El Valle del Fin
Un día de lluvia, un cielo oscurecido por las nubes negras, como único sonido la tormenta sobre ellos. Dos amigos, uno frente al otro, observándose detenidamente, calándose sus ropas convirtiéndolas en un elemento más pesado a la hora de moverse. Ambos esperan, una señal, la señal que de comienzo a la separación de sus caminos.
La señal es un relámpago de fuerte esencia que cruza el cielo sobre ambos, un segundo y ambos se lanzaban contra el otro, la tristeza se dibuja en sus ojos, la consciencia de que deben matar a su mejor amigo si quieren sobrevivir, pero ahí, el que será principalmente herido es aquel que no desea cortar ese fuerte lazo que los a unido.
Un combate sin precedentes entre los mejores amigos y eternos rivales, pero el combate está finalizado, sólo uno sobrevive, un hombre herido, apenas físicamente, lo que realmente ha quedado herido es su corazón y su alma. Abandono aquel lugar, un paisaje que acaba con la unión de dos caminos pero que, en oposición a ello, enlaza los destinos de ambos por la eternidad forjando de igual modo el de sus sucesores.
Sin embargo en esa ocasión ambos sobrevivieron a pesar de que uno lo ignorase, ambos heridos, ambos encadenados a perder, aparentemente, a su mejor amigo.
Han pasado muchos años, y ahora otros dos amigos se encuentran en igual situación, el paisaje es idéntico, un río los separa encontrándose ambos en las alturas de aquellos que una vez pasaron por lo mismo. Pero en esta ocasión ambos saben que se reencontraran no una, sino más veces y que cuando llegue el momento ambos se reconocerán como iguales, como amigos, marcando de ese modo un nuevo destino.
