Este escrito es algo tierno que tenía en mente desde que leí la Convocatoria. Espero lo disfruten y se animen a dejar review -w-

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Palabras: 400 (¡Dios, me costó tanto respetar el límite de palabras! Esto fue todo un reto, estoy orgullosa de mí ;w;)

Disclaimer: Los personajes de Shingeki no Kyojin no me pertenecen, yo sólo los utilizo para cumplir mis retorcidas fantasías yaoi. Este Drabble participa en la Convocatoria de Halloween de la página de Facebook: Shingeki no Kyojin Yaoi 2.0.


Una pequeña lección de Halloween

[Ereri]

El reto de Noche de brujas: pedirle dulces al ser más atemorizante de Shingashima: Levi Ackerman, quien apenas llegaba al metro sesenta pero podía molerte el trasero a golpes. Eren no tendría problema en acercarse a él sino fuera por el vergonzoso hecho que compartían: hace dos años, bastante borracho, Eren decidió confesar sus sentimientos a Levi y acto seguido arrinconarlo para besarlo, lo único que consiguió fue un puño estampado sobre su rostro y una amenaza gruñida. Y Eren no era masoquista.

Reuniendo todo el valor de sus próximas vidas se atrevió a tocar el timbre. La puerta no tardó en abrirse.

— Ah, Jaeger. Creí haberte advertido que no quería ver tu rostro por los próximos años. — "Oh, Dios, voy a morir" Toda esperanza que Eren tenía que aquél incidente estuviera olvidado se esfumó. Levi se cruzó de brazos y fijo sus pequeños ojos grises en su rostro.

— ¡Dulce o truco! —Exclamó torpemente. Levi encarnó una de sus perfectas cejas.

—Hanji me advirtió de esta mierda. —Murmuró fastidiado, sacando una bolsa con dulces. —Toma lo que quieras y desaparece. —La grave voz de Levi y sus palabras hicieron aparecer un sonrojo visible en sus mejillas ¿era una invitación? No es que fuera un pervertido pero aquello había sonado muy sugerente. Levi le frunció el ceño ante su silencio y gruñó por lo bajo. — ¿Eres sordo, pedazo de mierda? Muévete.

Y eso fue lo que hizo Eren. Antes de pensarlo demasiado tomó la nuca del más bajo y estampó sus labios contra los suyos, el pelinegro apenas logró emitir un quejido de sorpresa. Eren entreabrió sus ojos entre el beso sólo para ver aquellos orbes grises mirándolo con una furia asesina, los cerró nuevamente con fuerza encomendándose a todos los Dioses existentes.

Pero aquello no era suficiente. En un descuido de Levi logró colar su lengua a la cavidad ajena y disfrutar de su calor. Y para su sorpresa el más bajo no estaba oponiendo resistencia… al menos no hasta después de unos minutos cuando lo empujó para apartarlo de él. Sus labios estaban rosas y húmedos, se veía tan adorable, salvo por la mirada asesina en sus ojos.

— ¿Quieres morir, Jaeger? Desaparece de mi vista antes de que te rompa el alma, maldito cerdo.

Eren no dudó dos veces antes de echarse a correr. ¡Al carajo con el dulce! Había ganado algo mil veces mejor y mucho más delicioso.