AU Cardverse "Kingdom of Spades"
Declaimer: Hetalia no me pertenece. Todo es de Himayura H.
Pareja: USUK
Advertencia: Un Reloj (?).
Dedicatoria: A dos personitas especiales para mí: Naomi y Emila, que misteriosamente están ambas de cumpleaños el mismo día. ¡Bien por mí! Las quiero, chicas. ¡Ah! Y a mi partner si ve esto. Iggi, entiéndelo, te amo más.
Vida misma
Un simple roce, un gesto o un aliento ya eran lejanos recuerdos para el rey que, sin pensarlo, miraba desafiante hacia aquel reloj, espía de un momento íntimo entre dos seres. Él allí parado en su balcón observando la tierra que le dio vida, sus calles, sus casas y sobre todo su pueblo. Y, justo en el medio, la torre del reloj, el reloj de su vida. Reloj que hace un tiempo le había dado el más bello de los regalos: su Reina. Puro ―bueno, no tanto―, blanco, misterioso y por sobre todo único. Pues allí en su cama dormía tranquilamente el ser que lo tenía desvelado por un simple hecho tan sencillo como el amor. Amor que su reina sentía hacia aquel reloj, "hombre" al que más amaba y solía contemplar. Ocupando el lugar que le correspondía a él para poder caer en la seducción de su propia vida, pero no del Rey.
¿Qué cosas oculta ese tic-tac? ¿Por qué es tan hermoso como su Reina? ¿Por qué tendrá que dejar a su hombre en manos ajenas? ¿Por qué tendrá que ir lejos de su Reina? Preguntas sin respuestas que sólo hacen que su corazón aqueje, pues simplemente tendrá que confiar en ese ser material, que le da la vida y rogar para que sus dedos vuelvan a sentir un roce, mirar un gesto, chocar alientos y, por sobre todo, cumplir una promesa.
"―¡Júralo!
―No lo haré…
―¡Hazlo, es una orden!
―¿Lo juro?
―¡Por él, por el reloj, por tu vida que es la reencarnación del tiempo! Si no, no te creeré, Alfred. Y te sacaré de mi vida…
―Lo juro por mi vida, lo juro por el reloj que tanto amas. Arthie, volveré para esta vez estar juntos por siempre."
Le observó nuevamente, le dedicó una sonrisa y se marchó dejando la habitación. Su reina no le perdonaría, pero debía partir en ese momento; los campos de batallas le esperan, su reloj de vida marchaba y él solamente esperaba que no parara. Las agujas corrían rápido y la guerra había comenzado.
―Te amo, Arthur. Te pido perdón, pero la verdadera vida del reloj eres tú.
Gracias por leer -si es que alguien lo leyó– y más aún a mi Hist que me tolera mis putead** y mis enojos cuando me edita X'D Pero mujer, entiende: ¡Ah sido un día de mier**! La prueba no fue ni la décima parte. ¡Te amo!
Por otro lado… ¡Feliz cumpleaños, chicas! Y eso sería. ¡Chao!
