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Diciéndole adiós al amor
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Era la última vez que iba a verlo. Había decidido terminarlo por el bien de ambos. Dejar de lado cualquier sentimentalismo estúpido y solo decirle sin temor a herirlo:
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Terminemos.
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Decidió que eso haría. Seria fuerte, lo miraría a los ojos y le diría que aquello no podía seguir más. Pero al verle tan despreocupado, tan sereno solo dijo algo casual y se despidió.
Cobarde, su mente le decía cobarde. Habían iniciado su relación en base a un desamor anterior. Se detesto por eso. Sentía que prácticamente lo había usado para olvidar el amor que algún día la enloqueció. Pero no salían esas dos palabras:
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Debemos terminar.
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Las decía estando sola, no cuando le tenía en frente. Debían terminar. No porque él fuera malo. Sino porque ella no lo amaba. Pensó que ese tiempo juntos podría hacer que despertara amor por el joven. Se sentía mas fría que un tempano de hielo. Y la peor mujer por haber dicho que si cuando estuvo en su punto mas bajo, en sentido emocional. Los tiempos de luto entre relación y relación estaban por algo. No era sano transgredir eso. Golpeo con fuerza la pared. Sintió que sus manos le dolían de tanto golpearlas. Observo la foto del responsable de haber aceptado esa relación.
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-No te odio. ¿Sabes? Yo solo me odio a mi misma porque haré sufrir a alguien por no poder olvidarte. Desearía no haberte conocido.-dijo mirando la foto no de su novio. Sino de su amor anterior a ese. Al que si amo. La volvió a meter entre sus libros de medicina.
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Hundió su cabeza entre sus piernas. No lo amaba. Aquello era absurdo. Un enorme absurdo. No reconocía su reflejo en el espejo. Camino en círculos antes de tomar la primera decisión por impulso que se le ocurrió. Sin perder tiempo fue a ver a su novio. Le espero que saliera del trabajo.
Justo esa noche llovía. No pudo prever eso porque había salido sin paraguas.
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-Hola.-dijo ella al verlo salir. Observo como salió el vapor de sus labios por el frio clima.
-Te estas mojando, Candy. No esperaba verte. Pero me alegro bastante. Te invito a cenar.
-Yo… Por favor, escúchame. Debemos conversar los dos. Es algo… Algo urgente.
-¿Estas enferma? ¿No te sientes bien? En ese caso debería de…
-¡No es eso! Quiero decir… Eres un gran muchacho. Me has dado mas de lo podría imaginar, me diste tu tiempo, tus energías, tus detalles…Pero yo… ¡Soy una ingrata!
-¿De que hablas?
-Eres muy bueno. El problema que yo no puedo decir lo mismo de mi…
-¿Estas…
-Lo intente. Intente amarte… ¡Créeme que así lo quise! Pero no puedo. Y no es por ti. Es por mí. Yo…No pude, ni sabré amarte…
-Esto es... Porque aun no lo superas, ¿Verdad, Candy?
-En verdad perdóname. Por ser una persona horrible.
-No creo que lo seas.
-Lo lamento.-la rubia agacho la mirada.
-Supongo que ambos deseábamos olvidar a alguien. Yo a mi ex-novia y tú al tuyo. Descuida, Candy. No te odio. En tal caso gracias por decírmelo y no callártelo. Hubiera sido más doloroso de haber estados casados. ¡Anímate! No me tirare de un puente por eso. Lamento haber dicho eso, no quería…
-Descuida. Yo… Estoy bien. Eso paso hace mucho tiempo. Solo que…
-No lo has superado. ¿Sabes? Creo que nadie te merece.
-No digas eso. Soy yo la que no merece a ningún buen muchacho que este en mi camino. ¡La vida es caprichosa! Conoces a un gran muchacho y la vida te lo quita. Tratas de reconstruir tu corazón, darte otros ánimos de vida. Y la vida nuevamente te lo quita. Y te deja vacía.
- A ti te la quito la vida, a mi me la quito el interés. Me dejo por alguien con mejor ingreso económico. Créeme mi caso es mas patético, Candy.
-Somos unos pobres miserables en el amor al parecer.
-Si, tal parece. Aun así te invito a beber algo. ¿Te parece a manera de despedida?
-¿Estas seguro?
-Tenemos más de dieciocho años, Candy. Si queremos beber, pues solo lo hacemos y ya esta.
-De acuerdo.
-Vámonos, señorita ex novia mía.
-¡Jajajaja! Gracias por no volverte loco o amenazar con quitarte con la vida.
-No soy de esos.
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-¿Así que él te dejo por otra chica?-pregunto el joven. Mientras se servía un poco de licor en su vaso.- ¿Gustas?-le ofreció un vaso. Habían llegado a un bar. La idea de beber junto a su ahora ex novio sonaba algo extraña. Pero toda su vida había sido así. Eso era un paseo por el parque en comparación con las cosas que habían pasado ya.
-Gracias. Aunque no estoy acostumbrada a beber. –bebió un sorbo del el vaso que le ofreció el joven.-Yo no diría que fue así como… Pero es una forma ruda de decirlo.
-Interesante. Creo que nuestros ex novios eran unos…
-¡Oye no maldigas!
-Iba a decir "estúpidos".
-¿Por qué te fijaste en mi?
-Porque me gustaba tú forma de ser. Tan animada. Tan natural, no eras como las demás chicas que ya hubiera conocido de tu medio social. Por eso y porque tus ojos me recordaban a ella.
-¡Oh! Debería de tomarlo con un elogio supongo. SI me dijiste que ella era bonita.
-Bonita es poco. Ella era diabólicamente hermosa.
-Igual que el joven que me dejo.
-¡Jajajaja! ¿Te preguntas si algún día nuestros ex novios se casaran, Candy?
-Seria el fin del mundo.
-¡Jajajajaja!
-Al menos uno de nosotros se animo.
-¿Tu no lo estas? Creí queme sentiría peor después de que me terminaras. Pero esto es algo inusual y a la vez terapéutico. Creo que esto te falto con tu anterior ex novio, Candy.
-¿Tomar alcohol con él?
-No. Decirle todo lo que pensabas.
-¿Lo que pensaba?
-Si, creo que debiste echarle en cara todo tu dolor que sentiste. Así al menos lo hubieras sacado de ti.
-Creo que ya es tarde para hacer eso.
-Aun puedes.
-No.
-¿Quieres que te ayude?
-¡Por favor no!
-Lo tengo solo marca a su teléfono. Y luego…
-¡He dicho que no!
-Bien, mi capitana de la negación.
-Eres adorable.-decia ella, con burla.
-Tu también, pero concéntrate. Lo que te decía es que debes enfrentarte a ese que te dejo y decirle como te sentías.
-Suena estúpido.
-Lo es, pero así como lo ves es efectivo. Sino míranos a nosotros. A un paso de convertirnos en solo dos amantes sin amor.
-¡Jajajaja! ¿Yo tu amante? Mejor solo sigamos despotricando sobre los amores ya olvidados.
-Si los hubiéramos olvidado no estaríamos en este bar de mala muerte para empezar. ¿No crees, Candy?
-Es verdad.-toco su mentón la muchacha.
-Tal vez eso sel amor es solo para unos pocos cuantos. ¿Quién sabe?
-Aun así…
-Aun así no es justo. Nadie nos manda amar con todo nuestro ser para luego ser desdeñados por esos ingratos.
-¡Si, son unos ingratos!
-¿Ya te emborrachaste?
-¡Si! Es decir no.
-Deberíamos hacer un juramento.
-¿Juramento?
-No uno de amor si es lo que estas pensando. Uno donde juramos ya no ser un par de idiotas enamoradizos. Uno donde prometemos ser felices solos. ¿Él te ha buscado alguna vez?
-Jamás.
-Bien ahí lo tienes.
-Es verdad. Uno pierde cuando se enamora.
-Exacto, eso nos enseño la vida, Candy.
-De la manera más dolorosa posible…-apretó el vaso en sus manos.
-¿Quieres hacer ese juramento?
-Hagámoslo.-tomo la mano del joven. Se sintió mareada.
-Juro solemnemente que… Repítelo también…. Juro que no necesito de nada, ni de nadie para ser feliz. MI felicidad se basara en mis acciones que realice. No por quien este conmigo o quien sea mi pareja o…
-O por quien diga o digamos amar. Ni en nada que me haga creer que el amor puede ser correspondido. Solo seré un ser solitario.
-O ser solitario, como un lobo.
-¿Un lobo?
-Concéntrate, Candy.
-Tú metiste al lobo en el juramento.
-Por eso no tienes novio.
-¡SI lo tenia! Eras tú, pero decidí terminar.
-No hablo de mí, hablo del otro antes de mí. Te dejo porque le cansaste.
-¿Así? Y a ti te dejo tu anterior ex novia estúpida porque….Porque….
-Si vas a insultarme hazlo bien.
-Para insultarte no tengo que hacerlo bien o mal, solo lo hago, tarado.
-Yo no fui quien te dejo sola. A tu merced. ¡Estábamos a un paso de casarnos!
-Si, pero…Pero.., ¡¿De que demonios servía eso si no te amaba?!
-Eso es… ¡Me importa un pepino! Si el amor no existe, da igual si te casas o no.
-¿Lo crees así?
-Si, Candy. Empiezo a creer que es así.
-¡Oh! Yo…
-Ceo que fue mala idea venir aquí….
-Si, creo que si. Condenado alcohol. Mejor nos vamos o será muy tarde.
-Concuerdo.-se fueron apoyándose en sus hombros y tarareando una canción que escucharon en el bar.
- Mambrú se fue a la guerra, ¡qué dolor, qué dolor, qué pena! -cantaban ambos por las calles vacías.-Mambrú se fue a la guerra, no sé cuando vendrá. Do-re-mi, do-re-fa, no sé cuando vendrá. ¡Jajajaja! Somos un par de locos… Quien no nos conozca que nos compre… ¡Jajajaja! ¿Qué es el amor? ¡Jajajaja!
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Ahí iban dos seres despechados, que tratan de olvidar a sus amores pasados.
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Luego en eso se quedaron apoyados mirando el agua de un rio, estaban sobre un puente.
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-Dime ¿es justo?… ¿Qué ames y que te abandonen?-pregunto el joven.-Y no, no me refiero a ti. Que tu y yo no nos amamos...
-Creo que hay personas como tu y yo que no nacemos para amar.-decía Candy.-¿Sabes? Hace años me hubiera escandalizado si me habrían dicho que terminaría bebiendo con mi ex novio, pero creo que fue algo divertido.
-¿Beber?
-No, toda esta chacota que hicimos.
-¿Te das cuenta, Candy?
-¿Qué?
-Que servimos mejor así. Como amigos.
-En eso tienes toda la razón. ¡Que bueno que ya sabemos que no podemos ser mas que solo amigos!
-Si dos amigos que un día fueron novios.
-Gracias.
-¿Por qué, Candy?
-Por tratar de subirme el ánimo.
-¿Y funciono?
-Si, señor.
-Eso es bueno. No queremos que nuestra enfermera estrella se enferme.
-Ya, no soy una enfermera estrella.
-Me van a colgar por llevarte a tu casa a estas horas. No, creo que solo me pedirán que me case contigo.
-¡Jajajajaja! Eso si no llevan a un convento por beber como lo hice.
-Eres divertida, Candy. En serio creo que nadie te merece. Tendremos que hacer pública nuestra ruptura.
-¡Nah! En tal caso que sea discreta, no quiero que anden acosándome si saben que ya no tengo novio.
-Esta bien, Candy. En fin, será divertido ver la cara que ponen cuando les diga que mi novia me mando a volar…
-Lo siento.
-Es mejor así.
-Creo que ya va a amanecer.
-¿Tan tarde era, Candy?
-Si.
-¡Demonios! ¡Debemos irnos! Te llevo a tu casa.
-No, puedo irme sola.
-Yo te invite a beber.
-Bien, señor sobreprotector.
-Solo cuido a mi amiga.
-Bueno, amigo, vámonos.-decían los dos jóvenes alejándose, corriendo entre las calles que empezaban a iluminarse.
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Volvió a ella esa sensación de calma. Después de aquella platica con ese muchacho. Lo había decidido. Ellos no habían nacidos para amar. Suspiro antes de vaciar todas las cartas de ese gran amor que un día pudo ser. Las reviso una por una.
Se concentro en una. La rasgo. Así doliera pensó en desprenderse de todo recuerdo de su amor pasado. No le dolía haber terminado con su novio, en fin en una noche de despotricasiones y algo de alcohol pudieron volverse amigos, lo cual aun le parecía risible.
Lanzo las cartas sobre su cama. Una a una fue rompiendo, lloraba al hacerlo. Pero al final termino con la que antecedía todo ese sufrimiento que vivió.
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-Tú recibirás un trato especial. —dijo ella, con una sonrisa que mas que alegre parecía que era una de liberación.
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¡Era ahora o nunca!
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Tomo un prendedor, pero considero que seria peligroso quemar ese pedazo de papel dentro. La guardo en su saco. Y en el otro bolsillo guardo el encendedor.
Se fue caminando cerca del puente tarareando una vieja canción, la misma del día anterior.
Tomo esa carta la arrugo, y la lanzo al rio.
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-Quizá te llegue…-decía Candy.-Tal vez…
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Luego se fue siguiendo su propio camino. Había decidido ser independiente. Volver a ser la flor alegre que era antes.
Antes de tanto condenado drama. Solo la chica feliz y alocada que sabia que era. Sonrió por el provenir que le esperaba.
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-Tampoco es que desee tomar los hábitos.-decía la rubia. Para después encogerse de hombros.-¿Pero quien sabe?-decía animada.-Seria lo mejor irme a ayudar a alguna parte donde se necesiten enfermeras. ¡Eso! Necesito hacer algo productivo por mi vida. Vivir la vida, no dejar que la vida me viva. Y me consuma, no. La felicidad depende de uno mismo, y no de otros. Así que no puedo culpar al resto por mis decepciones. Así es la vida. Como alguien un día me dijo: Mientras hay vida habrá esperanza. Creo en esas palabras, que traducidas quieren decir que sea feliz. ¡Soy feliz de haberte conocido! A pesar de que nunca estemos juntos. Espero tu también lo seas. Que seas muy feliz con ella. Debes ser feliz. Me lo prometiste. Y una promesa es una promesa. En definitiva no importa lo que haga no podre olvidarte. Por eso termine con ni ex novio ayer. No podía engañarlo, no lo amo. Porque yo solo te ame a ti. Pero, ¿Qué podemos hacer si no nos toco estar juntos, mi amor?
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En ésta no
No me toca ser el que te ama
Ni nos toca hacer juntos la cama
Ni ver cuerdas de reloj
En ésta no
No coinciden nuestros universos
Ni podemos escribir un verso
Que describa nuestro amor
En ésta no
No nos toca caminar el mundo
Ni viajar hasta lo más profundo
De este cielo que se abrió
En ésta no
Nuestra historia nunca comenzó
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-Tal vez en otra vida…-decía Candy. Apretando los ojos, evitando llorarlo una vez mas.
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Tal vez en otra vida
Pueda darte todo lo que siento ahora
Tal vez en otra vida
Me toque en tu cuerpo contemplar la aurora
Tal vez en otra vida seamos tú y yo
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En ésta no
Aunque duela tanto aceptarlo
Y me quede con ganas de dar
Lo que me quema el corazón
En ésta no
Nuestra historia nunca comenzó
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-¡Adiós, mocoso engreído! ¡Adiós, Terry!-gritaba Candy, desde el fondo de su alma.-Adiós…
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Tal vez en otra vida
Este amor distante acorte las distancias
Tal vez en otra vida se nos dé la luz
Tal vez en otra vida seas primero tú
En ésta vida no
Tal vez en otra vida se nos dé la luz
Tal vez en otra vida seas primero tú
En ésta vida no
En ésta vida, no
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-Espero que seas feliz, Terry.-decía Candy, apretando los ojos, pero sacando una sonrisa de donde no sabia que la tenia guardada.
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FIN
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Otras cosas aparte:
En este fic postulo la idea de vivir feliz solo contigo mismo. No dejo a Candy con nadie. Solo consigo misma.
Fue una idea que siempre tuve, y creo que fue mi interpretación inicial del capitulo 115, donde NO se ve con quien se queda Candy.
Lamento si aquí no hay romance. Este es mas un fic de desamor.
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La parte en cursivas la extraje de la canción Mambrú se fue a la guerra.
La parte en negrita es de la canción En esta no, (de Sin Bandera).
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Posdata: Dudo mucho que deseen que la continué. Por la temática algo pesimista que plantee.
Solo fue algo que se me ocurrió.
Acepto todo tipo de comentarios. (Buenos y malos, pues así aprendo)
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Lamento si esperaban algo mas alegre, al menos este me quedo asi. Por lo general suelo hacerlos mas pintorescos.
Y trato de inspirarme para escribir otros géneros. (Como tal vez... Parodia) Algo se me ocurrirá después con ese género.
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A veces creo que lo mas difícil de escribir en los fics es un titulo adecuado que de la idea, créanme mas pierdo tiempo en eso que en otra cosa.
¿Prefieren las temáticas fatalistas o las mas alegres?
Les pregunto porque me gustaría saber que piensan ustedes.
Lamento si alguna de aquí esta leyendo Cambiare o morire en el intento (Un fic de mi autoria). Estoy en eso del bloqueo creativo en esa historia. Por eso no podido actualizarla. Pero ya saldré de esa situación, espero. :(
Porque me gusta esa historia. Y no pienso dejarla hasta que este terminada.
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Selenityneza
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