«Un encuentro no planeado» por KuroUsagi-Pyon.

«N/A » Esta historia participa en el IV Desafío de DZ del GE: Diabolik Lovers.

Capitulo 1: Un primer encuentro extraño y terrorifico.

– Tonta Onee-chan… le dije que no quería tomar esta estúpida prueba de valor…– se quejo una chica de complexión pequeña y delgada.

Su cabello era rubio, corto hasta los hombros. Y sus ojos azules, brillantes y relucientes por las lágrimas que se acumulaban en ellos.

Era de noche. Una noche de brujas para ser exactos. Sin embargo, la joven chica de 14 años no estaba vestida de algún monstruo como todos los demás, pues creía que era tonto.

Aun así, justo ahora se encontraba atravesando el bosque por una inútil prueba de valor que su amiga Miku le había insistido en tomar.

La prueba era simple, dentro del bosque había 3 puntos específicos donde encontraría 3 cosas las cuales debía tomar y regresar al inicio del bosque, donde todo el mundo se encontraba ahora.

Por azar a ella le había tocado ser la primera; y aunque era la más joven nadie se apiado de ella y decidió tomar su lugar o siquiera acompañarla.

–Demonios…– suspiro la rubia cerrando por un segundo los ojos.

Todo estaba demasiado silencioso, solo el sonido de las aves nocturnas y del agresivo viento era audible.

Pero entonces escucho algo acercarse, y sintió una presencia detrás de ella.

Su cuerpo se paralizo y fue incapaz de girarse para ver quién era quien la acechaba.

El sonido de los pasos no se detuvo, sino que continuo escuchándose, cada vez más y más cerca….

Rin paso saliva y se forzó a si misma a reaccionar. No era tiempo de estar congelada, ¿Qué si se trataba de algún pervertido? ¿O de algún asesino que deambulaba por ahí enterrando un cadáver?

Pero…

¿Y que si era alguno de sus amigos tratando de jugar una mala broma?

–M…Miku nee-san, esto no es diver…ti…do…–Dijo en voz alta al tiempo que giraba su rostro hacia atrás, de donde los pasos provenían. Y entonces si voz titubeo en la última palabra de aquella oración.

Rojo…

Un par de ojos rojos brillantes era lo único que se alcanzaba a distinguir en ese paisaje oscuro.

Definitivamente «aquello» no era ninguno de sus amigos. O al menos eso presintió ella.

Aquella cosa soltó un ligero suspiro. Pero sonó tan frio, tan penetrante…

Dejo salir un gemido, enmudecida por el miedo que la invadió de repente. Y entonces comenzó a correr.

Giro su cuerpo en dirección contraria a donde aquello se encontraba y empleo toda la fuerza que sus delgadas y cortas piernas fueron capaces de ejercer.

Corrió…

Corrió…

Buscando el final de aquel bosque que en un instante se volvió eterno, ella corrió.

–¡Humana! ¡Deja de correr!– Ordeno aquello de lo que Rin huía.

La rubia se sorprendió. ¿«aquello» podía hablar?

En ese momento su mano fue alcanzada y la forzó a detenerse.

Rin miro aun con temor a lo que la sujetaba.

Y entonces lo vio…

El cabello rubio y unos brillantes ojos rojos.

«Aquello» era en realidad un chico. Un poco más alto que ella. Usaba una camisa blanca y un pantalón de color negro, acompañados de una capa del mismo color.

Rin soltó un suspiro de alivio y se acuclillo en el suelo.

–¡Vamos! Que mala broma…– dijo llevando su mano libre hasta su pecho agitado. Una vez más miro al chico que la sujetaba y le miro con reproche – ¿Qué pasa contigo? ¡Casi me da un infarto! – Se quejo.

El chico la miro levantando una ceja.

– ¿Perdón? ¡Deberías estar asustada!

– ¿De un chico con cosplay de vampiro? ¡Sí, claro!

El chico reforzó el agarre de la mano de la chica y la fulmino con la mirada.

– ¿Disculpa? ¿Estás diciendo que soy una imitación?

En ese momento el rubio se acuclillo frente a Rin y aproximando su rostro, entreabrió los labios y dejo ver un par de colmillos relucientes.

–Niña… Yo soy uno autentico– murmuro cuando su nariz hubo chocado con la de ella, y sin previo aviso toco con la punta de su lengua el labio ajeno.

Rin lo miro abriendo los ojos. Y una vez más su cuerpo le fallo.

No fue capaz de hacer nada más que temblar.

– ¿Q…Que? – Pregunto titubeante con los ojos incapaces de apartarse de los hipnotizantes de él.

– Vaya, tienes un buen sabor niña humana– comento el chico aproximando una vez más su rostro al de la chica.

En ese momento un agudo grito emergió desde la garganta de Rin, haciéndose resonar por el bosque solitario y sombrío.

El chico rubio se cubrió los oídos con las manos dejando así libre a la chica, pero ésta aun era incapaz de hacer que su cuerpo reaccionara.

–Tsk… - mascullo el joven vampiro de ojos rojos brillantes aun cubriendo sus oídos– ¡Eso duele!- se quejo mirando a Rin con recelo.

Ella paso saliva y miro titubeante al chico.

–D…Déjame ir….

Él la miro levantando una ceja y poco a poco fue apartando las manos de sus orejas.

–Déjame ir… Prometo no decir nada de ti, pero déjame ir…– Suplico Rin antes de ponerse a llorar de miedo.

–¿Eh? E…Espera–dijo el rubio sintiéndose nervioso por las lagrimas ajenas– D… Deja de llorar. Yo no…–

–Vas a chupar mi sangre hasta que me quede seca ¿no es verdad? ¡Buaaaa!

–Calmate…

–¡Buaaa! ¡Por eso le dije a Miku nee-san que no quería tomar esta tonta prueba de valor!

–Oye, yo no…

–¡Voy a morir aquí!

–¡Que te calmes, humana! – Ordeno el rubio tomando por los hombros a la chica que lloraba.

Sin embargo esto provoco que el llanto se incrementara.

Sin previo aviso el chico silenció los sollozos de la rubia con sus labios y entonces la miro a los ojos

– No voy a matarte– aseguro con el rostro serio una vez que su hubo apartado de ella.

Rin tardo un momento en reaccionar.

¿Acababa de ser besada?

Paso saliva y miro al vampiro.

–¿P… Por qué...?– pregunto titubeante.

Len suspiro y levanto una ceja.

–Hagamos un convenio ¿Te parece?

Rin lo miro confundida.

–La verdad yo… –empezó a explicar Len mientras desviaba la mirada avergonzado– la verdad es que yo… Estoy perdido…–

La chica frunció el entrecejo.

– ¿Qué clase de mala broma es esta? ¿Planeas jugar conmigo antes de matarme acaso?- se quejo Rin mirándolo con incredulidad.

– Estoy hablando enserio…

– ¡Si claro! Un vampiro perdido…

– ¡Escúchame! ¿Alguna vez habías visto a un vampiro antes?-

La chica lo miro parpadeando un par de veces y entonces admitió.

–La verdad es que no…

– ¿Lo ves? La razón es porque en realidad nuestros mundos no debería tener ninguna conexión- explico el chico mientras se ponía de pie.

– ¿De qué hablas? ¿"Mundos"?

Len la miro manteniendo el rostro serio.

–El mundo de los humanos y el mundo de lo sobrenatural…– respondió antes de extenderle la mano a la chica que permanecía en el suelo.

–Algo… ¿Algo así existe?– siseo tras pasar saliva.

El chico asintió.

–Y por alguna razón yo he venido a este mundo…– musito en un suspiro.