Hooolla!!!! Ya se que pensaran algo como "y esta que hace haciendo otro fic en vez de seguir con el otro" pero es que este fic fue como un chispazo de creatividad que tuve durante mi exposición de china No pude evitarlo y aquí esta

Tenía que hacerloMi mente me decía tantas ideas, ya está casi todo el tema, lo que tengo es q extenderlo y pasarlo a un fic

Bueno aquí vaa

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Geisha

(En este fanfic hablamos de la era del antigua Japón cuando se usaban kimonos y todas esas cosas, más o menos un poco antes que la era de Rurouni Kenshin, para los que conocen la serie)

Era una tarde oscura, debido a las nubes de lluvia que se posaba sobre ellos. O bueno eso era lo que observaba una pequeña niña de unos 7 años, de ojos verdes y cabello rosa, una niña con aspecto angelical, que se encontraba sentada, con la espalda apoyada en un pilar, y sus rodillas flexionadas contra su pecho, y sus brazos sobre éstas. Ella veía fijamente ese lugar que, aunque fuera a llover en poco tiempo le traía hermosos recuerdos, recuerdos de sus seres importantes, pero ya nada de eso podría volver a vivirlo.

¡Rayos!... porque ella?!, por qué tenía que ser ella?! Ella no quería irse de allí, no es que disfrutaba mucho en la "escuela de Geishas" pero ese era su hogar ya que no tenía ni Madre ni Padre, pero todo eso ya no importaba porque ella…..

Acababa de ser comprada…..

Su nuevo "dueño" era llamado Takamoto Sasaki, aunque según lo que le habían contado las demás chicas, ella iba a ser una regalo para su hijo, ya que la madre de éste murió y el padre quería que el hijo fuera atendido correctamente por alguien del sexo opuesto, y que mejor que acudir a la más famosa escuela de Geishas en todo Japón….

Según y que el joven tenía 9 años, es decir 2 más que ella…

Pero ahora nada podía hacer solo, ir y hacer lo que debía….

De pronto algo interrumpió sus pensamientos, la puerta se abrió dejando ver a una de las que servían allí…

-Ya es hora de que se marche….-dijo en un tono de voz tranquilo suave¡Claro! No era ella la que iba a ser comprada y llevada lejos de aquí por el resto de su vida!!!...pero como toda Geisha no podía contradecir la voluntad de su amo.. ni mucho menos quejarse…..

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9 años después……..

Se encontraba en una casa un poco apartada de todo, ya que era una casa muy grande, por lo que necesitaba mucho terreno, las personas que la habían comprado eran muy adineradas (eso ya lo sabía de antemano, ya que como aún era virgen, hermosa y educada, su precio era muy alto, y encima de todo eso que la compraran y no la alquilaran, ya dejaba bastante que decir..)

Ella no hablaba al menos que fuera estrictamente necesario, ella servía a su señor, el hijo de Takamoto Sasaki, Ryu Sasaki(Era una estatura normal, pero más alto que Sakura, de cabello gris alborotado, que lo único que hacía es darle una apariencia más sexy de la que ya tenía, y sus ojos eran ámbares con unos destellos en anaranjado alrededor de la pupila, su cuerpo era bien proporcionado debido a que practicaba mucho con la espada). Era una persona callada y reservada, inteligente y audaz, pero sin duda cuándo lo hacías enfadar era de lo peor, y por supuesto las personas a las que él puede mandar, que desobedecían sus órdenes les iban muy mal. Era un mujeriego, de eso no había duda, pero gracias a que él consideraba a Sakura joven aún no la había tocado, pero ella sabía que pronto eso iba a cambiar. Lo presentía, sentía que en unos días eso iba a, desafortunadamente, cambiar, y tenía que admitirlo, tenía miedo… Miedo

-Sakura- llamó el joven Ryu que ya contaba con 18 años[Sakura 17 con voz firme- ven aquí y sírveme un poco de té.

-Sí, joven Ryu-y dicho esto colocó las tazas, sirvió el té, exactamente como a él le gustaba, y le ofreció la taza- aquí tiene- dijo con su dulce voz, aunque ya más madura, pero seguí teniendo ese toque de ángel que llamó la atención del joven Ryu años atrás.

-Ese kimono te sienta de maravilla- dijo mientras la veía de arriba abajo sin ningún disimulo. Y bueno era verdad, el kimono era rojo, con muchos detalles en dorado, era precioso. Él se lo había comprado para que lo vistiera mientras estaba con él, quería verla así de hermosa sólo para él, nadie más, por eso le compraba esos kimonos bellos y un tanto atrevidos, que quedaban perfectos con el esbelto pero bien proporcionado cuerpo de la chica.

-Gracias joven Ryu- dijo sin expresión en su voz, cosa a lo que el chico suspiró.

-Aunque con o sin eso kimonos, es preciosa- pensó pervertida mente el chico, también analizando que pronto sería "suya" en todo el sentido de la palabra. Él sabía que lo consideraba un mujeriego, pero poco le importaba. Esa reputación comenzó cuando sus hormonas comenzaron a trabajar en su cuerpo, y sabiendo que era mejor esperar a que Sakura estuviera "lista" en todo sentido, saciaba sus necesidades con otras mujeres. -Cómo dicen el postre es siempre lo más delicioso, por eso se come al último, para que quede el sabor en tu bocaOjo, esto lo acabo de inventar!, se me ocurrió asi por asi, no piensen que es un refrán ni nada por el estilo n.n. lo siento u.u la influencia de mis compañeros de salón no es buena. Volvamos a la historia) – pensó el joven, a lo que terminó su té, se paró siendo seguido por Sakura.

-Sakura, prepárame un baño por favor-dijo el joven a lo que entraba en su habitación y acomodaba unas cosas.

-Si- dijo haciendo una reverencia- enseguida joven- pero antes de que ella pudiera irse Ryu le agarró por el brazo y la abrazó por la cintura, ella viéndose incapaz de poder hacer nada, dejó su expresión neutra, esperando cualquier cosa. Luego la mano que tenía en el brazo la subió hasta su nuca y la besó. No era su primer beso, él ya lo había hecho antes, pero ella no podía hacer nada.

El beso se volvió cada vez más intenso, y el joven comenzaba a perder el uso de la razón, y Sakura asustaba, se separo un poco de él como devolviéndolo a la realidad.

-Lo siento Sakura- dijo mientras sonreía victoriosa y pervertida mente- pronto, no te impacientes- y dicho esto la soltó y se fue a donde se encontraba minutos antes. Sakura incapaz de hacer nada se retiró de allí, con una tristeza y una frustración inmensa. Y así se dirigió a preparar las grandes aguas termales que poseía esa casa.

Ya cuando todo estaba listo, Sakura fue en busca de su señor, y como siempre, él estaba esperándola sentado en una silla con solamente una toalla alrededor de su cintura que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, él al verla entrar se puso de pie y sacó otra toalla más grande y se la dio a Sakura, ésta comprendiendo el mensaje, se adentró en el baño, ante la mirada de desaprobación del joven, y salió con la toalla enrollada en su cuerpo.

Al llegar a las agua termales él se adentró, y se sentó en una orillita que dejaba que de sus brazos hasta arriba quedaran fuera del agua, y éstos estaban uno a cada lado apoyados en el borde. Luego de esto Sakura se acercó, se aplicó un aceite en las manos y empezó a masajear lo que quedaba fuera de la espalda del joven, éste solo se relajaba.

Ya cuando terminó el masaje, el joven con un gesto le indicó que entrara, ella sin más opción entro allí, y él la jalo y la colocó bajo uno de sus brazos, y con ésa mano soltó el broche que sujetaba su cabello, haciendo que éste callera elegantemente por sus hombros y espalda.

-Preciosa- dijo sin siquiera pensarlo dos veces, ella ya estaba acostumbrada a ese tipo de comportamiento así que ni se inmutó.

-Sakura- dijo después de un silencio, captando toda la atención de la chica- Hoy tengo ganas de que duermas en mi habitación, ok?- dijo, pero en su voz se notó una orden, eso significaba, "ni pienses contradecirme"

-Sí, joven Ryu- dijo mientras se levantaba despacio, el chico al notar esto la detuvo, a lo que ella lo miró confundida, pero al ver sus ojos, se dio cuenta de todo.

Él la jaló un poco para que ella entendiera, eso significaba todavía no.

-Siéntate aquí- dijo abriendo sus piernas y haciendo un espacio entre ellas, ella solo obedeció, sabiendo las intenciones de su amo. Se sentó entre ellas, y el hombre inmediatamente la atrapó entre sus fuertes brazos, lo que causo un escalofrío en el cuerpo de Sakura. El joven lo notó y por eso susurró algo en su oído.

-Relájate….- dijo con la voz ronca, pero muy suave el tono que empleo. Y dicho esto empezó a dar pequeños besos por todo su cuello, su espalda y sus hombros. Mientras que con sus manos masajeaba los senos de la muchacha. La cual, aparte de sentir placer, se sentía usada, como una muñeca. El joven siguió con su tarea solo que esta vez mordía con delicadeza, como si Sakura se fuera a romper. Pero después de un rato paro. Porque sabía que si no lo hacía le haría el amor allí mismo, y eso no es exactamente lo que quería. El quería primero prepararla, dejándola con deseos de más. Luego en el momento preciso la tomaría.

Así se levantó con ella aún abrazada y la volteó, que dando ella de frente. Le tomó el mentón con una mano y la otra se dirigió a su nuca. Y la besó, pero este beso era lento pero a la misma vez fuerte, y ya cuando les faltaba aire se separó y la abrazó posesivamente.

-Mia…- dijo con la voz aún ronca. Lo que hizo que Sakura se sintiera peor todavía, y no pudo contener una lágrima que salió de su ojo izquierdo, pero se perdió al llegar al comienzo del cuello, por lo tanto el joven no lo notó.

Luego de que llegaran al cuarto, el joven al igual que Sakura se colocaron sus respectivas yukatas de dormir, y el joven se colocó en el lado derecho viendo hacia el izquierdo y Sakura al revés, osea izquierdo viendo al derecho, porque así la hacía el dormir. Y como automáticamente posó una mano en su cintura y la atrajo hasta sí. Y así durmieron. Así pasó el día, de la vida de Sakura Haruno, pero lo que ella no sabía es que todo eso iba a cambiar tarde o temprano.

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A la mañana siguiente como todos los días Sakura se levantó antes de que el Sol saliera, fue al baño y eso, se vistió con un kimono blanco con el obi morado y tenía pequeños detalles de éste mismo color por las mangas y al final del kimono.

Y se dirigió a la cocina, donde preparó el desayuno para ambos y lo llevó a la sala del comedor. Luego fue a buscar a su señor, a quien extrañamente encontró de pie, ya vestido, y esperándola en el marco de la puerta.

-Buenos días Flor de Cerezo- dijo mientras la "saludaba" con un beso en los labios y agarraba de su mano para dirigirse directo al comedor a desayunar. Al llegar allí se sentaron uno al lado del otro, y comieron en paz, ya casi terminando la comida el joven habló.

-Sakura- dijo y ella guió su mirada a él- hoy vendrán unas visitas, así que necesito que te pongas más hermosa, de lo normal si es posible- y eso último lo dijo con un tono un tanto pervertido y posesivo que no le agradó nada a Sakura¿pero qué se podía hacer? Él siempre que tenían visitas la mandaba a vestir como si fueran a celebrar algo, pero a la misma vez el kimono era un poco atrevido, porque a él le gustaba lucirla, a ella, quería que lo demás vieran que él tiene a la mujer más hermosa a sus completos servicios.

Sakura solo asistió, pero luego de un suspiro agregó- ¿el rosa o el blanco joven?- preguntó mientras se ponía de pie, esperando una respuesta, pero ella ya sabía que iba a darle uno nuevo…..

Él se levantó-sígueme- Sakura suspiró, eso significaba tengo uno nuevo para ti que te hará ver más hermosa a los ojos de todo, claro sin dejar la sensualidad,

-bah! Boberías.- pensaba Sakura.

Cuando llegaron al cuarto del joven, encima de la cama de éste había un kimono, que a simple vista se veía que era hermoso y caro. Era de seda, de un color que está entre el negro claro y el gris oscuro, un color raro, pero eso lo hacía más hermoso todavía, y tenía flores de 5 pétalos de Cerezo (Sakuras) por todo el kimono que estaban conectadas por ramas finas y sencillas pero elegantes, todos estos detalles en blanco, y el Obi de color blanco también.

-Éste es el que llevaras puesto Sakura- dijo al llegar al lado de la cama, agarró el kimono, y lo extendió encima de ella como para probar- Perfecto, hace que tus colores de ojo y pelo resalten mucho, y se vean aun más exóticos- dijo dándole el kimono para que se vistiera.

Acto que fue acatado por la pelirrosa. Se dirigió al baño y se lo colocó; ciertamente era muy bello, pero con tal, a ella sólo le importaba hacer quedar bien a su amo, o si ella iba a quedar mal.

Cuando salió al joven por poco no se le cae la baba¡Wow! Esa mujer era preciosa! Y ese kimono, como había dicho antes resaltaba mucho su color de pelo y ojos-Sakura quiero que esta vez te pongas algo mío- y eso en el idioma que conocía ella significaba que todos sepan que eres solo mía.

El joven se acercó a un mueble, abrió un cajón y sacó una pequeña envoltura, la abrió y de allí sacó un collar verde esmeralda, como sus ojos, que traía las insignias de SS.

-¡¿Qué?! No puedo creerlo Si lo tenía allí significa que ya tenía todo esto planeadokuuso!- dijo obviamente indignada, eso significaba que el siempre la presentaría de su propiedad y ningún hombre se le podía acercar más de lo debido. Con esto me refiero, ni una charla larga, ni un beso en la mejilla, nada…

-Sakura- dijo sacándola de sus pensamientos-en ésta reunión van a venir personas con las cuales voy a negociar, y éstas son personas más o menos de nuestra edad, por eso NO quiero que te acerques más de lo debido de acuerdo?- dijo autoritariamente, haciéndole entender que no podía tener preferencias más que con él.

Ella solo asistió- Sí joven Ryu, inmediatamente preparare todo- y así salió de allí para preparar todo para la noche.


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Y así llegó la noche, y los invitado fueron llegando poco a poco. Sakura por lo que pudo ver había un chico de cabello castaño junto a una chica de cabello negro y corto, según oyó los Hyuuga. Al lado de éstos se encontraban una mujer mayor, junto a otro hombre de pelo blanco y uno de pelo gris con mitad de cara tapada, los negociadores. Luego se veía a un chico pelirrojo, junto a una mujer de pelo amarillo y otro castaño, los Sabaku. Y bueno otros que no se veían para nada importates

Al parecer faltaban 2 miembros de la junta, y ya se estaban retrasando cuándo de pronto la puerta se abrió dejando ver a un pelinegro con el mismo color de ojos, serio, sin expresión, y por lo que podía notar no hablaba mucho ya que se fue a sentar a la esquina inmediatamente, pero Kami! Dejó la puerta abierta!

Entonces Sakura se levantó y en lo que iba a cerrar la puerta le "cayó" encima algo o alguien. Cuando pudo ver era un chico, no más de 18, ojos azules y cabello rubio…

-Lo siento!! Lo siento!- decía mientras se levantaba y le extendía una mano a Sakura para que se levantara, acto que ella aceptó.

-Por Kami! Que cálida es su mano… y su sonrisa es sincera, sin duda una persona con corazón de oro- pensó la chica mientras le dedicaba una pequeña sonrisa. Acto que no le gustó nada a Ryu.

-Ejem!- carraspeó llamando la atención de todos- bueno creo q es mejor que comencemos,…. Sakura- dijo llamando la atención de ésta

-Si?, joven ryu- preguntó de lo más inocente.

-¿Por qué no nos traes un poco de té?- dijo, para sacarla de alrededor de ese rubio.

-Sí, joven Ryu- y acto seguido se fue a buscar algo de té.

El resto de la velada fue normal, todos intercambiaban palabras a excepción del pelinegro, que solo de vez en cuando decía uno que otro monosílabo.

Pero hay algo que le llamó la atención a Sakura, a media reunión el joven pelinegro salió discretamente, asombrosamente, sin que nadie se percatara de ello a excepción de ella.

Ella luego de un rato, ya aburrida, pidió permiso a su amo y salió a tomar un poco de aire. Salió al jardín más grande de esa casa, donde se había mucha vegetación, unos caminitos de piedras, un puente con un pequeño riachuelo pasándole por debajo y unos que otro árbol. Pero sin duda era hermoso, ese lugar irradiaba una tranquilidad asombrosa.

-Huuu…- soltó todo el aire que había retenido y se dirigió a un árbol del cual recostó su espalda ya sentada en el suelo. Pero hubo algo que le llamó la atención. Unos ojos negros a veían fijamente, era como si supiera todos sus secretos pero a la vez no le importara saberlos, indiferencia es lo que erradicaba esa mirada.

-Su-sucede algo joven..?- preguntó tratando de acordarse del apellido del chico.

-Uchiha- dijo si más, indiferente, altanero, orgulloso, así era su voz.

-Se le ofrece algo joven Uchiha- dijo levantándose y recobrando la compostura.

-Hmp!- dijo, hizo una sonrisa que Sakura interpreto como soy el mejor no me importas y se fue de regreso a la sala y luego de unos minutos Sakura imitó éste acto llegando y sentándose al lado de su dueño. Y luego veía como las chicas allí presentes que eran 2 o 3? OH! No había notado a una rubia que estaba junto a alguien con aspecto aburrido. Bueno no era el punto.

Solo veían como ellas opinaban y reían, lo que le dio curiosidad. En la escuela de geishas no se permitiría algo así.

-Disculpe joven Ryu- dijo llamando la atención del joven que volteó su mirada hacia ella al igual que todos, pero ella solo se interesó que el joven Ryu la viera-yo creo que es hora del acto no? – dijo, el joven asistió pero cuando se iba a levantar, fue detenida por el joven que la hizo agacharse y depositó un beso "hambriento" en sus labios, como para que supieran que era suya, y que no se atrevieran a tocarla ni a verla, ya que había escuchado comentarios acerca de lo hermosa que era, y que pagarían por ella todo el dinero que valga, y cosas así.

Al terminar el beso, Sakura se levantó tomó sus abanicos, pero lo que más le sorprendió fue ver quién tocaría la melodía…

El joven Uchiha…….

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¿Y¿Qué tal?

Espero y aspiro que les haya gustado

Me costó mucho hacerlo ya que quería que quedara larguito pero mis dedos ya están entumecidosno puedo mas.!!

Solo les pido que por favor me dejen su opinión

Quiero saber que piensan para continuarlo o no

Sólo depende de que apreten "Go" y dejen su opinión n.n

Byee!! Nos vemos