Cap. 1 - La única forma de hacerte callar

Había pasado casi un año desde la llegada del misterioso joven del futuro y en la Cápsule Corporation la vida seguía su rumbo. Bulma se encontraba en el laboratorio ayudando a su padre a terminar un nuevo prototipo de robot que Vegeta le había pedido fabricar para ayudarlo en sus entrenamientos.

–Es un maniático de la guerra- Penso mientras terminaba de ajustar las ultimas piezas del robot- No hace más que pedirnos que le hagamos maquinas para sus entrenamientos, que perdida de tiempo!.

En cambio, su padre se encontraba encantado, Con el trabajo que le daba vegeta, se habia librado de que su mujer le obligara a arreglar todas plantas del jardín porque, según ella, para estar tirado en el sillon en sus ratos libres viendo esos estupidos programas que hacian en la televisión, podia ayudarla en las tareas del hogar.

Una sonrisa surgio de los labios del inventor –Si señor, este vegeta me ha librado de una buena-

Mientras, en la sala de gravedad, Vegeta se entrenaba muy duro con la obsesion de superar a goku y transformarse al fin en super-sayan

-Ese Kakarotto, me las va a pagar! Como osa burlarse de mi, el príncipe de los sayanos, el ser mas poderoso del universo. No hace mas que dejarme en ridículo. Maldición! Seré mas fuerte que tu, kakarotto, ya lo veras- Y tras decir esto, lanzo una gran bola de energía contra una de las maquinas que el padre de Bulma habia fabricado el dia anterior, haciendo que esta saltara por los aires y rebotara en el techo, iendo a parar seguidamente a la cabeza del orgulloso guerrero.

-Maldición!-logró exclamar después de colocar ambas manos en el lugar donde aquella maquina habia aterrizado y empezaba a frotarse la herida -Kakarotto, me las pagaras!

Recogió la toalla que se encontraba en el suelo, justo a su lado, se seco las gotas de sudor que manaban por su frente y salió de la maquina, dirección al laboratorio.

-ah, vegeta!-Saludo el inventor tras oír como la puerta se abría y ver que el guerrero se le acercaba- tendrás que esperar unas horas más, estoy terminando con los últimos retoques.

-Pues date prisa-Le dijo Vegeta malhumorado-Ya me he cansado de esperar, no puedo retrasar mi entrenamiento por más tiempo.

-¡¡¡Esto es el colmo!!!-Grito Bulma, que, al lado de su padre, había oido todo lo dicho por el sayan-¿Quien te crees que somos?¿ Tus criados? Recuerda que estas en esta casa porque muy amablemente te acogimos, ¡Y no haces mas que exigir que hagamos lo que quieras cuando tu quieras! Si mi padre te ha dicho que te esperes unas horas, pues te esperas!

- Grrrr......¡No tengo porque aguantar los gritos ni aceptar las ordenes de nadie, y menos de una mocosa descarada como tu!- acto seguido, Vegeta dio media vuelta y salió de la habitación, dando un gran puñetazo a la puerta una vez que estuvo cerrada-¿Pero quien se ha creído que es para hablarme de ese modo?...¡Un dia de estos hare que se arrepienta!.....-De pronto noto como su estomago empezaba a rugirle- Aunque si es cierto que necesito parar un momento para comer, espero que cuando termine con la comida, ese estúpido humano y la mocosa hayan terminado ya con la maquina para proseguir mi entrenamiento, si no me van a oir!

Vegeta se dirigió a la cocina y para su sorpresa y gran desagrado se encontró con la Madre de Bulma, que estaba preparando el almuerzo...

-Ah! Hola apuesto Vegeta, cuanto tiempo hacia que no te veía!! Que haces tanto tiempo ahí en metido en esa maquina?? Ya sabes que hace días que espero que vengas a merendar con todos nosotros...he comprado unos pastelitos que seguro te gustan- Dijo, sacando de la nevera una gran bandeja con pasteles de todos los colores, formas y sabores- Como se que tu comes mucho, he comprado cientos de ellos- Continuo diciendo mientras se acercaba a Vegeta y apretaba sus mejillas con ambas manos- Eres un encanto ¿¿lo sabias?? Bulma siempre ha tenido muy buen gusto con los chicos, aunque estarías mas guapo y apuesto si dejaras de poner esa cara de malo.

Vegeta no consiguió más que ruborizarse como un tomate...definitivamente, esa mujer lo sacaba de sus casillas. Por suerte para él, ella ya había terminado de preparar el almuerzo y se dirigió al laboratorio a decirles a su marido y su hija que cuando quisieran ya podían ir a comer.

Vegeta abrió la nevera y empezó a prepararse un gran bocadillo con todo lo que encontraba, no pensaba quedarse a comer con esa familia de locos humanos, pero, mientras se lo preparaba, alguien llamó a la puerta.

Ya abrirán- Pensó el sayan- y siguió con su bocadillo. Al segundo, el timbre volvió a sonar, y esta vez con mas insistencia..

-Grrr... Estúpidos humanos, ¡No soy el portero de nadie!- y lanzo una bola de energía hacia la puerta, mostrando, detrás de ella, a un Yamcha sorprendido...

-Vaya, Vegeta, parece que no estas de buen humor hoy- Dijo Yamcha, acercándose al Sayan para darle unas palmaditas en la espalda.

-¡como vuelvas a tocarme te mato!-Grito Vegeta de tal forma que la casa empezó a temblar.

-jajaja.. tranquilo amigo- Dijo Yamcha con una risa nerviosa- No es para tanto.¿Aun continuas con tus entrenamientos en la sala de gravedad?

-¿y eso a ti que te importa?-le contestó Vegeta mientras volvía a su tarea de prepararse el bocadillo.

-nada, nada... tranquilo- desde luego este Vegeta sigue con los mismos humos que siempre, será mejor que vaya a ver que esta haciendo Bulma.

Mientras, en el laboratorio..

-Papá, déjalo ya, si no funciona pues no funciona, no voy a estar todo el día pendiente de lo que ese idiota de Vegeta quiere-Dijo Bulma, al ver que su padre, haciendo caso omiso al aviso de su mujer sobre que la comida estaba ya preparada, seguía intentando hacer que el robot de entrenamiento de Vegeta funcionara y estuviera terminado para cuando él viniera a recogerlo- ¡Te he dicho que lo dejes ya! ¡Si quiere un robot que venga el y se lo construya!

-Cariño, deja de gritarle a tu padre, ¿no ves que sino te saldrán arrugas?-Le dijo la Sra. Brief mientras se acercaba a ella con un pañuelo a limpiarle una pequeña mancha de aceite que tenia en la mejilla- además, los chicos no quieres a las mujeres que se pasan el día de mal humor

-¡Mama, dejame ya!-le contesto una furiosa Bulma

-Cariño, te pareces a Vegeta, siempre de mal humor..Haríais muy buena pareja- Siguió su madre- Además, es un chico muy guapo y atlético..aunque también es verdad que estaría más guapo si de vez en cuando dejara de poner esa cara que tiene de malo...

Bulma empezó a cerrar los puños y apretar los dientes y de seguro habría originado un gran terremoto con sus gritos si no fuera porque en ese momento entro Yamcha por la puerta.

-Hola Bulma! ¿Cómo estas?- Le dijo, mostrando una de sus mejores sonrisas y esperando que Bulma saltara sobre sus brazos, pero en vez de eso, tan solo recibió de ella una gran bofetada en la cara, antes de que ella saliera por la puerta lanzando un ¡Esto es insoportable!-escucho que gritaba esta desde el pasillo.

-Acaso he hecho algo?-Pregunto un Yamcha sorprendido mientras acariciaba su dolorida mejilla.

-Tranquilo, se le pasará-Contesto la mujer -Hoy esta de mal humor, mira como se ha puesto solo porque le he dicho que tiene el mismo carácter que Vegeta y que harían buena pareja!

Ese comentario provocó una gran risotada por parte de Yamcha – Jajajajajaja... tiene razon!! Jajajaja como no se me habría ocurrido a mi antes..jajajajaa Bulma la Super-Sayana...Jajajajajaja

-Por cierto, Yamcha, hacia tiempo que no te veía- Prosiguió la madre de Bulma- Desde que rompistes con Bulma no te habia vuelto a ver, ¿qué has estado haciendo hasta ahora?

-Pues poca cosa- respondió Yamcha, que aun no se había recuperado del ataque de risa sufrido hacia pocos instantes- Ahora estoy viviendo con el maestro en la Kame-House, a ver si consigo acabar con mi entrenamiento, Krilín también está viviendo ahí.

-ah, si?-Pregunto la Sra. Brief- Pues dile a Krilín que un dia de estos se pase a merendar con nosotros, Ya he invitado también a Vegeta y le he comprado cientos de pastelitos.¿Vas a quedarte a comer?

-Por supuesto, Adoro sus Guisos!- Exclamó Yamcha con una gran sonrisa

-Estupendo!- dijo la mujer mientras le guiñaba un ojo a Yamcha- Cariño, te esperamos en la mesa, no tardes- Prosiguió diciendo a su marido

-De acuerdo, Querida, Ya voy- Respondió el inventor- Unos minutos más y ya habré terminado.

Mientras, en el jardín de la Capsula Corporation, Bulma seguía enfadada por aquel comentario tan ridículo que había hecho su madre.

-Ja! ¿Pero que se ha creido?-Dijo a la vez que tiraba una gran piedra sobre el estanque, haciendo que toda el agua le salpicara a la cara- No siempre estoy de mal humor, es sólo que ya me tienen harta!

-Jajajaja- Se oyó la risa de Vegeta proveniente de uno de los árboles del jardín-No digas mentiras mujer, te pasas el dia gritando. Eres una Histérica. Jajajaja

-¡Pero tu que te has creido!-Le gritó Bulma, ya exasperada- ¡Tenme un poco mas de respeto, no olvides que soy una dulce jovencita! ¿Que pasa, en tu planeta no te enseñaron buenos modales? Menudo principe de pacotilla estas echo!

-En mi planeta me enseñaron a pelear- Dijo Vegeta- No a aguantar a lloronas.

Este ultimo comentario ya logró sacar de sus casillas a Bulma, que, cogiendo varias piedras del suelo, empezó a lanzárselas al Sayan mientras le gritaba -¡Yo no soy ninguna llorona! ¡Ya te he dicho antes que me trates con mas respeto! A partir de ahora quiero que me llames Srta. Bulma, ¿Esta claro?

Pero al parecer, que una mujer le tirase piedras no fue del agrado de Vegeta, y dirigiéndose a ella, la agarró por la camisa al tiempo que la sujetaba por los aires

-¡No voy a aguantar que ninguna niña mocosa y malcriada como tu me falte al respeto!

-¡Ya te he dicho que no soy ninguna moco.....!-Pero Bulma no pudo terminar su frase, ya que Vegeta la había atraído hacia si y le había dado un fugaz beso en los labios, dejándola posteriormente, otra vez en el suelo y, dándole la espalda, se dirigió de nuevo al laboratorio a recoger el robot para el entrenamiento que el Sr. Brief habia terminado de reparar.

Bulma se enfadó todavía más por lo que acababa de suceder, aunque también era cierto que el beso del Sayan no le había desagradado, había sido tan rapido que a penas lo noto, pero aun le quedo el sabor de los labios de Vegeta en los suyos- Arggg.. Ese maldito sayan acabara con mi paciencia, un dia de estos se enterara de quien soy yo!!- gritó Bulma, sin darse cuenta de que inconscientemente aun seguía acariciando sus labios como intentando mantener el mayor tiempo posible la sensación que le había dejado Vegeta al momento de besarla.

-Bulma, Cariño- Oyó la voz de su madre llamándole desde el comedor- La comida ya está en la mesa, ven antes de que se te enfrie.

-Voy mamá- Le dijo mientras se dirigía hacia la casa.

Al entrar su madre la encontró totalmente blanca. –Hija! Parece que hayas visto un fantasma-dijo- estas bien?

-Si, mamá-Contesto casi en un suspiro- Pero no tengo mucha hambre, estoy algo cansada, creo que iré a acostarme un rato a mi cuarto.

-Como quieras tesoro-Le dijo-Pero ¿seguro que te encuentras bien?¿No quieres que te suba nada?

-No-Le contestó Bulma-tranquila, es solo que estoy muy cansada, se me pasará enseguida.

Al llegar a su habitación, fue a darse una ducha antes de acostarse. No podía quitarse de la cabeza aquel beso que Vegeta le había dado hacia un momento y notó como empezaba a ruborizarse cada vez que intentaba recordar el sabor de aquellos labios. Realmente no estuvo nada mal...¿Pero porque se sentía de esa forma tan extraña? Al fin y al cabo solo había sido un beso.

Aquella noche, soñó que se encontraba nuevamente con Vegeta en el jardín y éste, la besaba dulcemente a la vez que acariciaba su azulado cabello..Se despertó de madrugada toda empapada en sudor y oyó como la puerta de la habitación donde dormía vegeta, se abría.

-Seguramente que ahora vaya a entrenar-pensó para sí-se pasa el día metido en esa máquina.

Se levantó de la cama y se dirigió a la ventana, desde donde vio a vegeta salir de la casa y entrar en la cámara gravitatoria.

-Mi madre tiene razón-Dijo Bulma para si misma- Vegeta es un hombre muy atractivo, y si no tuviera ese carácter tan orgulloso, seguramente acabaría enamorándome de él.

¿Pero que estas diciendo, Bulma?-Gritó mientras se pegaba pequeños golpecitos en la cabeza-¡Ahora piensas eso porque no puedes quitarte ese estúpido beso de la cabeza!.

Bulma volvio a quedarse dormida despues de un rato y cuando desperto todo pareció volver a la normalidad. Ya no tenia pensamientos como los de la pasada madrugada y despues de una refrescante ducha empezó a vestirse para bajar a desayunar, pero de pronto, escucho una gran explosión proveniente del jardín....

-Oh, no!-Dijo al mirar por la ventana, para comprobar que era lo que había hecho semejante ruido- ¡Vegeta!

Bajo corriendo las escaleras y se encontró con Yamcha, que también salía corriendo a ver lo que había pasado.

-¡Vegeta!¡Vegeta!-siguió gritando Bulma mientras se acercaban a la cámara gravitatoria que acababa de explotar por los aires- ¡VEGETA!¿ESTAS BIEN?

-¡Deja ya de chillarme!-se escucho una voz desde dentro de los escombros-Estoy bien.

En ese momento apareció la mano de vegeta y poco a poco fue saliendo de ahí. Bulma fue corriendo a ver las heridas que tenia vegeta, realmente se le veía muy mal, tenia todo el cuerpo arañado y una gran herida hacia que el Sayan sangrara por la cabeza. En ese momento, Vegeta cayó al suelo.

-¡Vegeta!-Bulma fue corriendo a sostenerlo entre sus brazos para comprobar que aun seguía vivo

-¡Dejame ya!, no haces más que atrasar mis entrenamientos, estoy bien-Le dijo vegeta, intentando soltarse de ella.

-no, tu no vas a ninguna parte hasta que te cure esas heridas-Le dijo Bulma pacientemente, cosa que sorprendió incluso a Vegeta, que esperaba unos gritos por parte de ella.

-A mi nadie me da ordenes, descarada-Alcanzó a contestarle el Sayan justo antes de desmayarse.

Yamcha llevó a Vegeta a su cuarto mientras Bulma y su madre fueron a avisar al medico, Este llegó al momento, vendando las innumerables heridas que tenia Vegeta repartidas por su musculoso cuerpo y dando la recomendación de que guardara cama al menos durante una semana.

-Esto no le gustara nada a Vegeta cuando se entere- Dijo la Sra. Brief- Míralo.. ¡¡es tan mono cuando está dormidito!! Iré a buscar un cuenco con agua para bajarle un poco la fiebre.

-De acuerdo, mamá,-Le contestó Bulma-Yo me quedaré aquí cuidándolo un rato, hasta que se encuentre mejor.

-Bulma-Dijo Yamcha acercándose a ella- Yo tengo que irme ya a continuar mi entrenamiento, si ves que necesitas algo, llámame, Vale?

-De acuerdo, Yamcha- contesto ésta, mas pendiente del estado de Vegeta que de mirarlo- Gracias

Yamcha salió de la habitación tras haberle dado a Bulma un pequeño beso en la frente, del cual, ella ni se percató. Cuando su madre volvió con el balde de agua y la toalla humeda, Bulma la puso sobre la frente de Vegeta, esperando que el Sayan despertara pronto.

Pasó un día entero y al llegar la noche, Vegeta se despertó y se encontró a Bulma recostada a su lado con la toalla húmeda en sus manos

Vegeta se puso a observar la cara de Bulma, que estaba durmiendo placidamente y muy lentamente dirigió su mano hacia el cabello de ella para apartarle un pequeño mechón que le caía sobre la cara, -no se porqué, por más que me grite y me falte al respeto, no soy capaz de hacerle ningún daño-Pensó Vegeta-y eso que esta mocosa e insoportable ha logrado realmente hacer que en ocasiones me enfade de verdad!!....nunca me había pasado esto con nadie. ¿qué tendrá ella de especial?...Tal vez me este ablandando. ¡No puede ser! Yo, el príncipe de los Sayans, el guerrero mas poderoso del universo, estoy siendo ablandado por una niña malcriada, mandona y descarada....

En ese momento sintió como Bulma se despertaba, y volvió a cerrar los ojos con la intención de hacerse el dormido.

-Pobre Vegeta-Escucho decir a Bulma- Sé porque sigues este duro entrenamiento, quieres ser más fuerte que Goku, realmente ha herido tu orgullo, ¿verdad?- Y dicho esto se acercó a su frente y le dio un dulce beso, que hizo que vegeta se estremeciera, aunque por suerte para él, Bulma no se dio cuenta, y más tarde, salió de la habitación para ir a por mas agua y una nueva toalla.

-Jamás nadie me había tratado de esta forma, pero que es lo que me pasa con ella?-se dijo Vegeta una vez que Bulma se hubo ido. Acto seguido acarició su frente, notando como aun persistía en ella la pequeña presión que segundos atrás había dejado el dulce beso de ella. Al poco rato, volvio a dormirse.

Cuando Vegeta se desperto a la mañana siguiente, se encontró con la dulce sonrisa de la madre de Bulma.

-Buenos dias, guapeton!-Le dijo ella pellizcando dulcemente su mejilla- menudo susto nos llevamos todos ayer

-Vaya, lo que me faltaba, la mujer de la voz chillona otra vez por aqui-Pensó Vegeta, a la vez que giraba la cara hacia otro lado, para evitar que la mujer siguiera pellizcando su mejilla.

-¿qué tal te encuentras hoy?-Continuo diciendo la mujer-...Ya veo que no me contestas, eso significa que estás bien. Pero no, aun no te puedes levantar-Prosiguió, lanzando una pequeña risita que a Vegeta le pareció chillona y muy vulgar.

-Es una autentica bruja-Pensó, mientras la mujer dejaba sobre la mesa un vaso con la medicina del Sayan.

-Anda, se buen chico y tomate tus medicinas-Dijo la mujer, mas alegre aun si cabe-yo no estaré aquí en todo el día, así que he mandado a Bulma que cuide bien de ti.

-Menos mal-Pensó Vegeta-Al menos no tendré que aguantar a esa mujer durante mucho más rato.

La mujer salió de la habitación y poco después entro Bulma con una bandeja llena de pastelitos y una gran taza de leche.

-Buenos días-Dijo mientras le dirigía una sonrisa al sayan-Tienes mucha suerte de que una chica tan bonita como yo se digne a traerte el desayuno a la cama.

-¿Qué te crees, mocosa?-Le contesto Vegeta de mal humor-no hace falta que nadie este cuidando de mi, y ahora vete! Voy a vestirme para seguir con mi entrenamiento

-¡De eso nada!-Gritó Bulma enfadada-El medico ha dicho que tienes que guardar cama al menos una semana, ¿Me has oido? Así que durante todo ese tiempo vas a hacerme caso en todo lo que te diga.¡Y se acabo! Por cierto, ya que estamos, ¡Que sea la ultima vez que me besas sin mi consentimiento!¿Te queda claro?

-Que yo sepa, no soy el único que va dando besos por ahí sin el consentimiento de la otra persona-Dijo vegeta, intentando que ella no se diera cuenta de que de repente una media sonrisa se le habia dibujado en su rostro al recordar el beso que Bulma le habia dado aquella noche en la frente.

Bulma se sonrojó-¿Te refieres a lo de anoche?-dijo sorpendida y llena de vergüenza al enterarse de que el sayan lo había notado-¡Eso no fue ningun beso!-Siguió diciendo- ¡Tan solo puse mis labios sobre tu frente para comprobar que no tuvieras fiebre, nada mas!¡No te hagas ilusiones!

-A mi no me pareció que fuera eso-Siguió Vegeta-pero bueno, como quieras, eso a mi no me incumbe.

-¡Pues a mi si que interesaría saber porque el otro dia me besastes en el jardin!-Continuó Bulma, sin querer dejar pasar la oportunidad de saberlo

-Ah, eso..-Dijo Vegeta- Era la única forma de hacerte callar. Tus gritos hacian que me doliera la cabeza.

El Sayan vio como la muchacha empezó a ponerse roja por momentos y supuso que lo que iba a venir después serian un montón de gritos e insultos, sin embargo, nada de lo que se esperó sucedió. Tan solo vio como Bulma se fue corriendo de la habitación, cerrando de un portazo la puerta tras de si.

-Menudo carácter-Dijo Vegeta-¿qué esperaba?¿qué siguiera aguantando sus gritos de histérica?

Vegeta sonrió al recordar la escena, Después que la besara, Bulma se quedó un buen rato sentada en el suelo sin decir nada- En verdad, fue una buena forma de hacerla callar.