Todas las noches era lo mismo
Todas las noches era lo mismo. Un enorme salón, decorado con exquisitas pinturas, y bellos adornos de plata y oro, el suelo cubierto de alfombras, suaves de rojo terciopelo, todo el salón se encuentra lleno de personas, elegantes, de alta clase, conversando, fumando, y bebiendo plácidamente. Y yo, en el centro, bailando delicadamente al compás de una suave música, esperando a que alguien me acompañe en mi danza solitaria.
Padre
Si... Todas las noches era el mismo sueño. Esperar, esperar. Hasta que Padre apareciera. Pero siempre se encontraba bailando con Shinku, ella tan feliz, aferrándose fuertemente al recuerdo de Padre, en un cálido abrazo, egoísta ante los demás, disfrutando cada momento,
Porque yo soy solo una muñeca incompleta.
Pero esta noche, no hay salón. Esta noche no hay pinturas, adornos, o fino terciopelo. No hay Padre. Pero si está Shinku, mi cuerpo va desapareciendo como una muñeca destrozada por un niño pequeño, repitiendo lo mismo.
No soy basura, yo seré la muñeca perfecta.
Y luego, oscuridad. Y me encontré en el salón, todos con su vista fija en mí. Bailando con Padre. Aunque solo unos segundos, pude sentir un cálido abrazo de nuevo. Su bella sonrisa. Y luego... Nada. Solo el amor inexistente que ansío con locura encontrar. Así tenga que matarlas a todas. Así sea que tenga que enfrentarme otra vez a Shinku, en una danza de plumas negras y rosados pétalos.
¿Quieres bailar, Shinku?
Y aqui está Aredhel! Con una nueva historia loca para mostrar. Este lo hice en un momento de puro aburrimiento, y lo tenía ahi escondidito ¡Ojala lo hayan disfrutado!
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