Ninguno de los personajes me pertenece. Son propiedad de J.K Rowling


Las cosas no podían estar peor para el, su año no había empezado de la mejor manera. Ignorado por sus tíos, el ataque de los dementores, donde se vio involucrado su primo Dudley, la carta diciendo que quedaba expulsado de Hogwarts, por haber realizado su encantamiento Patronus, la audiencia con Dumbledore como su defensor en la que consiguió su absolución. Y por si eso no era suficiente las malditas pesadillas que no acababan de agobiarlo y el punto final para su vida llena de desgracias habían llegado con Dolores Umbridge.

Justo cuando las cosas parecían no poder empeorar en su vida siempre sucedía algo que lo hacia ver que estaba equivocado y se preguntaba la razón para querer seguir luchando contra lo que sabia se aproximaba, Sirius se lo había dicho, todo estaba igual que aquella vez la guerra estaba próxima a desatarse. Quería creer que valdría la pena seguir luchando pero para el no parecía ser así todos le estaban dando la espalda, lo tachaban de loco, no creían en lo que decía, el Ministerio prácticamente lo repudiaba ni a Dumbledore le creían. Entonces para que seguir…

-Harry

La voz de Hermione lo saco de sus pensamientos. Levanto la vista de su plato. El Gran Comedor se encontraba casi vacío. Hermione lo miraba con preocupación.

-Umm

-Se que las cosas parecen no estar bien pero… -vacilo- ya veras que todo se solucionara.

-¿Enserio? No lo creo, Hermione.- la ironía se notaba en su voz- Tu has notado como todos me ven.

-Si, pero no hay que darle tanta importancia. Ya se les pasara.-trato de animarlo.

-…- Harry no respondió se notaba la desazón en el.

-Sera mejor ya irnos a la sala común.-propuso Ron. No le gustaba ver a su mejor amigo en ese estado.-Mañana tendremos Pociones a primera hora, y ya saben como nos va con Snape.

Al día siguiente en la clase del profesor Snape, la poción que los puso a realizar creyó que tal vez le podría traer un poco de calma sentía que su ansiedad, desde que Dumbledore no lo volteaba a ver ni en pintura, crecía cada vez más.

-Alguien podría decirme ¿cuales son los efectos? de la poción que están realizando-pregunto Snape. Hermione ni bien acababa de terminar la pregunta levanto la mano. Pero Snape la ignoro.

-Potter

-Calma la ansiedad y alivia el nerviosismo. Señor.-contesto. Esta si se la sabía.

-Al parecer el que ya no sea el centro de atención lo beneficia en los estudios, Potter.-comento con acidez. Harry solo pudo cerrar los puños y fulminarlo con la mirada.-Que se siente ser repudiado y que lo crean loco.

Harry iba a hacer un comentario mordaz pero el profesor ordeno continuar con la elaboración de la pócima Filtro de Paz.

-Vamos, solo ignóralo.-le susurro Ron a su lado.

Hermione le lanzo una mirada que le decía "olvídalo y ponte a trabajar". Suspiro y se puso a remover la sustancia en sentido contrario a las agujas del reloj, como decían las instrucciones del libro, la dejo hervir a fuego lento. Volteo a ver a su derecha Neville parecía tener problemas para que de su caldero dejara de salir burbujas verdosas, se pregunto como Neville se las arreglaba para que su pócima siempre terminara de un color que no era. Dean no parecía tener muchos problemas. Seamus, en la misma mesa que Dean y Neville, parecía que en cualquier momento explotaría. Volteo a su caldero ya habían pasado los siete minutos, añadió dos gotas de jarabe de eléboro. Tal vez se haya pasado con el polvo de ópalo porque su color no era precisamente grisáceo. El profesor Snape paso por cada mesa evaluando el trabajo dio un par de comentarios a Neville sobre su poco poción que parecía haber tomado el color del vomito y apestaba igual que un troll. Snape le quito 15 puntos por apestar su aula de clase. Al ver la de Seamus esta exploto y termino por quitarle 25 puntos por según el hacerla explotar a propósito cuando el la revisaba. Con un movimiento de varita elimino las pociones de ambos. Al pasar por la de Harry solo le hiso una mueca y dio por finalizada la clase.

Tal vez el año estaba siendo igual que los anteriores después de todo. Solo que esta vez parecía ser que seria peor que los demás. O eso creía el.


Otro Tiempo – Año 2020

Estaba aburrido en su habitación su mama estaba con su abuela en la Madrigera y su papa se encontraba en una misión en Italia, con su tío Ron. Decidió por puro aburrimiento explorar los recovados de Grimmauld Place, había lugares de la casa que aun no exploraba y deseaba ver como la habitación de su hermana Lily, la que una vez le perteneció a Regulus Black, y que por ende no tenia la autorización de entrar en ella a menos que Lily estuviera adentro y le permitiera el pase, pero su hermana no se encontraba así que podía darse el lujo de entrar. La puerta estaba cerrada con llave pero con un simple Alohomora cedió. Debía admitir que Lily tenía buen gusto pues las ventanas tenían cortinas de seda color moradas y las paredes estaban pintadas de color verde. La cama era grande y tenía una colcha morada metálica con flores plateadas. Almohadas moradas y cojines plateados. Los adornos en su mayoría eran mariposas de cristal en los dos últimos colores y dos lámparas de noche situadas en la mesita al lado de su cama y la otra en su escritorio, a un lado de una de las ventanas. Lily le hacia honor a su casa Slytherin y su color favorito el morado. Siguió recorriendo la habitación y su mirada dio con un pequeño micropuff rosa que estaba arrinconado en una esquina al parecer intentaba pasar atreves de una hendidura que había entre las tablas.

-¿Qué haces pequeño?-lo movió de su lugar para que lo dejara ver el lugar por el cual trataba de entrar. EL micropuff se fue corriendo debajo de la cama.

Separo más las tablas. Sabía que Lily lo iba a matar pero la curiosidad le podía más que su instinto de supervivencia. Después de aplicar mas fuerza las tablas cedieron. Dentro había un pequeño cofre de metal negro con el sello, que el reconoció como el de la familia Black. Lo abrió, dentro había lo que parecía ser un giratiempos solo que este traía manecillas de reloj las cuales se encontraban detrás del reloj de arena. Se hoyo como abrían la puerta, pego un salto, volteo era su hermano Albus, de no saber que su padre no estaba habría jurado que el que entraba y lo miraba con curiosidad era el y no su hermano menor.

-¡Rayos! Albus, creí que eras Lily.-dijo suspirando aliviado.

-Sabes lo que te habría hecho si hubiera sido ella y no yo. James.-le contesto.- ¿Qué traes ahí?

-Un giratiempos. Solo que este trae manecillas. Mira.-se lo entrego para que lo viera. Albus lo tomo. Lo analizo minuciosamente.

-Nunca había visto uno pero se que es raro que traiga manecillas.-le dijo entregándoselo.

-¡¿Qué creen que hacen aquí?!-el grito, asustados los hiso dirigir la mirada a la puerta. Lily los miraba queriéndolos matar con la mirada detrás de ella se encontraba un joven rubio de ojos grises que los miraba divertido como anticipando lo que sucedería.

Lily se acerco a ellos dispuesta a darles su merecido. Pero lo que parecía ser un lobo mas grande que uno normal de color negro grisáceo entro abalanzándose sobre James y tirándolo al suelo, haciendo que este a su vez tirara el giratiempos.

-Orión. ¡NO!-grito Lily. El artefacto empezó a dar vueltas como loco elevándose en el aire. Después emitió un sonido vibrante y afilado para que luego toda la habitación se viera iluminada por una luz blanca que cegó a los cuatro junto con el animal. Sintieron como se elevaban como si no hubiera gravedad y un vuelco en el estomago para luego sentir la sensación de estar cayendo de una gran altura, por ultimo sintieron el golpe del frío suelo.

Desorientados se fueron recuperando del golpe.

-Albus ¡Quítate estas sobre mis piernas!-se quejo James. Albus se fue levantando poco a poco viendo a su alrededor su expresión cambiaba de sorpresa, incredulidad a terror. Esto ultimo a ver que la que perecía ser la sala de su casa tenia un aspecto tétrico y frío y que ya no estaban en la habitación de Lily.

-James.-exclamo Albus con voz asustada. James se levanto dándose cuenta de lo que pasaba. La casa no era la misma.

-Bien hecho, James.-Lily se levantaba con ayuda de Scorpius. El lobo de nombre Orión estaba al lado de ellos de forma protectora.

-Expelliarmus-exclamo una voz desconocida.

-Incarserous -exclamo una segunda voz. Tomando a algunos por sorpresa. Pero el instinto protector de James combinado con sus reflejos de buscador de Quidditch. Lo hiso reaccionar a tiempo. Saco su varita.

-Protego-un poderoso escudo se irguió delante de ellos.

La poca claridad les permitió ver a sus agresores. Dos hombres de algunos treinta y muchos se encontraban en la entrada a la sala con sus varitas alzadas hacia ellos, uno de ellos era de cabello negro-azulado y fino pero varonil y ojos grises. El otro era de cabello rubio-castaño y cicatrices en el rostro y con expresión cansada que de no ser por su aspecto lo hubieran confundido con el que tres de ellos consideran un hermano y el otro con su primo. La claridad también les hiso ver a los dos hombres la apariencia de sus visitantes. Al enfocar la vista en el que había conjurado el escudo y que parecía ser el mayor, los dejo con expresión de estar viendo un fantasma.

-Cornamenta-pronunciaron a la vez Sirius y Remus.