ESTE FIC SE ENCUENTRA EN PAUSA!
Titulo: The dream's house
Summary: Bella recibe como herencia una vieja y magica casa que decide remodelar para utilizar como salon de fiestas. La casa de los sueños, poco tiempo despues, atrae todo tipo de parejas en busca del lugar perfecto para su matrimonio. Lo que Bella nunca se hubiese imaginado era enamorarse del novio. TH
Ninguno de estos personajes me pertenescen, solo los tomo prestados un ratito :D
Capitulo uno
Proyectos
-Bella, la señorita estaba buscando fecha para julio. – dijo en voz bastante alta mientras le señalaba a su jefa, con la mirada, a la mujer morena que esperaba impaciente tras el mostrador.
-Esta todo reservado para julio. Déjame hablar con ella – Los ojos oscuros de Jessica rodaron sobre sus cuencas y volvió, dando taconazos finos contra el piso de mármol, hasta el escritorio de la recepción. Se concentró en la computadora y dejó que Bella se hiciera cargo de todo.
-Señorita..
-Spenser.
-Señorita Spenser. Buenos días, mi nombre es Isabella Swan. – Le dijo tendiéndole la mano por sobre el escritorio de la recepción. – Soy la dueña del lugar. Por que no pasa a mi oficina para charlar un momento.
La mujer morena, altanera, con los tacos más altos que Bella había visto en su vida, caminó hacia la dirección que le señalaba la dueña moviendo las caderas exageradamente.
Bien, Bella sabia que iba a tener problemas.
-Adelante, siéntese por aquí. Tengo entendido por lo que me dijo la señorita Weber que desea una fecha en julio. Siento decirle que no tenemos ninguna fecha libre. A menos que quiera festejar su casamiento..
-Ejem. Compromiso.
-A menos que quiera festejar su compromiso un día de semana. Aunque en ese caso igualmente tengo todos los viernes, jueves y miércoles ocupados. Y.. Algún que otro lunes. Tendría que haber venido con mas anticipación, estamos repletos en julio. Puedo ofrecerle una fecha en agosto.
-Tiene que ser en julio. ¿No tiene ningún eventucho que pueda pasar? – dijo frunciendo la nariz como si oliera algo que estaba en avanzado estado de putrefacción. Bella había visto como escudriñaba su oficina y luego a ella con evidente desagrado.
Su oficina, colocada estratégicamente, aun lado del corredor principal de la casa, le permitía ver los jardines desde un gran ventanal que cubría toda una pared. Y además, tenia control sobre el pasillo principal por medio de una puerta vidriada que combinaba perfectamente con el estilo clásico de la casona.
La oficina era amplia, equipada con todo lo que Bella había recuperado del resto de las habitaciones de la planta alta que estaban en desuso. Todo brillaba de limpio.
Ella, se sintió incomoda ante la mirada de esa mujer, mucho mas linda de lo que ella se creía. Se sentía convencional. Su cabello caoba le rozaba el borde de su pollera tubo negra, con largas ondas. Sus ojos marrones, su piel blanca casi albina y sus escasos metro sesenta la hacían sentir menos que esa mujer perfectamente bronceada, arreglada y maquillada para matar.
Bella simulaba ser una mujer segura. Una mujer de negocios. Eso había intentado construir su mejor amiga, Alice, el día anterior a que hubriera el salón donde llevaba a delante su propio emprendimiento.
"Bella tienes que mostrarte segura para vender. Y la mejor forma para mostrar que eres responsable, fina y delicada es la ropa.. El salón, esta perfecto" Le había dicho mientras recorrían el centro de Londres en búsqueda de "la mejor ropa de diseño" que la herencia que había recibido podía comprar.
Alice, era americana, como ella, pero se había mudado a Londres, junto a su mejor amiga, para ayudarla con su nuevo proyecto. Ella se había encargado de la publicidad, el catering y todas esas decisiones que Bella no llegaba a tomar. Y ahora trabajaba en el salón de fiestas junto a ella.
-Lo siento. No puedo correr ningún evento. Tendrá que ser en agosto.
-Pero
-Lo siento, pero no.
-Bien. Tu y tu maldito salón pueden
-La invito a retirarse, señorita.
Bella había entendido hacia bastante que era inútil discutir con la gente. Sobre todo con las locas pre casadas. Sobre todo con ellas. No había fecha y tenia que entenderlo. No podía hacer nada. Y si queria irse, tenia mucha gente esperando todavía.
Se levanto de su silla, rodeo el escritorio y le abrió la puerta vidriada para que se retirara. La mujer se levanto de un salto y salió de la oficina contoneando sus caderas.
-Idiota – susurro antes de salir de la oficina para que Bella la escuchara. Ella resoplo y cerro la puerta suavemente. Volvió a su asiento y jugo con la lapicera que tenia entre los dedos.
-Bella – Jessica, con su figura regordeta por el embarazo, entro sin llamar a la oficina de su jefa y amiga.
-Mmm
-El señor del catering dice que no podrá conseguir el caviar para esta noche. Y la novia dice que sino hay, suspende la boda.
-Dios, mío. – Que suerte que había aprendido a no hacerse mala sangre por esas cosas. – Pásame mi agenda.
Jessica salió un segundo de la oficina y volvió con una agenda repleta de papeles. La dejo en el escritorio. Bella tomo y corrió las paginas suavemente. El stress terminaba superándola.
-Llama aquí. Di que es departe de Bella. Y pásame.
-Bien.
Jessica tomo el teléfono y luego de unas palabras se lo paso a Bella.
-Chao, parla Isabella.
-¡Isabella! Molto tempo. ¿Che cosa avete voglio, cuore? (n/a: es italiano y dice: cuanto tiempo. ¿Qué es lo que quieres, corazón?) – respondió una voz grave del otro lado del aparato.
Esa voz grave le recordaba a su niñez, aunque no había conocido a Marco hasta hacia un par de años, cuando recién se mudaba a Londres. Marco era… un poco de todo, pero sabia que tendría caviar para esa noche.
-Ya esta, Jessica. En media hora esta en la cocina.
-Genial. Ah, hay una mujer que quiere hablar contigo.. y solo contigo.
-¿Dijo mi nombre?
-No. Pidió hablar con el dueño.
-¿La conoces?
-No
-Nombre
-Se presento como la señorita Weber
-Mmm. Que pase.
Jessica salió de la oficina y a los pocos segundos una mujer, alta, esbelta y de pocas pero suficientes curvas apareció por la puerta vidriada. Llevaba un vestido solero demasiado veraniego para mayo, holgado y de grandes flores azules.
-Buenos días, señorita Weber
-Buenos días. Aun.. no se su nombre. – dijo y agrego con timidez – Llámame Ángela, por favor
-Bella Swan – contesto mientras estrechaba su mano.
Angela levanto la mirada y clavo sus ojos oscuros en los de Bella. Nunca habia visto unos ojos tan oscuros. Los de Angela parecian dos posos oscuros terriblemente hipnotizantes. Sus facciones suaves y su piel castaña formaban una belleza muy diferente a la de Bella. Angela era mucho mas alta y flaca lo que se acentuaba por los altos tacos que llevaba. Se sento frente a Bella y se quedo callada.
Bella estaba mas acostumbrada a las mujeres que no paraban de hablar, de planificar, de soñar, de pensar en cosas extravagantes, lo que había catalogado como normal en la situación en la que se encontraban. Ella solo tenia la esperanza de que cuando le tocara a ella (lo que no veia muy pronto a suceder) supiera mantener la compostura. Habia visto a varias mujeres perder todo pensamiento lógico y a algunas, hasta se habian arrodillado ante sus pies en busca de cosas que ella no podia ofrecerles. Mas de una vez habia accedido a sus pedidos extraños. Podia escribir todo un libro si se lo proponia y eso que hacia solo cuatro años que habia abierto el salon.
-Asi que Angela, ¿Vas a casarte?
-Oh, si.
-Dime – Bella reconocio que Angela era bastante mas que tímida y si no la interrogaba no iba a soltar prenda - ¿Qué tenias planificado?
-Algo sensillo. Solo para la familia mas cercana y un par de compromisos. Nada extravagante. Elegi este lugar por el hermoso jardín, me gustaría que fuera allí.
-Muy bien – Bella movió el mouse de la computadora, clicleo un par de veces y se concentro en la pantalla – Entonces debemos buscar una fecha con clima agradable. A partir del veinte de agosto todo esta libre.
-Mmm. ¿En septiembre?
-Claro, también podría ser. Va a ser falta una carpa.
-Bien. ¿Qué tal el 14? – dijo mirando el calendario que descansaba sobre el escritorio de Bella.
-No hay problema. Por que no primero recorremos un poco el lugar, y te cuento algunas cosas.
-Bien
-Por acá – ambas se levantaron y Bella le señalo la puerta vidriada que conducía de vuelta al pasillo principal. – Bueno, este es el pasillo principal. Si te interesa podemos hacer entrar a los invitados y cruzar todo el edificio para ir al jardín o directamente que sigan el camino exterior.
La entrada a la imponente casa estaba coronada por una puerta gigantesca totalmente de vidrio y metal, con grandes flores forjadas en hierro negro. En el pasillo principal, con el escritorio a un lado y la majestuosa escalera de barandales de hierro, reinaba el mármol blanco y las molduras blancas. Al final, otra gigantesca puerta de metal y vidrio daba al jardín perfectamente cuidado.
Bella volvio a sentirse afortunada mientras mostraba el lugar por millonésima vez. Muchas veces habia llegado a sentirse culpable por tener todo eso que le correspondia por ley pero no por amor, como ella solia replicar a todo el mundo.
Esa casa junto con todos los tesoros olvidados y llenos de polvo que habia descubierto en cada habitación, habian pertenecido a una vieja tia abuela de Bella, que ella nunca llego a conocer. La mujer habia estado enamorada del mismo hombre que su hermana, la abuela de Bella, y habia sido ella quien se habia casado con él. Juntos habian tenido al padre de Bella, hijo unico. Pero su tia, enojada por la traicion de su hermana que realmente amaba a su esposo, nunca lo conocio y por lo tanto, tampoco conocio a su sobrina nieta. Amargada y sola, se dedico a los negocios y compro esa casa cuando los campos en Londres abundaban.
La familia de Bella se habia mudado hacia mucho tiempo a Estados Unidos y varios meses después de la muerte de su padre, recibio en su departamento una carta a documento. El modesto papel le informaba que lady Elizabeth Swan habia fallecido y debia presentarse a la lectura de su testamento a efectuarse la siguiente semana. Bella dudo primero y Alice tuvo que convencerla para que gastara sus pocos ahorros en viajar a Londres y asistir a la lectura del testamento. No se arrepintió.
La vieja tia abuela de Bella no solo le habia dejado su casa, su departamento en el centro de Londres, sus joyas y su dinero, sino tambien una extensa carta donde, al final de su vida, se arrepentia de nunca haberla visitado. Declaraba que siempre habia sabido de su existencia pero que hasta el final de sus dias el orgullo habia ganado sobre el amor que sentia por su familia, por el unico pariente que le quedaba. Bella solto varias lagrimas cuando leyo la carta pero igualmente se sintio mal por recibir todo eso cuando ella tampoco la habia buscado y ni siquiera sabia de su existencia.
Gracias a su madre y a su mejor amiga, Alice, habia puesto en movimiento la casa y habia formado lo que primero llamo emprendimiento pero que tomo vuelo a una velocidad alarmante. En menos de cuatro años, la casa de los sueños era el lugar de moda para los casamientos de la estirpe mas alta de Londres. La leyenda de su tia abuela y la historia novelesca que se habia armado alrededor habian corrido como polvora y todo el mundo llegaba en busca de festejar su casamiento.
Demasiado pronto, Bella se habia convertido en una empresaria y el salon en un lugar exclusivo.
Bella y Angela recorrieron el jardín. La proxima novia confeso su debilidad por las rosas rojas mientras se carcajeaban sobre algunas locas expriencias que habia vivido Bella en esos años. Angela era, hasta ahora, una de las pocas novias que le habian agradado a Bella. Simple, divertida, introvertida, y con los pies en la cabeza. Pero sobre todo, tranquila. Se lo comento y recibio una carcajada en respuesta.
-Bueno, supongo que es un alago. Gracias, Bella.
Angela quedo encantada del lugar y le prometio volver con su novio y reservar esa fecha. Mientras tanto le hizo jurar que no reservaría esa fecha a ninguna otra pareja.
A los diez minutos, Angela se despidio y se alejo camino a su auto hablando por telefono.
Hola! Bienvenidas a una nueva de mis historias. Les recuerdo que esta es la opcion B, que gano en la encuesta que lleve a acabo en otro de mis fics (They say's all fair in love and war) asi que aqui esta.
Espero que les guste.
Como siempre, las quiere :)
Charlotte
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