Podía fingir que no notaba su mirada sobre él pero Craig juraba que aquello no era un accidente. Eran detalles tan delicados que sólo podían haber sido provocados.Era imposible que su pantalón se hubiera roto por sí solo JUSTO bajo su glúteo derecho donde tenía un lunar que guardaba como secreto.Que precisamente su camisa haya perdido el botón que cubría su pezón derecho, el que recibió las mordidas más salvajes y mutó de ese rosa pálido a un púrpura majestuoso. Que ese desgarre en línea apenas insinuando su muslo haya sido sólo por el desgaste natural de la tela. Que Tweek buscara el mejor ángulo para exhibir esas accidentales invitaciones sin interrumpir su plática con Clyde. Sin necesidad de mostrar más que lo elemental, dejando que su mente recreara las escenas faltantes de su obra de arte favorita, activando su imaginación en todas direcciones sin que nadie más comprendiera su repentino cruce de piernas al ver a su novio inclinarse un poco más sobre la banca, riendo, abriendo un glorioso milímetro más la brecha de su pantalón. Un milímetro que le dejó entrever el casi transparente encaje azul de su ropa interior. Era demasiado, estaba jugando malditamente sucio. Casi pateó la banca cuando se enredó con ella por la rapidez con que se incorporó. Se sonrojó levemente al sentir la mirada de su compañera sobre su bastante obvia erección pero estaba respondiendo a un estímulo demandante, casi corriendo para tomar del brazo a Tweek sin mirar a Clyde. Escuchó la risa traviesa de Tweek como una confesión de sus actos.
Rogaba que los baños estuvieran vacíos porque Dios sabía que le iba a importar una mierda si alguien los miraba, no se iba a detener.
