Era una noche lluviosa de invierno, el viento frío soplaba y la blanca Nieves adornaba aquel lugar, por las solitarias calles de París, Francia caminaba una chica de ojos grises y cabello azabache. Su rostro mostraba heridas y tristeza mientras en sus brazos llevaba a una pequeña de no más de tres años
La niña que llevaba en brazos, la miraba atenta preguntándose a donde la llevaría su mamá.
La joven de cabellos azabaches paro en frente aún edificio de alto lujo. Miró a su pequeña y la abrazo con mucha fuerza.
— Camille ¿Me perdonas? — La joven lloraba mientras dejaba a su pequeña enfrente al edificio.
Ella la miro por última vez y no pudo evitar sentir una puntada en el corazón al ver a su niña llorar.
La parisina corrió alejándose de su hija.
Dos jóvenes de al menos 19 o 20 caminaban directo al edificio en donde ambos eran vecinos.
— Es increíble señor popularidad — Hablo una voz femenina con mucho sarcasmo. — Que me hayas avergonzado por segunda vez. — ella estaba muy molesta.
Y cuando digo muy es MUY molesta.
— Usted cállese señorita perfección, yo solo quería divertirme. — El joven miró a su lado y pudo ver que casi lo golpeaban.
— ¡Uy! Que violenta Miku Hatsune. —
— ¿¡A quién le llamas violenta Bakaito!? — Miku levantó su mano con la intención de golpearlo.
— ¡Yo no soy Bakaito! ¡Soy Kaito! ¡K-A-I-T-O! —
Una discusión entre ambas personas se había desatado.
Tardaron buen tiempo discutiendo hasta que oyeron un ligero sollozo.
— ¿Que fue eso? — Se Pregunto la peli-aqua.
Observó el lugar y en la entrada del edificio donde vivía pudo ver a una pequeña niña.
— ¡Dios Mío! —Exclamo preocupada Miku, la peli-aqua — Bakaito mira allá — ella señalo el lugar.
El joven quedó atónito al ver a la pequeña.
Ambos se acercaron a la pequeña.
— Hola, hermosa — Hablo sutilmente la joven Hatsune — ¿Y tu mami?
— Mi mami, me abadono — Ambos jóvenes se sorprendieron ante la respuesta de la niña.
Miku cargo a la pequeña y entró a aquel enorme edificio.
Ella se encontraba impotente, enojada, miles de emociones cruzaban su cuerpo.
¿A que clase de persona se ocurre a abandonar a una criatura en pleno invierno? ¿¡A quién!?
Kaito siguió a Miku, ya que pensaba que aquella torpe chica haría algo malo, almenos eso pensaba él.
Una vez que Miku llegó a su departamento, Kaito la siguió .
Para desgracia de ambos eran vecinos.
— ¿¡Por que demonios me sigues!? — Exclamó en susurró.
— Por que soy el único testigo de cuando la secuestraste. — La joven lo miro incrédula.
— ¡Yo no la secuestre! — había alzado la voz — Yo no la secuestre... — Susurró.
Miku entró a su departamento seguida de Kaito.
La joven recostó a la pequeña en un mueble para después quitarle una pequeña mochila que traía, mientras ambos jóvenes se sentaba en el piso.
Ambos miraban a la niña, era una niña hermosa de cabello azul verdoso.
La peli-aqua abrió aquella pequeña mochila de donde saco un papel y una carta.
Kaito leyó la carta y miro a Miku.
— ¿Que dice? — Preguntó aquella joven.
"Estimado Señor/a:
Pensaran que soy una mala madre, hasta yo misma pienso eso de mi.
Pero no quiero que mi pequeña Camille sufra una vida llena de violencia.
Mi esposo no quiere ver a la niña.
Yo quede embarazada a los 16 años, mi novio me abandonó después de saber eso, mi familia me hecho de mi casa.
¿Un error mío? Si. Pero mi pequeña Camille es mi todo.
Pero tengo que dejar de encariñarme con ella.
Ella es una niña muy dulce, espero que le de el amor que yo no pude darle.
En su mochila viene un papel de adopción, yo sé que ustedes la amaran tanto como yo.
Atte: Una Chica."
— ¿Que vamos a hacer? — Preguntó Miku
Kaito puso su mano en la barbilla.
— ¿Que tal si la adoptamos? — Miku lo miro sorprendida.
— ¿¡Que!? ¿¡Kaito Acaso estas loco!? — Preguntó ella alterada.
— No, esto sería así tu su mamá y yo su papá ¿Que dices, Miku? — Miro a Miku y está suspiró.
— Muy bien...
¡Hola!
Soy nueva en este sitio espero que les guste la historia.
Está historia está también en Wattpad. Hay me conocen como *AkiMidoriTakahashi*.
Espero qué les guste.
