Aquí un pequeñísimo y suave drabble que se me ocurrió ayer por la noche, mirando las manchas de humedad del techo XD
Adverténcias: Slash, incesto
Pareja: Peter/Edmund
Conteo de palabras: 475
Disclaimer: Narnia y todos sus personajes son propiedad de C.S. Lewis. Yo sólo se los tomo prestados para escribir un diminutísimo desvarío sin ánimo de lucro.
LUCY SABE
Lucy sabe. Sí, desde hace tiempo de hecho.
Lucy sabe de sobras por qué, a altas horas de la madrugada, Edmund sale de los aposentos del Sumo Monarca con sus reales ropas desordenadas, las mejillas coloradas y una expresión de felicidad digna de un retrato en su rostro adolescente.
Lucy también es consciente de que, en las tardes en las que no hay guardias, Peter y Edmund no bajan al huerto precisamente para buscar manzanas. Más obvio es aún cuando regresan sin un solo de dichos frutos.
Ella sabe así mismo que, en los almuerzos de la Gran Sala de Cail Paravel, Edmund no pasea su pierna por debajo de la mesa para asestarle una patada a Peter. No, definitivamente esas no son sus intenciones. Y la mejor evidencia es la expresión placentera del Sumo Monarca, difícil de ocultar.
También sabe qué sucede exactamente cuando los descubre juntos en el corredor, y Peter aferra disimuladamente el cuello de la camisa de Edmund hasta empotrarlo contra alguno de los muros de blanco mármol. Lucy sabe a ciencia cierta que no son amenazas ni regañinas lo que emanan de sus labios.
Lucy también conoce la verdad del día en el que desaparecieron al alba y regresaron por la noche, sucios de tierra y hierba, agotados hasta la extenuación. Ellos alegan que fueron de caza, pero ah, no se llevaron ni arcos ni flechas.
Ella tampoco ignora el origen de los ruidos nocturnos que flotan por el pasillo de los reales aposentos, ni de los jadeos que en ocasiones se oyen a veces en la estancia de uno, a veces en la del otro. Sonidos que, según Susan, no son más que voces de animales de la noche que salen a alimentarse.
Lucy sabe que Edmund mentía cuando le descubrieron practicándole un boca a boca a Peter en la ancha playa de Cair Paravel. "Casi se ha ahogado", dijo. Más Edmund no sabía nadar y Peter ni siquiera tenías las ropas húmedas.
También conoce el significado de las miradas furtivas que se lanzan sus hermanos cada vez que coinciden en una misma habitación. Al igual que sabe desvelar las palabras ocultas tras aquellas discretas sonrisas.
Sólo Lucy sabe qué fue exactamente lo que Peter susurró entre lágrimas al oído de Edmund el día en que éste casi murió bajo la vara de Jadis. Incluso ella misma sonrió al oírlo. Afortunadamente, Susan estaba más pendiente de recoger sus flechas.
Lucy sabe de dónde concretamente viene Edmund ahora, con los negros cabellos desordenados y la corona de plata mal puesta sobre la cabeza. Se apresura a cubrirse las marcas del cuello con su traje de seda azul al descubrir que ella le mira, aunque es un esfuerzo inútil.
–¿Qué? -se encoge de hombros el chico, viéndola sonreír de forma misteriosa.
Sí, Lucy sabe. Mucho. Pero, como buena y fiel hermana, calla.
