Callejeros
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Capítulo 1: Vidas totalmente distintas

Un erizo azulado estaba quitando las cobijas sobre su cuerpo, el llamado de su madre dio aviso a que tendría que levantarse para ir a su primer día de escuela. Un poco adormilado, el erizo fue al baño para darse una ducha. Al salir ya tenía su uniforme puesto. Era una camisa blanca media desabrochada, una chaqueta verde oscuro al igual que su corbata y pantalones. Estaba tranquilo pasando una toalla sobre sus suaves erizos.

-Sonic, baja a desayunar cariño-exclamó las voz de una mujer

-ya voy mamá-respondió el erizo azulado mientras se estaba peinando

El erizo bajó rápidamente para encontrarse con la mesa ya puesta y el desayuno sobre ella, Sonic no se esperó en sentarse pero antes de ello saludó a su madre. Era una eriza azul con puntas celestes en sus erizos, tenía ojos color esmeralda muy brillantes, que portaban una paz infinita.

-mucha suerte en tu primer día en el nuevo colegio, Amy pasará a buscarte en un rato para que sepas como llegar-le dijo con una dulce voz mientras le servía jugo de manzana. (Me encanta beber eso en una mañana calurosa -w-)

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No muy lejos de allí, en una casa abandonada cerca de la playa, un erizo negro y rojo se encontraba dormitando sobre un viejo sofá polvoriento. Una eriza negro y púrpura atigrada se acercó hasta él para zarandearlo y gritar alegremente.

-despierta hermanito, es el primer día de clases-exclamaba la pequeña eriza-vamos que Rouge y Knuckles ya están listos-dijo la niña

-pero que mier… otra vez al colegio? No me jodas-dijo el erizo volteándose-váyanse ustedes, yo me quedo, ni ganas del colegio tengo-dijo volviéndose a acomodar

-Shadow the hedgehog, vas a ir al colegio te guste o te desagrade-gritó la pequeña muy furiosa.

El erizo negro se incorporó-está bien, pero no me grites así, me recuerdas a mamá-se sobaba la cabeza y tomaba una musculosa negra para ponérsela-Rouge y Knuckles ya están listos?-preguntó mientras se acomodaba su guardapolvo blanco algo roto.

-siempre andamos un paso más adelante que tú bombón-dijo una murciélago blanca con un guardapolvo corto, roto y del mismo color con unas botas largas con tacos, ojos cristal y labios y ojos pintados. A su lado iba un equina rojo de ojos violetas y que llevaba el mismo uniforme.

-bueno y que sabía que era hoy el comienzo de las clases-se quejaba el erizo algo somnoliento-vamos, en el camino nos compramos algo para comer-dijo tomando una mochila negra y saliendo de aquella casa abandonada junto con sus amigos.

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Sonic estaba preparando sus útiles y sus cuadernos, era un chico muy ordenado pero lo que no se sabía de él es que era muy rebelde, casi nunca le gustaba la compañía de los demás, y menos de aquella amiga que lo iría a buscar. Vio el reloj de su muñeca, ya eran las seis y media de la mañana, en cualquier momento llegaría Amy a buscarlo. Tal como se lo esperó, el timbre de la casa sonó y la madre de Sonic fue a recibirla.

-hola señora, Sonic ya está listo?-era una eriza rosada de ojos color esmeralda, llevaba el mismo uniforme que Sonic, solo que ella usaba una pollera y en sus manos traía una bicicleta roja.

-hola Amy, Sonic baja en un momento-le dijo

El erizo azulado bajó las escaleras y se metió al garaje para ir en busca de su bicicleta verde, saludó a su mamá y ambos se subieron a sus bicicletas para ir al colegio.

-muy bien Sonic, no te voy a mentir, cuando volvamos debemos pasar por un barrio muy peligroso, así que debes tener mucho cuidado, está bien?-preguntó la eriza rosa. Sonic solo asintió siguiendo de cerca a su amiga.

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Los erizos, la murciélago y el equidna iban cruzando una calle mientras charlaban y reían…

-no se porque sigues yendo al colegio Knuckles, ya tienes 17 y aún sigues en 3º año-carcajeaba Rouge

-eso Knuckles, este año tu, Rouge y yo ya iremos juntos, no entiendo como es que repites tantas veces-hablaba el erizo negro algo gracioso-tú nos llevas 2 años y nosotros somos más inteligentes que tú-

-quieren dejar de decirme esas cosas? Si ninguno de ustedes se empeña en decirme que estudie y haga mis tareas es obvio que no mejoraré-se quejaba el equidna rojo.

-jajaja, hasta Nolee que tiene a penas 9 años es más inteligente que tú-carcajeaba Rouge

-YA BASTA QUE ME DESESPERO!!!-gritaba muy enfurecido el rojo equidna.

Los cuatro estaban a punto de llagar al colegio público, un par de chicos ya se andaban golpeando el uno al otro, los colegios públicos jamás eran de imponer reglas o modales.

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Sonic y Amy ya habían estacionado sus bicicletas en el patio del colegio y se estaban dirigiendo a sus aulas. Amy y Sonic llegaron a un pasillo y se debieron despedir-bien Sonic, yo voy a un grado menos que el tuyo, así que tú debes ir a la última aula a la izquierda, allí te recibirán los de polimodal, son chicos muy agresivos, así que por favor ten mucho cuidado-dijo para darle un beso en la mejilla y luego entrando a su salón.
El erizo azulado llegó a la puerta de su aula, se sentía bastante nervioso, ya que era un completo desconocido y sabía que el miedo aumentaba las ansias de los chicos para hacerle bromas. Entró medio nervioso, sin mostrar expresión alguna y mostrar su cara ante los demás. Las chicas no pudieron evitar cuchichear sobre el nuevo chico, mientras que los barones lo miraban agresivamente, al parecer porque ya daba envidia ver a un erizo tan atractivo en aquella clase. El erizo sin prestarle mucha atención a aquello se centró detrás de todo y se sentó en un banco solo, no podía evitar sentir aquellas múltiples miradas a su ser, era como si todos lo estuviesen acusando en silencio. Restándole importancia a todo, comenzó a sacar sus cuadernos y empezar a anotar apuntes sobre la materia en la que estaba.

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Shadow se detuvo frente a la eriza negro y púrpura-escucha Nolee, debo decirte que tengas mucho cuidado, tienes 9 años y esos chicos son verdaderamente agresivos, debes cuidarte, entendido?-preguntó el erizo negro y rojo

-confía en mí hermanito, no tengas miedo, ya se protegerme sola-dijo regalándole una cálida sonrisa y luego alejarse corriendo a su aula.

El erizo negro solo suspiró mientras que Rouge se acercó para consolarlo-anímate cariño, tú le enseñaste todo de ti, ella es una auténtica rata de la ciudad, aprendió del mejor chico de 14 años-dijo golpeándole con su codo.

Shadow volvió a suspirar-ese es el problema Rouge, apenas tengo 14 años y no sé que es lo que nos deparará el futuro, ni siquiera hemos afrontado la mitad de dificultades que puede llevar un autentico callejero.

El erizo, la murciélago y el equidna entraron a su salón para encontrarse con aquellos compañeros con los que Shadow siempre ha tenido dificultades, él ni quería verlos a la cara, sabía que este año también se llevaría mal con ellos, puesto que el jefe de sus compañeros era el que le ocasionaba más problemas. Y allí estaba, sentado atrás de todo, era un erizo muy parecido a él, solo que llevaba ventas de color azul apagado en erizos, brazos y piernas, sus ojos eran verdes, penetrantes y fríos y sus colmillos eran prominentes. Muchos dicen que cuando uno nace con colmillos muy filosos es por un tipo de enfermedad que lleva que hace que luzcan así.

Shadow siempre le ha tenido mucho miedo a aquel erizo, desde que empezó la secundaria no dejaba de acosarlo, hasta una vez ha intentado besarlo cuando Shadow se encontraba llorando solo en el baño. Obviamente que después de eso perdió toda confianza de aquel sombrío erizo.

Al ver que Rouge se sentó junto a Knuckles, Shadow prefirió sentarse solo. Tenía su mirada perdida en sus manos sobre la mesa hasta que sintió una fría presencia a su lado, levantó la mirada y no pudo creer lo que vio, era aquel erizo al que le tenía tanto miedo!!! Estaba a su lado!

Shadow no pudo evitar sentirse asustado pero solo demostró una expresión levantando sus cejas, nunca cambiaba de gesto, ni por más que tan emocionante fuera la situación, él siempre tenía la misma expresión inexpresiva-vaya, hola Shadow, cuanto tiempo sin verte me agrada que continúes en este colegio que no podías ir a otro?-preguntó sin dejar de mirar a aquellos resplandecientes rubíes.

-ya te lo dije Mephiles, soy una rata de calle, no tengo familia y como no poseo una, no es fácil cambiarme de colegio-dijo con una mirada penetrante, Shadow es uno de los que siempre te mira a los ojos cuando te habla.

-jeje, me alegra, no me gustaría que mi ericito negro y rubí sea un ericito mimado, no lo toleraría-decía mirándolo pervertidamente

-tks, que no soy tuyo Mephiles, nunca voy a ser de nadie, que no lo entiendes? Y deja de apodarme así que no soy ninguna mujer, soy un macho, un buen macho (jaja, lo siento, es que me agarra un no se que, cuando Shadow es bien macho xDDD)

-jajaja, cuando acabe contigo quedarás como una mariquita, mi hermoso Rubí-ese era el apodo que le tenía asignado a Shadow, no solo por sus ojos, sino por aquella frialdad, por ser misterioso y a la vez tan delicado y rompible. Sin duda para Mephiles ese erizo era un precioso juguete con el que le encantaba jugar con sus sentimientos, mente y alma, aunque admitía que le gustaría jugar con más cosas de él.

-hmp…-el erizo prefirió mirar para otro lado, aquella mirada pervertía de Mephiles no le agradaba nada, era por el simple hecho de que debía tener algo preparado para su primer día, y él sería la perfecta carnada.

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El recreo comenzó, Sonic se encontraba caminando por el patio, no estaba muy feliz con la idea de ir a aquel nuevo colegio, se notaba que muchos eran muy afinados, cosa normal en un colegio privado, era todo privilegiado para ellos. A Sonic no le gustaba eso, él quería arreglarse por su propia cuenta, ser independiente, y sobretodo ser libre, quería hacer lo que se le de la gana cuando y como quiera pero siempre era lo mismo, su madre que se preocupaba por él y el colegio prestigioso a donde lo mandaban.

Iba caminando de muy mala gana hasta que sin querer chocó con un zorrito amarillo, al que se le cayeron un par de libros y cuadernos-ho, lo siento-dijo el erizo azul para ayudar al zorrito a levantar las cosas, cuando lo vio a la cara no pudo evitar sonreír, al parecer Sonic ya lo conocía-Tails, así que vienes a este colegio?-preguntó muy entusiasmado.

-jeje, así es, mi mamá es muy precavida con mi vida y por eso eligió el mejor colegio para que esté a salvo-le respondió tomando sus últimos libros-y que haces tú aquí?-preguntó el zorrito

-bueno, el colegio al que iba lo clausuraron por demolición y mi mamá no tubo mejor idea que mandarme a una donde me tratan de niñito mimado-dijo algo enojado-aaahh, madres, ellas siempre sobre sus hijos-

-jeje, sigues con tu sueño de ser un callejero, verdad Sonic?-dijo Tails muy divertido

-pues…si, aún sigo pensando que hacer tus propias reglas y hacer lo que quieres todo el tiempo sin tener a alguien que te haga ordenes es lo más genial que he visto en toda mi vida-le respondió con cara de soñador.

-bien Sonic, ahora debo ir a clases, después nos vemos-dijo el zorrito alejándose de su amigo

El erizo azulado suspiró-lo que daría por ser una rata de ciudad, conocer cada cultura callejera que hay en esta ciudad, tener amigos que sean de lo más genial y a la vez que no le interese su protección-el erizo solo sonreía con aquellos pensamientos, se imaginaba una vida siendo un huérfano y yendo a donde quisiera junto a sus inseparables amigos.

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El erizo negro y rojo entraba al baño, se acercó al fregadero para lavar su cara que se encontraba un poco manchada con su sangre, lavaba sus manos y luego las pasaba sobre su cara, así quitando todo rastro de sangre. Al parecer ya había tenido una riña en la cual ganó él, aunque quedó bastante herido. Sacó las manos de su cara para mirarse al espejo y detrás de él estaba aquella horrible criatura a quien tanto le temía. Intentó darse la vuelta pero este lo tomó de las manos posándolas contra la pared y juntando su cuerpo contra la espalda de Shadow, encerrándolo entre su cuerpo y el fregadero.

-te felicito Shadow, haz mejorado mucho desde que comenzaste las riñas con todos, por eso eres mi favorito y una excepción de los demás, eres una verdadera joya-le hablaba el erizo sombrío en el oído-

-bien Mephiles, varios años me has acosado encerrándome de esta manera y hablándome de esa forma y no entiendo, que es lo que verdaderamente buscas de mi?-el erizo sombrío solo mostró una sonrisa que hacía mostrar sus relucientes dientes. A Shadow no le agradó mucho ver aquella cara a través del espejo, le daba mucho terror.

-bien Shadow, te lo diré…-dijo susurrándole al oído, haciendo que el erizo ojicarmin le pasara un increíble escalofrío por su espalda.

Continuará…