¡Hola a todos!

Bueno, aquí les dejo con un pequeño drabble narrado desde el punto de vista de Clay Kaczmareck, el Sujeto 16, quien dio su vida por la de Desmond (T.T... Por eso lo amé). Ojalá les guste.

¡Saludos!

Vicka.

P.d1: Assassin's Creed pertenece a Ubisoft...

P.d2: s/9629290/1/Vivir-al-l%C3%ADmite, este es el link de Fanfiction de un crossover de South Park x Assassin's Creed. Es del género yaoi... Por si alguien gusta pasar.

¡Un abrazo!


Soledad.

Cuando vi a Desmond aparecer en el archivo corrupto del Animus, sentí un gran alivio.

Ya no iba a estar solo, ya tendría a alguien con quien charlar, aunque sea por muy poco tiempo. Sin embargo, me recordé a mí mismo el juramento de salvarlo, de ayudarlo a desbloquear las últimas memorias de Ezio, de poder darle la localización de la última pieza del Edén o más bien darle una pista del último ancestro al que le tocará revivir sus memorias, un tal Connor Kenway.

Suspiré mientras lo contemplaba en su estado de inconsciencia.

Somos una especie de parientes lejanos, tal vez demasiado lejanos. Podríamos ser primos o hermanos… No, hermanos no podríamos ser, o tal vez… Dios, creo que la poca cordura que me quedaba se había quedado en los abismos de la muerte.

Pero eso no importa ya.

Lo que me importa ahora es esperar a que él despierte para que yo pueda decirle la verdad de muchas cosas, especial de ella, de Lucy.

Él la mató, pero la mató sin saber que ella ya estaba destinada a ello, a morir por la traición, aunque, pensándolo bien, ella no era del todo traidora.

No, no lo era del todo.

Ella era una simple víctima de las circunstancias. Era la viva imagen de hasta dónde podría llegar un excelente lavado de cerebro para inducirla a cometer esa clase de errores.

Sabía yo que ella no me sacaría de Abstergo, pero también sabía que ella sacaría a Desmond de ahí por órdenes de Vidic. Ella tuvo su oportunidad para redimirse, pero el arte de convencimiento de Vidic, casi idéntico al del vendedor telefónico de tarjetas de crédito, fue muy eficaz.

En fin. Tengo una tarea qué hacer, una misión qué cumplir, una vida qué salvar…

Y una soledad qué soportar una vez cumplida esa promesa.