INUYASHA AND CO SON PROPIEDAD DE LA PODEROSA RUMIKO T. YO SOLO ESCRIBO ESTO PARA CONJURAR UN BLOQUEO DE ESCRITOR SI LES GUSTA AVISENME…Y SINO TAMBIEN.

La pupila negra de los gatos


Sal…metal…tierra… en su boca…

Agua que cae suave…la carrera de un animal pequeño .… en sus oídos…

Profundo….lento…espeso… retumbar sordo de algo que muere… en su pecho….

No tan rápido como quisiera…ni tan lento como debería…

Se ha arrastrado a lo más denso del bosque….donde el sol apenas ilumina el suelo cubierto de una espesa capa de hojas muertas, que amortiguan su paso vacílate.

No ha buscado ayuda…

En un sentido extraño, que ha decidido que es mejor así…

Una muerte silenciosa. Justo como él. No puede dejar pasar la ironía…su medio hermano; hanyou y todo, le sobrevivirá. Un flujo de sangre sube violento por su garganta. Salpica su rostro y lo obliga a tenderse en el suelo fresco y maloliente.

Se le acaban las fuerzas… Un destello de luz en la esquina de su visión, le alerta.

La imagen es bellísima, con esfuerzo se levanta y avanza a trompicones, le toma demasiado tiempo y termina por mermar lo último de sus fuerzas. Se desploma hasta apoyar la espalda contra el precioso cerezo en plena floración.

Ha dejado de llover.

Se permite relajarse finalmente y admirar el diminuto prado a su alrededor. El árbol mece suavemente sus ramas, causando una espléndida lluvia de diminutas flores blanco-rosadas sobre su cabellera ensangrentada.

La cerrada capa de árboles se abre aquí, dejando este pequeño cerezo en medio de un campo de flores blancas y amarillas que brillan como gemas, con las gotas de lluvia aferrándose aun a sus pétalos.

No se culpa por el suspiro y la sonrisa que escapa de su boca al observar su entorno, retira lentamente, los restos de su armadura, sus blancos ropajes están prácticamente deshechos, pero se siente más libre ahora.

Cierra los ojos y descansa la cabeza contra el tronco

- Es…un lugar adecuado para morir…- Su voz le sorprende por lo tranquilo que ha sonado, aunque sabe que es la verdad.

Señor de Oriente, Lord de la casa de la luna, Príncipe de las arenas blancas más allá del mar, Heredero del comandante perro…Todos sus títulos son nada en este instante.

Sesshomaru

Y tal vez se deba a la proximidad de su muerte… se pregunta cuantos le han llamado por su nombre…

Es un ejercicio sin sentido, sin embargo no hay mucho que hacer mientras uno espera la muerte. Y se da cuenta con cierta melancolía, que en sus varios siglos de existencia son muy pocos los que le han llamado por su nombre. No tenía amigos, ni les necesitaba. Las hembras que compartían su cama, en las contadas ocasiones en que tal cosa había ocurrido, no tenían permitido ni mirarlo a los ojos…mucho menos llamarlo por su nombre.

Su madre y padre por supuesto, Totosai el herrero, Nami su anciana nana, Inuyasha su medio hermano y la sacerdotisa de la perla de Shikon… ¿Cuál era el nombre?... Se esfuerza un instante…no recordaba mucho de la hembra, salvo tal vez…el asombroso color de sus ojos…Azul media noche, con un destello de negro infinito en su centro.

Han pasado años y aún recuerda los días en que cazaba a Naraku, los días en que codiciaba la espada de su padre.

Los días en que consideraba a los humanos un sinsentido en el mundo alrededor de él. Cuanto aprendió en aquellos días. La luz del sol caldeaba el ambiente, lo sabía por la sensación de calor en su rostro, sin embargo dentro comenzaba a extenderse una sensación helada.

Su vista comenzaba a fallar, el aire entraba duramente en su cuerpo….la sangre que goteaba de múltiples heridas formaba ya un charco alrededor .

El final esta tan cerca…con un supremo esfuerzo se aferró a la memoria de aquellos días. Devanando el hilo de sus recuerdos tratando de recordar hasta el ínfimo detalle. Recordaba las campanillas diminutas que colgaban del bumerang de la cazadora…los extraños ojos violetas del monje lujurioso, había algo…un objeto amarillo que no alcanzaba a ubicar…. los enormes ojos inocentes del kitsune…el viejo kimono naranja de su querida Rin.

Rin…

Su pequeña había tenido una vida larga y dichosa, y sus pequeños hijos, hanyou como Inuyasha , le llamaban abuelo sin el más mínimo recato….Kiyoshi era un gran padre y había sido un leal compañero.

La boca comenzó a sentirse demasiado seca….una sed insoportable lo llenaba….podía escuchar el goteo cada vez más lento de su sangre, y el esfuerzo de su poderoso corazón…aferrándose a la vida

Se enfocó en un recuerdo, la sonrisa de Rin…. La inocencia que llevo como una ofrenda durante toda su vida…. Irónicamente su linaje, humano y todo, perduraría…mientras que el …

Inuyasha era lo único que quedaría del antiguo linaje de Touga, Inu no Taisho…. El pensamiento casi le hizo reír

Los parpados le pesan demasiado ahora. Dormir…..

Un estruendo resuena lejos él sabe que es cerca de donde el clan dragón lo embosco hace unas horas, intenta levantarse y prepararse para dar batalla…todo esfuerzo es inútil, su poder se ha ido…Un inmenso estallido sacude el bosque, y causa una inesperada cascada de flores a cubrirlo, se adhieren a la sangre dándole un aspecto ridículo.

Afortunadamente, ya no importa….Su corazón se lanza en una loca carrera…tratando de huir de lo inevitable, hasta que comienza a ralentizar su marcha….el latido se vuelve errático, un balbuceo comparado con el rugir normal de la sangre corriendo por sus venas. El pulso es más lento….sus ojos vuelven a cerrarse, la vista se empaña

Una masa de pelo blanco muy familiar aparece en su campo de visión….una última imagen antes de finalmente cerrar los parpados….una cama de pétalos ensangrentados lo recibe cuando cae al suelo.