Espacio Vacío
¿Cuanto tiempo había pasado? Días, semanas, meses, años quizás; no lo sabia. Los recuerdos de la ultima vez que estuvo consiente eran borrosos; tal vez seguía soñando. O tal vez todo aquello había sido un sueño, como él había dicho. Ya quisiera que hubiera sido un sueño; una terrible pesadilla, que viendo su actual situación, parecía no querer terminar.
"Seto... ¡Seto! Oficial Seto. ¿Me escucha?"
La voz de un hombre lo saco de sus pensamientos; aun estaba adormilado, pero el tono de la voz de la persona sentada frente a él le ordenaba mantenerse despierto; un tono que llevaba una orden implícita; el tono de un militar sin duda. Estaba frente a un oficial de rango; y siendo él también un oficial; no podía darse el lujo de faltarle el respeto a su superior. Cabeceó un poco tratando de quitarse la somnolencia pero el lugar en el que estaban, una habitación de 3 por 3, sin ventanas apenas iluminada por una tenue lampara encima de sus cabezas no ayudaba mucho. Intento moverse y sintió que la limitada movilidad en sus manos, descubrió que estaban esposadas; la obviedad cruzó su nebulosa mente: algo había ocurrido, algo malo, era sospechoso, el oficial frente a él tomaba sus precauciones y buscaría respuestas; respuestas que él también desearía tener.
"¿Donde? ¿Donde estoy?"
"En el S.S. Obelisk."
"¿Obelisk? ¿Como?" -pregunto alzando un poco la mirada tratando de ver a su interrogador pero solo alcanzo a ver una figura humana sumida en la oscuridad de la misma habitación-
"Aquí las preguntas las hago yo." -El oficial se había sentido interrogado; y como era de esperarse, no cedería sus respuestas a un sospechoso.- "¿Cómo se llama?"
"Kaiba, Seto Kaiba. Jefe de seguridad del Horus."
"¿El Horus?" -el interrogador colocó sus manos sobre un teclado frente a él y sus dedos lentamente comenzaron a recorrer la plantilla de plástico casi trasparente haciendo ligera presión sobre algunos sectores.- "Si, aquí esta."- Una imagen flotante se materializo frente a ambos como un pequeño muro. La imagen de una nave espacial de gran tamaño.- "Una nave mercante. Desapareció de los radares hace 9 meses."
"¿9 meses?" -Tenia una pista del tiempo que había pasado: meses. Ciertamente no era muy alentador pero en el espacio un mes podía asemejarse a un día en la tierra.-
"Esperaba que pudiera decirnos que paso. ¿Que paso con la nave? ¿Con la tripulación?"
"¿Donde me encontraron?"
"Cerca de Caronte una de las lunas de Plutón. Oficial Kaiba ¿Que pasó con la tripulación del Horus?"
Capitulo I - Piloto
En el inmenso espacio que se puede observar cuando se mira el contraste de las estrellas en el cielo nocturno; allá donde el universo ha escondido los secretos de su origen, tan lejos de la razón pero a la vez tan cerca de la imaginación de la raza humana, vagaba la solitaria nave en el imponente espacio vacío. Impreciso era decir hacia donde se dirigía, tal vez una intrincada explicación de coordenadas y cuadrantes que la ubicaría en algún lugar tan remoto que perdería importancia frente a la inmediatez a la que estaba acostumbrada la Tierra pero allí se dirigía; sin rumbo alguno, quizás, tal vez la Tierra había perdido el rumbo hacia mucho tiempo, lo que llevó a algunos humanos a escapar de su azulada prisión y hacer el trabajo que los sedentarios corporativos, que comandaban lo poco que quedaba en el hogar, no querían hacer. Sea cual fuere, estos colonos o comerciantes del espacio existían fuera de las leyes, religiones, economías y políticas que se habían arraigado como sanguijuelas a la Tierra hasta hacerla perder todo significado de un mundo libre para ellos, de un hogar adonde regresar.
Dentro de la nave, la oscuridad reinaba en cada rincón de su metálica estructura; solo algunas luces tenues de los sistemas de navegación llegaban a distinguirse y algunas luces a través de los largos y estrechos pasillos. Pero eso no seria por mucho tiempo mas, ya que la nave activa y omnipresente como siempre, comenzaría su labor para sus habitantes Una habitación recibió el primer golpe de electricidad que rápidamente se propago activando la calefacción, gravedad y el sistema de oxigenación El segundo golpe iluminó la habitación donde estaban depositadas siete capsulas circularmente alrededor de una gran maquina que atravesaba la habitación; las capsulas tenían una base metálica y una cubierta de cristal trasparente a través del cual se podía ver a sus respectivos durmientes. Las capsulas actuaban preservando vivos a los tripulantes de la nave mediante criogenia; la única manera de mantener a los humanos durante los extensos viajes espaciales. Una de las capsulas se abrió y las otras pronto le siguieron.
El joven de ojos rubíes y desprolijos cabellos rojos, negros y rubios se incorporó dentro de su capsula y extendió ambos brazos quitándose la pereza del cuerpo.
"Buenos días, Yami." -La voz mecánica de la nave inundo la habitación saludando al primer durmiente que regresaba al mundo consiente.-
"Hola Horus." -Respondió el joven mientras bostezaba.-
"Lamento despertarte antes de tiempo pero llegaron ordenes de..."
"Horus, de veras ¿podría esperar un segundo? Necesito caminar un poco e ir al baño. ¿Puedes poner a preparar un café?"
"Por supuesto."
"Gracias."
Yami se levanto y miro a las demás capsulas cuando recordó. Camino con prisa hacia la capsula que estaba a la derecha de la suya y vio que ya estaba abierta. De un salto entró y se recostó junto al durmiente que aun no había despertado. Se quedo un minuto viéndolo; un joven de cabellos castaño.
"Mi angelito de ojos azules..." -acaricio el rostro del castaño que seguía durmiendo.- "Arriba, arriba que ya llegamos a Ganimedes. Me prometiste una cena ¿o que yo seria la cena?" -se pregunto. No recordaba bien lo que le había prometido su ojiazul pero el castaño no se despertó.-
Yami mordió su propio labio con un poco de molestia; detestaba que lo ignoraran y menos que lo ignorara su ojiazul. No era justo, pero debía esperar a que despertara por sus propios medios. Salio de la capsula del ojiazul y se dirigió al baño.
Después de asearse se dirigió a la cocina a recoger el café que le había pedido a la nave.
"Luces en la cocina."
Las luces parecieron obedecer los comandos del joven e iluminaron las habitación. Yami entro a la cocina. Miro sobre la puerta del refrigerador había un calendario marcando una fecha: 4 de Junio. Yami la miro y suspiro.
"Que forma tan solitaria de pasar mi cumpleaños."
Tomo el calendario y al despegarlo un papel cayo al suelo. El joven se agacho a recogerlo y vio que tenia algo escrito. "Feliz cumpleaños, Yami."
Una sonrisa se dibujo en los labios del ojirubi; reconocía la letra del autor de la nota a la perfección Miro detrás de la nota; dos entradas para: "Le Diamant Lune" de Ganimedes el hotel/restaurante mas lujoso de todo el Sistema Solar. Seto se lo había prometido pero no creyó que lo iba a hacer, una cena en ese restaurante valía una fortuna, sin mencionar las reservaciones
"Eres un tonto." -dijo riendo dulcemente mientras dejaba la nota de regreso en su lugar.-
"Estoy aburrido, pon un poco de música Horus. Veamos si puedo hacer que esta gente se despierte."
Volvió al salón de hipersueño para ver si alguien mas se había despertado. La capitana ya no estaba en su capsula, al igual que la doctora y...
"Demonios, ese psicópata ya se despertó" -se dijo para sus adentros. Después de eso, se dirigió a la cabina de comandos.-
La cabina de comandos estaba totalmente oscura; no era de extrañarse, la nave debía ahorrar energía cuando los humanos dormían. Se sentó en su sillón frente a los controles de la nave mientras daba sorbos a su café.
"Horus; luces por favor."
Las luces de la cabina se encendieron al instante, al igual que las luces de los controles.
"Así esta mejor."
"¿Donde estamos?"
"En el cuadrante alfa del Sistema Duat."
La respuesta provoco que Yami casi se atragantara con el café.
"¡¿Donde?!"
"En el cuadrante alfa del..."
"Eso lo oí, Horus. ¿Donde diablos es eso? ¿Como llegamos aquí? Se suponía que iríamos a Ganimedes."
"Ra capto una señal de auxilio proveniente de Nun 1. Junto con la Isis eramos las 2 naves mas cercanas. Pero Isis estaba a 8 meses de distancia y nosotros a 3."
"¿3 meses? ¿Que fecha estamos?"
"19 de septiembre de 2605."
"19... ¿septiembre? Horus, te dije que me despertaras para mi cumpleaños... ¡en junio!" -gritó con euforia.-
"Lo lamento Yami. Pero..."
"¿Lo lamentas? Me hiciste pasar mi cumpleaños dormido. Aunque sea nos hubieras despertado a Seto y a mi."
"Debía considerar las reservas de oxigeno para la misión de rescate."
"¿Misión de rescate? No habrá misión de rescate Horus. Da media vuelta y regresamos al Sistema Solar."
"Ra, configuro mis ordenes Yami. No puedo volver sin un informe de la misión de rescate."
"¿Y nos hiciste perder 3 meses de vuelo?"
"Sigo ordenes."
"Que bien. No me despiertas para mi cumpleaños pero sigues ordenes de un planeta de esta a 5 horas luz de aquí."
"8 horas luz."
"Lo que fuera. ¡Están lejos! No puede ser." -Llevó bajo la cabeza y llevo su mano hasta su frente en una señal de frustración- "Aun en estos rincones alejados de esa maldita esfera celeste tengo que seguir ordenes de esos malditos."
"Ra tiene acceso a mis sistemas de navegación"
"Lo se, lo se. Demonios ¿Y donde estamos ahora?"
"Cerca del planeta Nun 1, en el sistema Duat."
"¿Nun 1? ¿Y que hay allí?"
"Ah desiertos, viento, rocas y una gran extensión de nada." -una tercera voz masculina apareció en la cabina.-
Un joven rubio se hizo presente y se sentó en el segundo asiento del piloto.
"Jou, ¿como dormiste?" -preguntó el ojirubi.-
"Para el demonio. Pero estoy acostumbrado a que esta maldita nave me trate con material de descarte."
"Y que lo digas."
"Bien, dejen de quejarse. Ya oyeron las ordenes de la lata de sardinas."
Una joven rubia entro a la cabina a poner un poco de orden en sus descontentos pilotos.
"Capitana Kujaku." -dijeron ambos pilotos al unisono.-
"Bien, Horus ¿cual es la situación?" -hablo la rubia a la nave.-
"Una nave parece ser la fuente de la señal de auxilio."
"Bien, alguien debe ir allá y ver. Como sea, pasaron 3 meses, es probable que no haya sobrevivientes. Aterrizaremos y uno de ustedes saldrá a explorar esa nave. Si hay personas, bien, las recogemos; si no, tomamos lo que podamos y nos vamos de aquí. ¿Entendido?"
"Como ordene capitana." -contestó Jou.-
"A mi me da mala espina todo esto." -reprochó el ojirubi.-
"Bien, gracias por ofrecerte como voluntario, Yami."
"Demonios."
"Si quieres puedes decirle a Seto que te acompañe."
"No, esta bien. Iré solo." -dijo mientras se levantaba de su asiento y se retiraba.-
"Jou, aterriza." -ordenó la rubia.-
Yami salio del la cabina y se dirigió a su habitación a prepararse para la salida.
"Así que ¿vas a salir a jugar?" -
Una voz llego hasta los oídos de Yami. El joven alzó la vista, ya había reconocido a quien le pertenecía esa molesta voz: un albino estaba apoyado contra una de las paredes del pasillo en el que transitaba. Dibujo una mueca de hastío en su rostro y siguió su camino sin volver a mirarlo.
"Ordenes." -respondió secamente.-
"Ordenes... tu sabes de ordenes ¿no es así? Lamento que hayas perdido tu cumpleaños aquí."
"Dejame en paz, Bakura."
Yami apresuró el paso para dejar a Bakura atrás. Llego hasta su camarote y al pararse frente a la puerta esta se abrió automáticamente permitiendole el paso. El joven abrió su locker y comenzó a buscar su traje espacial. Sumido en sus pensamientos, no presto atención en que no estaba solo en su habitación. Antes de poder notarlo; alguien se coloco tras él y aprisionó las manos del ojirubi con fuerza. Yami sintió una cálida respiración sobre su cuello y sonrió al reconocer a su captor.
"No viniste a despertarme." -La voz suave y confiable a la vez lo estremeció-
"Lo intente pero necesito un martillo gigante para despertarte." -bromeó.-
"¿En serio?" -el intruso volteo a Yami dejándolo de espaldas a su armario y de frente al visitante.
Los labios del ojirubi fueron capturados por un sorpresivo beso; el cual el joven respondió con entusiasmo y paso sus brazos rodeando el cuerpo su "ángel de ojos azules.", un joven alto, castaño, de piel blanca y marcados músculos en su abdomen. Conforme el beso entre los amantes continuaba, el castaño llevo sus manos hasta las caderas de Yami y comenzó velozmente a desabrochar los los pantalones de este. Ya había pasado mucho tiempo desde la ultima vez que había estado con su amante y la urgencia lo demandaba. El joven de cabellos tricolores supo lo que su pareja quería, él también lo deseaba; pero las ordenes de la capitana seguían pendientes en su mente. No podría concentrarse hasta haber terminado su encomienda. Separó sus labios de los del ojiazul pero el castaño no se separaba fácilmente y siguió besando el cuello del ojirubi.
"Seto..." -dijo casi entre gemidos.-
"...¿Si?"-continuaba con su tarea de encender la libido del ojirubi.-
"Tengo que salir."
"Después.."
"No, ahora."
"Es tu cumpleaños ¿no?"
"No."
Seto se separo de Yami y lo miro sin comprender.
"¿Que dices?"
"Estamos en septiembre. Horus se desvió para hacer una misión de rescate en una nave que quedo trabada aquí; Mai me pidió que vaya a ver."
"¿Septiembre?- dijo casi entre risa con un tanto de frustración y sarcasmo- ¿Por que a ti? Dile que no puedes; debemos festejar tu cumpleaños como se debe."
"¿En este basurero? No lo creo. No, creo que sera mejor que salga."
Seto se quedo viendo al suelo un momento, buscando alguna excusa para convencer a Yami.
"Vi la tarjeta; gracias." -hablo el ojirubi.-
"No es nada y lo sabes."
"Y los tickets. ¿Crees que te darán reembolso?"
"No lo sé. Puedo decirles que estuve en una misión suicida tratando de hacer que mi novio entre en razón... que abandone su misión de ir a a buscar tesoros en una nave olvidada y que se quede conmigo para hacer cosas..." -dijo esto ultimo besando de nuevo a su pareja quien sonrió- "Mucho mas importantes."
"¿Mucho mas importantes?"
"Mucho mas, si." -dijo atacando con lujuria el cuello del ojirubi.-
"Me parece un buen motivo..." -cedió; Seto era muy persuasivo-
"Yami, la escotilla esta lista para que salgas." -habló la nave.-
"Demonios." -exclamó el ojirubi con frustración mientras se separaba de su amante.-
Yami se sentó en su cama y siguió con su tarea de cambiarse para salir; comenzó a quitarse la camisa que llevaba puesta dejando expuesto su perfectamente moldeado torso. Al verlo Seto, decidió dar un tercer intento; después de todo; era difícil dejar pasar esa cautivadora imagen. Se sentó a su lado y comenzó a besar la espalda del ojirubi. Yami se separó poniéndose de pie dejando atrás al ojiazul; se lo veía un poco triste. Seto vio la espalda de ojirubi, había olvidado que Yami odiaba que lo tocaran ahí, no era un capricho; sino porque le traía recuerdos nada agradables: largas cicatrices se extendían en su espalda, eran muchas y sin un orden en particular. Seto se sintió culpable y el silencio invadió la habitación. Yami se dio cuenta de esto e intento disimular lo que había ocurrido.
"Sera mejor que lo posterguemos. No quiero ir frustrado." -sonrió en la ultima parte.-
"No quiero que vayas." -expresó su pensamiento sin rodeos.-
"Es solo un momento. Volveré rápido"
"No quiero que vayas." -repitió con un poco de enojo perceptible en su voz.-
"¿Por que?"
"Tengo un mal presentimiento."
"Ja, mira quien habla de presentimientos, señor exceptico."
"¿Quieres que te acompañe?"
"No, esta bien. Solo tengo que entrar, buscar y sacar a los aterrados ineptos que estrellaron su nave en este páramo"
"Nunca lo hemos hecho en un páramo"
"Si, lo hicimos en tu habitación"
"Ja ja." -rio con sarcasmo el castaño.-
"Cuando regrese... tendrás que compensarme estos últimos 3 meses. Ve ejercitando."
"Y tu afinando tus cuerdas vocales."
"Mis cuerdas son las de un violín. Ahora sal mientras me cambio." -Yami empujó a Seto fuera de su camarote.-
"Claro que no; debo cuidarte. Es mi trabajo." -se planto en la entrada de la habitación de Yami.-
"Tu trabajo es cuidar la nave."
"Eres parte de la nave. Una parte muy sexy."
"Pervertido." -dijo el ojirubi cerrando la puerta de su habitación.-
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Hola a todos! ¿Como están?
Volví! Provisoriamente. Yo y mis raras historias. Son raras T_T pero bueno me gustaría ser el Star Trek o el Perdidos en el Espacio del pride lol Si, son series viejas; pero me gustan mas que estas películas de Crepúsculo *escalofríos* Ah, otra idea loca acaba de cruzar.
Bueno, eh... nada, acá el primer capitulo de este fic... Así que díganme lo que opinan por favor.
No leemos!
Saluditos!
