Mía.
Sus ambarinos ojos se llenaron de lágrimas una vez más, mientras extendía una solícita mano hacia él. No estaba seguro si ella entendía el significado de esa acción, o si en realidad sabía cómo sus lágrimas lo afectaban, lo único que pensaba era en que ella lo necesitaba. Pero... no podía, simplemente no podía hacerlo, Kyoko... ¿cómo le pedía tal cosa? ¿Y por qué pedirlo con lágrimas? Era tan difícil negarle algo mientras lloraba, su corazón se oprimía extrañamente al verlas brotar de sus ojos, a pesar de que ella no le importaba.
—Por favor, Sho-chan —murmuró ésta, aún con la mano levantada en su dirección—, por favor, sólo así sabré que me amas...
No, aquella afirmación era incorrecta. Él no la amaba, definitivamente no, pero, aún así ¿por qué estaba cediendo a su petición? ¿Por qué había tomado su mano y sellado aquella descabellada petición con un beso? ¿Por qué había limpiado sus lágrimas, mientras su otra mano se deshacía del vestido?
Sho parpadeó deslumbrado ante el recuerdo. Kyoko había sido suya esa vez y quizá, si se daba prisa, lo sería para siempre. Sólo tenía que deshacerse de ese molesto Tsuruga-san.
Notas de la Autora: Mátenme. Tengo esta costumbre de escribir de cosas que apenas conozco. Ya terminé de ver el animé pero no el manga y no creo leerlo tampoco. Ya sé que esto no sucedió o quién sabe x'D, pero no creo. Para quien no haya entendido, pues sólo deje a mi mente fluir en ideas, Kyoko le pidió a Sho que se acostara con ella para demostrarle que la amaba, aún cuando ella vivía para él. Era pequeña, lo sé, por eso digo que esto es descabellado. ¿Qué tal? Se aceptan tomatazos, sugerencias, críticas, bombas, etcétera. Disculpen por desgraciar algo que no conozco, es que amo escribir y esta idea me atormentaba ;-;!
Gracias por leer, espero aunque sea un comentario :3.
Ja ne!
