ser vendido y tratado como a un objeto cualquiera. El trato a aquellos sin nombre era deplorable; Eren podía sentir un hueco en el estómago cada que se enteraba de la muerte de uno más.
El fin de todos los sin nombre era el mismo: ser incinerado y que sus cenizas fueran arrojadas a un baldío. Incluso se podía mandar a incinerar un No Name vivo, ya sea porque padeciera alguna enfermedad o deficiencia. Resultaba común que las No Name sometidas a prostitución terminaran ahí al adquirir alguna enfermedad de transmisión sexual. Aun así, todos ellos contaban con estado de salud y fuerza necesarias para trabajar. Esto se debía a que si nacían enfermos, discapacitados o con una deformación, eran incinerados desde su nacimiento sin darles la oportunidad de conocer la vida.
La vida de alguien sin nombre era difícil, pero no los eximía de pecados. También había casos de No Names que escapaban y asesinaban Nameds para arrebatarles aquel collar que les acreditaba identidad. Intentos fallidos a veces, porque era bien sabido que un collar de identidad no se puede quitar… a menos que decapites a su portador. Sí, había No Names que cometían esa atrocidad. Se les conocía como coleccionistas de nombres, ya que ni siquiera se podían colocar alguno, por lo que vivían su vida como asesinos seriales. Un No Name podía ser temible, lo que provocaba que fueran más repudiados y discriminados. Por eso la mayoría de la gente estaba acostumbrada a verlos como escoria.
A pesar de ello, jóvenes se reunían para reclamar la libertad de los No Name, ya que estos no tenían la culpa de ser lo que eran, mas todos esos esfuerzos resultaban en vano. Es por eso que Eren se había cansado de asistir, pero eso no significaba que se rindiera. Era un joven determinado y dispuesto a luchar, y terminó uniéndose a un grupo al que llamaban "Alas de la Libertad" que se dedicaba a dar y recolectar fondos para pagar la libertad y nombrar a No Names. Por ahora, aunque esto era lento, era la única manera de realmente lograr algo. Eran pocos los que se unían a este grupo, ya que a la mayoría de la gente le parecía estúpido y peligroso. Mientras tengas un nombre no había de qué preocuparse.
Eren vivía en una zona libre de innombrados, aunque esto no significaba que ignorara su existencia. Su madre fue una No Name; había sido maltratada y violada incontables veces, hasta conocer a Grisha, quien se enamoró de ella. Al conseguir un empleo después de graduarse como médico, logró pagar su libertad justo a tiempo, dado que "Carla" ya cargaba un hijo en su vientre y los días eran contados para saber si lograría darle nombre o no. A pesar de conseguir nombre legal para Carla y vivir como una familia tranquila junto con Mikasa, había cosas contra las que no se podía luchar. Eren perdió a su madre a los once años cuando falleció por cáncer.
Tras comer el desayuno que Mikasa preparó y limpiar su habitación, decidió distraerse un poco en redes sociales, eso lo controlaría de la ansiedad que recientemente tenía. Más que preocuparse por la liberación de No Names, había algo que rondaba por su mente, pero no podía definirlo. Esa presión en su pecho había aumentado estos últimos días como si su mente le exigiese hacer algo, pero no sabía qué; esas corazonadas eran más frecuentes por las noches cuando intentaba conciliar el sueño. Abrió Facebook para ver cómo estaba invadido por publicaciones sobre la protesta de ese día, ya era común que todo se llenara de imágenes de protestas cada que había. Pasó un rato observando lo mismo hasta que una publicación llamó su atención.
Mina Carolina
Tomás se enfermó por ir a escuchar a NO NAME!
Me gusta · Comentar · Compartir
A primera instancia lo que llamó su atención fue el uso de mayúsculas... y que no encontraba la lógica de la publicación. Siguió leyendo los comentarios.
Sasha Blouse En serio fue a escucharlos?! No inventes, qué pánico.
Krista Lenz Se enfermó? Pudo ver los ojos del No Name maldito?!
Armin Arlert Haha, eso es imposible, ese No Name nunca se quita la venda de los ojos.
Sasha Blouse Creí que era ciego.
Armin Arlert No creo que sea ciego, lo habrían incinerado al nacer.
Krista Lenz Dicen que puede ver a través de la venda.
Annie Leonhart Yo escuché que ve el futuro de las personas que observa.
Mina Carolina Y yo que da mala suerte si lo escuchas, por eso Tomas se enfermó.
Armin Arlert Es mentira, yo una vez fui a escucharlo y canta genial. Creo que la venda en los ojos solo es para hacerlo llamativo y misterioso, después de todo, por eso es popular. Su propietario debe ganar mucho dinero por él, es un No Name exótico.
Sasha Blouse Pobre, qué lástima que alguien con talento nunca pueda conseguir su libertad…
La curiosidad estaba entrando en Eren. Le molestaba que llamaran a un No Name maldito y sobre todo exótico. ¿Por qué le quitarían la oportunidad de ser libre a alguien? Había sabido antes de No Names exóticos, pero este llamaba más su atención. Sintió de nuevo una corazonada. Se percató que Armin estaba conectado y no dudó en preguntarle.
"Hey Armin, qué sabes sobre el No Name maldito?"
"Eh? El vocalista de NO NAME?" De nuevo mayúsculas.
"NO NAME?"
"Es una banda de innombrados, por eso la llaman así, es bastante popular. Se dice que el vocalista está maldito y por eso tiene los ojos vendados. Hay demasiados rumores sobre él, historias de terror sobre lo que pasa si llegas a ver sus ojos. Haha, muchos toman como prueba de valentía ir a escucharlo."
"Creo que sí sabes mucho al respecto."
"Lo que pasa es que hace unos meses Jean nos reto a mí y a Marco a ir a escucharlo, pero no pasa nada, en realidad canta asombroso. El problema es el lugar y la gente de ahí, está lleno de delincuentes y No Names en prostitución. No salimos malditos, pero nos asaltaron fuera del lugar."
"Tal vez debería ir, suena interesante."
"Qué?! Estás loco! Mikasa no te dejará ir y ni pienses en que te daré la dirección."
"Pero si hasta tú has ido!"
"Iba con Marco…"
"Sí, sí, ya sé, tu novio te acompañaba. Además no soy como tú, yo puedo defenderme, no soy débil!"
"Un metro ochenta de estatura no te hace invulnerable a delincuentes, Eren."
"Pfft, ya entendí…"
Apagó la computadora y trató de pensar en otra cosa. Suspiró profundamente y sintió la vista algo cansada. Cerró los ojos.
¿Un No Name maldito, huh?
Eren...
Eren...
¿En verdad existes o solo eres un dulce sueño que me atormenta?
Un fuerte dolor se apoderó de su pecho, su corazón volvía a latir fuertemente como si acabase de bajar de una montaña rusa. Esa ansiedad regresaba. Trató de tranquilizarse, pero no podía, nuevamente esa voz resonaba en su cabeza. Se apresuró a la cocina por un vaso con agua para ver si eso lo relajaba. Volteó a ver a Mikasa, quien sin querer se había quedado dormida en la sala, así que la cubrió con una manta y se dispuso a tomar una ducha. Antes de eso le dejó un mensaje a Thomas.
"¿Podrías darme la dirección del lugar donde se presenta NO NAME?
La caída del agua sobre su morena piel logró calmarlo, haciendo que se perdiera por unos instantes con la mente en blanco. Después de volver en sí, salió rápido y vistió algo casual. Revisó en la computadora y para su suerte, Thomas ya le había enviado la dirección. Era un lugar desconocido, así que si quería llegar, debía ir antes para encontrarlo. Por lo menos sabía que era en un lugar del centro de la ciudad. Dejó una nota en la mesa para Mikasa.
"Saldré a distraerme, volveré tarde. Eren."
No sabía por qué, pero sabía que debía estar presentable. A medida que se acercaba al centro de la cuidad, el palpitar de su corazón aumentaba como si le dijera que se estaba acercando. ¿Pero a qué? Solía ser impulsivo, pero esta vez no había razón alguna para hacerlo. Aun así seguía guiándose por sus latidos. Comenzó a adentrarse a calles un tanto vacías en busca de aquel lugar, definitivamente estaba llegando a una zona peligrosa, Armin no mentía cuando dijo que había No Names en prostitución por ahí. Observó varias en las esquinas de las calles y sintió algo de lástima. Pero ver No Names solo le recordaba cual era la meta en su vida: algún día esas cadenas desaparecerían, liberaría a los No Names hasta que no quedara ni uno solo.
Siguió avanzando a paso firme hasta que encontró el lugar. No fue tan difícil, ya que había observado personas caminando en esa dirección, así que optó por seguirlas, llegando así hasta un bar en un edificio de 4 pisos. Distinguió un letrero en el cual estaba escrito "NO NAME" en letras grandes; con esto supo que no había error. Igualmente no fue difícil entrar, la seguridad era mala, ni siquiera pidieron identificación de mayor de edad, solo dejaban entrar a todo el que pagara la entrada. Se molestó por esto, pero aquel disgusto aumentó al entrar y ver una gran cantidad de No Names sirviendo al resto, siendo empujados e incluso golpeados por los Nameds que entraban al lugar. Apretó el puño para contener las ganas de golpear a alguien, sabía que esa clase de lugares no eran indicados para él y aun así había decidido acudir.
Se sentó en la barra indeciso sobre si pedir algo de beber o no. Ya tenía diecinueve años, así que estaba en edad de beber alcohol, pero no era de su gusto. Nada en ese lugar le gustaba, incluso la música de fondo hasta ahora le parecía escandalosa. Ya ni siquiera lograba distinguir si sus latidos seguían igual de fuertes por lo aturdido que se encontraba. Estuvo a punto de retirarse, pero no había ido ahí solo a dar una vuelta, quería escuchar al No Name exótico que se decía que estaba maldito. Eso y tratar de controlar la ansiedad que tenía. Vio la hora en su reloj para notar que ya era noche. Se preguntaba qué tan preocupada estaría Mikasa… No dudaba que lo estuviera.
De repente, las luces de todo el lugar se apagaron y aquella música escandalosa cambió por una más tranquila que constaba solo de un teclado. Un reflector de luz incandescente apuntó al centro de lo que parecía un pequeño escenario e iluminó la pequeña silueta de un individuo que se encontraba en el centro de rodillas.
Aquella luz opaca resaltaba la piel increíblemente clara que tenía, la hacía parecer de porcelana. Era sumamente delgado, de cabello negro azabache con corte tipo militar. Se veía demasiado frágil, como si se fuera a romper en cualquier instante. Vestía totalmente de negro, un pantalón ajustado rasgado en la parte superior de las piernas y una playera de manga larga que apenas cubría sus hombros y dejaba ver más de esa delicada piel. Un collar negro y grueso con cinco eslabones al frente y, como había escuchado, una venda le cubría los ojos. Este era el No Name maldito. El pelinegro levantó lentamente las manos para acercar el micrófono hasta sus labios, dejando ver además las cadenas de sus muñecas. Comenzó a cantar.
Where are you?
Una ligera descarga eléctrica recorrió cada centímetro del cuerpo de Eren al escucharlo. A diferencia de la frágil apariencia del azabache, su voz sonaba fuerte y varonil a pesar del tono suave de sus palabras. Reconoció esa voz al instante. Era la voz que escuchaba en sueños y le robaba la tranquilidad.
Llamo tu nombre, pero no respondes,
Vivo en agonía esperando tu llegada.
Mi piel exige tu presencia...
Pero no estás aquí...
Estoy harto de hundirme en el silencio esperándote,
Ven a mí, por favor...
De pronto, las luces iluminaron por completo aquel pequeño escenario y permitieron ver a los otros dos No Names que acompañaban al vocalista. La suave música se tornó más energética al mezclarse con el sonido de la guitarra que la innombrada castaña tocaba, al igual que las aceleradas notas del teclado del No Name alto.
Enséñame lo que es el amor,
Destroza mi cuerpo para que liberes mi alma
Róbame un beso que me lleve al paraíso
Dame alas para volar hasta ti, mi ángel negro
Juguemos con fuego en una noche apasionada
Que nuestros cuerpos ardan hasta volverse cenizas
Demuestra que te pertenezco solo a ti…
Pese a todos los chillidos y ruido del lugar, Eren solo podía escuchar esa voz. Sus latidos, aquella presión aumentaba. Comenzó a caminar hasta aquel escenario como si estuviese bajo hipnosis, y lo estaba, aquella hermosa voz lo llamaba solo a él. Lo sentía, aquel ardor en su pecho le hizo sentir que esa sensación era amor, pero un amor que rugía de forma desesperada, como si el mundo se fuese a acabar en ese instante impidiéndoles tocarse.
¿En realidad existes o eres un dulce sueño que me atormenta?
A medida que Eren avanzaba, el azabache hacía lo mismo lentamente hacia el frente aún de rodillas. Aunque no veía, se dirigía en la misma dirección hasta quedar frente a frente lo más cerca que los límites del escenario les permitían.
¿Puedes escucharme?
Probemos que el destino existe y que un hilo rojo nos une,
Te dedicaré hasta mi último aliento
Si vienes y marcas tu nombre en mi alma
Úneme a ti aunque acabes con mi existencia
Haz que mi sangre hierva de pasión
Mientras me ahogo en tus ojos aguamarina…
Cada palabra era una flecha disparada a su alma, algo en su interior le pedía tocarlo. Quería tomarlo en sus brazos y llevárselo lejos donde le perteneciera a él y solo a él. Intentó dar un paso más al frente, pero un rubio alto de ojos azules se lo impidió y lo despertó de su hipnosis. Nuevamente la música se calmó mientras veía como el azabache temblaba.
Ven a mí, por favor...
Estoy harto de hundirme en silencio esperándote
Mi piel exige tu presencia… pero no estás aquí
Vivo en agonía esperando tu llegada
Llamo tu nombre, pero no respondes
Where are you?
El silenció se formó por unos momentos hasta que los gritos de chicas inundaron el lugar. Las luces volvieron a ser las de al comienzo y todos volvieron a beber en sus sitios.
—Estoy aquí… —Eren susurró mientras se quedaba inmóvil en aquel lugar.
Ese extraño No Name se puso de pie y bajó del escenario al igual que los otros No Names para mezclarse entre la gente. Eren no perdió el tiempo y quiso acercarse, pero no fue el único; un par de mujeres e incluso hombres se acercaron rápidamente para preguntar el precio de pasar una noche con él. Aquel rubio que había detenido a Eren antes los apartó para responderles:
—No está disponible para esa clase de servicios ni está a la venta. Su propietario se molestará si insisten.
Eren sintió alivio y decepción al mismo tiempo, pero eso no importó, lo tenía tan cerca que no pudo contener ese impulso. Aún en medio de toda esa gente, estiró la mano para apartarlo y tomarlo entre sus brazos apretándolo fuertemente. El azabache no supo reaccionar y para Eren todavía no era suficiente. Lo tomó del rostro para ver cada una de sus facciones, cada detalle y sin importar nada, lo besó.
Al comienzo fue un ligero roce, pero no dudó en profundizar ese beso con desesperación robándole el aliento al contrario. Movió sus manos y quitó esas vendas que le impedían ver sus ojos. Unos hermosos orbes grises lo miraron de manera sorprendida.
—Eren…
Todo mundo se paralizó ante el acto rebelde del moreno y al observar los ojos de aquel No Name que se decía… está maldito.
Siguiente capítulo: Captive bird?
Holis, amores QwQ Gracias por leer y esto… no sé qué decir.
Realmente escribí esto, porque No Name resonaba en mi cabeza y decía: "¡Escribe, Bitch! Pero al comenzar a escribir una historia escolar se me hizo aburrido y estuve modificando mucho. En total, hasta anteayer había hecho 4 versiones, a ver cuál me parecía mejor, pero ayer cuando me dirigí al trabajo y testigo de Jehová salvaje aparece dándome un par de revistitas (La Atalaya y Despertad) me puse a hojearlas en el transporte (yo sí las leo) para tratar de inspirarme. Llegando a una partecita donde hablaban como en Europa la trata de personas aumenta, vendiéndolas como esclavos laborales y sexuales… ¡Gracias kami, la inspireishon vino a mí! Y terminé escribiendo otra versión de No Name totalmente diferente, pero que va más a mi estilo OwO
Am… algo más… Estaba pensando en animarme a escribir M-preg, pero descarté rotundamente la idea. Creo que un embarazo, por los cambios de humor, termina afeminando al uke la mayoría de las veces y no quiero volver tan OOC a los personajes. Son pocas las autoras que leo que logran mantener la personalidad de los personajes y las admiro por eso… Así que si consideran que me desvío, avísenme de inmediato para reponer.
Otra cosa… ¿Por qué putas debo emparejar al pony? Que se joda =u=)9 MaruAru forevah! …Y ténganme paciencia, es la primera vez que publico Ereri ó.ò ¿Actualización? Eso depende de ustedes, los kawaiis reviews son la motivación de toda autora (o su bloqueo mental). Igual pueden amenazarme con lechugas salvajes en face si les interesa n.n ¡Nos leemos!
