Septiembre.
Viñeta.
Declaimer: Los personajes de Boku no hero academia, no me pertenecen de lo contrario haría que el manga diera muchos indicios de shipps creando cracks :vr
Dedicado: Tsukiniro y a mi alma.
Parejas: DabiNeji (Dabi x Nejire)
Capítulo único.
Un gran misterio que surgía en su mente, pasaba siempre a la misma hora y su mirada azulada observaba con cierto desinterés la ventana de aquel café al que siempre iba a tener un pequeño momento de relajación. Ese momento en específico, su mente surcaba a una persona de mirada perezosa y unos ojos azulados como el azulado cielo frente a sus ojos; se trataba de su compañero de clases en filosofía, en la hora que les tocaba le gustaba observarle a lo lejos.
Siempre parecía pensativo y distraído, la mayoría de veces lo veía acompañado de una chica de cabellos rubios que sonreía de lado a lado y se había aprendido el nombre de ambos. Dabi y Toga; simples, pero a la vez que levantaban su curiosidad haciendo que Nejire cada hora de sus demás clases en la universidad, pensara en su compañero. Por simple curiosidad había dado con el lugar donde trabajaba, en esa pequeña cafetería donde servían frapes con sabor a caramelo y te de jazmín de los cuales era tanto fan de ellos.
—Aquí está tu té de jazmín —sonó su voz sacándola de sus ensoñaciones—. Creí que no vendrías hoy
—Tenía que venir, era el día de trajes de mayordomos y maids —dijo ella tan sincera como podía— y debía sacar una foto a Dabi
—Tsk, como sea —contesto ignorando lo demás que decía la chica—. Nejire tienes tarea, asi que deberías largarte
—No lo hare —contesto sacándole la lengua al contrario—. Oblígame a irme
Todo resulto de forma silenciosa, sus ojos se abrieron lo más que podían cuando sintió la respiración del contrario tan cerca, sus labios casi rosándose si no fuera por aquel dedo que les apartaba de una forma. Sus mejillas se coloraron de ese leve carmín y cuando el contrario se apartó de ella, leves balbuceos salieron de su boca; aquellos de los cuales no podía notar que decía o intentaba comunicar. Sentía que algo había sucedido y solo su corazón retumbaba al verlo alejarse, lo sabía más que nada en este mundo.
Podía cambiar todo por aquella suposición, incluso dejar su tan amado té de jazmín al decir que Dabi era un tonto, uno que le había llegado a joder su mundo haciendo que retumbara y creyera que en algún momento explotaría por todos esos sentimientos que florecían dentro de ella, tan rápidos y fluyentes como una pequeña flor, en algún comenzó a adorar por su culpa de él, ese mes donde lo había comenzado a observar.
En un día de septiembre, su corazón comenzó a latir con fuerza por culpa de Dabi; sin razonamiento alguno solo surgía como una chispa y sin previo aviso seguía latiendo de forma tan acelerada su corazón. Retumbaba similar a un tambor, uno que creía romperse en cualquier momento y al ver alejarse a Dabi, solo podía apartar la mirada para observar con un mayor detalle aquel té de jazmín enfrente de ella junto a un pequeño panque de chocolate que ella no había pedido, pero el contrario le había llevado.
