Luz sin Gravedad
Disclaimer: los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, pero la historia ha salido totalmente de mi persona.
Summary: Desde su infancia todo fue perfecto, sus familias habían unido sus caminos para un matrimonio en el futuro, con el pasar de los años sus sentimientos fueron creciendo y fortaleciendo su amor, pero el día menos pensado todos esos sueños quedaron a un lado por una desgracia en la familia Uchiha, desde entonces Sasuke tendrá que debatirse si seguir su nuevo camino el cual implicara dejar a su prometida Sakura y alejarse de ella e irse por el rumbo del odio y la venganza. ¿Qué es lo que les deparara ahora que las cosas tomaron un giro tan grande?
Género: romance, comedia, drama, acción, suspenso, cosas de la vida.
Nota: Contenido apto para mayores de edad (lemon, muerte de un personajes, violencia).
Advertencia para el capitulo: algo de lemon.
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Prólogo
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Nos situamos en la gran ciudad de Tokio, Japón. Donde se encontraba una gran mansión de estilo antigua ubicada en el oeste del territorio, rodeada de majestuosos arboles de cerezo, en el lugar se podían apreciar dos niños corriendo. Eran unos pequeños d años de edad, una hermosa niña de cabellos largos rosados que se encontraba detrás de un niño de cabello algo alborotado negro con algunos reflejos azules.
– Sasuke-kun no te vayas yo quiero darte un abrazo. Ven y salúdame.
Era la pequeña pelirosa de 6 años, tenía el cabello suelto que le llegaba a la mitad de la espalda, adornado con una diadema de flores blancas y celestes, adelante su fleco era recto, estaba vestida con una blusa blanca de mangas abombadas, una falda de corte princesa color celeste recta que llegaba arriba de sus rodillas, unas medias panty blancas estampadas con ositos de color marrón y unos zapatos de estilo lolita adornados con lazos y cintas del mismo color de su falda. Su piel era blanca y pálida, pero eso hacia resaltar sus grandes y profundos ojos color verde, de un tono tan profundo como el jade.
– Déjame Sakura no me gusta que las niñas me toquen y se me peguen.
El pequeño pelinegro corría rápidamente para no ser alcanzado, él tenía 7 años, su piel era aún más blanca y sus ojos eran de color negro, profundos como la noche, su cabello de color azabache llegaba en la parte de adelante hasta sus mejillas y atrás estaba alborotado. Estaba vestido con una pijama de pantalón y camisa de color gris adornada de muchos abanicos blancos con rojo que era el símbolo representativo del apellido de su familia.
Habían llegado hasta una terminación de la casa, donde al abrir sus puertas daba hacia un gran árbol de cerezo que estaba situado en el medio de todo. Tenía ramas frondosas y largas que adornaban todo el sitio.
– Sasuke-kun, Sasuke-kun –la pequeña comenzó a hacer pucheros– yo solo quiero que me saludes –sus ojos comenzaron a nublarse, ya que las lágrimas querían salir de ellos.
– No comiences –bufo y se detuvo– siempre estas llorando –se cruzó de brazos.
– Sasuke-kun tú lo prometiste –sus pucheros comenzaron a intensificarse.
– No se dé que hablas hmp –comenzó a caminar para irse de allí– apenas me despierto y escucho tu molesta y chillona voz.
– Sa-Sasuke… Sasuke-kun…
Se escuchó algo caer y rápidamente el pelinegro volteo con el ceño fruncido, topándose con una imagen que hizo que sus ojos se abrieran de manera de sorpresa.
– Sakura –su cara paso a una expresión preocupada.
El pequeño fue acercándose poco a poco hasta donde estaba la niña, que se encontraba de rodillas, con sus brazos apoyados en la tierra. De sus ojos salían gruesas lágrimas y sus mejillas estaban adornadas por una especie de rosado bastante pronunciado.
– Tu… Tu nunca me vas a querer –se inclinó hacia atrás y comenzó a pasar sus manos tratando de limpiarse las lágrimas, pero no se había dado cuenta de que estaban sucias– Sasuke-kun nunca va a querer casarse conmigo ni siquiera quiere ser mi amigo –volvió a la misma posición que estaba anteriormente– yo hablare con mamá para que no estés atado a estar con alguien tan fastidiosa como yo…
– Hmp… –Se inclinó hacia donde estaba la pequeña– Sakura… Verdaderamente eres una molestia.
La niña al escuchar esto, paro su llanto en seco y se levantó a ver a Sasuke, su mirada se topó con la de él y sus ojos se ensancharon aún más, demostrando sorpresa.
– A mí no me gusta que me estén abrazando y montándose encima de mí, ni siquiera oka-san –se sonrojo un poco y desvió su mirada al otro lado- pero esto no significa que este atado a ti por obligación, es un compromiso y yo no me molesto con eso –su sonrojo se intensifico– como sea –volteo a mirar hacia el frente– no sigas llorando, no me gusta ver a las niñas llorando –volvió a fruncir el ceño nuevamente- tonta mira te ensuciaste.
El chico con sus manos comenzó a limpiar el agua salada que aun resbalaba de los ojos de la pelirosa, luego sacudió un poco las mejillas de ella que estaban llenas de algo de tierra y la miro fijamente.
– Sasuke-kun –sus mejillas se sonrojaron– gracias.
– Te ves fea llorando –se levantó y comenzó a caminar metiendo sus manos en los bolsillos– apresúrate, oka-san nos está esperando para desayunar.
– Hai hai –se levantó y sacudió para limpiarse un poco ya que se había ensuciado por estar tirada en el piso, luego fue corriendo detrás del ojinegro con una sonrisa de oreja a oreja.
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Capítulo 1: Solo mía
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10 años después
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Era una mañana fría en la ciudad de Tokio, el ambiente estaba cubierto totalmente por una fina capa de nieve que hacia decorar a todo el lugar de blanco. En el instituto privado Konohagakure, uno de los más prestigiosos del país, debido a que es costoso y el nivel que sostienen los estudiantes es bastante elevado, está situado en el centro de la ciudad, en cierto salón se encontraban dos amigos debatiéndose, ya que ese día iban a hacer elección del viaje escolar para celebrar su graduación de la preparatoria.
– ¡Dobe! –grito un pelinegro.
– ¡Teme! –respondió un rubio.
– Dobe.
– Teme.
– Dobe.
– Teme.
– Dobe.
– Teme.
– ¡Ya cállense! Que problemáticos son, no entienden que sus gritos atormentan a estas horas de la mañana –decía un chico de cabello castaño que estaba entrando al aula y caminaba hacia su asiento.
Él era Nara Shikamaru, se caracteriza por tener una expresión de pereza y cansancio, su cabello negro está atado con una cola de caballo en punta y ojos marrones. Es un chico bastante relajado pero también es muy inteligente. Le encanta mirar las nubes y comúnmente evita meterse en situaciones "problemáticas o fastidiosas". Tiene 17 años de edad.
– ¡CALLATE TU! –gritaron al mismo tiempo los otros dos.
– ¿Cuál es la razón de tanto alboroto a esta hora? –pregunto con cara de molestia el recién llegado.
– Este teme dice que es mejor que el viaje de graduación sea en un lugar frio y yo digo que es mejor que nos vayamos a la playa –respondió el rubio.
Namikaze Naruto era un chico bastante enérgico y alegre, demasiado hiperactivo para el gusto de todos. Pero era un excelente amigo y persona, muy amable y siempre dispuesto a ayudar a los demás, es conocido también por su gran convicción y perseverancia. Su cabello amarillo es bastante alborotado y de puntas, su piel de un tono canela aunque no muy oscura, alto, de contextura delgada pero bien definida y sus ojos de un azul tan profundo como el mar. Tiene 17 años.
– Hmp no tengo porque llevar tanto sol en una playa… Usuratonkashi –se cruzó de brazos el ojinegro.
Por su parte Uchiha Sasuke tiene unos rasgos bastantes resaltantes y que siempre lo han distinguido, su cabello era algo largo pero no en exceso, la parte delantera llegaba hasta la barbilla y atrás de puntas, alborotado. Sus ojos negros profundos y oscuros como un carbon, era alto, delgado pero su cuerpo estaba bastante torneado, sus hombros anchos, piel clara y rasgos finos pero varoniles. Su edad es de 17 años.
– Que problemáticos son ustedes, peleándose por un tema que vamos a decidir todos el día de hoy en clases –añadió el Nara sentándose y recostando su cabeza en la mesa.
– Cállate Shikamaru, ya verás que nos iremos a la playa. Así tendremos mejor vista ¡dattebayo! –añadió el ojiazul con una cara de perversión.
– Ese es todo el asunto tuyo dobe –bufo el pelinegro.
– ¡Ja! No me digas que no te gustaría ver a Sakura-Chan en traje de baño –insinuó el rubio poniendo sus manos de forma circular y comenzando a realizar movimientos como si estuviera imaginando los senos de la chica, además de tener sus mejillas coloradas.
Pero antes de que dijera algo más el ojinegro le había dado un golpe en la cabeza a su amigo.
– Usuratonkashi, ni se te ocurra volver a tratar de imaginar a Sakura en ese tipo de cosas –reclamo molesto y a la vez con un leve tono rosado en sus mejillas.
– Teme eso duele –añadió sobando su cabeza.
– Tú te lo buscaste –respondió el pelinegro muy molesto y volviendo a cruzarse de brazos– ni se te ocurra tratar de pensar en ella así en ningún momento, ni siquiera en lo más mínimo –añadió frunciendo el ceño.
– Sasuke ella no es de tu propiedad y yo puedo hacer lo que quiera –insinuó el rubio, para hacer molestar más a su amigo, le encantaba hacerlo.
El Uchiha se miraba muy molesto, pero su amigo solamente comenzó a reír a carcajadas.
– Sasuke –dijo el pelinegro de cola levantando su cabeza de la posición en la que estaba– no le hagas caso al tonto de Naruto, sabes que lo hace para molestarte y como resultado hace que sus extremas e infantiles risas tornen el ambiente más fastidioso y… problemático –su cabeza volvió a la posición anterior.
Él tenía razón, el chico luego dio un gran suspiro, él sabía que su amigo solamente buscaba hacerlo molestar y lo peor es que siempre terminaba sacándolo de su lugar. Ellos se conocían desde que eran bebes, Sasuke había nacido unos cuantos meses antes que Naruto, pero sus madres eran primas, así que desde pequeños han sido cercanos y aunque sus personalidades pueden definirse como polos opuestos, además de primos son mejores amigos ya que esas diferencias entre ambos ha sido la chispa que ha ayudado a que su lazo de hermandad se haga más fuerte con el paso de los años.
– Dobe ya quédate quieto es muy temprano para que andes fastidiando –comento pasando una de sus manos por su cabello y alborotándoselo un poco más.
– ¡Teme deja de ser tan gruñón y diviértete! –el ojiazul comenzó a mover sus brazos enérgicamente.
En ese momento se escucharon dos voces femeninas que venían hablando y entraron al salón.
– Si Ino tomare tu consejo –estaba riendo una pelirosa.
– Más te vale frentona, no debes de perder esta oportunidad –respondió una rubia sonriendo y luego se dirigió a los chicos que ya estaban en el sitio– ¡Hola chicos buenos días!
Yamanaka Ino, es una persona muy orgullosa en cuanto a su apariencia ya que se preocupa mucho por mantenerse delgada, por eso mantiene un hábito de numerosas dietas. Sus rasgos más notables eran sus ojos azules y su cabello rubio largo, habitualmente recogido en una cola de caballo con el flequillo cubriéndole el lado derecho de su cara. Aunque su carácter es bastante fuerte, es muy amistosa. Tiene 17 años.
– Buenos días –dijeron los tres chicos presentes.
– ¡Ino, Sakura-chan ya llegaron! –grito el rubio más emocionado todavía.
– Hola Naruto buenos días –Dijo sonriendo ampliamente– Shikamaru buenos días –sonrió al ver que su amigo solo levanto la mano para saludar– buenos días Sasuke-kun –dijo sonrojándose y acercándose al Uchiha.
Haruno Sakura, tiene el cabello de color rosa, grandes ojos verdes y piel blanca. Su cabello lo lleva por los hombros corto y recto con las puntas hacia adentro, su fleco lo tiene de un lado y lleva una cinta roja como diadema. Ella es una chica muy cariñosa y expresiva, sobre todo con su novio y prometido Sasuke. Aunque cuando la hacen molestar, muestra un lado sumamente agresivo. Ella tiene 16 años.
– Buenos días Sakura –dijo con una media sonrisa.
– Sasuke-kun –se agacho ya que su chico estaba sentado y le dio un beso en la mejilla.
Este acto hizo que el moreno se ruborizara y volteara su mirada hacia el otro lado. Su rubio amigo, quien estaba al lado, frunció el ceño y se cruzó de brazos haciendo como si no hubiera visto nada. Al igual que el Uchiha y el Namikaze, la Haruno había sido su amiga de la infancia y los dos habían prometido cuidarla siempre, pero desde que sus dos amigos eran novios declarados, algo dentro de él le causaba cierta incomodidad cuando los miraba demasiado juntos.
– ¿Cómo estás? –pregunto el pelinegro mirando al costado todavía, pero volteando un poco para ver la respuesta de la pelirosa.
– Muy bien, y ahora mucho mejor que estoy contigo –se sonrojo y se sentó en el asiento que estaba al lado del ojinegro.
– Si son aburridos –bufo la rubia– tantos años juntos y solo se saludan con un beso en la mejilla –se cruzó de brazos y se sentó delante de la ojiverde– aburridos –inflo los cachetes.
– ¡Ino! –Sakura entrecerró su mirada.
– ¿Qué? Solo digo la verdad, ustedes actúan como que si ninguno supiera que han estado toda la vida juntos y que en un futuro van a casarse –sonrió de manera picara– ya los quisiera ver yo en su noche de bodas solo para ver sus expresiones–se tapó con su mano la boca mientras reía internamente.
– Ino pero que dices, Sasuke no sería capaz de sobrepasarse con Sakura-chan –menciono el rubio aun con los brazos cruzados, aunque a veces era un pervertido gracias a su padrino Jiraya, que era un amante de las mujeres y siempre llevaba al ojiazul a su casa para mostrarle mangas y películas que eran para mayores de edad, pero cuando se trataba de su amiga él realmente era muy ingenuo – ¿verdad que no teme?
– Usuratonkashi –el pelinegro se cruzó de brazos también y miro hacia donde estaba la ojiverde– Sakura calla a estos dos, ya van a empezar.
– ¿Y hoy es el día de todos crúcense de brazos y molesten a Sakura? –bufo ahora molesta la chica– aún es muy temprano para que ya estén fastidiando –inflo los cachetes– Sasuke-kun y yo dejamos los momentos privados para nosotros, no para ustedes –se sonrojo un poco ya que se dio cuenta tarde que lo que menciono pudo haberse malinterpretado.
– Sa-ku-ra –escucho a su novio quien volteo a mirarla con un tic en su ojo izquierdo.
– Lo siento Sasuke-kun yo no quise decir algo que pudiera malinterpretarse –miro a su novio con su cara totalmente roja– chicos Sasuke y yo no hacemos ese tipo de cosas que ustedes creen –dijo sacudiendo sus manos de forma nerviosa.
– Jajaja frentona te descubriste –decía volteando su amiga y riendo.
– ¡Sakura-chan! No digas ese tipo de cosas, yo sé que tú eres muy inocente y que el pervertido es el teme este –se mostraba bastante indignado– yo sé que tengo que cuidarte para que no te haga nada –se levantó acercándose a la ojiverde– Sakura-chan, Sakura-chan porque mejor no te haces mi prometida –se sonrojo– ¡yo si te cuidare dattebayo!
– Naruto – menciono con voz tétrica el pelinegro y se levantó colocandose al frente del rubio– yo no voy a hacerle nada malo a MI novia –dijo frunciendo levemente el ceño– no hace falta que nadie más la cuide, porque conmigo va a estar bien.
– ¡TEME!
– ¡DOBE!
– TEME
– DOBE
– TEME
– DOBE
Las miradas entre los dos chicos era firme y cualquiera podía imaginar que salían rayos de sus ojos y que estos chocaban entre sí.
– ¡Callenseeeeeeeeeeeeeeeee! –Gritaron Ino y Shikamaru al mismo tiempo.
– No puede ser que ustedes estén peleando todo el tiempo, han sido amigos desde bebes, además de que son primos pero todos los días están insoportables –se levantó la rubia de su asiento– frentona ya cállalos –se volvió a sentar colocando y cruzando sus brazos en su mesa e inflando los cachetes.
– Oye –coloco sus manos en su cadera– Naruto ve a tu asiento –lo señaló con el dedo– por favor…
– Esta bien Sakura-chan, pero que sepas que lo hago es por ti –se cruzó de brazos y se sentó con el ceño fruncido.
– Sasuke-kun –lo tomo del brazo– cariño sabes que no me gusta que peleen siempre, además –se acercó al oído del chico– yo solamente quiero que TU me cuides –le dio un beso en la mejilla haciendo que su novio se sonrojara totalmente– ve y siéntate.
– Hmp –sonrió de medio lado aun con las mejillas algo rojas– molesta.
El ojinegro fue a su asiento y se sentó tranquilamente, la pelirosa sonrió y volvió a su asiento.
– Ven que así todo está mejor –dio un leve suspiro.
Todos estuvieron en silencio por un momento hasta que dos estudiantes más fueron entrando al aula de clases.
– Si Rock Lee yo también quiero que el viaje sea a la playa –decía una pelicastaña entrando.
– ¡Sera muy divertido! –entro sonriendo un chico con las cejas bastante gruesas.
– ¡Ten Ten buenos días! –levanto la mano alegremente la rubia en forma de saludo.
– ¡Buenos días a todos! –dijo sonriendo la chica.
Ella es Tamura TenTen, tiene grandes ojos marrones, cabello largo y castaño recogido en dos moños enrollados. Es una chica muy sencilla, expresiva y espontánea. A pesar de esto, nunca falta el respeto a las demás personas, aunque muchas veces tiene pequeñas "meteduras de pata". Casi siempre se muestra alegre y procura ayudar tanto en la moral como en sus acciones a sus amigos. Cuenta con 17 años.
– ¡TenTen, Lee! –saludo alegremente la pelirosa.
– Buenos días Sakura –dijo sonriente la ojimarron.
– Oh –se sonrojo el chico de cejas gruesas– Sakura-San, mi hermosa flor de loto –se acercó corriendo– este día estaba bien pero con tu presencia has hecho que mi corazón destelle de amor y que el fuego de mi interior aumente –le tomo la mano a la chica– oh mi hermosa doncella, gracias por alumbrar con tu luz mis días y encender la llama de la juventud que se encuentra en mi ser.
Él es Rock Lee y es de un aspecto bastante singular. Tiene unas cejas muy gruesas y es por eso que ha recibido ciertos apodos como "cejas pobladas" o " cejas de azotador". Sus grandes ojos son negros perfectamente redondos. Su cabello es de corte recto y de estilo honguito. Pero aunque su apariencia es extraña, el nunca hace caso a las críticas, es muy enérgico, sincero y entusiasta. Desde que conoció a Sakura en el instituto sintió amor a primera vista, desde entonces no puede verla porque siempre confiesa sus sentimientos. Tiene 16 años.
– Con tu luz, oh si tu hermosa luz, que derrite cualquier rastro indecente en mi ser… –seguía diciendo bastante inspirado.
Todos miraban la escena con una gotita en su frente, estaban acostumbrados a ese tipo de actos por parte del chico hacia la pelirosa, aunque ella al principio se sintiera incomoda, luego fue acostumbrándose, ya que a pesar de que el es bastante intenso, es muy respetuoso. Al único que esto no lo termina de convencer es a su amargado novio quien siempre ve la escena con un tic en el ojo.
– Jeje Lee gracias por tus palabras –decía algo nerviosa la ojiverde quien se daba cuenta de un cierto aura negro al lado de ella.
– ¡Oh! No mi flor de cerezo, con mucho gusto –hizo una reverencia.
– Lee –pronuncio de forma macabra cierto pelinegro levantándose de su asiento y acercándose.
– Oh Sasuke-san buenos dias –saludo levantando una mano como si nada.
– Hmp –tomo por la muñeca a su chica y la levanto- vámonos…
El Uchiha jalo a su prometida fuera del salón, camino hasta las escaleras y subió hasta dirigirse a un pequeño cuarto que había al lado del baño de hombres que estaba en ese piso.
– ¡Sasuke-kun! ¿Qué sucede? –pregunto algo preocupada.
– Hmp…
– No me gusta que me respondas solo con tus monosílabos –hizo un pequeño mohín con su boca.
Entro al cuarto, que parecía ser donde guardaban todos los implementos de limpieza, metió a la chica de un jalón y cerro con seguro.
– ¿Sa-Sasuke-kun? –se notaba bastante sonrojada al recordar algunos acontecimientos que habían ocurrido en ese lugar una semana atras.
– Sakura…. –él se mostraba bastante serio.
– ¿Qué sucede? ¿Por qué me trajiste aquí? –coloco sus manos en el pecho de su novio.
– Tú…–agacho un poco su mirada y volteo de lado– tú…
– ¿Yo que? –se miraba bastante curiosa a pesar de estar nerviosa.
– Tu eres mía –volteo su mirada al frente y la miro a los ojos, sus mejillas estaban algo rosadas.
Y sin esperar ni un minuto el pelinegro todo con sus manos las mejillas de la pelirosa y se acercó a ella hasta quedar a milímetros de su rostro.
– Solo mía –dijo en un susurro y fundió sus labios con los de ella.
En un beso bastante suave, comenzó con mucha lentitud queriéndole transmitir sus sentimientos, presiono su agarre para sentir a Sakura aún más cerca de él y esta paso sus brazos por los hombros de su prometido y se apretó más contra su cuerpo. Poco a poco fueron abriendo sus bocas, para comenzar a sentir sus lenguas, los movimientos seguían siendo suaves pero la intensidad comenzó a incrementarse a medida que sentían que el ambiente se iba calentando. No querían separarse pero la necesidad de tomar aire los interrumpió y se alejaron un poco.
– Que te quede claro Sakura, tu eres mía… –añadio por debajo algo demandante colocando su frente en la de la chica.
– Sasuke-kun eres un tonto celoso y posesivo –dijo con sus mejillas sonrosadas mirando fijamente a su chico.
– Hmp… –una de sus manos tomo de la cintura y atrajo de nuevo a la ojiverde hacia su cuerpo.
– Pero, ¿sabes? Eres mi loco posesivo, celoso y sexy, solo mío –decía en susurros cerca del oído del ojinegro– yo soy tuya, así como tú eres mío.
Recordando que hace tres meses los dos habían tenido su primera experiencia sexual juntos, había sido la primera vez para ambos, pero desde entonces se convirtió en algo constante para ellos, ya que les era imposible no sucumbir ante el deseo luego de haber experimentado todas esas sensaciones. El primer mes Sasuke había utilizado preservativos como protección, pero se dieron cuenta de que era un método que no funcionaría siempre por ser poco práctico ya que hasta en los momentos menos pensados los dos aprovechaban para hacer el amor y a veces un preservativo no estaba a la mano, así que desde el segundo mes ella fue a un ginecólogo quien le recomendó unas pastillas anticonceptivas especiales para su organismo y es que a pesar de que se amaban, estaban conscientes de que no tenían edad para la posibilidad de tener un hijo aun y preferían cuidarse.
– Sakura sabes que cuando dices esas cosas haces que quiera hacerte el amor –la miro con total deseo.
– Sasuke-kun –se sonrojo y sintió su boca seca– nos pueden descubrir, el otro día tuvimos suerte de que nadie pasara por aquí pero –fue callada por los labios del pelinegro quien los tomo de manera salvaje y comenzó a darle pequeños mordiscos.
– Shhhh –se separó un poco y la miro a los ojos– solo será un momento –finalizo diciendo para luego comenzar a repartir besos por el cuello de la pelirosa.
Seguido a esto, la tomo por los muslos, giro con ella hacia el lateral del pequeño cuarto y la subió pegándola contra la pared, él se colocó en medio de sus piernas y esta reforzó el agarre envolviéndose con él. Volvió a besarla en los labios mientras con sus manos acariciaba los firmes muslos de su chica, ella por su lado comenzando a excitarse comenzó a desabrochar un poco los primeros botones de la camisa del Uchiha y cuando llego hasta la mitad, acaricio su pecho de manera suave pero con absoluto deseo. Sasuke totalmente poseído por el deseo comenzó a masajear suavemente las nalgas de ella y a besarla con mayor intensidad, mientras que ella con mayor emoción comenzó a desabrocharle la correa del pantalón de él, que al darse cuenta de lo que Sakura estaba haciendo sintió la necesidad de poseerla en ese mismo instante así que le facilito un poco el proceso, luego desabotono lo que le faltaba. La bajo un momento para que ella pudiera quitarse su panty y el bajarse los bóxer, mientras hacían esto sus miradas seguían fijas.
– Eres jodidamente sexy Sakura –dijo subiéndola en la misma posición que hace rato y pegándola mucho más hacia su cuerpo, ya sin nada que estuviera atravesado de por medio.
– Soy eso y todo lo que tú quieras solo para ti –se acercó a su oído con las mejillas calientes– te quiero ya y ahora dentro de mi Sasuke-kun.
Esto basto para que el ojinegro la tomara con más precisión en sus caderas y la penetrara de una sola vez, ante esto la pelirosa dio un leve gemido y se aferró a su pecho. El volvió a besarla pero con suma pasión mientras comenzaba el movimiento del vaivén de una manera bastante intensa, luego fue por su cuello y lo recorrió besándolo y pasando su lengua lentamente, haciendo que en el proceso la ojiverde lanzara una serie de suspiros llenos de excitación. Realmente disfrutaban de esos momentos juntos, donde los dos se complementaban el uno al otro y sus cuerpos se unían en una perfecta sincronía. Ella ante la sensación de placer que le daba el Uchiha comenzó a gemir mientras con desesperación se aferraba con sus brazos al cuello de este, él sabía muy bien que hacer para hacerla sentir deseada, para ponerla en ese estado, para que le transmitiera todas esas sensaciones tan cálidas, se sentía completamente unida al hombre que le hacia el amor con posesión en ese momento. El comenzó a intensificar sus movimientos al escuchar los pequeños sonidos que emitía su chica y para no hacer mucho ruido la silencio un poco con sus labios, mientras la devoraba por completo.
Esto era algo que sucedía siempre desde que iniciaron su vida sexual un dia de Octubre, la noche que Naruto cumplio 17 años, luego de cantarle el cumpleaños los dos se escaparon en el carro de Sasuke. Ya ellos habían hablado bastante sobre el tema, habían sido novios durante muchos años y mientras iban creciendo sus hormonas fueron haciéndoles malas jugadas, ya nada era igual cuando se besaban y estaban solos pues sentían la necesidad de ir más allá de simples caricias. Así que como ambos estaban de acuerdo puesto que en un futuro serian marido y mujer, ¿Por qué no adelantar su unión sexual? Así que esa noche sin planearlo mucho después de irse de la fiesta de su hiperactivo amigo se fueron a una playa que estaba a las afueras de la ciudad, se besaron desde que llegaron y después de un rato, ella decidió con todo su corazón entregarse al único hombre que había amado toda su vida.
El deseo era tan grande que la pelirosa con cada movimiento se sentía en el cielo, sentía cada vez que su chico entraba y salía de ella con un ritmo devastador pero delicioso, su cuerpo había caído rendido ante el contacto de él, realmente no le importaba sucumbir ante el deseo y la pasión que solo Sasuke sabia ofrecerle, él era todo para ella. Mientras pasaba el tiempo ella comenzó a sentir que llegaría al clímax pues su cuerpo comenzó a sentir leves espasmos y sabía que en cualquier momento explotaría de tan maravillosa sensación, así que se apegó abrazando más al pelinegro que al darse cuenta de que el cuerpo de la ojiverde se comenzaba a tensar de sobremanera la penetro aún más profundo, se separó de sus labios y agacho su cabeza para colocar su frente en el pecho de su novia. Ella al tener el orgasmo, sus gemidos incrementaron de volumen así que Sakura avergonzada tapo su boca con una de sus manos mientras que con la otra seguía aferrada a la espalda de Sasuke ya que era el turno de el para llegar al momento cumbre, el no había tenido relaciones con nadie más, solamente con ella pero en cada encuentro terminaba totalmente satisfecho, el simple hecho de haber pasado a ese nivel lo hacía feliz ya que eso le hacía entender la confianza que ella le había demostrado entregándose a él, no había nadie más que lo complementara como lo hacía su pelirosa. No sabía cómo su molestia personal se había convertido en alguien tan esencial para él, tanto que no quería alejarse de ella en ningún momento, odiaba que algún otro hombre se le acercara demasiado y aunque no fuera alguien que hablara sobre sus sentimientos, le gustaba demostrarle a su chica con actos cuanto la necesitaba, la deseaba y la amaba. Los dos con la respiración totalmente agitada y sus mejillas rojas se miraron sonrieron por la travesura que habían hecho, era la segunda que vez que lo hacían en ese lugar, a él le encantaba experimentar por todos los lugares posibles, mientras que a ella mientras él la hiciera llegar al cielo amándola era feliz.
Después de arreglarse y colocar su ropa en sus respectivos lugares, ella comenzó a peinar con sus manos el cabello del Uchiha el cual había quedado aún más alborotado de lo habitual gracias a sus caricias.
– Sa-ku-ra –le hablo al oído– eres toda una fiera salvaje –dijo con media sonrisa, algo que la mataba, pues era algo que lo hacía ver demasiado sexy para ella.
– Moo Sasuke-kun ¿y tú donde te quedas? –se sonrojo y le dio un pequeño beso en los labios– vámonos al salón que aunque Kakashi sensei llega tarde estoy segura de que hemos pasado bastante tiempo aquí encerrados.
El la tomo por la barbilla con su mano y le dio otro pequeño beso –bien.
Saliendo con cautela de allí para que nadie se diera cuenta de donde habían estado, la pelirosa abrió la puerta lentamente y salió tomando de la mano al ojinegro quien miraba a todos lados atento a que no estuviera alguien. Cerraron con suma lentitud y comenzaron a caminar hacia el salón, pero la alegría no les duro mucho porque alguien por detrás los interrumpió.
- ¿Qué hacían encerrados en el cuarto de limpieza? –pregunto una voz que era bastante conocida para ellos.
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Continuara
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¿Que les pareció? este fanfic me vino a la cabeza con una canción que de casualidad tenia guardada en la pc, hace muchos años me gustaba mucho pues me recordaba a una situación que había pasado y sobre todo a una persona. La canción se llama como el titulo "Luz sin Gravedad" y es de Belinda. Creo que deben de saber cual es :) bueno, me imagine una situación para Sasuke y Sakura y se me ocurrió esta historia. A medida que pasen los capítulos se darán cuenta de lo mucho que la canción tiene sentido.
Puede que crean que la historia es normal, porque ya son novios y todo eso, pero hay muchas cosas que vienen por delante, la verdad estoy bastante inspirada con este fanfic, ya tengo el segundo capitulo listo pero quiero ver que recepción tiene con ustedes los hermosos y grandiosos lectores.
Esta historia estará llena de muchas dificultades, tristezas, mucho drama y algunas muertes. Por otro lado quiero pedir disculpas por la simplicidad del Lemon en este capitulo, la verdad no soy muy buena con esas cosas jaja, pero tratare de hacerlo lo mejor posible.
Espero comentarios de su parte, ya sea si son criticas o bueno lo que salga de su corazón (?) jeje, saludos.
