Capítulo 1: cálida nevada
El mes de enero solía ser el más frío del año en Canadá, a pesar de las temperaturas bajo el punto de congelación, la blanca nieve caer sobre aquel bosque hacía que la sensación de frío valiera la pena, necesitaba una caminata para olvidarse por los malos momentos, el reality show que lo dio a conocer por el mundo por fin había terminado.
Chris, el Chef y los productores están en prisión federal por sus sádicas ideas para torturar a los concursantes, un principio ellos se preocupaban para por lo menos evitar una muerte en vivo con pasantes, pero poco a poco les importaba menos cada temporada, participar en una isla de desechos tóxicos, ya ni siquiera darles una cabaña o comida. Todo se salió de control cuando Chris dijo en vivo que no le importaba dejar morir a los participantes en una isla robótica.
Al finalizar la sexta temporada, fueron detenidos por la policía federal canadiense, los abogados de Courtney y el padre influyente de Dakota dejaran a todos el staff de Drama Total un buen tiempo en la cárcel, cada participante dio su testimonio en el juicio sobre como los había afectado el programa.
"Que recuerdos, pensar que paso un año" pensó Cody caminando por la blanca nieve, los nuevos productores copiaron la idea de gira mundial, solo que ahora lo hicieron en parejas y con Don como nuevo anfitrión, al menos tenía más carisma, a todos les afecto la fama que tuvieron que moverse de sus casas, no le importaba ser perseguidos por chicas bonitas, pero molestar a su padre con acosarlo mientras se bañaba era otra cosa distinta.
En cuanto al tema de las chicas no tenía suerte.
Hace tiempo supero su amor por Gwen sabiendo que no era su tipo de chico, aceptaba al menos ser su amigo y ayudarla a ser feliz con cualquiera, incluso si era alguien tan molesto como Duncan.
Sierra era un caso que no tuvo un buen final, después de regresar de todos estrellas, sus acosos incrementaron a niveles que nunca pensó que pudieran existir, tantas veces que trato de decirle que sólo la veía como una gran amiga, no como una novia, pero ella lo ignoraba o lo tomaba de la manera equivocada, tanto fue el acoso que no tuvo más opción que poner una orden de restricción, sin poder acercarse a él o a su familia.
Sierra no lo temo de la mejor forma, creyendo que la familia de Cody no aceptaban su relación y los separarían, una noche lo sedo de alguna forma y lo secuestro para estar juntos por siempre, sólo recordaba borrosas imágenes de como entraba a un cuarto oscuro, sentado con cadena en pies y manos, sus intentos de darle de comer de forma amorosa y como la policía la arresto por secuestro y por herir a un policía con una pistola. Ya había cruzado el límite racional por mantener ese amor enfermizo que ella tenía en la cabeza, aunque se opuso no evito que la llevarán a un centro psiquiátrico, no podía visitarla porque arrumaría el proceso para quitar su obsesión con él y ser la Sierra amable que lo ayudo al final de la temporada, sólo pidió al juez un reporte semanal de su estado y avances en la terapia, cuando ella saliera, sería el primero en verla.
-¿No había pasado ese árbol con la marca de luna?-genial, estaba perdido en un bosque que no conocía, tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta que se salió del camino, sólo veía árboles sin hojas cubiertos de nieve, el miedo que un oso apareciera y lo machacara con sus garras otra vez lo asustaba, alcanzo a ver una escalera de madera que llevaba a una casa del árbol, tal vez hubiera algo que mantuviera cálido,
Cody camino y subió la escalera con cuidado de no caerse pues estaba alto, al llegar como una persona educada toco la puerta pero esta se abrió con el golpe, todo parecía viejo y raro, cada paso era un crujido de la madera vieja, sentía que algo le saltaría en la cara desde la oscuridad, no vio a nadie pero si a un pasillo que llevaba a una sección de la casa con techo de aluminio y un piso tapizado, picado por la curiosidad fue a ver, vio varias cosas que alguien que le gusté la brujería, atrapa sueños, velas blancas y rojas pegadas al piso, de la nada sintió algo que subía por sus jeans y luego por su chamarra negra con rayas verdes en las mangas, para su alivio solo era una ardilla posado sobre su hombro, se veía que tenía frío por el tono azulado que tenía.
-Hola pequeño, ¿no deberías estar en tu hogar con este frío? Vamos a calentarnos-regreso a dentro, Cody improviso con su bufanda blanca un lugar cálido para el animalito, le dio una bellota que tenía en su bolsillo de pura casualidad, ni siquiera sabe porque tomo una en medio de la nieve, pero se alegraba que sirviera de algo.
-Eres muy bueno con mi amigo Cody-de la nada el fuego de la chimenea, asustándolo, era una chica de piel pálida, cabello rubio suelto, tenía una chamarra rosa con medias largas negras, la ardilla camino hasta ella subiendo por su brazo, ella acaricio la cabeza con delicadeza, con una sonrisa sincera, por alguna razón se le hacía familiar pero no lograba ubicarla.
-Uh...¿cómo sabes mi nombre?-.
-Muy simple, aquella fiesta que Geoff organizo para celebrar el arresto de Chris, todos nos tuvimos que presentar y contar nuestra experiencia en la competencia, recuerdo los nombres, pero tu aura hizo que me acordara de ti-chica simpática pero algo extraña, le gusta los animales y hablaba mucho del aura...
-¿Dawn? ¿qué haces aquí?-le pregunto Cody confundido, no esperaba encontrar a otro participante de drama total en este pueblo.
-Esta es mi casa, fui a dar mi caminata nocturna cuando te vi entrando, ¿qué te trae al bosque a estas horas?-ahora pregunto mientras dejaba a la ardilla en la rama de su árbol, metiendo la bufanda dentro para que no pasará frío, a Cody no le importó que usarán su prenda como cobija.
-No tuve un buen día, decidí caminar por el bosque aprovechando que nevada para pensar mejor las cosas, pero no me fije que me salí del camino y me perdí, encontré tu casa del árbol buscando ayuda para regresar-explico el chico con calma, vio por la ventada que se acercaba una tormenta de nieve, tendría que esperar hasta mañana para regresar a su departamento.
-Tranquilo, puedes quedarte en mi hogar hasta mañana, será un gusto guiarte de regreso a la ciudad, tienes asuntos pendientes según puedo leer en tu aura-.
-¿El aura no es la energía que emanan los seres vivos mostrando sus emocione a bases de colores?, no sabía que podrías leer el pasado y los pensamientos de otras personas-.
-Correcto...fue la razón por la cual me acorde de tu nombre, tienes un aura muy especial, normalmente sólo se manifiestan uno o dos colores, sin embargo, el tuyo es como un arcoíris, una mezcla de emociones que nunca había visto, interesante-se había acercado invadiendo su espacio personal haciendo sentir incómodo, se apartó un poco para no decir que la molestaba, pero también que no hiciera eso.
-Ya veo, ¿cuántos colores tengo ahora?-le pregunto, Dawn empezó a pensar mientras lo veía directamente, empezó a caminar alrededor de él, confundido, decidió esperar su respuesta.
-Cinco de diferentes tamaños, amarillo que muestra que te preocupas por los demás para que no sufran, verde muestra la amabilidad que poses, rosa que tienes instintos romántico, azul...muestra la tristeza por lo que sucedió con Sierra y morado, miedo a los osos y a desactivar una bomba bajo presión-Dawn había visto un miedo más pero sabía que era un tema muy delicado y personal de Cody, algo que pondría el ambiente incómodo.
-Parece que soy una persona muy variada, cambiando el tema, ¿puedo dormir aquí?, me gustaría tener una cobija si voy a dormir en el suelo-.
-Oh, no te preocupes, puedes utilizar la hamaca, yo duermo meditando en la noche, descanso mejor de esta forma-Cody no está seguro, pero no quería hablar más, su cuerpo exigía descanso después de una larga caminata sobre la nieve, se recostó en la tela, viendo como la chica se sentaba sobre un tapete gris en posición de meditación.
-Enserio te debo una por dejarme dormir en tu casa, muchas gracias Dawn-ella sólo abrió un ojo mientras le sonreía.
-Es un placer tenerte en mi humilde casa Cody, buenas noches-.
-Buenas noches-el fuego calentaba la casa del árbol de frío atroz que había afuera, ninguno tuvo problemas para dormir esa noche, ni siquiera el viento les molesto un poco.
A la mañana siguiente sólo quedaba cenizas de aquel calor nocturno, Cody despertó un poco desconcertado al ver que no estaba en su cuarto pero luego de acordó de todo lo que pasó ayer, el lugar seguía oscuro, con abrir la ventana supo que faltaría un buen rato para que el sol saliera, agregando el factor de que estaba nublado le pronosticaba unas dos horas más o menos.
Volteo a ver dónde estaba Dawn, en el mismo lugar, con esa concentración perfecta, le costaba creer que alguien pueda dormir de esa forma pero ya sabe que ella no es alguien normal como la mayoría de los que participaron en el show, agarro una cobija tirada, la froto entre sus manos para calentarlo un poco y se la puso alrededor del cuerpo de la chica, no sabía si tenía frío pero por lo menos de esa forma estaría seguro que no era así, su estómago gruño exigiendo comida, Cody, avergonzado, hizo el sonido de silencio como su estómago lo pudiera escuchar, no quería despertarla, sería rudo de su parte, aunque tenía hambre, vio un mini refrigerador al fondo del cuarto.
Al abrirlo solo vio frutas y verduras frescas, debió imaginar que no comería nada que antes no estuviera vivo, un cóctel de frutas sonaba delicioso para el desayuno, tuvo que mover varias cosas antes que encontrar un par de cuchillos limpios, al tratar de agarrarlos en la oscuridad noto algo muy suave, al acercar el misterioso objeto vio unos patines morados, al ver esto lo lanzo lejos con la cara sonrojada, se sentía un pervertido buscando ropa interior de mujer, lo quito de su mente mientras cortaba la fruta en pedacitos, era una combinación mango, mandarina, kiwi, sandia, manzana y durazno, sólo encontró vasos de cristal para poner la fruta.
Suspiro mientras recargaba su cuerpo en el borde de la ventana disfrutando de la blanca vista mientras comía con la mano, era mejor que una televisión de alta definición, apreciaba la naturaleza aunque su mente estuviera más en el ciber mundo con fascinación por las computados, sintió algo sobre sus hombros, algo cálido, era una cobija que Dawn le había puesto, aun llevando la suya.
-Buenos días Dawn, hice el desayuno con las frutas del refrigerador, espero no te moleste-ella se colocó a su lado viendo la fruta picada, le sonrió agradecida.
-Eres muy lindo por preocuparte por mí, la cobija y esta comida demuestra la gran persona que eres Cody-el chico desvío la mirada mientras reía nerviosamente, era la primera vez que una chica le decía lindo quitando a Sierra, ella era un caso aparte, en silencio comieron su ligero desayuno mientras miraban cada detalle del bosque.
-Cody...¿puedo hacerte una pregunta?-la pregunta tenía algo de nervios según escucho.
-Claro, dispara tu duda-dijo tirando de actuar normal, sin mostrar una expresión de duda.
-¿Te importaría que fuéramos amigos?...eres una persona muy amable y a pesar de que fue poco tiempo me gusto tener compañía, se que soy rara para ti por mis cosas del aura y hablar con los animales, por eso vivo sola para no molestar a nadie, si no quieres lo entenderé, después de todo soy...-sintió un ligero golpe en la frente, sin dejar la terminar, Cody tenía una mirada sería que rara vez tenía, había sido un sutil golpe con el dedo.
-No termines esa oración ni en tu cabeza, la gente puede decir que eres rara pero para mí, yo definiría como una chica especial con esos poderes que la misma naturaleza te dio para que la protegieras, o eso quiero pensar, no dejes que personas que no te entienda te afecten. Yo sería el raro con mi adicción a la tecnología y a los dulces, pero ser raro te hace no ser alguien del montón, alguien normal, eso hace nuestras vidas más interesantes, así que cambia ese color azul de tu aura a uno más feliz, no necesito leer tu energía para saber que eso te pone triste-.
-Cody...-veía esa brillante aura amarilla rodearlo, puso su mano sobre su cabeza cambiando a una sonrisa dejando ver el hueco que tenía entre sus dientes, pensando que se veía tierno pareciendo un niño.
-Me encantaría formar una amistad contigo Dawn, es más, te parece que venga cada sábado a verte para que no te sientas sola, necesito relajar mi mente de tanto estrés con mis problemas y proyectos personales, ¿qué opinas?-la respuesta no fue una hablada sino un abrazo que correspondió de inmediato, ella no cabía de felicidad de poder hablar con una persona sin esa miradas de rareza que sus pocos amigos le daban algunas veces, eran un par de raros a su propio estilo, se separaron un poco avergonzado por el repentino abrazo pero con una sonrisa sincera en el rostro.
-Será mejor que te lleve de regreso a la ciudad, alguien puede estar preocupado porque no llegaste anoche-Cody se asustó un poco al saber la regañada que tendría de su padre por preocuparlo, no llevaba el celular pensado que no lo necesitaría, vaya error.
-Vaya, lo había olvidado, aprovecharemos para dar un paseo por el bosque esta mañana y poder platicar un poco-Dawn sólo asintió, se fue a su lugar de meditación para guardar unas cosas, parece que perderse por el bosque en la noche no fue tan malo después de todo, tenía una nueva amiga que era especial, él era un geek informático y ella una lectora de auras, una combinación curiosa e interesante.
