Atrapada en el espejo…

-narra Lucy-

Yo había quedado encerrada detrás de un espejo estaba embrujada y podía ver a Kai pero no tocarlo podía oírlo pero el a mí no, era horrible el siempre venia y miraba el espejo, era tan perfecto y él no podía verme.

-¡Kai por favor Kai!-gritaba yo cada vez que él se acercaba al espejo.

-¿Qué extraño?-murmuraba Kai y el apoyo su mano contra el espejo y yo hice lo mismo.

-tienes que verme te lo ruego por favor Kai tienes que ver.-suplicaba yo con la mano y la cabeza apoyada en el cristal.

-es como si detrás de esto hubiera algo.-susurro Kai y yo lo mire.

-Kai te lo suplico debes verme.-decía yo desde el otro lado del frio espejo y lo vi alejarse mi corazón se detuvo en ese momento me costaba respirar, sentía que moriría y comencé a golpear el cristal con más fuerza una y otra vez con más fuerza en cada golpe, el cristal comenzó a quebrarse Kai lo escucho y se volteó.

-¡¿Qué está ocurriendo?!-pregunto él y yo logre romper el cristal y sacar mi brazo y Kai corrió y rompió el resto con un palo, mi brazo empezó a sangrar.

-eh soñado que pudieras verme al menos por un segundo y lo eh conseguido Kai te amo…- fueron mis ultimas palabras y caí al piso y Kai corrió a ayudarme.

-¿todo este tiempo atrapada detrás de un espejo sufriendo por no poder tocarme ni que yo te escuchara ni viera?-pregunto Kai y yo le acaricie el rostro y comencé a llorar sangre el me miro y sus ojos se tornaron cristalinos y mis últimas lagrimas se tornaron doradas y pude besar a Kai levemente en los labios eran tan dulces como los imagine y luego me desvanecí en una lluvia de chispas doradas y me materialice enfrente de Kai como un ángel de alas doradas y en el brazo derecho las cicatrices que el tiempo no borrara.

-gracias siempre estaré contigo Kai seré tu ángel.-dije yo y sonreí y el me devolvió la sonrisa y yo extendí mis alas doradas y volé hacia el cielo mire hacia abajo y allí estaba sonriéndome satisfactoriamente y unas lágrimas doradas salieron de mis ojos y cayeron en el rostro de Kai el no dejo de sonreír se dio vuelta y se fue caminando yo lo mire alejarse sabiendo que el sabia de mi existencia lo cual me alegraba seguí volando y llegue al cielo.

-narra la autora-

El cada día iba a ese lugar a ver a su ángel dorado que siempre lo acompañaba y ella siempre sonreía ya que el mira al cielo y recuerda a esa pequeña niña a la cual beso antes de morir y ella recuerda siempre al chico que después de años de estar encerrada la libero y le está en deuda eternamente.