Desclaimer: Katekyo Hitman Reborn! No me pertenece, es pertenencia de su respectiva autora, Akira Amano.

Advertencias: Universo Alternativo (UA) marco de la historia: siglo XVII. Mi primer 2718, ¿Cuál es la diferencia? Se que lo saben, pero por cualquier cosa lo diré: Tsuna-seme, Hibari-uke, ¿WTF? Hahaha, puede que no sea tampoco tan notorio, pero en este fic el seme será Tsuna y Hibari-san será el uke.

¿Por qué haces algo así Yunmoon? Porque Bianchi-chan (por supuesto que no la del anime XD) me dijo ¿qué te parece crear una historia un poco diferente? Yunmoon primero dijo: ¿Qué? ¿Hibari que? ¿Tsuna que? Pero luego de pensar un poco Yunmoon pensó: ¿Hmmm y si Tsuna fuera así y entonces…? ¡Creare a un Tsuna-seme perfecto! Bueno, bueno, cuando digo 'Tsuna-seme perfecto' me refiero a que es todo lo que Tsuna podrá ser seme, así que obviamente no será un súper seme, al menos no como Hibari (XD). Notaran más adelante que he tomado al Tsuna-súper-intuición para poder hacerlo seme y a la vez tome un poco del Tsuna-bueno-para-nada. Así que me he dedicado varios días en hacerlo lo mejor posible, como es algo nuevo para Yunmoon ella necesitaba inspirarse mucho.

Una temática un tanto picada (muy utilizada, es a lo que Yunmoon se refiere), vampiros, probablemente sea la única historia KHR! En la que utilice esa temática.

Duración del fic: 7 capítulos. Como el fic es corto la trama será ligera.

Este fic va dedicado especialmente a: "bianchixgokudera25" la tercera ganadora del concurso pregunta de "Unlimited". Este fic fue escrito especialmente para ella y por supuesto para que todo aquel que lo lea disfrute de una buena lectura temática Yaoi!


Yunmoon Projects

Presenta:

Platino

Capitulo 1 – El despertar

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Los pasajes húmedos y sucios de la ciudad brillaban con la tenue luz de la primera luna creciente de invierno. Los pasos se escuchaban firmes y el sonido del golpe contra el agua era notorio cuando las pisadas eran sobre charcos. El vapor que salía de su boca formaba una pequeña nube que pronto se disolvía. Su sangre caliente mantenía la temperatura de su cuerpo a una temperatura aceptable, contando el hecho de que afuera hacia un frió casi doloroso.

Pero a ellos no les dolía, la sangre les protegía.

-… él esta aquí-.

Miro hacia el lugar que le indicaba su compañero rubio y sonrió levantándose de la caja de madera en la cual estaba sentado, los tacones de sus botines sonaron cuando golpeo el suelo húmedo. Su mirada naranja se volvió un poco más intensa.

Solo un poco.

-No pensé en encontrarlos juntos, de nuevo-.

El de la mirada naranja sonrió y el de la mirada azulosa se limito a alzar los hombros, restándole importancia al asunto. El otro, de ojos negros y cabello igual cubierto por un sombrero fedora, sonrió y dio un paso hacia ellos.

-Creo que eso realmente es lo de menos. Tengo nueva información-.

Informo el pelinegro, ocultando la mirada bajo la fedora negra con el cinto naranja. El castaño miro al rubio y con un ligero empujón lo acercó al chico del cabello negro.

-¿Qué nueva información tienes, Reborn?-.

El hombre pelinegro se apoyo en la pared cercana y sonrió de lado.

-Uno nuevo a despertado… pertenece a la familia de Alaude… al parecer lo mandaron a dormir por la revolución que hubo en su familia hace ya varios años-.

El rubio se tenso notablemente, el de mirada naranja bajo la cabeza, incomodo por escuchar el nombre de Alaude.

-¿Cómo lo sabes?-.

-Porque quien lo ha forzado a despertar a sido Mukuro Rokudou-.

Esta vez el de mirada naranja fue quien se tenso, el rubio miro a Reborn fijamente.

-¿Por qué nos dices esto?-.

Reborn se despego del muro y sonrió de forma perversa.

-¿Quién sabe? Probablemente solo quiero divertirme un poco y tú tanto como Tsunayoshi siempre me divierten, Giotto-.

El rubio frunció el ceño y Tsuna le palmeo el hombro. Era de esperarse de Reborn, que solo buscaba su propia autosatisfacción.

-¿Y que es lo que deseas que haga exactamente?-.

Dijo Giotto, Reborn volvió a sonreír, y miro especialmente a Tsuna.

-Instruirlo, pero no tú, si no él. Es turno de tu pequeño amante en hacer el trabajo… perdona, de tu hermano… realmente no se que sean ahora-.

Tsuna miro a Giotto y este negó con lentitud.

-Es mi hermano, y eso no va a cambiar-.

El castaño trago saliva ante lo dicho, la saliva paso por su garganta de forma lenta y sintió como si algo rasposo pasara, el mal sabor de boca no se fue, todo lo contrarió, permaneció ahí, haciéndole sentir mal.

Probablemente Giotto le perdonaría, pero él nunca se perdonaría a si mismo.

-Y él no lo har…-.

-Lo haré-.

Dijo simplemente, dio media vuelta y comenzó a irse, se detuvo cuando sintió la cálida mirada de su hermano, Giotto, sobre su espalda, volteo y con una sonrisa mira al rubio.

-Lo siento… se que lo haré bien, no soy tan inútil, hermano mayor-.

Porque era lo único que podía hacer por él.

Camino por las calles de la ciudad, húmedo, mal oliente y sucio, era la realidad de la ciudad, aunque los ricos burgueses se regodearan de que su ciudad era la mejor. Su mirada vago hacia una esquina y fue atraída tan rápido que se sintió idiota, pero se detuvo y miro al frente.

Sus ojos se deleitaron con la belleza de la persona frente a él, de su resplandeciente aura y belleza extrema, era una criatura exquisita y maravillosa. Sin duda era el nuevo, podía sentir su aura joven, sus ojos brillantes que no mostraban el pasar de los años, era refrescante solo mirarlo.

Le atrajo tanto que comenzó a seguirlo, se detuvo abruptamente cuando alguien le grito algo y notó entonces que había empujado a un hombre, pero enseguida ignoro el grito y con su poder mental lo mando a callar, no tenía tiempo para él.

Camino a gran velocidad, siguiendo su esencia, su aroma, su aura, su todo.

Era tan atrayente, incluso más de lo que había sido Giotto para él… o el propio Alaude.

Las ansias de probar un poco de su jovialidad se concentraron en sus colmillos y dedos, se sintió casi dormido.

Quería un poco de él, solo un poco.

No pedía mucho.

Pronto notó que el chico le estaba sacando de la ciudad, el campo se vio ante sus ojos y sonrió, era mejor para él que para el chico.

Ese nuevo no sabía con quien se estaba metiendo.

Cuando se detuvo por fin el chico, Tsuna paro un par de metros al frente y se dio el lujo de admirarlo, era mas o menos de su estatura, probablemente un poco más bajo, su piel era blanca pero tenía ligeros tonos rosados, su cabello negro y lacio caía bellamente por su hermosa cara, haciendo notar sus rasgos finos, sus ojos rasgados y sus largas pestañas, era hermoso. Muy hermoso.

Probablemente lo mejor era su olor, olía a rosas silvestres, miles de rosas silvestres, era como estar en un campo lleno de ellas.

Pero su mirada era toda una cosa aparte.

Era tan hostil y arrogante que provocaban que su belleza no fuera suficiente, era de temer, ciertamente.

-Mi interés es solo pelear con las personas fuertes y luego obtener su sangre-.

Tsuna sintió que sus mejillas se teñían de carmín ante la declaración, toda esa oración le pareció divertida, pero más divertido le pareció el hecho que ese chico le viera débil.

Aún cuando su familia era de las más nobles de la especie.

-Oh, ya veo, entonces… ¿quieres que te ayude a buscar a alguien?-.

Pregunto, el pelinegro lo miro de arriba abajo y luego sonrió.

-No me junto con herbívoros-.

Tsuna cerró la boca y casi soltó una carcajada. Sonrió un poco, de forma nerviosa y retrocedió un paso, lo suficiente como para no meterse en problemas.

-Piérdete-.

Dijo finalmente el pelinegro, dando media vuelta, pero cuando volteo el herbívoro apareció frente a él, se había movido muy rápido como para no notarlo, fue entonces que lo notó.

Un aura bastante cálida… era una calidez enfermiza, como peligrosa.

Ese chiquillo castaño… era alguien peligroso.

-¿Cuál es tu nombre?-.

-¡Pensé que no me lo preguntarías nunca! Mi nombre es Tsunayoshi Di Vongola, ¿y el tuyo?-.

-No es de tu incumbencia, herbívoro-.

Tsuna inflo las mejillas.

-Eso no es justo, yo te he dicho el mío, es justo que me digas el tuyo-.

-Kyouya, Hibari Kyouya-.

Escucho, vagamente.

-¿Qué?-.

-Ese es mi nombre y no voy a repetirlo-.

Tsuna sonrió abiertamente y de un pequeño saltó se acercó al chico.

-¿Tienes hambre? Porque yo puedo darte de beber si lo des…-.

Hibari se impulso hacia él y trato de golpearlo, pero Tsuna lo esquivo con facilidad, ciertamente le había tomado con la guardia baja.

-He cambiado de parecer… te morderé hasta la muerte-.

Tsuna sonrió victorioso, lo había engañado.

Lo había conseguido.

Una batalla lo suficientemente desproporcionada surgió, se hizo el débil y permitió que Kyouya le golpeara con un par de armas de metal, si no se equivocaba era plata, de la más fina que hubiera visto, tan reluciente como su mirada.

Debía de decir que su belleza realmente se comparaba a la del propio Giotto y eso que Giotto era un ser totalmente espectacular, tanto en sangre como su fuerza y su físico.

Una batalla en la cual midió la fuerza del más joven y una vez notó que realmente no era nada débil decidió darle fin.

Instruirlo, había dicho Reborn, y eso es lo que haría Tsuna.

O eso pensó.

Hasta que Hibari lo derribo en el suelo y su rostro hermoso y brillante se vio reflejado en sus pupilas, le pareció más maravilloso que hace un rato.

Su hermano le había dicho hace ya muchos años que los vampiros eran realmente seres de sangre caliente, así que cuando sentían algo lo hacían de forma intensa.

Tsuna sintió deseo, tanto que quiso devorar a Hibari. Comerlo completo sin dejar ni un pedazo de carne, ni una gota de sangre, tenerlo todo entero. Fue un sentimiento que rozaba a lo enfermizo, fue como si sus instintos más primitivos le dijeran: 'Cómelo', 'Devóralo', 'Es tuyo', 'Su sangre te pertenece'. Pero solo con cerrar los ojos permitió que su sangre se calmara, esa sangre que le pedía devorar al joven vampiro que tenía sobre si.

-¡Hiii! ¡Eso ha dolido!-.

No mintió, pero tampoco fue tan convincente como para creerle, Hibari bajo la cabeza y lo miro directamente.

Ojos naranjas, similares al ámbar, de un tono tan brillante que también parecía ser fuego.

Lindo, pensó, pese a que también deseaba partirle la cara.

¿Razones? Realmente no necesitaba razones para hacerlo, simplemente lo haría y punto. Tsunayoshi no le había caído bien. Parecía un herbívoro, pero sabía que esa era solo una fachada y odiaba eso.

-¿Quién te ha despertado?-.

Pregunto Tsuna mientras extendía una mano y la colocaba sobre la mejilla de Hibari, tenía la piel fría pero extremadamente suave, era como porcelana, Hibari entrecerró los ojos.

-No tengo la más mínima idea y realmente no me interesa saberlo-.

Dijo Hibari sin despegar la mirada de los ojos caramelo del chico. Tsuna comprendió un poco su debilidad, no era probable que alguien del mismo clan de Alaude fuera tan… débil, sabía que cuando un vampiro despertaba de un sueño debía de consumir sangre.

-Ya veo… así que al despertar… nadie te alimento-.

El pelinegro no contesto lo obvio, le pareció inútil hacerlo.

-Aliméntate de mi, Hibari, hagamos un contrato, ¿qué te parece?-.

El pelinegro sonrió como única respuesta y se levanto de encima del castaño, Tsuna se sentó en el suelo y lo miro.

-Tengamos un verdadera batalla, y una vez te derrote me encargare de vaciar tu cuerpo… herbívoro Vongola-.

Anuncio como ultima amenaza y se marcho, Tsuna sonrió con satisfacción una vez lo vio irse.

Esto era el inicio de algo nuevo.

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Vampiros… a Yunmoon le gusta esta temática, pero se me hace tan difícil que casi no escribo sobre ella. But well, eso no importa.

Bianchi-chan, espero que esta historia se de tu agrado, si tienes más ideas no dudes en decírmelas, yo sin duda podre acoplarlas (o lo intentare) a la historia.

Shao~ shao~