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Cassandra Clare blahblahblah. Esto es para Analulu :3 mi querida pretty rapist aka Jase (?) —y yo soy Alek—. No sé si logré el pairing que pediste x) pero espero que te guste. Loveya, espo.


She was crying

«Y el dolor, y tus besos,

Y en cierto modo era lo mismo»

Cuando Sebastian besa a Clary ella se lo espera desde hace tiempo, (desde hace miles y miles de años). Porque cada beso que va a caer dentro de su boca de niña y (será devorado por su garganta) ya estaba predestinado. Que Clary finge sorpresa y risa (y placer, o tal vez no lo finge) es algo que ha tenido que hacer porque no se le ocurre negarlo. (Porque así es como es y debe ser y siempre ha sido). Y será. Por los siglos de los siglos... cuando el alma muera y vuelva y sus ojos sean verdes, (siempre verdes), y hay una lengua afilada, pelo de ángel y otro más, (una sombra en la ventana que la mira y la devora y la quiere, la desea de lejos).

(La adora).

Ella, tan perfecta. (Siempre). Las manos de Sebastian son cuidadosas y frágiles, nada de sexo lánguido sin palabras (y pocos gestos) como su ángel, (su demonio y su infierno). Su sangre. Sangre que se agita llamando lo que le pertenece y ama, (lo que es suyo). Idéntico y diferente, la misma pasión fiera y los deseos voraces que queman a cada ocasional compañero. (Porque en el fondo llevan el nombre del otro, para siempre jamás y eso nunca cambiará y es triste saberlo). Que está presa y cautiva y felizmente infeliz. Entonces Sebastian es amable y la toma como si fuera de cristal (o caramelo) y la besa, su lengua es un dulce agradable en el fondo de su garganta.

(Y sorprendentemente, lo siente).

Lo siente, de verdad. No ha sentido a un chico de gestos silenciosos ni respiración queda ni a una chica de sonrisa seductora y largo cabello negro. Ni siquiera al incondicional de palabras graciosas que mataría por una mirada suya. Pero a él, Sebastian, lo siente. (Lo siente). Late. La sangre vive y respira, y lo llama, (¿pero no es lo mismo, verdad?) No, que nunca lo ha sido. Así que Clary se conforma (no lo mismo pero casi) y aguanta. Demasiado tranquilo, (sucia paz). No hay mordidas ni jadeos ni empujones ni caderas tenaces y desesperadas, nadie se frota contra ella o le susurra cosas sucias al oído y mete la mano bajo su camiseta. (Y su sujetador). Sólo es un beso.

Un beso, como de príncipe (a la puta princesa).

(Y ella está llorando...)

Llorando, llorando, llorando.

(Y no para). Porque lo extraña y no lo tiene, (pero...). Casi. Tan parecidos y diferentes y es doloroso saber que lo ha perdido, que no durará y no lo tendrá. (Que es imposible darse por satisfecha). Que cuando lo recuerda cruza las piernas y se lame los labios para calmar el picor de un beso.

(Llora, llora, llora...)

Parecen gotitas de cristal. El (no) príncipe cree que es feliz, y sonríe.

(O tal vez lo pone contento el verla miserable).