Antes de dar inicio a este fanfic, tengo que recalcar que el objetivo de esta historia es el de entretener y el de poder compartir el conocimiento hacia ustedes, los lectores.
Además de que la historia puede contener escenarios y vocabulario sexuales, incluyendo algún que otro vocabulario agresivo o insultante que puede llegar a afectar el lector.
Por lo que la ley me obliga a advertirles que se le recomienda el contenido a mayores de 18 años en adelante.
Se que es estúpido pedir que mayores de 18 años lean esta historia cuando el fanfic esta basado en una peli para niños, pero eso no deja de lado de como yo, así como otros que son mayores, disfruten de un fanfic, como de la peli.
Ya sé, nadie hace caso a las advertencias.
Por lo que recae en ti si quieres leerlo o no.
No me hago responsable de nada.
Ahora si, los dejo con la historia :3
-
Los Elementos...
Fuerzas Naturales que, en cuanto posibles causantes de daño o destrucción, son las atmosféricas las mas especificas.
Desde tiempos incalculables ya, existieron seres capaces de dominar dichos elementos.
Sus nombres?
Están vivos?
Muertos?
Quien sabe...
La cosa es, que en su tiempo, se los conocían de muchos formas...
Pero la que más destacaba era sus verdaderos nombres...
Bestias Divinas.
Cuatros seres...
Cuatros estrellas...
Equiparable a los Dioses, según el conocimiento humano.
Su existencia?
Como se creo?
Como se crearon?
Como se los crearon?
Son producto de los 4 elementos naturales del Mundo.
Fuego...
Tierra...
Rayos...
Agua...
Dichos elementos, fueron dominados por las Bestias Divinas.
Según nacieron...
Con el tiempo, estos seres habían sidos conocidos como los guardianes de Japón, distribuyéndose en los 4 puntos cardinales.
Pero, la existencia de estos seres...
De los 4 elementos...
De las Bestias Divinas...
Dejan en el olvido a los restantes?
Dejan en el olvido, a los restantes Elementos?
No.
A causa de los "Dioses Malignos", se despertó un elemento...
Temido por muchos...
Conocidos por todos...
El elemento, Oscuridad.
Aquel que reinó sobre el mundo, trayendo desgracias y mal augurios en los poblanos de la tierra.
Incluso, las Bestias Divinas se vieron atemorizados por su poder...
Pues nunca existió un ser superior a ellos.
Sabían el destino que les deparaba al combatir con aquel elemento...
Sabían el trágico destino que decaería en el mundo.
Pero no tenían otra...
Tenían que hacerlo...
Las Bestias Divinas, tomaron una decisión que, traería tanto la felicidad...
Como la tristeza...
Su decisión?
Se convirtieron, en Usuarios.
Una decisión arriesgada y tomada a la ligera...
Una decisión...
Que cambiaría el curso de la vida en la tierra.
-
Actualidad...
Un hermoso campo.
Infestado de flores e inmensos árboles.
Una bella vista para cualquiera.
Una bella vista...
Una bella vista para el sujeto que se encontraba caminando en aquel lugar.
Camisa blanca con manga largas de color negro...
Pantalones negros...
Zapatos a juego...
Quien era?
Era de complexión delgada y corpulenta...
Alguien conocido?
Bah!
A nadie le importa.
A nadie le importa quien sea.
O si?...
Caminando en el denso campo, aquella persona había llegado a un puente, que daba con la otra parte de la tierra.
Era un pequeño pueblo...
Cruzándolo, arribó al pueblo.
Pero había algo raro.
Raro?
El ambiente se sentía pesado.
La mala onda y la infelicidad de las personas, se notaban por donde mires.
Incluso, todas los pueblerinos, siendo desde ancianos, a niños, miraba de mala gana al chico.
El podía verlo en sus ojos.
Tristeza.
Por qué sera?
Haciendo caso omiso a su alrededor, visualizo un pequeño restaurante...
-Grrrrrrr-
Su estómago reclamaba por una buena atención, algo que no podía dejar de lado.
Su andar en aquel lugar, causaba miedo entre todas las personas.
Miedo?
Por qué?
Pues, su complexión física se denotaba algo...
Grande.
Además de que su seriedad y cara de pocos amigos que tenía, pues a mas de uno le daría miedo.
Pero es ese el caso?
Nah.
Por que si vamos al caso, también tendrían que tener miedo de ellos mismos.
Pues había algún que otro hombre o adolescente con su misma complexión...
Está claro, que no es ese el motivo.
Y entonces?
Ni idea.
Pero lo descubriría.
Algunos minutos después de haber caminado, el sujeto llegó al restaurante.
Entrando, observaba el interior.
Olor a alcohol por todos lados...
Humo, de seguro cigarros...
Una banda de personas, molestando a algunos pueblerinos...
Cosas destruidas...
No era un restaurante.
Era un bar.
O un restaurante en mal estado.
En muy mal estado.
Haciendo caso omiso a todo, solo se dirigió a una mesa libre, tomando asiento.
Visualizaba todo el lugar.
La panda de "brabucones" lo miraban fijamente, parecía que su presencia había arruinado todo.
Podía ver, como una camarera que no pasaba los 20 años, se acercaba tímidamente a el, abrazando con fuerza una charola.
-Di-disculpe- Con miedo, la chica hablaba -De-desea que le si-sirva algo?-
Observando a la chica.
La miraba atentamente.
Por que el miedo hacia el?
O solo es miedo a su entorno?
-Si, podrías traerme de esos bollos por favor?-
Asintiendo, la chica se marchaba mas relajada.
Aparentemente, el miedo era dirigido a el.
Será por su aguda voz?
Quien sabe...
La cosa es que, los "maleantes", lo miraban fijamente.
De hecho, desde que ingresó al establecimiento, no le dejaban de mirar.
Esperaban algo?
Algún movimiento raro?
Uno en falso?
Ya ni sabia que pensar.
Como típicos "malos de película", los sujetos dejaron de lado a los otros pueblerinos, acercándose al el, sentándose junto a el, observándolo con clara intenciones.
Si lo que querían lograr era intimidar al sujeto, pues de lograrlo no consiguieron nada.
Este se mostraba sereno, ignorando su entorno.
El solo tenia su vista en un lado.
En la chica que lo había atendido.
Pues no estaba mal, el movimiento de su cintura al caminar y el tamaño de su trasero había llamado la atención del chico.
Incluso, desde que la chica había comenzado a servir su orden, no le quitaba ojo de encima.
Hace no mas de unos segundo, la chica había hecho puntitas de píe para llegar a agarra un plato de uno de los estantes de la cocina, haciendo que se levante un poco de su remera, dejando a la vista su plano abdomen y estrecha cintura.
Todo eso, fusionado con un buen culo, es el deseo de todo hombre.
Tal vez, podría invitarla a salir, tal vez llegarían a un punto donde los dos se estarían disfrutando mutuamente.
La chica, una vez servido el plato, se dirigió a la mesa donde estaba el joven.
Tomando nuevamente su postura de miedo al observar a los maleantes junto a su cliente.
Llamando la atención del sujeto.
Al perecer, su deducción era clara.
Todo el temor y tristeza del pueblo, se debía a una cosa.
Se debía a 5 personas.
Personas que estaban sentados junto a el.
No sabía si ir o no ir.
Puede que esos 5 sujetos intenten algo contra ella.
Que la ataquen.
Y si se puede llegar mas lejos, que la violen.
Pero ella es una camarera, su deber como camarera es el de servir las ordenes de su clientela.
Una vez servido su plato, el sujeto comenzó a comer, ignorando a su alrededor, causando irritación.
-Hmmm, veo que te gusta masticar...- Hablaba uno de ellos, este tenia un hacha en mano -¡Ya Se! ¡Por que no mastica mi hacha!-
Con un rápido movimiento, el sujeto había desaparecido de la vista de los maleantes, sorprendiendo a la camarera que, temerosa, observaba todo desde la cocina.
Atónitos, los sujetos miraban como el chico estaba sentado en otra mesa, comiendo sin preocupación.
-¿¡C-como!?- exclamaba uno de ellos -¡En que momento...-
-¿Llegue aquí?- Interrumpió el joven
Saltando, uno de los sujetos había tendido su pierna de forma recta frente a el, pues la caída lograría impactar una fuerte patada al chico.
Aunque...
-¿¡Que!?-
Mirando su pie, el no había sentido la sensación de haber pateado una cabeza.
De hecho, sentía múltiples sensaciones.
La primera?
El relleno de los bollos.
La segunda?
Los cristales del recipiente roto.
La tercera?
-AHHHHHH!-
Un dolor agudo.
No lo sabia, pero su patada fue evadida y terminó pateando el plato.
-¡Que me he clavado los vidrios mierda!- Mirando su pie, los cristales habían traspasado su zapato.
-Ya uno no puede comer tranquilo-
Sorprendidos, todos miraron como el sujeto estaba detrás de ellos, apoyado en una pared, limpiándose la boca con una servilleta.
4 de los 5 se lanzaron a el, con intención de herirlo.
Pero...
Un brillo blanco los había mandado a volar, estrellándolos en las paredes del restaurante.
-Q-que ha sido e-eso- Con dolor, decía uno de los maleantes.
-No puede ser...- Exclamaba otro, a dolorido, mirando al chico.
-Por lo que veo, resistieron un fuerte golpe contra el muro, por lo que no son sujetos normales- Decía el chico, sorprendiendo a todos.
Por que?
Pues, un aura blanca lo rodeaba, sacudiendo como si fuera aire levemente su cabello, al compás de su ropa.
-¡Es un Usuario!- El a dolorido maleante, se había levantado con sorpresa del suelo.
Deshaciendo su aura, el chico miraba a los maleantes, serio, analizándolos con sus verdes ojos.
-Buen estado físico, buena resistencia y ropas sueltas, aptas para el movimiento- Decía el chico -Ustedes son alumnos de Kung Fu, cierto?-
-Y una mierda, nosotros ya no nos guiamos por el código del Kung Fu- Dijo un maleante, enojado.
-¿Y eso?-
-Una larga historia chico, pero no te la contaré, ¡pues tu vida termina aquí!-
Recompuestos, los maleantes rodearon al chico, dejándolo sin aberturas de escape.
-Todos, ¡ataquen!-
Con habilidad, el chico había puesto su pie en la pata de la mesa, empujándola con fuerza, lanzándola a uno de los maleantes, haciendo impacto.
Acercándose peligrosamente por detrás de el, un sujeto había lanzado un golpe al chico.
Girándose rápidamente, el chico había detenido el golpe con una mano, apartando un poco el brazo del maleante, dejando al descubierto su abdomen, golpeándolo fuertemente, lanzándolo contra una mesa, destruyéndola con su cuerpo.
Con enojo, un avanzo rápidamente, tratando de asestar un golpe, fracasando descaradamente.
El chico lo había esquivado, llegando a un punto donde el maleante tenia el área de las costillas libre, pateándolo con fuerza, dejándolo K.O
Los otros 2 corrían hacia el chico.
Este solo los esperaba, esquivándolos con facilidad, saltando, pateando a uno en el pecho y al otro en la cara.
El tipo de la hacha, recompuesto, corrió hacia el chico, lanzando un corte vertical.
El chico fácilmente se hizo a un lado, esquivando el corte, golpeando fuertemente la sien del sujeto, dejándolo K.O
Todo había pasado.
Había vencido a 5 sujetos fácilmente.
Mirando a su alrededor.
Había destrozos.
La camarera, escondida bajo una mesa, temblando.
Si, había montado una buena, pero nada que no se podría reparar, no?
-Tranquila, ya está todo bien- Decía el chico, caminando hasta la mesa donde se escondía la chica, ofreciéndole la mano.
-I-increible- Anonadada, miraba a su alrededor -Los has vencido como si nada- Mirando al chico -Gracias, realmente te lo agradezco- Tomando las manos del chico, mirándolo sonriente.
-No hace falta- Decía el chico -Los he estado buscando por un buen tiempo- Deshaciéndose del agarre de la chica, mirando a los maleantes, heridos.
-Eres...un caza recompensas?-
Mirando a la chica.
Dudaba.
Es un caza recompensas?
-Tal vez...- Respondía -Dejando de lado todo, con el pago que recibiré podrás arreglar tu bar-
-Nonononono- Decía de forma rápida la chica, llevando las manos al frente mientras negaba con la cabeza -Me ha ayudado, no puedo aceptarlo-
-No te estoy pidiendo que lo aceptes, solo te digo que te daré el dinero una vez me paguen-
-Pero...-
-Sin peros-
-
Minutos mas tarde...
Nos llamaron por alterar el orden- Decía un hombre, bastante grande, apuntando al chico con una pistola, junto a otros 10.
Pero, el mostraba sereno.
Un hombre robusto, junto a otros 10 mas...
Todos armados...
No lo intimidaban
-¡Paren! ¡Se confunden!- Decía la chica, entre medio del chico y el oficial -El nos ha ayudado, los culpables son ellos- Señalando a los 5 maleantes, todos atados a un poste de luz.
-Oh, ya veo. Disculpe joven- Decía apenado el oficial.
-Me da igual- Restándole importancia, el chico había respondido -Tengo entendido que hay un pago por ellos-
-Si, hace muchos meses los venimos persiguiendo- Decía el oficial -Son alumnos de Kung Fu que desobedecieron a su maestro y comenzaron a atacar pueblo tras pueblo, violando mujeres y asesinando sin razón-
-Mira, no te pedí que me contase la historia de tu vida si?, solo necesito la paga y ya, puede ser?- Decía el chico, sorprendiendo tanto a la chica junto a el como a los oficiales.
-Si, si, enseguida- Decía el Oficial -Tu, trae la bolsa- Señalando a un oficial quien rápidamente había salido en su búsqueda.
-Oye, no crees que estas siendo demasiado duro?- Decía la chica, mirando al joven.
-Sea como sea, me da igual- Decía el chico.
Ambos se mantenían en silencio, pues la actitud ruda del chico y la forma vulnerable e inocente de la chica no es algo que encaje para una conversación.
Además de que a la pobre le habían destrozado su bar.
Bueno, le había destrozado el bar, pero eh, que la culpa no la tiene el solo.
No?
En algunos minutos, el oficial había regresado con una bolsa en mano.
Aparentemente la recompensa...
-Espero que sea suficiente- Decía el oficial, cruzándose de brazos.
-Me da igual...- Metiendo mano en la bolsa, tocando el contenido, frunciendo el seño ante el pastizal.
Podría protestar.
Tenia la capacidad y recurso para hacerle frente a el como a los otros 10 si era posible.
Pero de que servía?
Solo le daría una mala imagen para un futuro.
Mirando a la chica de reojo, este tomó la manos de la chica, sorprendiéndola, dejando la bolsa en sus manos.
-Eh?-
-Si, la cifra es una miseria, pero creo que será suficiente para arreglar tu lugar, no?-
-E-encerio?- Exclamaba sorprendida -No se como agradecérselo- Decía la chica, llorosa, mirando la bolsa.
-Oye- Levantando la mirada de la chica, limpiando las lágrimas -No es bueno que una chica linda como tu llore- Decía el chico -Solo vi que necesitabas mi ayuda y yo te la di, no hay necesidad de agradecerlo-
Caminando por las calles...
Por el cada lugar que miraba.
Por cada rostro que observaba.
Que lo observaba.
Podía ver que ya todos habían recuperado lo que le arrebataron.
Su felicidad.
Cada paso que daba, era cada saludo que le daba a cada persona del lugar.
Mujeres...
Niños...
Ancianos...
Todos le agradecían.
Anteriormente su andar provocaba el temor y odio de los pueblerinos hacia el.
Pero ahora no.
Todos festejaban por el.
Aparecer, las noticias vuelan...
-¡Valiente Guerrero!- Deteniendose, el chico se dio la vuelta, observando como, entre la multitud que festejaba por el, estaba la chica a quien había ayudado -¿¡Cual es su nombre!?-
Todos habían detenido su festejo.
Habían detenido todo.
Todo, para poder conocer el nombre de su salvador.
-¿Mi nombre?- Mirando a todos -Mi nombre...- Observando las radiantes sonrisas que le daban -¡Mi nombre es Po! ¡Y soy un Usuario!-
Un alboroto, y el sonrojo por parte de la chica, se mostraba en todo el escenario.
Se mostraba tras las espalda de Po, quien caminaba por el puente, retomando su viaje a donde sea que lo lleve el viento.
Y eso.
Y eso...
Y eso da Inicio.
Este, es el Inicio...
A una Legendaria Historia.
-
Y bueno...
He aquí mi primera historia y primer cap :3
Tenia pensado desde hace mucho hacer esta historia y por muchas causas, y bueno, aquí esta.
He decidido que, al hacer esta historia, lo quería hacer muy mio.
Original.
Originalmente mio xD.
Por que?
Por que metí los elementos del mundo?
Por que la historia tiene a los personajes en modo humano y no en animales como suelen ser?
Pues, todo eso es parte de mi originalidad.
Además de que tengo muchos cosas planeadas para futuro y es obvio que de esta forma me siento mas cómoda.
Además de que tenia pensado postrar dibujos sobre los personajes y si mi plan sigue en pie como lo tengo planeado, serán mucho mejor en modo humano que en animales.
Bueno, yo termino todo aquí, si es que continuo con esto, nos vemos en otro cap :3
Bye bye
